Caída de la imagen
presidencial. Los argumentos de Bush, cada vez más cuestionados
Según los sondeos,
crece el número de quienes critican la guerra en Irak
Por Ana Baron
Enviada
especial a Crawford, Texas
Clarín, 16/08/05
La
misa tenía lugar frente a la carpa que Cindy Sheehan, la madre de un
soldado muerto en Irak, instaló a apenas dos kilómetros del rancho
del presidente George Bush, cuando se escuchó el disparo de una
escopeta.
"No
amenazo a nadie, ni apunto con mi escopeta a nadie. Esto es
Texas", explicó luego Larry Mattlage, uno de los vecinos de Bush,
quien molesto con el movimiento generado por Sheehan de oposición a
la guerra iraquí, decidió hacer una pequeña demostración de fuerza
disparando su escopeta al aire. Agentes del FBI y del servicio secreto
desembarcaron inmediatamente en su rancho.
La
misa siguió como si nada hubiera pasado. "Estábamos
determinados a que nada interrumpiera el servicio. No respondemos a
provocaciones", explicó luego a Clarín Louis Walter, uno
de los pastores evangélicos que ofició la misa.
"Sabíamos
que éste era uno de los riesgos cuando decidimos instalarnos aquí.
No estoy sorprendida en lo mas mínimo. Esto es el país de George
Bush", dijo por su parte la propia Sheehan. "Aunque
somos pacifistas, esto puede transformarse en algo violento".
Hadi,
uno de los dueños de la Peace House de Crawford que está apoyando
muy activamente a Sheehan, coincidió: "Es muy peligroso. Aquí
los rancheros están armados. Son pro Bush, pro guerra de Irak y
han comenzado a organizarse. Firmaron una petición para que el
sheriff ordene a Cindy que se vaya. Y están preparándose para
presentar una demanda ante la Corte", explicó a Clarín.
"Si
van a la Corte, nosotros también iremos. No tienen derecho a impedir
que Cindy exprese sus ideas. Este es un país libre", dijo por su
parte a esta corresponsal el abogado de Cindy, Tim Harrison.
Es
fácil imaginar que adentro del rancho de Bush las cosas no están
mucho mejor que afuera. Un sondeo de opinión realizado por la cadena
de diarios de Knight Ridder —publicado ayer en The Miami Herald—
indica que así como 1968 fue el año en el que los norteamericanos
dejaron de creer en la guerra de Vietnam, éste es el año en que
han dejado de creer en la guerra de Irak. En marzo del 2003, el
75% de la población pensaba que no fue un error enviar tropas a Irak,
mientras que ahora el 54% cree lo contrario. Más aún, en aquel
momento un 85% creía que "las cosas estaban yendo bien",
pero ahora un 56% cree que las cosas van mal. The New York Times
publicó un artículo de Frank Rich el domingo titulado "Que
alguien le avise al presidente que la guerra ha terminado".
Según
Knight Ridder, la caída de la aprobación de la política de Bush
en Irak obedece a las contradicciones entre las declaraciones
oficiales y la realidad de la guerra. Los autores del sondeo recuerdan
que el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, pronosticó que la
guerra duraría "seis días, seis semanas, pero dudo que seis
meses". También menciona que el 92% de las bajas se produjo
después del 1ø de mayo de 2003, cuando Bush proclamó el "fin
de las grandes operaciones militares" en Irak.
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