Cada
vez menos latinos quieren morir en Iraq
Por
Diego Cevallos
Inter
Press Service (IPS), 01/06/05
Ya
suman 215 los integrantes ”latinos” del ejército estadounidense
muertos en Iraq. Según ex soldados y activistas, esa mala noticia es
acompañada por otra buena: cada vez son menos los jóvenes de origen
latinoamericano que se alistan en las Fuerzas Armadas de Estados
Unidos.
”Me
alegro que el ejército ya no logre reclutar tanto soldado y que más
personas alcemos la voz contra esta invasión criminal”, dijo a IPS
Camilo Mejía, ex sargento de origen nicaragüense que invocó una
”objeción de conciencia” para abandonar Iraq. Estados Unidos lo
declaró desertor y lo hizo cumplir una condena de nueve meses de
prisión.
El
año pasado, 9.477 personas que residen en Estados Unidos pero no
nacieron en ese país se alistaron en su ejército, 2.352 menos que en
2003, según datos oficiales del gobierno encabezado por el presidente
George W. Bush.
”Hay
mucha gente que está muriendo en esta guerra insensata y criminal, así
que ir a la cárcel por objetarla o rechazar el ingreso a la Army (Ejército),
no son sacrificios muy grandes cuando se los compara con el de tanto
inocente que muere en la guerra”. señaló Mejía, quien estuvo en
Iraq cinco meses en 2003.
”Yo
no quería morir en una guerra que no me pertenece, que es injusta e
inmoral, por eso me entregué a mis superiores”, declaró el ex
sargento, hijo del cantante nicaragüense Carlos Mejía Godoy, cuya música
acompasó la revolución sandinista de 1979.
Desde
que comenzó la ocupación de Iraq en marzo de 2003, 1.653 soldados de
Estados Unidos han muerto en ese país. Cerca de 15 por ciento de
ellos eran de origen latinoamericano por nacimiento o ascendencia,
indican datos recogidos por ”Guerrero Azteca”, movimiento que
exige en Estados Unidos el retorno de los soldados enviados a Medio
Oriente.
El
porcentaje de los fallecidos, que en su mayoría eran soldados rasos,
es superior a la proporción de ”latinos” en las Fuerzas Armadas
estadounidenses, que es 9,2 por ciento.
Para
alistarse en el ejército de Estados Unidos sólo hace falta ser
residente legal. El gobierno de Bush promete a quienes se sumen como
soldados agilizar la concesión de su ciudadanía y el otorgamiento de
becas de estudios.
Este
lunes se conmemoró en Estados Unidos el Día de los Caídos, fecha
instituida para rendir tributo a los soldados que perdieron la vida en
las guerras emprendidas por ese país.
Con
ese motivo, el presidente Bush declaró que ”cuando honramos a los
miembros de nuestras Fuerzas Armadas que murieron por nuestra
libertad, también honramos a quienes hoy defienden nuestras
libertades”.
”La
libertad, la verdadera y no la que vende el señor Bush, nos obliga a
decir que la invasión a Iraq es un engaño gigante y que lo mejor es
salir de allí”, declaró a IPS el mexicano Fernando Suárez, líder
de ”Guerrero Azteca”.
”Las
bajas de latinos en Iraq siguen aumentando y las lloramos porque son
absurdas, pero gracias al movimiento contra la guerra y la prolongación
de la ocupación, el interés por sumarse a la invasión va en franca
caída, y eso es una buena noticia”, manifestó.
El
activista, cuyo hijo Jesús se alistó como soldado estadounidense y
murió en Iraq al inicio de la ocupación, aseguró que ”la guerra
irracional” en Medio Oriente ”se está cayendo a pedazos por su
inmoralidad”.
Suárez
fue entrevistados vía telefónica desde una escuela pública del
sudoccidental estado estadounidense de California, donde dictó una
charla contra la ocupación, y Mejía, por la misma vía, pero desde
su residencia en el estado de Georgia.
Ambos
son residentes legales en Estados Unidos, pero no tienen nacionalidad
de ese país, que recorren para hablar contra la guerra y demandar el
retorno de los soldados.
”Por
haber visto la guerra, por haber visto lo que estamos haciendo como ejército,
me siento con la responsabilidad y la obligación moral de crear
conciencia para que la gente sepa realmente lo que está pasando y
tratar de parar esa guerra”, declaró Mejía.
”He
recibo muchas cartas de familiares de soldados caídos que estuvieron
en contra de la guerra, pero que fueron por miedo y porque no se
sintieron lo suficientemente fuertes como para pararse frente a sus
superiores y decir que no querían participar”, relató.
”Murieron
en contra de sus principios y eso es muy triste. Pero yo les digo a
esos familiares que apoyen a los que allá (en Iraq) siguen y que no
quieren la guerra. Que les digan que no tengan miedo, pues la cárcel
por deserción no significa nada cuando uno sigue a su conciencia”,
añadió.
Mejía,
al igual que el hijo de Suárez y cientos de jóvenes de origen
latinoamericano, ingresó a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos
llevado por promesas de ayuda.
”En
ese momento (1995) buscaba afianzar raíces, pues había vivido en
Nicaragua, Costa Rica, Cuba y también Estados Unidos y quería ser
parte de algo”, explicó el ex sargento que ahora integra la
organización no gubernamental ”Veteranos de Iraq en contra la
guerra”.
Pero
ir ”a la guerra no era lo que buscaba y era muy crítico de la
invasión”, expresó.
”Fui
a Iraq y estando ahí logré tomar más conciencia para alzar la voz y
decir que es una guerra criminal, lo que me costó una Corte Marcial y
cárcel por nueve meses”, indicó Mejía.
Según
el nicaragüense, que permaneció detenido hasta febrero en una base
militar en Estados Unidos, decenas de soldados ”latinos” no
quieren estar en Iraq pero siguen allí por miedo a la cárcel y a la
acusación de deserción.
”Esa
ocupación va a acabar, pues cada vez habrá más soldados que se
atreverán a hablar, porque ya no nos pueden engañar”, sentenció.
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