Irak resiste

 

El jefe militar de EE. UU. en Iraq prevé una amplia retirada el 2006

Los iraquíes podrían asumir el control de 10 ciudades antes de fin de año

El general que manda las tropas de EE. UU. en Iraq piensa que podrá haber un sustancial repliegue el próximo año si la evolución política y militar de los iraquíes es buena. Contrasta con el escepticismo general que reflejan las encuestas.
Un veterano de Iraq candidato al Congreso por Ohio, califica a Bush de "halcón gallina" por no haber ido a Vietnam

Por Eusebio Val
Corresponsal en Washington
La Vanguardia, Barcelona, 28/07/05

El máximo jefe militar estadounidense en Iraq, el general George Casey, se atrevió ayer a aventurar una drástica reducción de tropas el próximo año si se dan las condiciones políticas y de seguridad adecuadas. Casey realizó estos comentarios coincidiendo con la nueva visita de inspección del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. El general Casey no dio cifras concretas y condicionó la eventual retirada norteamericana a la evolución positiva del proceso político durante los próximos meses -el referéndum constitucional y las elecciones- y a la eficacia de las fuerzas iraquíes para controlar el país y enfrentarse a los insurgentes.

En la actualidad hay unos 138.000 soldados estadounidenses en Iraq, según indicó ayer a este diario un portavoz del Pentágono. "Creo que si el proceso político continúa yendo de forma positiva y si las cosas con las fuerzas de seguridad (iraquíes) siguen yendo como van, podremos hacer reducciones sustanciales después de las elecciones, en la primavera y el verano del próximo año", declaró Casey durante una rueda de prensa en Bagdad. A principios de año, el general realizó una predicción similar pero luego la ofensiva de violencia de los rebeldes obligó a más cautela.

Tras la entrevista entre Rumsfeld y el primer ministro iraquí, Ibrahim Yafari, éste insistió en que las tropas estadounidenses deberían retirarse en cuanto los iraquíes estén preparados para defender el país, y vaticinó que "pronto" se iban a dar pasos sobre el terreno para desplegar tropas iraquíes en el sur del país, lo que comportará "reducir" las fuerzas multinacionales. Según declaran fuentes de la seguridad iraquí, la fuerza multinacional podría transferir el control de 10 ciudades importantes a las fuerzas iraquíes de aquí a final de año. Con todo, Yafari advirtió que Washington no debe precipitar los pasos y coordinar los movimientos con Bagdad. El jefe del Pentágono, por su parte, instó a los dirigentes iraquíes a que cumplan los plazos y lleguen a un acuerdo sobre la nueva Constitución.

La cierta impaciencia de los responsables estadounidenses tiene que ver con la moral en casa. Según un sondeo del diario USA Today y la cadena CNN publicado ayer, un 58% de los norteamericanos piensa que Estados Unidos no será capaz de conseguir que se establezca un gobierno democrático y estable en Iraq. Un 43% opina que la guerra se ganará al final y un 32% cree que vencer en este conflicto es imposible.

La encuesta da, sin embargo, algunos datos contradictorios. Un 53% estima que la guerra no fue un error - frente a un 46% que sí lo cree- mientras que un 51% ha llegado a la conclusión de que la Administración Bush tergiversó deliberadamente la verdad en el tema de las armas de destrucción masiva.

El tema iraquí será objeto de un peculiar test electoral el 2 de agosto en Ohio. Allí se celebrará una elección para cubrir una vacante en la Cámara de Representantes en un distrito en el que, durante veinte años, han ganado los republicanos. El candidato demócrata es Paul Hackett, quien hasta hace cuatro meses estuvo destinado en Iraq, y que califica al presidente de "halcón gallina" por haber evitado ir a Vietnam en su juventud.

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