Irak resiste

 

Sesión de Barcelona del Tribunal Internacional sobre Iraq. Alocución del 'International Action Center'

"La guerra de Iraq se ha ido convirtiendo en un dilema para el Pentágono"

Por Sharon Marie Ceci (*)
Barcelona, 22/05/05
IraqSolidaridad, 02/06/05
Traducción del inglés de Beatriz Morales

"Saludamos al Tribunal Internacional sobre Iraq y al pueblo iraquí. Como personas que vivimos en el 'Vientre de la bestia', en el centro del imperialismo, tenemos una responsabilidad especial de hacer todo lo posible, no sólo para detener la criminal guerra y ocupación de Iraq, sino también para acabar con las agresiones imperialistas de EEUU en cualquier otra parte del planeta. Ello es crucial, no sólo para la supervivencia del mundo, sino también para nuestra propia supervivencia como trabajadores, jóvenes y progresistas en EEUU."

En nombre del International Action Center y de los activistas contra la guerra de Estados Unidos quisiera saludar solidariamente a todos los delegados del Tribunal Internacional sobre Iraq. Nos unimos a la comunidad internacional en la condena de la criminal ocupación estadounidense y de la guerra en Iraq, y expresamos nuestro total e incondicional apoyo a la resistencia popular iraquí.

Saludamos especialmente la contribución de los activitas políticos del Estado español que han viajado a Iraq para demostrar su solidaridad con este pueblo y para reunir pruebas de los crímenes de guerra y de ocupación estadounidenses [1]. Esto nos ha ayudado mucho en nuestro trabajo dentro de Estados Unidos.

Agradecemos asimismo a los organizadores que, aquí en Cataluña, han hecho posible esta Sesión del Tribunal Internacional sobre Iraq [2].

Iraq, como Vietnam, un dilema para el Pentágono

En relación a la cuestión que nos atañe, el pueblo estadounidense y el mundo entero han sido bombardeado con el mensaje de que la máquina de guerra estadounidense es invencible. Esto ha sido cierto casi desde el mismo primer día de la guerra cuando el Pentágono predijo falsamente una victoria fácil. Pero el valor del pueblo iraquí, su resistencia y el deseo de luchar han demostrado que el imperialismo es vulnerable. A pesar de todo su armamento y tecnología no han sido capaces de conquistar Iraq. Como la guerra de Vietnam, cada vez más claramente la guerra de Iraq se ha convirtiendo en un dilema para el Pentágono.

Esto debería servir de estímulo para todos los pueblos del mundo y para el movimiento contra la guerra. Debería animar a aquellos gobiernos que de una u otra forma han sido obligados a obedecer o a seguir los dictados de EEUU. Y debería alentar el movimiento de los trabajadores.

Esto no quiere decir que el movimiento deba volverse menos vigilante. Como una bestia herida el imperialismo estadounidense puede volverse aún más peligroso e irracional, y puede cometer crímenes aún mayores, no sólo contra el pueblo iraquí, sino contra el mundo entero. En todo caso, debemos volvernos más firmes y comprometidos para parar la guerra.

La caída del reclutamiento

Nos gustaría compartir con este Tribunal cómo la lucha popular ha logrado cambiar en EEUU algunos aspectos de forma muy dramática para el Pentágono. El número de personas que se alista en las Fuerzas Armadas ha caído en picado. Esto es un auténtico problema: el ejército no puede conseguir suficientes reclutas para reemplazar a los soldados que están en servicio y que están agotados y cansados de la guerra. Un artículo del The Washington Post del 24 de marzo de 2005 informaba de que el ejército no había alcanzado su objetivo de reclutamiento de servicio activo de febrero y lo mismo iba a ocurrir en marzo y abril. Hasta el 30 de abril solo ha reclutado el 85% de la cantidad que se tenía por objetivo. El Cuerpo de Marines también falló en sus previsiones en los pasados meses de enero y febrero [3].

En la Guardia y la Reserva Nacionales el reclutamiento es todavía más problemático. En el mes de marzo el reclutamiento en el ejército de reserva apenas llegó a la mitad de su objetivo de 1.600 personas. En el periodo comprendido entre octubre y marzo de 2004 sólo reclutaron al 82% de su objetivo.

Un artículo de The New York Times del 27 de marzo 2005, titulado "Para los reclutadores del ejército, una difícil cuota para una difícil estafa", describe la situación de los reclutas como al borde de un "ataque de nervios". Un recluta informó a este medio de que las presiones de los altos mandos para alcanzar las cuotas durante la guerra de Iraq le habían ocasionado múltiples problemas físicos y que había pensado en el suicidio.

