Ocupación
y resistencia: las bajas propias y ajenas de la guerra de Iraq
EEUU
habría dado muerte o detenido a 50.000 iraquíes en los últimos
siete meses
Por
Carlos Varea (*)
IraqSolidaridad,
11/08/05
"Un responsable de inteligencia militar declaraba
recientemente a 'The New York Times' en condición de anonimato:
'Estamos capturando o matando a una gran cantidad de insurgentes, pero
son reemplazos más rápidamente de lo que nosotros podemos impedir
sus operaciones: siempre hay otro insurgente dispuesto a ponerse en
pie y ocupar el lugar'."
Aprovechando
la publicación del informe de la organización británica Iraq Body
Count A Dossier of Civilian Casualties 2003-2005 (Un Informe sobre las
bajas civiles, 2003-2005) [1], el editorial de la prestigiosa revista
médica The Lancet [2] reivindicaba "el derecho del pueblo iraquí
a saber" cuál está siendo el coste humano de la invasión y
ocupación de su país. Ya lo había hecho con anterioridad, con
motivo de la publicación en la revista, el pasado año, del análisis
de un equipo de epidemiólogos de la Universidad Johns Hopkins de
Baltimore (EEUU) y colegas iraquíes que estimó en al menos 100.000
los muertos iraquíes en el primer año de ocupación, una cifra
cuatro veces mayor, para la mitad de tiempo, que la estimada ahora por
Iraq Body Count, 24.865 civiles iraquíes en dos años de ocupación.
El
editorial de The Lancet arremete contra la negativa de las autoridades
de ocupación de llevar la cuenta del número de iraquíes muertos
desde la invasión [3], pero considera al tiempo que el cálculo de
Iraq Body Count "[...] es necesariamente una subestimación".
Ello es así debido a que Iraq Body Count contabiliza tan solo víctimas
iraquíes que han sido registradas al menos por dos medios de
comunicación, siempre de lengua inglesa, como el mismo informe
reconoce. El hecho de que los medios de comunicación internacionales
se concentren en Bagdad explica que el porcentaje de muertos civiles
iraquíes atribuidos a las fuerzas de ocupación sea solo del 37%,
mientras que la atribución a la resistencia de los atentados
indiscriminados, que suelen cometerse en Bagdad y otras grandes
ciudades iraquíes y son debidamente publicitados, explica que a las
denominadas "fuerzas anti-ocupación" se les achaque hasta
casi el 10% del total de muertos civiles. Un 35,9% de los muertos sería
responsabilidad de delincuentes comunes.
El
informe no incluye muertos iraquíes en acciones de combate, pero ¿cómo
determinar quién es un civil y quién es un combatiente en un
escenario tan violento e incierto como es el de la ocupación? La
mayoría de Iraq está fuera de la información internacional
independiente, y las víctimas civiles que provocan los grandes
operativos militares o la multitud de incidentes cotidianos son
sencillamente ignorados. Por ejemplo, de Faluya el informe de Iraq
Body Count establece una cifra total de 1.874 iraquíes muertos en
estos dos años, cuando tan solo el asalto militar de noviembre
ocasionó al menos 3.000: simplemente, no se ha podido establecer el número
de muertos, como señalan las autoridades sanitarias y municipales
locales. Cuando una delegación del Estado español visitamos la
ciudad el pasado mes de abril, el director del Hospital General de
Faluya nos comentó que ningún medio de comunicación internacional
les había visitado desde noviembre, cinco meses atrás [4]. El
periodista David Enders informaba en un artículo publicado el día 2
de agosto en The Scotsman que esas mismas fuentes hospitalarias le habían
informado de que las fuerzas de ocupación estadounidenses que asedian
y patrullan la ciudad daban muerte a uno o dos civiles al día en
incidentes banales.
