Informe oficial
revela que EEUU no esperaba tanta resistencia en Irak
IAR-Noticias, 29/07/05
Según el Pentágono,
hay 60 proveedores de "seguridad privada en Irak generando 25.000
empleos. El informe afirma que hasta ahora fueron asesinados 200
contratistas, un porcentaje de ellos por disparos "erróneos"
de las fuerzas norteamericanas.
La resistencia iraquí
tomó por "sorpresa" a las agencias de Washington y a
constructores privados, lo que los forzó a gastar más de 760
millones de dólares en seguridad, según un informe oficial publicado
el jueves.
El informe de la
Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO), un organismo de
investigación que reporta al Congreso, reveló que tanto los
funcionarios civiles del Gobierno de EEUU como las empresas
involucradas en la "reconstrucción de Irak", esperaban
condiciones más "benignas" tras la invasión de 2003.
En vez de eso, se
vieron forzados a contratar apresuradamente protección privada a
medida que crecía la resistencia, dado que el ejército
estadounidense no estaba obligado a proteger sus operaciones, reveló
el estudio de la Oficina según el cual la milicia aún no comprende
el papel de los contratistas en Irak.
A pesar de los
millonarios contratos con el Pentágono o el gobierno federal de EEUU,
esas compañías se quejan de los inconvenientes constantes de lo que
llaman "la violencia y el estado de inseguridad", causado
por los ataques y atentados diarios de la guerrilla iraquí, a los que
se añaden los secuestros a extranjeros.
Las agencias
gubernamentales y los contratistas encuestados por la GAO han
invertido 766 millones de dólares en seguridad privada hasta
diciembre de 2004.
Las empresas
usufructuadoras del proceso de negocios instalado tras la ocupación
militar en Irak invierten entre 25 y 30 por ciento de sus ingresos en
vehículos acorazados y ejércitos privados para garantizar la
seguridad de sus ejecutivos y empleados, según datos proporcionados
por algunos de sus voceros a la prensa.
"El uso de
servicios de seguridad privada refleja el ambiente de incertidumbre
que había y que continúa habiendo en Irak, además del hecho de que
proveer seguridad para organismos y contratistas no es una de las
misiones del ejército estadounidense", se afirma en el informe
de 70 páginas.
Las tropas ocupantes de
EEUU en Irak tienen la tarea de establecer un ambiente de
"seguridad", facilitando los esfuerzos de ayuda y construcción
y entrenando las fuerzas armadas iraquíes, aunque están dispuestas
colaborar en caso de ataques y proveer ayuda médica.
Sin embargo, la
inseguridad llega al punto que en algunos casos se suspendió la
reconstrucción para pagar las cada vez más cuantiosas facturas de
seguridad.
Hoy se estima que más
de 30.000 mercenarios de ejércitos privados (los llamados
"perros de la guerra") actúan en Irak, entre
estadounidenses, otros agentes extranjeros e iraquíes.
Estas empresas de
seguridad son contratadas por las multinacionales comerciales,
financieras y de servicio que actúan en el Irak ocupado, pero últimamente
están sustituyendo en algunas tareas al propio ejército
norteamericano.
El gobierno de George
W. Bush está subcontratando con las corporaciones militares privadas,
parte de las funciones que tradicionalmente venían desarrollando las
fuerzas armadas.
De acuerdo con el
Centro para la Integridad Pública, el Pentágono ha gastado 300.000
millones de dólares en 3.016 contratos de servicios militares que han
ido a parar a 12 empresas entre 1994 y 2002 (las cifras excluyen los
contratos de armamento).
No sólo se dedican al
área de la seguridad y la inteligencia, sino que estas empresas también
realizan tareas de entrenamiento militar y de programas de
interrogatorios (torturas) como quedó claramente demostrado por las
investigaciones en las cárceles de Irak.
A su vez estas empresas
de seguridad prestan servicios a la mayoría de los consorcios
comerciales contratados por el gobierno estadounidense para
"capacitar" a empresarios iraquíes, mejorar la eficiencia
de la industria y la actividad agrícola, y asesorar en la privatización
de empresas estatales que hoy operan "a pérdida".
En marzo del 2005, la
Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) canceló
dos proyectos de generación de energía con un valor de 15 millones
de dólares para poder pagar la seguridad de una tercera planta en el
sur de Bagdad, reseñó el informe.
De acuerdo a cifras del
Pentágono, hay cerca de 60 proveedores de seguridad privada en Irak
generando 25.000 empleos. La GAO afirma que hasta ahora han sido
asesinados 200 contratistas.
