Monsanto, Syngenta y
Bayer
La nueva ley de patentes iraquí
una declaración de guerra contra los campesinos
Focus on the Global South y GRAIN / Ecoportal.net
Tomado de CSCAweb, 06/05/05
Cuando el anterior
administrador de la Autoridad Provisional de la Coalición (CPA), L.
Paul Bremer III, dejó Bagdad después de la así llamada
"transferencia de soberanía" en junio de 2004, dejó detrás
las 100 órdenes que promulgó como jefe de la autoridad de ocupación
en Iraq. Entre ellas está la Orden 81 sobre "Patentes, Diseño
Industrial, Información Confidencial, Circuitos Integrados y
Variedades de Plantas" [1]. Esta orden enmienda la ley de
patentes original iraquí, de 1970, y a menos que y hasta que sea
revisada o rechazada por el nuevo gobierno iraquí, ahora tiene el
estatus y la fuerza de una ley en vigor [2]. Con importantes
implicaciones para los campesinos y el futuro de la agricultura en
Iraq, esta orden es otro componente importante en las tentativas de
Estados Unidos de transformar radicalmente la economía iraquí.
¿Quién gana?
Durante generaciones,
los pequeños campesinos en Iraq funcionaron en un sistema de obtención
de semillas esencialmente informal y no regulado. Las semillas
guardadas en las granjas y la libre innovación con el intercambio de
material vegetal entre comunidades campesinas ha sido largo tiempo la
base de la práctica agrícola. Esto se ha hecho ilegal bajo la nueva
ley. Las semillas que ahora los campesinos tienen permitido plantar
-variedades "protegidas" traídas a Iraq por corporaciones
transnacionales en el nombre de la reconstrucción de la agricultura-
serán propiedad de las corporaciones. Mientras históricamente la
constitución iraquí prohibió la propiedad privada de recursos biológicos,
la nueva ley de patentes, impuesta por Estados Unidos, introduce un
sistema de derechos de monopolio sobre las semillas. Insertado en la
anterior ley de patentes iraquí como un capítulo nuevo completo de
Protección de Variedades de Plantas (PVP) que vela por la
"protección de nuevas variedades de plantas". PVP es un
derecho de propiedad intelectual (IPR) o un tipo de patente para
variedades de plantas que otorga un derecho de monopolio exclusivo
sobre material vegetal a un obtentor de variedades de plantas que
reclama haber descubierto o desarrollado una nueva variedad. Así que
la "protección" en PVP no tiene nada que ver con conservación,
más bien se refiere a salvaguardar los intereses comerciales que los
obtentores privados (usualmente grandes corporaciones) reclaman por
haber creado las nuevas plantas.
Para calificarse para
la PVP, las variedades de plantas deben acatar los estándares de la
Convención de la UPOV [3], la cual requiere que sean nuevas,
distintas, uniformes y estables. Las semillas de los campesinos no
pueden cumplir estos criterios, haciendo de las semillas protegidas
por el PVP el dominio exclusivo de las corporaciones. Los derechos
reconocidos en este esquema a los obtentores de plantas incluyen los
derechos exclusivos a producir, reproducir, vender, exportar, importar
y almacenar las variedades protegidas. Estos derechos se extienden al
material cosechado, incluyendo plantas enteras y partes de plantas
obtenidas a partir del uso de variedades protegidas. Este tipo de
sistema de PVP es a menudo el primer paso para permitir la patente
completa de formas de vida. En efecto, en este caso el resto de las
leyes no gobiernan sobre las patentes de plantas o animales.
El período de
monopolio es de 20 años para las variedades de cosecha y 25 años
para árboles y vides. Durante este tiempo la variedad protegida pasa
de facto a ser propiedad del obtentor, y nadie puede plantar o usar de
otra manera esta variedad sin compensar al obtentor. Esta nueva ley
significa que los campesinos iraquíes no pueden plantar legalmente en
libertad ni guardar semillas para replantar de alguna variedad
registrada bajo la disposición de variedades de plantas de la nueva
ley de patentes [4]. Esto priva a los campesinos de lo que ellos y
muchos otros en todo el mundo reclaman como su derecho inherente a
guardar y replantar semillas.
El control
corporativo
La nueva ley se
presenta como necesaria para asegurar el suministro de semillas de
buena calidad en Iraq y para facilitar el acceso de Iraq a la OMC [5].
Lo que hace actualmente es facilitar la penetración en la agricultura
iraquí de los productos de Monsanto, Syngenta, Bayer y Dow Chemical
-los gigantes corporativos que controlan el comercio de semillas
mundial. Eliminar la competencia de los campesinos es un prerrequisito
para abrir Iraq a sus operaciones, lo que están logrando con la nueva
ley. Tomar posesión del primer escalón de la cadena alimentaria es
su siguiente jugada.