'No
solemos contar'
Ocurre
lo mismo con las cifras de detenidos, muertos y desaparecidos iraquíes
asociados por los ocupantes a actividades de resistencia. El pasado 26
de julio, el portavoz del Pentágono Larry Di Rita informaba de que
las fuerzas de ocupación estadounidenses mantienen en la actualidad
bajo su custodia a 17.000 detenidos iraquíes [5]. Esta cifra no
incluye a los detenidos por las nuevas fuerzas de seguridad iraquíes,
al menos otros 4.000 en abril, según daba cuenta Kofi Annan [6].
"Estamos deteniendo a un gran número de individuos que están
bajo investigación, bien por ser elementos criminales o por ser
potenciales insurgentes de los cuales poder obtener información
adicional [sobre la resistencia]", indicó Di Rita. Esta cifra
supone un nuevo y notable incremento respecto a la última aportada
por el Pentágono en marzo: 10.500 [7].
En
un seminario del Washington Institute for Near East Policy -institución
asociada a los sectores neocon estadounidenses- celebrado el pasado 25
de julio, el general Jack Keane, antiguo segundo Jefe de Estado Mayor
del Ejército estadounidense y ahora en situación de retiro, cifraba
en 50.000 el número de iraquíes muertos o detenidos en los pasados
siete meses en acciones contrainsurgentes estadounidenses en Iraq, una
cifra que no ha sido oficialmente reconocida por el Pentágono. Por su
parte, Jeffrey White, antiguo miembro de la Agencia de Inteligencia de
la Defensa (AID) de EEUU y en la actualidad miembro del mencionado
Instituto, indicaba en un informe reciente elaborado para este centro
[8] que, siempre según fuentes militares estadounidenses, en 2004 el
número de supuestos resistentes muertos o capturados por las fuerzas
de ocupación habría sido de 15.000. Según menciona White en su
informe, "[] el director de la AID indicaba recientemente que
entre 12.000 y 20.000 insurgentes están en la actualidad
activos". Según Keane, la resistencia se nutriría
principalmente de 150.000 antiguos cuadros baazistas.
Las
estimaciones sobre muertos, detenidos y combatientes iraquíes parecen
siempre aproximadas. Ciertamente, como señalaba Di Rita en su
comparecencia del 26 de julio en Washington: "Nosotros [las
fuerzas militares estadounidenses en Iraq] no solemos contar. Nadie
mantiene la contabilidad sobre el tamaño de la insurgencia o sobre el
número [de resistentes] que capturamos, porque es un parámetro que
no tiene mucho sentido por sí mismo". Sin embargo, mandos
militares y responsables políticos, así como instancias asesoras y
de análisis tanto estadounidenses como británicos, reconocen el
enraizamiento social de la resistencia y su capacidad de seguir
nutriendo sus filas y mantener cuando menos su nivel de ataques, y
todo ello pese a la represión y violencia militar indiscriminadas que
las cifras de Pentágono permiten vislumbrar.
"Si
ambas aseveraciones [sobre el número de iraquíes muertos o
detenidos, y el de miembros de al resistencia] son ciertas: ¿que
procedimientos han permitido a la insurgencia mantener el status quo
en términos de capacidad y ritmo operacionales frente a las
sostenidas operaciones de contrainsurgencia de la coalición y el
proceso de transformación político [iraquí] en curso?", se
pregunta White en su análisis para el Washington Institute for Near
East Policy. Un responsable de inteligencia militar declaraba
recientemente a The New York Times en condición de anonimato:
"Estamos capturando o matando a una gran cantidad de insurgentes,
pero son reemplazos más rápidamente de lo que nosotros podemos
impedir sus operaciones: siempre hay otro insurgente dispuesto a
ponerse en pie y ocupar el lugar" [9].
Bajas
estadounidenses y británicas
Como
aceptada el general George W. Casey, máximo mando militar de EEUU en
Iraq, el pasado 27 de julio en Bagdad [10], la media de ataques se ha
mantenido estable a lo largo del año, en torno a 65 al día, según
informaba The New York Times el pasado 24 de julio citando al Pentágono.
Si bien la información internacional se centra en los ataques
indiscriminados con coches-bomba en las grandes ciudades de Iraq, la
tasa de soldados estadounidenses muertos por acciones de la
resistencia y enfrentamientos con ésta también se mantiene estable.
