La
política de la soberanía:
La resistencia a la ocupación representa
la continuidad del Estado iraquí
Por
Abdul–Ilah al–Bayati y Hana al–Bayati (*)
Al–Ahram
Weekly, El Cairo, 02/06/05
Reproducido
por CSCAweb, 06/06/05
Traducción
de Raquel Amo–Martínez
“Según
los representantes del derecho internacional, la resistencia política,
civil, y militar iraquí representa la continuidad del estado
independiente de Iraq. Los EE.UU. emprendieron una guerra de agresión
no sólo para derrocar al régimen de Saddam Hussein sino también
para destruir el estado iraquí, para suprimirlo y crear uno nuevo más
débil. Parte del movimiento original anti–guerra, que se opuso a la
ocupación desde un principio, ahora lo legitimiza al haber éste
derrocado el régimen opresivo que hasta entonces tenía el poder.
Pero la lucha contra la política de Sadam Hussein no significa
aceptar la abolición del estado iraquí, las leyes políticas
represivas hechas por la ocupación contra los baasistas, que apuntan
a más de un millón personas: están contra todos los valores de la
justicia, la democracia, y los derechos humanos, y también la represión
de las fuerzas contra la ocupación."
Solo
aquellos que no estén enterados de los métodos de propaganda usados
históricamente por las fuerzas imperialistas para dividir y
conquistar a las gentes pueden creer que haya hoy en Iraq un proceso
político genuino, con motivo de construir un estado unificado con una
constitución permanente.
Es
obvio que la ocupación está pretendiendo construir tres
protectorados, tanto débiles como conflictivos, para que así los
iraquíes no puedan librarse del control americano: político, económico
y militar. Ahora no existe un proceso político genuino en Iraq para
construir un estado unificado respetado por todos los iraquíes y por
el mundo. La gente que participa en lo que los americanos llaman un
proceso político no pueden, ni quieren construir un estado iraquí
unificado. Los kurdos intentan construir un estado dentro de un estado
para tomar el control de Kirkuk y comenzar un proceso de
independencia.
El
partido del primer ministro Ibrahim al– Jaafari, la Alianza Iraquí
Unida, está construyendo, en el sur de Iraq un estado religioso
similar y aliado a su vez con Irán. Estos grupos han forjado una
alianza de conveniencia temporal contra la resistencia, y no están
trabajando para construir un estado iraquí unificado para todos los
ciudadanos iraquíes.
El
discurso de la participación suní, o de cualquier grupo sectario en
el proceso político, participa en la implantación de divisiones y la
distensión entre la gente iraquí. Los suníes en Iraq representan
unos estratos sociales específicos con su propia identidad religiosa,
y están rechazando engancharse a un proceso político que les dé una
identidad distinta, aparte de la de otros iraquíes. Esta idea se ha
venido demostrando en el pasado en Iraq, es la historia de movimientos
nacionales árabes, incluyendo los movimientos del partido o del
izquierdista de Ba'az. Si los suníes aceptan una separación sectaria
basada en las condiciones actuales estarán limitados a aceptar la
división de Iraq en sectas y pertenencias étnicas, y esto es
precisamente contra lo que luchan.
Teniendo
en cuenta el derecho internacional, tanto la guerra preventiva como la
consecuente ocupación son ilegales. Las Naciones Unidas fueron
creadas, en su día, específicamente para responder a estos crímenes
contra la paz y como una tentativa para evitar que las generaciones
futuras sufrieran guerras por motivos similares. La doctrina
"preventiva" de la guerra es incompatible con el derecho
internacional que restringe el uso de la fuerza a la autodefensa y en
detalle a las situaciones donde un estado se ve sujeto de un ataque o
una agresión armada. La invasión de Iraq sin la aprobación del
Consejo de Seguridad, y la consecuente ocupación, son por lo tanto
ilegales.
A
pesar del hecho de que los Estados Unidos consideran el "asegurar
sus intereses" como la misma definición de derecho
internacional, diremos que desde 1945 las relaciones internacionales
entre estados independientes han sido gobernadas por la carta de la
ONU a través del Consejo de Seguridad y de la Asamblea General.
Ningunos de estos dos cuerpos declararon la guerra en Iraq. Por el
contrario, la resolución 2649 de la ONU adoptada por la Asamblea
General el 30 de noviembre de 1970 "afirma la legitimidad de la
lucha de los pueblos bajo dominación colonial y extranjera,
reconocida como derecho a la autodeterminación, para restaurar en sí
mismos el derecho por cualquier medio en su disposición."
La
soberanía iraquí esta protegida por la carta de la ONU, el Tratado
de la Haya y las Convenciones de Ginebra. En estos tratados se
estipulan los deberes de las fuerzas de ocupación, que dicen que las
leyes aprobadas bajo ocupación son hechas por y para la ocupación,
no por un estado independiente, y no pueden de ninguna manera llegar a
ser permanentes. También dice que ningún estado tiene el derecho de
decidir las instituciones políticas de otros. El planteamiento de una
constitución permanente para Iraq bajo ocupación es por lo tanto
ilegal e ilegítimo.
¿Una
constitución bajo la ocupación de 150.000 soldados?