La mayoría de los jóvenes soldados entra en el ejército por razones económicas; se alista para escapar de la pobreza, el paro y el racismo. Muy pocos se alistan para que los maten en interés del los monopolios petrolíferos y los grandes bancos.

Hay rumores de que se va a reestablecer el servicio militar obligatorio, aunque las consecuencias que esto tendría suscitan muchos temores. Y mientras los titulares de los periódicos hablan poco de ello, está aumentando el número de jóvenes que resisten.

Aumenta la resistencia en el ejército

Cuando tenía 16 años, el sargento Carl Webb se alistó a la Reserva del ejército para huir de una situación desesperada. A pesar de que desde los ochenta ha sido activista contra la guerra, en agosto de 2001 se alistó a la Guardia Nacional de Texas. "Ser idealista no paga el alquiler", afirmó Webb. "Me arriesgué y vendí mi alma al diablo. Resultó ser un momento muy inoportuno".

En agosto de 2004, Webb, al que sólo faltaba un fin de semana de instrucción para completar el servicio, fue informado de que se iba a ser enviado a Iraq. Webb consideró las posibilidades que tenía. Rechazó el exilio. Con sus ideas políticas -estaría dispuesto a luchar en una guerra de liberación, por ejemplo, en la guerra contra la esclavitud- sabía que sería inútil solicitar el estatuto de oficial al mando.

En vez de ello decidió resistir e ir por todo el país hablando contra la guerra. Webb pide ahora a otros soldados que "[...] sigan mi ejemplo y hagan cuanto sea necesario para evitar ir a Iraq".

El oficial de tercera Pablo Paredes se encontraba en una situación parecida a la de Webb, pero fue puesto bajo custodia militar. El pasado 6 de diciembre de 2004 Paredes se negó a embarcarse rumbo a Iraq desde San Diego. Hijo de emigrantes latinos, Paredes creció en el barrio de Bronx y admite que "[...] no sabía lo que estaba pasando en el mundo". "Me parecía que la Marina era un trabajo de oficina, que me permitiría conseguir dinero para los estudios y formarme para un trabajo en electrónica. Nunca pensé que me iba a ver implicado en una ocupación", afirmó Paredes.

La Marina lo envió a Japón, donde aprendió más acerca del mundo, de política y sobre el papel del ejército estadounidense: "Como latino me interesaba el papel de EEUU en América del Sur. Entones empecé a sentir la necesidad de tomar partido por la humanidad".

La semana pasada Paredes afrontó un tribunal militar. El juez militar lo declaró culpable de "faltar a un movimiento de tropas", pero lo condenó sólo a tres meses de trabajos forzados, sin prisión ni baja deshonrosa. El juez militar dijo incluso que la negativa de Paredes era "razonable", dada la cuestionable legalidad de las guerras contra Yugoslavia, Afganistán e Iraq.

Otro militar resistente, el ex sargento oficial Camilo Mejía fue puesto en libertad en febrero después de haber permanecido en prisión nueve meses por negarse a volver a Iraq cuando estaba de permiso tras cinco meses de servicio allí.

Estos no son más que unos pocos de los resistentes más visibles.

Los reclutadores mienten a los estudiantes

A nivel nacional existe la creciente sensación de que los reclutadores, desesperados por hacer que suban las decrecientes cifras de alistados, están falseando los contratos de alistamiento para atraer reclutas. En respuesta a 480 alegaciones de irregularidades en los reclutamientos, el ejército anunció que iba a suspender el reclutamiento durante un día, el 20 de mayo, de manera que los comandantes pudieran recordar el comportamiento adecuado a sus 7.500 reclutadores.

En el Instituto Garfield en Seattle, tras un largo debate la asociación de padres y profesores votó en contra del reclutamiento militar. Por 25 votos contra cinco se adoptó una resolución que afirmaba que "[...] las escuelas públicas no son lugar para los reclutadores militares".

Como muchas escuelas hoy en día, Garfield afronta fuertes recortes de presupuesto, pérdida de profesores y disminución de recursos. Parece que, en parte, la oposición de la escuela al reclutamiento militar es producto de que los padres se hayan ido dando cuenta de que el dinero gastado en la guerra de Iraq es dinero que no se gasta en la educación de los niños o en otras necesidades del país: "Están gastando 4.000 millones de dólares al mes en Iraq, pero nosotros tenemos que suprimir nuestra clase de relaciones raciales que cuesta 12.500 dólares", indica la profesora Hagopian.