En julio han muerto en combate 45 militares de EEUU (y otros nueve en
"acciones no hostiles"), ciertamente una cifra inferior a la
del mes anterior (que fue de 69), pero que supera en una baja a la de
julio de 2004. En el mes de julio ha habido por lo demás jornadas
particularmente sangrientas para los ocupantes estadounidenses,
ataques muy mortíferos con bombas detonadas al paso de los convoyes
de las tropas estadounidenses, como los de los días 24 (nueve bajas
en tres ataques) y 30 (seis soldados muertos en tres ataques en Bagdad
y Diyala).
Sin
embargo, nada comparable con la tónica de agosto: en los primeros
tres días de este mes EEUU ha perdido 27 militares en combate, de
ellos 18 en una sola jornada, el día 3; 23 pertenecían a la Segunda
Fuerza Expedicionaria del Cuerpo de Marines, desplegada en la
provincia de al-Anbar, al oeste de Bagdad, escenario de intensos
combates [11]. El número de soldados estadounidenses muertos en
combate desde el 1 de mayo de 2003 (fecha formal del final de la
guerra) hasta el tres de agosto es 1.312, según datos oficiales del
Pentágono.
Por
su parte, el gobierno británico admitía el pasado 28 de julio en una
comparecencia ante el Comité de Defensa de la Cámara de los Comunes
que el Reino Unido había fallado en prever la dimensión de la
potencial resistencia a la ocupación de Iraq y que la invasión ha
dejado "un vacío estratégico" en el país, en palabras del
ministro de Defensa John Reid [12]. Las fuerzas de ocupación británicas
han de estar preocupadas por lo que parece la regularización de los
ataques contra su presencia en las tres provincias más meridionales
de Iraq, precisamente a pocas semanas de que se filtrara un documento
del ministerio de Defensa en el se preveía una reducción de los
actuales 8.500 soldados británicos hasta 3.000 en 2006 [13]. Ello se
debe a la reactivación de las denominadas Brigadas del Imán Alí
pese a su nombre, organización de filiación baazistas creada en
2003-, que han reivindicado varias acciones recientes que, por su
factura, son idénticas a las que efectúa la resistencia en otros
puntos de Iraq contra las tropas de ocupación, ataques con bomba en
arcenes y emboscadas [14]: la muerte de tres soldados el 16 de julio
mientras patrullaban por al-Amarah, provincia de Maysan (los dos
anteriores soldados británicos muertos en acción lo fueron en mayo),
y de dos guardias privados de seguridad también británicos, de la
empresa de seguridad Control Risks Group [15], en un ataque con bomba
el día 30 contra un convoy de diplomáticos de esta nacionalidad,
además del asesinato previo de un juez iraquí.
Estos
hechos, unido al ataque del 3 de agosto en las proximidades de Hadiza,
que causó la muerte a 14 marines que iban en un vehículo blindado
anfibio Amtrac, confirman las sospechas del Pentágono y de las
fuerzas británicas de que la resistencia esta perfeccionando y
ampliando territorialmente el uso de lo que los ocupantes han venido a
denominar "artefactos explosivos improvisados (o caseros)",
cuya detonación controlada, tras ser ocultados horas antes del paso
de un convoy, se combina frecuentemente con ataques con armas ligeras.
También un convoy del contingente lituano era atacado por este mismo
método combinado el día 4 de agosto en Hilla (Babilonia). "En
los meses recientes, las bombas en los arcenes [de las carreteras],
que son las preferidas por los insurgentes en Iraq, han ganado
significativamente en tamaño y sofisticación", declaraban
oficiales estadounidenses a The New York Times el 4 de agosto,
reconociendo la muerte de tres especialistas artificieros de EEUU en
tareas de desactivación en lo que va de año. A diferencia de los
coches-bomba de los grupos supuestamente vinculados a la red al-Qaeda
en Iraq, estas bombas solo muy ocasionalmente causan víctimas
civiles, y suelen ser desactivadas durante el día por los mismos
resistentes.