¿Cómo
puede una constitución permanente estar escrita mientras que hay más
de 150.000 soldados americanos que emprenden operaciones militares
cada día en ciudades y aldeas iraquíes, mientras que las prisiones
se llenan con los presos políticos, mientras que la gente vive bajo
ley marcial y no puede trabajar libremente, y mientras que los EE.UU.
controlan a las fuerzas de seguridad, al ejército, a la economía, a
las cortes, y al resto de las instituciones relevantes? Eman Khammas
del "Observatorio de la ocupación" escribió: "usted
tiene que decir al mundo exterior lo que trajo la ocupación a Iraq. Cómo
la destruyó como estado, como país, como nación, y como potencia
energética. Por lo menos usted tiene que hablar de las atrocidades de
los derechos humanos que están sucediendo diariamente. No nos
sentimos seguros dentro de nuestras casas." ¿Qué es una
"constitución" si no están en ella los principios y los
mecanismos bajo los cuales los ciudadanos pueden vivir juntos en paz y
son aceptados por todos, libres de violencia y de intimidación? La
ocupación es la forma más pura de dictadura, pues intenta imponer la
legislación por medios militares.
Según
la comisión electoral presidida por Abdul–Hussein Al–Hindawi–Hindawi,
ocho millones de iraquíes de los 14 millones elegibles votar han
votado realmente, mientras que seis millones las boicotearon. Entre
los votantes, dos millones son kurdos y tienen su propio parlamento.
Además, solamente 20 por ciento de cuatro millones de exiliados iraquíes
votaron. Las elecciones iraquíes fueron convocadas para elegir a un
cuerpo capaz de escribir una constitución, sin embargo, ¿la mitad de
la población tiene el derecho de escribir una constitución para la
otra mitad mientras que violentamente la ataca si rechaza sus términos?
¿tiene el gobierno el derecho de reprimir a la mitad de la población
solamente porque la ocupación dicta lo que hacen? Si solamente la
mitad de iraquíes elegibles votó, ¿qué clase de legitimidad
concede al nuevo gobierno iraquí para escribir una constitución
permanente para todos los ciudadanos iraquíes?
El
nuevo gobierno iraquí se ha instalado aceptando una ley transitoria
del estado impuesta por el administrador civil americano Paul Bremer y
aceptada por el consejo interino que gobernaba sin ser elegido. Ambos
cuerpos eran ilegales. El movimiento anti–ocupación rechaza tanto
la ocupación como las leyes resultando de esta, al igual que el
ayatollah al–Sistani, cuando rechazó y se opuso abiertamente a la
que fue conocida como "ley de Bremer". La ONU ignoro la
"ley de Bremer" porque no respetaba los principios del
derecho internacional, y los iraquíes boicotearon en masa las
elecciones porque se dieron cuenta de que su meta era legitimizar la
ocupación y las leyes que resultaron de ella.
Los
que apoyan las políticas de la coalición, citan a menudo la entrega
de Alemania y de Japón durante la Segunda Guerra Mundial como
ejemplos para justificar su derecho a escribir una constitución
permanente para Iraq, lo llaman edificar una nación. En Iraq, no hubo
ninguna entrega y ningún representante del viejo estado dio a los
americanos el derecho a determinar el futuro de Iraq entregándoselo
con un tratado. Ni el viejo régimen aceptó la ley de Bremer, ni el
ejército iraquí, ni el gobierno. Por el contrario, una parte del
segmento del ejército iraquí así como la gente se decidieron a
resistir.
La
resistencia representa la continuidad del estado iraquí
Por
esta razón, y según los representantes del derecho internacional, la
resistencia política, civil, y militar iraquí representa la
continuidad del estado independiente de Iraq. Los EE.UU. emprendieron
una guerra de agresión no solo para derrocar al régimen de Saddam
Hussein sino también para destruir el estado iraquí, para suprimirlo
y crear uno nuevo más débil. Parte del movimiento original anti–guerra,
que se opuso a la ocupación desde un principio, ahora lo legitimiza
al haber este derrocado el régimen opresivo que hasta entonces tenía
el poder. Pero la lucha contra la política de Saddam Hussein no
significa aceptar la abolición del estado iraquí, las leyes políticas
represivas hechas por la ocupación contra los baasistas, que apuntan
a más de un millón personas: están contra todos los valores de la
justicia, la democracia, y los derechos humanos, y también la represión
de las fuerzas contra la ocupación.
Si
los EE.UU. tienen derecho a conquistar un estado independiente y
construir un nuevo estado en su lugar, entonces ¿qué representa la
gente iraquí? Es la resistencia, que lucha contra el inquilino y sus
leyes, la que representa la continuidad del estado iraquí. La
resistencia lucha para preservar recursos nacionales, las reformas agrícolas,
infraestructuras, educación, y los centros de salud que están siendo
destruidos actualmente por la ocupación. La resistencia representa
legalmente a la gente iraquí y su independencia hasta que la gente
tenga la oportunidad de crear libremente un nuevo estado independiente
sin la influencia del exterior. Representar la continuidad del estado
no significa necesariamente el viejo régimen, pues hay una diferencia
entre la noción del estado y la noción de un gobierno particular.
La
gente de Iraq necesita un estado democrático para sus ciudadanos,
independiente de cualquier hegemonía, regional o internacional,
dirigiendo sus propios asuntos e intereses en paz y democracia, con la
capacidad de ejercitar soberanía completa sobre su tierra y recursos.
Necesita un estado en el cual la ONU ejercite la declaración
universal de derechos humanos como parte de la constitución. Esto
puede suceder solamente después del retiro completo e incondicional
de todas las tropas extranjeras que ocupan suelo iraquí.
(*)
Abdul–Ilah al–Bayati es analista político iraquí establecido en
Francia. Hana al– Bayaty es miembro del Comité de Organización del
Tribunal de Bruselas sobre Iraq.
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