La nueva ley de
patentes también fomenta explícitamente la comercialización de
semillas genéticamente modificadas (GM) en Iraq. Pese a la seria
resistencia de campesinos y consumidores en todo el mundo, estas
mismas compañías están promoviendo los cultivos GM entre los
campesinos de todo el mundo para su exclusivo beneficio. Al contrario
de lo que la industria asegura, las semillas GM no reducen el uso de
pesticidas, más bien plantean una amenaza para el medio ambiente y
para la salud de las personas mientras incrementan la dependencia de
los campesinos del agronegocio. En algunos países como la India, la
liberación "accidental" de cultivos GM está
deliberadamente manipulada [6], desde que la segregación física de
cultivos GM y cultivos libres de GM no es factible. Una vez
introducidos en el ciclo agroecológico no hay posible retirada o
limpieza de la polución genética [7].
Tal como argumenta la
OMC, Iraq tiene legalmente un número de opciones para cumplir con las
reglas de la organización sobre propiedad intelectual pero los
Estados Unidos simplemente decidieron que Iraq no debería ni
disfrutarlas ni explorarlas.
La fachada de la
reconstrucción
Iraq es un escenario
más en el viaje global hacia la adopción de leyes de patentes de
semillas para proteger los derechos de monopolio de las corporaciones
multinacionales a expensas de los campesinos locales. Durante la
pasada década, muchos países del Sur fueron obligados [8] a adoptar
leyes de patentes de semillas a través de acuerdos bilaterales [9].
Los Estados Unidos han presionado a favor de leyes de protección de
plantas del estilo de la UPOV más allá de los estándares IPR de la
OMC en el comercio bilateral a través de acuerdos por ejemplo con Sri
Lanka [10] y Camboya [11]. Igualmente, países que han sufrido
conflictos han sido objetivo especial. Por ejemplo, como parte de su
paquete de reconstrucción los Estados Unidos han firmado
recientemente un Acuerdo Marco de Inversión y Comercio con Afganistán
[12], que también incluiría asuntos relativos a IPR.
Iraq es un caso
especial en cuanto que la adopción de leyes de patentes no fue parte
de negociaciones entre países soberanos. No hubo un acuerdo del órgano
legislativo soberano como reflejo de la voluntad del pueblo iraquí.
En Iraq, la ley de patentes es sólo un componente más en la
transformación exhaustiva y radical de la economía del país ocupado
conforme a las directrices neoliberales por parte de los poderes
ocupantes. Esta transformación supondría no sólo la adopción de
leyes favorables sino establecer instituciones adaptadas a un régimen
de mercado libre.
La Orden 81 es sólo
una de las 100 órdenes dejadas atrás por Bremer y entre las más
notables de estas leyes está la controvertida Orden 39 sobre la cual
efectivamente descansa todo el marco de la economía iraquí, dando a
los inversores extranjeros derechos iguales a los iraquíes para
explotar el mercado local iraquí. Tomadas juntas, todas estas leyes,
que cubren virtualmente todos los aspectos de la economía -incluyendo
el régimen comercial iraquí, la dirección del Banco Central,
regulación de las actividades de las sociedades comerciales, etc.-
son la base sobre la que descansa el mayor objetivo de los Estados
Unidos de construir un régimen neoliberal en Estados Unidos. La Orden
81 establece normas consistentes con la "transición desde una
economía planificada centralmente, no transparente, a una economía
de mercado libre caracterizada por el crecimiento económico
sostenible a través de establecer un sector privado dinámico, y la
necesidad de aprobar reformas legales e institucionales para hacerlo
efectivo". Presionando por estas "reformas" en Iraq ha
estado la Agencia para el Desarrollo Internacional de Estados Unidos,
que ha implementado un Programa de Reconstrucción y Desarrollo Agrícola
para Iraq (ARDI) desde octubre de 2003. Para llevarlo a cabo, un
contrato de un año por 5 millones de dólares USA fue concedido a la
consultora norteamericana Development Alternatives, Inc. [13] con la
Universidad de Texas A&M como socio. Parte del trabajo ha sido
subcontratado a Sagric International [15] de Australia. El objetivo de
ARDI en el nombre de reconstruir el sector agrario es desarrollar las
oportunidades de agronegocio y de ese modo proporcionar mercados para
productos agrícolas y servicios desde el extranjero.
El trabajo de
reconstrucción, de ese modo, no está necesariamente implicado en
reconstruir economías y capacidades locales sino implicado en ayudar
a las corporaciones autorizadas por las fuerzas ocupantes para
capitalizar las oportunidades de mercado en Iraq. El marco legal
dejado por Bremer asegura que aunque las tropas norteamericanas puedan
dejar Iraq en un hipotético futuro, la dominación norteamericana de
la economía iraquí está aquí para quedarse.
Soberanía
alimentaria
La soberanía
alimentaria es el derecho de la gente a definir sus propias políticas
agrícolas y alimentarias, para proteger y regular la producción agrícola
local y su comercio, para decidir la manera en que la comida debería
producirse, qué debería producirse localmente y qué importarse. La
demanda de soberanía alimentaria y la oposición a las patentes de
semillas ha centrado la lucha de los pequeños campesinos a lo largo
del mundo durante la pasada década. Alterando fundamentalmente el régimen
de IPR, los Estados Unidos se han asegurado de que el sistema agrícola
iraquí permanecerá bajo "ocupación" en Iraq.