Al-Qaim,
Hadiza, Rawa
El
Pentágono admite no conocer detalladamente la estructura de la
resistencia, o su nivel de coordinación o fuentes de financiación
[16], si bien el teniente general del Cuerpo de Marines, James T.
Conway, que acompañaba a Di Rita en la rueda de prensa en el Pentágono
del día 26, indicó entonces que las fuerzas estadounidenses de
ocupación tienen identificados a entre ocho y 10 máximos dirigentes
de la resistencia iraquí, los cuales "[...] sabemos se reúnen
de vez en cuando para hablar de organización y tácticas". El
general Keane había indicado en el mencionado seminario del
Washington Institute for Near East Policy que estos supuestos mandos
de la resistencia mantienen sus encuentros en Siria y Jordania. La
Administra Bush acusa recurrentemente a Siria de no impermeabilizar su
frontera al paso de voluntarios (que se reconoce constituyen una mínima
parte de los insurgentes, vinculados además en su mayoría a la
tramas salafistas [17]) y de dinero para la resistencia.
Ciertamente,
el Pentágono ha lanzado desde la primavera al menos media docena de
grandes ofensivas en lo que se denomina el "corredor del río Éufrates",
que enlaza las ciudades de Husaybah -en la frontera con Siria-, al-Qaim,
Rawa, Hadiza y Faluja con Bagdad. Los operativos contrainsurgentes de
los últimos meses y semanas se están llevando a cabo concretamente
en torno a las ciudades de al-Qaim y Hadiza, ésta segunda a 220 kilómetros
al oeste de la capital, ambas fuertemente castigadas por las fuerzas
de ocupación [18]. A éstas se les ha unido más recientemente, para
desgracia de sus habitantes, Rawa, situada al norte del Éufrates y
cruce de las autopistas que conectan la frontera siria con Mosul y
Bagdad, antes una zona tranquila: desde el 16 de julio, 1.800 soldados
estadounidenses vienen desarrollando una fuerte ofensiva en torno a
esta ciudad, muy cerca de la cual se ha comenzado a construir la
primera base militar establece estadounidense en la región, que solo
era recurrentemente batida por los ocupantes para luego replegarse
[19]. La Asociación de Ulemas Musulmanes denunciaba a mediados del
mes pasado que el asedio y el bombardeo de la ciudad estaban
provocando una oleada de refugiados y muchas víctimas civiles, una
denuncia de la que ningún medio internacional daba cuenta [20].
El
31 de julio el Pentágono informó de la muerte de 11 supuestos
insurgentes en una escuela de Hadiza [21], reducida a escombros por
proyectiles de carros de combate y aviones durante la operación, una
represalia por un ataque previo de al resistencia local que había
costado la vida a dos marines. Muy pocos días después, el 2 de
agosto, seis marines morían en una emboscada con armas ligeras en las
proximidades de esta misma ciudad; al día siguiente, 14 más en el
ataque contra el vehículo anfibio, también en Hadiza. Las
reflexiones reiteradas de los mandos militares estadounidenses sobre
el terreno acerca de la capacidad de renovación de los combatientes
iraquíes y de lo efímero de su control territorial parecen más que
justificadas. De hecho, la imagen que del combatiente iraquí se está
formando en el imaginario militar del ocupante es compleja. El segundo
mando de Operaciones de la Junta de Jefes de Estado Mayor de EEUU, el
general de Brigada Carter Ham, decía estos días que los ocupantes se
enfrentan "[...] a un letal y, lamentablemente, adaptable
enemigo. Son peligrosos y ciertamente tienen capacidad" [22]; por
su parte, un sargento artificiero estadounidense destinado en Bagdad
contrapuntea: "Estamos combatiendo con un enemigo que se va a su
casa por la noche y no lleva uniforme" [23].