Por supuesto, esta resolución es simbólica. La ley "Ningún niño se queda atrás", aprobada por el gobierno federal, exige a las escuelas que permitan el acceso de los militares a los alumnos o de lo contrario se arriesgan a perder los fondos federales según la sección 9528 de la ley. Lo que los padres y alumnos pueden hacer es optar por borrarse firmando una carta para evitar que los reclutadores obtengan sus nombres.

En la ciudad de Baltimore -de donde soy originaria-, a sólo 56 kilómetros del Congreso de la nación, los alumnos no tienen libros, las clases están saturadas y los niños no pueden beber el agua contaminada de la escuela. Esta semana los estudiantes se manifestaron ante el ministerio de Educación pidiendo fondos equitativos y gritando "¡No queremos la racista guerra de Iraq!". Algunos alumnos de solo 13 años se enfrentaron a las cargas de la policía y se arriesgaron a ser arrestados.

82.000 millones de dólares más para la guerra

Hace una semana el Congreso y el Senado aprobaron un aumento adicional suplementario de 82.000 millones de dólares para las guerras de Iraq y Afganistán. Esto se suma a los 419.300 millones apropiados por los militares del presupuesto de 2006. Tal cantidad equivale al presupuesto militar de todos los países del resto del mundo.

El mismo día en que las Cámaras tomaban esta decisión, un tribunal de bancarrotas en Chicago dictaminaba que [la compañía aérea] United Airlines no tendría que pagar las pensiones de más de 120.000 trabajadores, dictamen que tendrá un efecto expansivo en la industria de las aerolíneas y en la clase trabajadora en general. También está en curso una quiebra similar y compra de la compañía por parte de los trabajadores de aceros Bethlehem. Mientras que el Fondo de Garantía Federal se vuelve elástico, los impuestos de las sociedades actúan como una catálisis para recortar y eliminar las pensiones.

Lo irónico es que salvar las pensiones de estos trabajadores habría costado entre cinco y seis millones de aquellos 82.000 millones de dólares.

Esta agresión viene inmediatamente después de los draconianos ataques contra Medicaid [4], la sanidad y la vivienda que el año que viene tendrán importantes repercusiones para los trabajadores estadounidenses. Todos estos recortes, la mayoría de ellos a nivel estatal y municipal, son una consecuencia directa del presupuesto de guerra del Pentágono.

El 19 de marzo, aniversario de la Guerra de Iraq, el Sindicato Internacional de Estibadores y Almacenistas hizo un paro para protestar por la guerra y ayudó a organizar manifestaciones contra la guerra en la Costa Este. Si los trabajadores estadounidenses pararan, podrían desconectar la máquina de guerra. En Nueva York el movimiento "Marcha de un Millón de Trabajadores" -una coalición de trabajadores y sindicalistas nueva y dinámica, dirigida por dirigentes sindicales afro-americanos- estableció una coordinadora con el International Action Center y otras muchas organizaciones para pedir que acabara la ocupación en Iraq, Afganistán, Palestina y en todo el mundo, además de la no intervención en Venezuela, Colombia, Haití, Corea, Irán, Siria y Filipinas. La coalición creada recibió el nombre de "¡Tropas fuera, ya!". En el aniversario de la guerra miles de personas se manifestaron desde Harlem, la histórica comunidad afro-americana de Nueva York, hasta Central Park [5].

Ahora han presentado resoluciones en contra de la guerra la mayoría de los principales sindicatos, incluyendo AFSCME, SEIU, CWA, el Sindicato de Carteros Estadounidenses y otros muchos, incluyendo varios consejos estatales de AFL-CIO (Federación Estadounidense de Sindicatos y Congreso de Organizaciones Industriales), incluyendo el de Maryland/DC, lo que demuestra el creciente sentimiento de los trabajadores que se oponen a la guerra. Lo que se necesita es unir este sentimiento con una resistencia y un movimiento capaces de detener la guerra. Éste es nuestro objetivo.

Guerra racista contra los trabajadores inmigrantes

Dentro de EEUU también hay una guerra racista contra los trabajadores inmigrantes. El hecho es que no se puede emprender una guerra sin racismo, sin demonizar a las víctimas.

La Patriot Act [6] se ha utilizado para atacar a inmigrantes procedentes del sur de Asia y de Oriente Medio. La "seguridad nacional" se ha utilizado como excusa para encarcelar, torturar y deportar a inmigrantes por supuestos delitos tan simples como la violación de las leyes de inmigración o delitos no revelados.