Iraq tiene la
capacidad de alimentarse por sí mismo. Pero en lugar de desarrollar
su capacidad, los Estados Unidos han conformado el futuro de la
agricultura y la alimentación iraquí para servir los intereses de
las corporaciones norteamericanas. El nuevo régimen de IPR paga
escasamente las contribuciones de los campesinos iraquíes al
desarrollo de cultivos importantes como trigo, cebada, dátiles y
legumbres. Ejemplos de tales variedades cultivadas localmente
empezaron a ser salvadas en la década de 1970 en el banco de genes
nacional en Abu Ghraib a las afueras de Bagdad. Existe el temor de que
todo eso se haya perdido en los largos años de conflicto. No
obstante, el Centro con sede en Siria del Grupo Consultivo para la
Investigación Agrícola Internacional (CGIAR) [17] -Centro
Internacional para la Inverstigación Agrícola en Áreas Secas
(ICARDA) todavía tiene entradas de muchas variedades iraquíes. Estas
colecciones que son una evidencia del conocimiento de los campesinos
iraquíes se supone que son guardadas responsablemente por el Centro.
Éstas, que constiyuyen la herencia agrícola de Iraq, pertenecen a
los campesinos iraquíes y deberían ahora ser repatriadas. Hubo
situaciones en que el germoplasma guardado por un centro internacional
de investigación agrícola fueron "dejados escapar" para
investigación y desarrollo por científicos del Norte [18]. Tal clase
de "biopiratería" está alimentada por un régimen de IPR
que ignora el trabajo previo del campesino y otorga derechos al
obtentor que reclama haber creado algo nuevo a partir del material y
el conocimiento de muchos campesinos.
Mientras la soberanía
política permanezca como una ilusión, la soberanía alimentaria para
el pueblo iraquí se hará casi imposible gracias a estas nuevas
normas. La libertad y soberanía de Iraq permanecerán en cuestión en
tanto los iraquíes no tengan el control sobre lo que ellos siembran,
cultivan, cosechan y comen.
Notas y referencias:
[1] "Patent, Industrial Design, Undisclosed Information,
Integrated Circuits and Plant Variety Law" (Patentes, diseño
industrial, información no revelada, circuitos integrados y
variedades vegetales) de 2004, CPA, Orden Nº 81, 26 de abril de 2004
[2] Las disposiciones sobre Propiedad de Variedades Vegetales entrarán
en vigencia tan pronto como el ministro de Agricultura iraquí apruebe
las necesarias órdenes ejecutivas de aplicación, de conformidad con
esta ley.
[3] UPOV (Unión Internacional para la Protección de las
Obtenciones Vegetales). Con sede en Ginebra, Suiza, es una organización
intergubernamental con 53 miembros, en su gran mayoría países
industrializados. El Convenio de la UPOV es un conjunto de normas para
la protección de las variedades vegetales, dirigidas principalmente a
favor de los intereses agroindustriales y empresariales.
[4] Capítulo "Threequater", Artículo 15 B: Los
agricultores tendrán prohibida la reutilización de las semillas de
variedades protegidas o cualquier otra variedad mencionada.
[5] La Organización Mundial de Comercio, donde el gobierno iraquí tiene
rango de observador.
[6]
GRAIN, www.grain.org/research/contamination.cfm?agenda
[7]
"Confronting contamination: 5 reasons to reject co-existence",
Seedling, abril de 2004, pág. 1.
[8]
GRAIN, "PVP in the South: caving in to UPOV"
[9]
GRAIN, "Bilateral agreements imposing TRIPS-plus intellectual
property rights on biodiversity in developing countries"
10]
GRAIN, www.grain.org/brl/?typeid=15
[11] www.bilaterals.org/ article.php3?id_article=387
[12] www.ustr.gov
[13] www.dai.com
[14] El Programa de Agricultura de la Universidad "es un reconocido
líder mundial en cuanto al uso de la biotecnología" y la
Universidad trabaja en estrecho contacto con el Servicio de
Investigación Agrícola del Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA).
15] www.sagric.com.au
[16] www.export.gov/iraq/market_ops
[17] El sistema del Grupo Consultivo para la Investigación Agrícola
Internacional (CGIAR, por su sigla en inglés), con sus 16 Centros de
Investigación Agrícola Internacional, de los cuales el ICARDA es
uno, tiene en su poder las mayores colecciones de recursos fitogenéticos
del mundo fuera de su hábitat natural, lo que incluye tanto
variedades de agricultores como variedades mejoradas.
[18] En 2001 se descubrió que un fitogenetista estadounidense había
obtenido las semillas de la cepa original del famoso arroz tailandés
Jazmín, Khao Dok Mali (KDM) 105, del centro CGIAR con sede en
Filipinas - Instituto Internacional de Investigación sobre el Arroz
(IRRI, por su sigla en inglés). Pero en el proceso no se firmó ningún
Acuerdo de Transferencia de Material, a pesar de las obligaciones
internacionales que pesan sobre el IRRI para que observe esa
exigencia.
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