¿Está la
resistencia iraquí negociando con EEUU?
Por Auni Qalamyi (*)
Al-Quds al-Arabi, 04/07/05
IraqSolidaridad, 05/07/05
Traducción del árabe para IraqSolidaridad de Humad Al Khadiri
"Todo indica que
la resistencia nacional iraquí es consciente de que los
estadounidenses se encuentran en un 'impasse', y que no son capaces de
encontrar una salida militar, lo que les ha llevado a buscar canales
de contacto con la resistencia con el fin de mitigar esta situación
complicada, quizás a cambio de unas concesiones que no afecten a la
permanencia de sus tropas sine die. Así que es lógico que la
resistencia rechace esta oferta e incremente su lucha para obligar a
los ocupantes a negociar sobre la base de sus condiciones, no sobre la
base de las condiciones de la Administración estadounidense. En este
contexto, todo aquél que se involucre en la negociación con EEUU
fuera del marco de la resistencia estará incurriendo en traición."
No es tan complicado
demostrar la siguiente verdad: las fuerzas de ocupación no han podido
acabar con la resistencia nacional iraquí, como tampoco han tenido éxito
en vender la operación política desarrollada en Iraq. Y a raíz de
ello, han llegado a la convicción de que la retirada de Iraq por
fases es la única opción viable que les queda. Pero la arrogancia de
la Administración estadounidense le impide reconocer esta verdad, lo
que le ha llevado a una escalada de operaciones militares contra los
bastiones de la resistencia, con el deseo de debilitarla hasta el
punto de obligarla a dejar las armas y a incorporarse en lo que se ha
dado en llamar el "proceso político". Sin embargo, todas
esas acciones militares han fracasado, a pesar de haber causado una
enorme destrucción [1].
Quedaba entonces buscar
otra vía, además de la militar, para engañar a la resistencia,
ofreciéndole un diálogo para que deje las armas a cambio de magros
logros. Pero los intentos del secretario de Defensa [de EEUU], Donald
Rumsfeld, para conseguir un paso en esa dirección se han visto
volcados al fracaso -incluso los que se han hecho directamente con el
presidente Sadam Husein [2]-, lo que le ha llevado, con el fin de
calmar los ánimos dentro de EEUU, a declarar que hay negociaciones en
curso con las formaciones armadas, sin llamarlas por sus nombres.
Parece ser que no todo lo que se haya dicho sobre las negociaciones es
mentira. Ciertamente, la declaración de Rumsfeld no cae del cielo. En
efecto, hay quien está negociando con el ocupante, desde dentro y
fuera de Iraq, lo que ha creado mucha confusión para muchos iraquíes
y árabes, sobre todo porque ha habido varios periodistas y escritores
que han contribuido en la divulgación de estas negociaciones sin
saber con exactitud los objetivos malévolos que busca la Administración
estadounidense con tal invención.
Pero lo importante es
que los iraquíes que apoyan la resistencia, con su sangre y con su
dinero, saben con certeza que la resistencia nacional iraquí no está
implicada en estas negociaciones por que creen en su programa político,
en su credibilidad y en su determinación en la lucha por la liberación
de Iraq. Sin esta credibilidad la resistencia no hubiera podido
alcanzar sus grandes y honrosas victorias. Lo que no saben los
estadounidenses y sus partidarios es que los iraquíes no ninguna
importancia a los programas y proyectos si aquellos que los preconizan
no tienen credibilidad interna. Nadie tiene más credibilidad que la
propia resistencia que es, para los iraquíes, el fenómeno más noble
de la historia contemporánea de Iraq.
¿No negociar?
Pero, dejando al margen
estas argumentaciones, suponiendo que no sean suficientes, entonces:
¿por qué se anuncia que hay negociaciones en curso y, sin embargo,
no se desvelan quiénes están participando en ellas? Y si son las
facciones armadas las que participan en estas negociaciones, ¿por qué
los medios de comunicación no lo anuncian a todo el mundo, sobre todo
ahora que el pueblo estadounidense necesita ver un punto de luz al
final del túnel y estar tranquilo ya que sus hijos no dejan de caer
cada hora y cada día? O, ¿acaso es que los que negocian con EEUU son
grupos que alegan ser de la resistencia sin serlo, y los medios de
comunicación estadounidenses y sus partidarios tienen vergüenza de
divulgar sus nombres, porque saben que son una mezcla de lideres
tribales, de hombres de negocio, de militares derrotados, de políticos
apartados de sus partidos por corruptos, oportunistas y arribistas? No
vale que algunos afirmen que los participantes en las negociaciones no
quieren desvelar los nombres de las formaciones armadas para no
alterar el curso de dichas negociaciones, o que los estadounidenses no
quieran adelantarse a los acontecimientos, sobretodo por que hasta
hace poco habían descrito estos grupos [armados] como residuos del
anterior régimen, como salafistas y wahabitas, o como extranjeros árabes
que se dedicaban a secuestrar inocentes y a cortar sus cabezas...
Pero aun así,
supongamos que estos argumentos puedan ser discutibles y que no hay
motivo ninguno para que el ocupante no negocie con la resistencia,
aunque la haya considerado en un primer momento como terrorismo.
Entonces, ¿cómo explican quienes han creído la mentira de las
negociaciones los comunicados del Partido Baaz -el último, el del
pasado miércoles 29 de junio-, de la Unidad de los Muyahidines [3] y
de una decena larga de grupos armados en los que consideran que los
que están negociando con los estadounidenses en su nombre nada tienen
que ver con la resistencia armada iraquí y que habrán de asumir por
ello las consecuencias? Todos estos comunicados afirman que la lucha
va a seguir hasta que se libere al ultimo palmo de Iraq.
