El ejército de Estados
Unidos sufre una grave crisis por falta de voluntarios
El ejército de EE.
UU sufre una grave crisis de reclutamiento de soldados, tanto para las
unidades regulares como para las de la reserva. Los reclutamientos han
caído de forma drástica en los estados más ricos y el grueso de la
tropa ya proviene de las zonas rurales.
"Ser soldado en los estados demócratas va a acabar siendo una
anormalidad", según afirma el analista militar John Pike
Por Andy Robinson
Corresponsal en Nueva York
La Vanguardia, Barcelona, 24/07/05
La brecha política
entre ciudad y campo, sur y norte, y costa e interior que se puso de
manifiesto en los resultados de las elecciones presidenciales en
noviembre del año pasado vuelve a aparecer en los últimos datos
sobre el reclutamiento de las fuerzas armadas, publicados la semana
pasada.
A escala nacional, se
intensifica la grave crisis de reclutamiento, según se puede deducir,
achacable a la guerra en Iraq. El ritmo de reclutamiento del ejército
en la reserva se ha desplomado. Se situó el mes pasado un 23% por
debajo de su objetivo. Para el ejército regular el déficit era de un
21%. Un dato llamativo es que el reclutamiento de mujeres,
afroamericanos y latinos cae más que otras categorías.
Esto ha ocurrido pese a
las agresivas campañas de reclutamiento. El ejército pretende
ampliar el número de reclutadores, ahora situado en 5.000, y les
aplica exigentes metas de productividad. "Si no cumples con los
objetivos de reclutamiento, te lo hacen pasar muy mal", dice el
ex reclutador y marine Jimmy Massey, de Carolina del Norte. Por eso, añade,
es cada vez más frecuente "saltarse las normas sobre salud física
y mental y el uso de drogas" a la hora de fichar a jóvenes.
Pero las campañas en
contra del reclutamiento organizadas por grupos como Deja en Paz a mi
Niño y Abuelas por la Paz para excluir a los reclutadores de los
institutos han resultado bastante eficaces, sobre todo en California,
según Kathleen Hernández, de la Topanaga Peace Alliance de Los Ángeles.
Sin embargo, la caída
del reclutamiento es principalmente un fenómeno de los feudos demócratas
en las ciudades, en la costa y en el nordeste. Los estados
republicanos del interior y el sur son responsables del 63% de los
nuevos reclutas desde octubre del año pasado, pese a que les
corresponden una población muy inferior a los estados urbanos. El 40%
de los alistados desde octubre proviene del sur rural y escasamente
poblado.
Mientras que el
reclutamiento en el nordeste se ha desplomado un 30%, el de los
estados sureños ha registrado descensos mucho más leves, en torno al
18%. En otros estados rurales del interior, como Kansas o Missouri, el
reclutamiento sólo ha caído un 14%.
Dicho de otro mondo,
las fuerzas en Iraq provienen de forma cada vez más acentuada de los
estados rurales que votaron masivamente a Bush en noviembre. Este
proceso se ve impulsado por el cierre de bases militares en los
estados demócratas. Se produce, por ejemplo, una
"desmilitarización del nordeste" (Massachusetts, Nueva York,
Pennsylvania y Nueva Jersey), según el analista militar John Pike.
"Ser soldado en los estados demócratas va a acabar siendo
anormal", dijo a un diario de Pennsylvania.
La división se ref
leja inevitablemente en el cómputo de muertos en Iraq, según ha
comprobado el sociólogo de la Universidad de Texas Robert Cushing. El
número de soldados muertos que son oriundos de municipios rurales -
con menos de 25.000 habitantes- es dos veces mayor que el de los que
proceden de ciudades con más de un millón de habitantes.
Los ideólogos
republicanos suelen explicar esto por el mayor patriotismo del sur y
el interior - lo que el presidente Bush suele llamar heartland (tierra
del corazón). Pero Cushing cree que es "principalmente una
historia de economía" . Los estados rurales del interior y el
sur tienen las poblaciones más pobres en EE. UU. y los últimos
recortes de servicios de salud y de prestaciones sociales han sido
especialmente duros en estados como Texas. "Los estudios
militares demuestran que una economía empobrecida es un buen estímulo
para el reclutamiento".
Esto no es novedad.
Norman Mailer ya había recogido el comentario del general Cummings:
"Sólo hay dos factores relevantes para un buen ejército: una
fuerza material superior y soldados con un bajo nivel de vida. ¿ Por
qué te crees que un regimiento de sureños vale dos veces más que
uno de hombres del Este?". Y pese a que el Departamento de
Defensa insista en que la clave del reclutamiento "no es el
dinero sino el mensaje", los últimos spots publicitarios de
reclutamiento - intercalados entre los de cerveza Budweiser y vehículos
Hummer durante los partidos de béisbol y baloncesto- hacen hincapié
en las mejoras de salario, seguro médico y financiación de estudios
que se ofrecen a los reservistas. Son zanahorias eficaces en una
economía en la que 30 millones de habitantes carecen de derecho a
tener un médico, un número desproporcionado de ellos en el sur y el
interior.
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