La GAO llamó a las
agencias de Gobierno estadounidense para que se evitaran incidentes en
que los soldados, usualmente en los puestos de control, disparan por
error a contratistas, y urgieron a informar cómo contratar rápidamente
protección privada en Irak.
Según el diario The
Washington Post
La resistencia iraquí
sorprendió al Pentágono tras la invasión
Argenpress, 29/07/05
Las resistencia en Irak
sorprendió al Pentágono tras la invasión de Estados Unidos, lo cual
llevó a incrementar los gastos en seguridad en detrimento de la
reconstrucción, afirmó hoy The Washington Post.
Según un informe de la
Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) citado por el diario, el
incremento de la insurgencia obligó a las compañías privadas y al
gobierno a gastar 760 millones de dólares en seguridad hasta
diciembre de 2004.
La investigación, de
70 páginas, precisa que las firmas tuvieron que reforzar las medidas
de protección ante la ola de ataques de los grupos rebeldes.
'El uso de servicios de
seguridad privada refleja el ambiente de incertidumbre que había y
que continúa habiendo en Irak', destaca el documento.
Los grandes gastos por
ese motivo provocó la disminución de los fondos para proyectos económicos
y sociales como parte de la llamada reconstrucción.
Al respecto, la GAO
explica que en marzo de este año, la Agencia de Estados Unidos para
el Desarrollo Internacional (USAID) canceló dos proyectos de generación
de energía con un valor de 15 millones de dólares para poder pagar
la seguridad de una tercera planta.
De acuerdo con el
Departamento de Defensa, en ese país árabe trabajan unas 60 empresas
que se dedican a contratar mercenarios para brindar protección a
instalaciones y personalidades.
Para The Washington
Post el informe desmiente las declaraciones optimistas del presidente
George W. Bush, quien afirma que la reconstrucción avanza mientras la
resistencia pierde fuerza.
Un portavoz de la USAID
destacó que las cuentas de seguridad representan un 22% del costo de
un proyecto en esa nación del Golfo Pérsico.
Pese a los casi seis
mil millones de dólares prometidos para reparar el servicio de
electricidad, la generación no alcanza la cifra de antes de la agresión,
indica la GAO.
También la producción
de petróleo cayó en los últimos dos años, añade el organismo
independiente. La Oficina resalta que aunque el gobierno desconoce
cuanto gasta en pagar a los contratistas, es mucho más de los
previsto antes de la guerra.
El 30% de los soldados
estadounidenses sufren trastornos mentales tras regresar de Irak
El 30% de los soldados
estadounidenses que regresan sufren trastornos mentales como ansiedad,
depresión, enojo y pesadillas, reveló hoy el diario USA Today.
Una encuesta entre mil
uniformados que retornaron de la guerra en el país árabe detectó
esos problemas, comentó el teniente general Kevin Kiley.
El sondeo destaca que
un grupo más pequeño padece de síntomas severos como desorden
nervioso post-traumático o PTSD, una enfermedad mental seria.
Casi un tercio de los
militares presentan problemas mentales tres o cuatro meses después de
abandonar el área de conflicto, precisa el estudio.
La cifra contrasta con
el 5% de los soldados que son diagnosticados con esa enfermedad tras
regresar inmediatamente de la guerra, comentó el coronel Elspeth
Ritchie.
Kiley reconoció que
esos números son más altos de lo esperado por el Pentágono.
Por su parte, Ritchie
comentó que los camioneros y guardias de los convoyes tienen más
alto porcentaje de enfermedades mentales debido a su trabajo y a las
constantes amenazas de ataques de la resistencia iraquí.
Ante esa situación, el
ejército envió a 200 expertos para ofrecer tratamiento a los
soldados afectados y recomendar quienes deben ser evacuados.
Según la revista New
England Journal of Medicine, un 20% de los ex combatientes de Afganistán
e Irak acudió a los hospitales de la Administración de Veteranos en
busca de tratamiento médico entre octubre de 2003 y febrero de este año.
Las cifras de esos
centros muestran que durante el pasado año hubo un incremento notable
de los soldados a los que se diagnosticó trastornos mentales, pues si
en febrero eran el 13%, en junio pasaron al 19% y en diciembre
alcanzaron un 26%.
Para el teniente
coronel del Ejército Carl Castro, jefe de psiquiatría militar en el
Instituto de Investigación Walter Reed, los militares que abandonaron
el servicio activo pueden ser más propensos al estrés mental que los
movilizados.
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