Irak resiste

 

EEUU remplaza a guardias nacionales con fuerzas de combate en Irak: prevé un repunte de violencia durante el referendo que se desarrollará en octubre. Tropas adicionales elevarán el número de efectivos de 138 mil a 160 mil en el país ocupado.

El clérigo chiíta Moqtada al-Sadr se opone al proyecto de Constitución

Por Kim Sengupta
The Independent /
La Jornada, 25/08/05
Traducción de Jorge Anaya

El ejército de Estados Unidos se encuentra en el proceso de remplazar contingentes de la Guardia Nacional en Irak con fuerzas de combate, en previsión de un repunte de la violencia durante el próximo proceso electoral.

Unos dos mil elementos de la División Aerotransportada -paracaidistas- se preparan ya para estar en posición a tiempo para el referendo crucial, que se realizará en octubre, en tanto otras unidades de combate han sido puestas en alerta de despliegue rápido.

The Independent se ha enterado de que al menos el primer equipo de brigada de combate de la décima división de montaña está en camino a Irak para remplazar una unidad de la Guardia Nacional de Louisiana. A los guardias nacionales se les describe a menudo como "guerreros de fin de semana" por su antiguo lema de "un fin de semana al mes, dos semanas al año".

Las fuerzas adicionales elevarán el número de efectivos estadounidenses de unos 138 mil a 160 mil, y su envío se percibirá como un retraso en la estrategia de salida estadounidense de Irak, la cual debería haber comenzado con la nueva constitución.

En un discurso pronunciado este miércoles en el Centro de Guardias Nacionales de Idaho, el presidente estadounidense George W. Bush subrayó que los soldados de su país sólo volverán a su hogar cuando Irak esté listo. "Una retirada inmediata de nuestras tropas en Irak, o en Medio Oriente como un todo, como algunos han demandado, no haría sino envalentonar a los terroristas y crear un escenario para lanzar más ataques contra Estados Unidos y naciones libres", sostuvo.

Este hecho ocurre también en momentos en que un alto comandante estadounidense, el mayor general Douglas E. Lute, se refirió a la "percepción de ocupación" en Irak. Durante una visita a Londres, Lute, director de Operaciones del Comando Central, consideró "muy difícil" combatir esa percepción "mientras 150 mil y pico de combatientes occidentales, extranjeros, ocupan el país o están en él".

El despliegue estadounidense tiene lugar cuando las pláticas sobre la constitución permanecen estancadas por disputas sectarias, y cuando Bagdad experimentó una de las jornadas más intensas de combates callejeros en varios meses.

Cerca de un centenar de insurgentes armados con lanzagranadas, morteros y rifles de asalto llevaron a cabo una serie de incursiones sincronizadas en cuarteles policíacos en los suburbios del oeste de la capital.

Los ataques, realizados a la luz del día, produjeron la muerte de por lo menos ocho personas, tres de ellas civiles, en tanto docenas de vehículos de la fuerza de seguridad fueron incendiados.

Mientras políticos sunitas han reiterado que votarán contra la constitución este jueves en la Asamblea Nacional, insurgentes de esa secta también han advertido que intensificarán la violencia en reacción al aparente propósito de las facciones chiíta y kurda de sacar adelante la votación.

En otro suceso preocupante para la coalición encabezada por Estados Unidos y Gran Bretaña, seguidores del clérigo militante chiíta Moqtada al-Sadr se unieron a una manifestación sunita contra la constitución.

Al-Sadr, caudillo del ejército del Mehdi, el cual ha permanecido fuertemente armado pese a un supuesto ejercicio de desarme efectuado el año anterior, ha mantenido vínculos con varios grupos sunitas en alianza contra la propuesta estructura federal del futuro gobierno iraquí.

Los sunitas sostienen que el federalismo es un pretexto para que los grupos kurdos y chiítas se repartan el norte y el sur del país, ricos en petróleo. El grupo de Al-Sadr, que tiene su base de poder en el centro del país, relativamente pobre en recursos, también se ha quejado de que se le deja al margen.

Los efectivos estadounidenses adicionales se envían en respuesta a solicitudes de los dos principales comandantes del país en Irak, los generales John P. Abizaid y George W. Casey Jr.

Según fuentes militares estadounidenses y británicas, algunas de las unidades de la Guardia Nacional y de reserva que permanecen en Irak se destinarán a funciones policiales, en tanto las fuerzas de combate llevarán a cabo acciones contra reductos insurgentes sunitas conocidos en el centro y el oeste del país.

Se sabe que ciertos jirones de la región han pasado a control insurgente y el general Casey ha considerado probable que Washington tenga que mantener más de 100 mil efectivos en Irak durante los próximos cuatro años, opinión que parece contradecir la visión de la Casa Blanca de una desvinculación gradual.

El general Lute subrayó también que, incluso si Estados Unidos y sus aliados salen victoriosos en Irak y Afganistán, el ejército de su país se prepara para una "larga guerra".

Abu Musab Zarqawi, el líder de Al Qaeda en Irak, y sus asociados no quieren morir allí, sino emigrar en busca de otros lugares de refugio y prepararse para otras batallas, afirmó.

Añadió que el Cuerno de África, de donde son originarios los sospechosos de los bombazos del 21 de julio en Londres, es un posible lugar de destino de Zarqawi y los otros. "Existen en el Cuerno de África vastos espacios sin gobierno que nos causan preocupación", concluyó.

Volver