¿Pero, esto
significa que la resistencia se opone a toda negociación y en todo
momento?
Aunque la respuesta a
esta pregunta no sea complicado de responder, hay que explicarla,
puesto que los medios de comunicaciones estadounidenses se han
dedicado a deslegitimar la resistencia y a considerarla como meros
grupos terroristas que se dedicaban a matar los civiles inocentes. Las
negociaciones son parte del proceso de lucha entre la resistencia y el
ocupante, y llegará el momento de su celebración. Pero la
participación en estas negociaciones está supeditada a la consecución
de un objetivo concreto. Y el objetivo de un pueblo ocupado y de la
resistencia que lo representa es la liberación del país y la
recuperación de su independencia y de su plena soberanía. Hay que
recordar que todas las organizaciones de la resistencia sostienen en
sus programas políticos que no habrá negociaciones con el ocupante
si no afirma, primero, su disposición a abandonar el país de forma
incondicional y a asumir todas las consecuencias dramáticas de la
ocupación. Puede que las negociaciones duren mucho tiempo y que tomen
varias formas, pero lo seguro es que la resistencia ni va a entregar
sus armas, ni va a abandonar la lucha armada. Y tenemos en la
resistencia vietnamita el mejor ejemplo, que llegó a realizar 245
ataques contra las tropas estadounidense sen los momentos preliminares
a la firma del acuerdo [de paz de Paris].
La cuestión es, ¿quieren
los estadounidenses negociar sobre esta base, o quieren simplemente
conseguir el desarme de los grupos del a resistencia e integrar a sus
componentes en el proceso político, para participar en la elaboración
de la Constitución, etc., a fin para que puedan afianzar su ocupación
del país al que llegaron para quedarse y no para marcharse?
La realidad sobre el
terreno
Si dejamos a un lado
esta discusión, que puede tener consideraciones acertadas o no, y nos
acercamos a la realidad nos daremos cuenta que lo que vemos sobre el
terreno contradice lo que oímos. Por un lado, mientras los
estadounidenses hablan de negociaciones, proceden a lanzar operaciones
militares brutales en varias ciudades iraquíes, recurriendo incluso a
armamento prohibido internacionalmente. Por otro, el nuevo embajador
estadounidense, Zilmay Khalil Zadah, afirma que para la Administración
de su país no se baraja una opción que se llame fracaso, y que EEUU
está determinado en acabar con la resistencia. Bush, por su parte, en
su último discurso, no hizo referencia alguna a un calendario para la
retirada de sus tropas. Todo lo contrario, dijo estar dispuesto a
mandar más tropas sí así lo requieren los altos mandos militares;
es más, consideró que toda calendarizacion de la retirada de sus
efectivos sería una "[...] recompensa para los terroristas"
[4].
En realidad, esta
postura no sorprende a nadie: sintoniza con los motivos por los cuales
se ocupó a Iraq, y entre ellos, como es sabido, está quedarse en el
país por consideraciones económicas y militares vinculadas al
proyecto global de dominación mundial, además de que mantener al
propio Iraq debilitado y fragmentado es una demanda israelí.
El 'impasse'
estadounidense en Iraq
Todo indica que la
resistencia nacional iraquí es consciente de que los estadounidenses
se encuentran en un impasse, y que no son capaces de encontrar una
salida militar, lo que les ha llevado a buscar canales de contacto con
la resistencia con el fin de mitigar esta situación complicada, quizás
a cambio de unas concesiones que no afecten a la permanencia de sus
tropas sine die. Así que es lógico que la resistencia rechace esta
oferta e incremente su lucha para obligar a los ocupantes a negociar
sobre la base de sus condiciones, no sobre la base de las condiciones
de la Administración estadounidense. En este contexto, todo aquél
que se involucre en la negociación con EEUU fuera del marco de la
resistencia estará incurriendo en traición.
Como iraquíes tenemos
que parar todo intento de colaboración con los estadounidenses y bajo
cualquier pretexto; es más, tenemos que hacerlo con todos los medios
a nuestro alcance. La sangre de los mártires de la resistencia y del
pueblo iraquí no deberá ser en vano: tiene que alumbrar el camino de
la liberación que esperan los iraquíes y todos los pueblos del
mundo.
Notas
de IraqSolidaridad:
1.
Los asaltos sobre al-Qaim y operativos en Bagdad.
2.
Véase en IraqSolidaridad: Abid Mustafa: La resistencia iraquí
fractura las relaciones de Bush con el Ejército estadounidense
3.
Consejo de cooperación militar de 21 grupos del a resistencia. No es
una instancia política en sentido estricto.
4.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: ¿Quién legitima a quién en
la derrota de EEUU en Iraq?
Abid
Mustafa: La resistencia iraquí fractura las relaciones de Bush con el
Ejército estadounidense
Carlos
Varea: ¿Quién legitima a quién en la derrota de EEUU en Iraq?
(*)
Auni Qalamyi, dirigente de la Alianza Patriótica Iraquí, es
naserista. Exilado en Dinamarca, no ha sido autorizado a regresar a
Iraq. Qalamyi fue invitado por la CEOSI a una gira por el Estado español
en marzo de 2004. De este autor, véase en IraqSolidaridad: Auni
Qalamyi: La estrategia estadounidense para aislar a la resistencia
iraquí
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