Con
tal escenario y la aceptada consideración de las limitaciones de los
nuevos cuerpos de seguridad militares y policiales iraquíes para
hacer frente a la resistencia [24], el anuncio de una posible retirada
estadounidense limitada y muy discreta (20.000 efectivos de los
138.000 actuales) en la primavera de 2006 parece más un recurso
publicitario que un proyecto razonable, y es, antes que la confirmación
del interés de EEUU de permanecer en Iraq, la demostración palmaria
de su imposibilidad de salir del país.
Notas:
(*) Carlos Varea es coordinador de la CEOSI
1. English http://reports.iraqbodycount.org/a_dossier_of_civilian_casualties_2003-2005.pdf
2.
The Lancet, 2005; 366:344.
3.
Véase también la carta de expertos mundiales publicada en otra
revista médica y traducida en IraqSolidaridad en: Expertos mundiales
en Salud Pública exigen a EEUU y Reino Unido una investigación
completa e independiente sobre el número víctimas relacionadas con
la guerra en Iraq
4.
Véase en IraqSolidaridad: La delegación de la CEOSI se entrevista
con su director y entrega una primera partida de ayuda sanitaria.
Faluya (I): Visita al Hospital General
5. The Washington Post, 27 de julio, 2005.
6.
Véase en IraqSolidaridad: La cifra de soldados estadounidenses
muertos en Iraq se ha duplicado en un año - Kofi Annan reconoce en su
último informe sobre Iraq graves e impunes violaciones de los
derechos humanos por parte de las fuerzas de ocupación y cuerpos de
seguridad
7.
Véase en IraqSolidaridad: Matt Kelley: El número de prisioneros
iraquíes alcanza los 10.500, según el Pentágono - Nueva revuelta en
el campo de detención de Camp Bucca y enlaces relacionados en la
sección 'Represión'
8. White J., 2005. "Assesing the Iraqi Insurgency"
(Policy Watch 978), Washington Institute for Near East Policy.
9. The New York Times, 24 de julio, 2005.
10. The Washington Post, 28 de julio, 2005.
11.
De los 138.000 soldados de EEUU en Iraq, 23.000 son marines (USA Today,
3 de agosto, 2005).
12.
The Guardian, 28 de julio, 2005.
13.
http://www.dailymail.co.uk/pages/live/articles/news/news.html?in_article_id=355251&in_page_id=1770
y audio mp3: Iraq: se filtra un documento secreto en el que se habla
de los planes de repatriación de la mitad de los soldados británicos
y estadounidenses. Entrevista con Carlos Varea, coordinador de la
CEOSI
14.
Al-Jazeera, 30 de julio, 2005.
15.
En la actualidad operan en Iraq 60 empresas privadas de seguridad con
al menos 25.000 empleados, algunos de los cuales pueden llegar a
cobrar 33.000 dólares al mes (The Washington Post, 29 de julio,
2005).
16.
The New York Times, 24 de julio, 2005, y White ref. en nota 4.
17.
Véase en IraqSolidaridad: "Lo importante no es el número de
combatientes, sino el número de civiles que les apoyan". Una
entrevista con la resistencia iraquí y el texto de Carlos Varea y
Pedro Rojo: ¿Quién mata a quién en Iraq y por qué? El debate
interno sobre los atentados indiscriminados y sectarios
18.
A población refugiada y hospitales atacados de ambas ciudades se está
destinando ayuda de emergencia por parte de la CEOSI. Véase: Segunda
fase de la iniciativa de apoyo sanitario a Iraq
19.
Los Angeles Times, 13 de Julio, 2005.
20.
De esta denuncia se hacía eco IraqSolidaridad el día 19: Noticias
breves 2004-2005
21. Associated Press, 31 de julio, 2005.
22.
USA Today, 3 de agosto, 2005.
23. The New York Times, 4 de agosto, 2005.
24.
El jefe de la Junta de Jefes de Estado Mayor estadounidense, general
Peter Pace, ha indicado en julio que solo dos tercios del nuevo ejército
iraquí "serían parcialmente capaces" de combatir a la
resistencia, y que a penas la mitad de las unidades de policía están
listas sobre el terreno.
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