Dos chicas musulmanas de 16 años, estudiantes de secundaria de Nueva York, fueron arrestadas en aquella manifestación y fueron llevadas a una prisión en Pennsylvania y calificadas de potenciales bombas-suicidas. Una de las chicas, originaria de Guinea, fue puesta en libertad seis semanas después y recibida con total entusiasmo por toda la comunidad escolar de su centro. Su padre, sin embargo, fue detenido y va a ser deportado. Se ha llegado a un acuerdo para permitir a la segunda chica y a su familia volver a Bangladesh tan pronto como se solucionen los trámites. Su familia llegó a EEUU como refugiada política cuando ella tenía cuatro años.

Junto con la última partida de 82.000 millones de dólares para más gastos de guerra esta la aprobación de la denominada Real ID Act (Ley de Identificación Real). Esta Ley de Identificación (o proyecto de Ley del Permiso de Conducir, como se le llama también) entrará en vigor en 2008. Se trata de un proyecto de ley anti-inmigrantes, que exige criterios uniformes para obtener el permiso de conducir estatal. En efecto, será un documento de identidad nacional que incluye en una base de datos nacional a todos aquellos que quieran conducir legalmente. Los Estados tendrán que conservar copia de los documentos ente siete y 10 años. Dentro de tres años se requerirá un documento de identidad federal para abrir una cuenta de banco, viajar en avión, etc., lo cual hará la vida muy difícil a quien no tenga estatuto legal. Las deportaciones romperán familias y crearán incalculables dificultades.

En esta atmósfera racista se han alentado grupos de derechas y paramilitares, como Minutemen, organizaciones que han aterrorizado a inmigrantes en Arizona y California. Si alguien tiene derecho a vivir y trabajar en los Estados del Sudoeste de EEUU son los pueblos mexicanos y nativos a quienes se les robaron sus tierras.

En respuesta a todo ello el International Action Center ha creado un comité especial para trabajar por los derechos de los inmigrantes.

Con el pueblo iraquí

Saludamos al Tribunal Internacional sobre Iraq y al pueblo iraquí. Como personas que vivimos en el "Vientre de la bestia", en el centro del imperialismo, tenemos una responsabilidad especial de hacer todo lo posible, no sólo para detener la criminal guerra y ocupación de Iraq, sino también para acabar con las agresiones imperialistas de EEUU en cualquier otra parte del planeta. Ello es crucial, no sólo para la supervivencia del mundo, sino también para nuestra propia supervivencia como trabajadores, jóvenes y progresistas en EEUU.

Decimos No al Pentágono estadounidense. Trabajemos juntos para construir un mundo libre de bombas, de explotación y de racismo. Construyamos un mundo en el que todos los pueblos puedan vivir con dignidad y en armonía.

Fin de la ocupación, desde Iraq a Palestina

Larga vida al pueblo iraquí

Abajo el imperialismo estadounidense


Notas de IraqSolidaridad:

(*) Sharon Marie Ceci es coordinadora sindical de 'International Action Center' (www.iacenter.org) y miembro fundadora del Congreso de Todos los Pueblos, un grupo comunitario de Baltimore que ha luchado contra el cierre de empresas y la brutalidad policial. A consecuencia de sus protestas fue encarcelada junto con otros seis activistas. Ceci ha sido sindicalista durante 26 años y también es coordinadora regional de Baltimore del Movimiento Marcha del Millón de Trabajadores. Participó como abogada y activista en el movimiento contra la guerra y viajó a Iraq con el IAC como parte de la campaña contra el bloqueo. Ceci formó parte en representación del IAC del Tribunal de la Sesión de Barcelona.

1. Delegación de la CEOSI a Iraq de abril de 2005: Mantener abierto Iraq a la solidaridad y el compromiso internacional: Una delegación de la Campaña Estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Iraq viaja a Iraq

2. Puede asimismo leerse en IraqSolidaridad el mensaje grabado remitido por Ramsey Clark al Tribunal de Barcelona en: Sesión de Barcelona del Tribunal Internacional sobre Iraq: Mensaje de Ramsey Clark - Ramsey Clark's message to the Iraq Tribunal in Barcelona

3. Véase en IraqSolidaridad: Doug Lorimer: "No lucharemos en una guerra inmoral e ilegal" y Ann Scott Tyson: Dos años después, la guerra de Iraq agota el poder militar de EEUU

4. Organismo y programa estatales de asistencia sanitaria a personas de bajos ingresos.

5. Sólo el asociacionismo contra la guerra entre veteranos en EEUU, véase en IraqSolidaridad: Mark Benjamín: La guerra en Iraq consume al Ejército estadounidense

6. Directiva de seguridad nacional interna aprobada tras el 11-S en EEUU.

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