¿Por
qué les deseamos una guerra civil?
Por
Robert Fisk, The Independent
La
Vanguardia 16/09/05
Traducción
de José María Puig de la Bellacasa
No
habrá una guerra civil en Iraq. Nunca ha habido una guerra civil en
Iraq. En 1920, Lloyd George apercibió de la posibilidad de una guerra
civil en Iraq si se iban los británicos. Igual que los
estadounidenses amenazan ahora a los iraquíes con el espectro de una
guerra civil si ellos se van del país. Ya en el 2003, los portavoces
de la Administración Bush avisaron de que podía estallar una guerra
civil si Estados Unidos abandonaba Iraq.
Lo que las potencias imperiales y
coloniales no aprenderán ni son capaces de aprender es que Iraq no es
un Estado sectario y fanático sino una nación tribal. Los hombres y
mujeres iraquíes se casan según su confesión, no según su
pertenencia a una determinada facción política.
Hace
ahora un año conversé con un médico cuyo hermano acababa de ser
abatido a tiros por unos pistoleros. Unos asesinos que - no abrigo
duda alguna al respecto- eran chiíes enfurecidos porque el hermano en
cuestión se había opuesto a la construcción de una mezquita al
final de su calle. Me dirigí hacia su hermano en el refrigerio
servido en los funerales y le pregunté si habría una guerra civil en
Iraq.
"¿Por
qué tanto vosotros como los norteamericanos queréis que entablemos
una guerra civil? Soy un suní casado con una mujer chií. ¿Queréis
que mate a mi mujer?".
Lo
cierto es que hay una verdadera miríada de periodistas, articulistas,
escritores y portavoces de la Casa Blanca deseosos de amenazar a Iraq
con la cuestión de la guerra civil. Pero ¿por qué? Hace dos años,
el portavoz oficial estadounidense profirió precisamente tal amenaza.
"Al Qaeda - se refería a los suníes, naturalmente- quería una
guerra civil". Sin embargo, los chiíes rehusaron servir en
bandeja su guerra civil a los estadounidenses, de modo que Iraq
permaneció, desgraciadamente, en reposo al respecto... ¿Por qué? ¿Por
qué demonios los iraquíes decidieron no entablar una guerra civil?
La
cuestión estriba en que, como el imán Ali dijo en una ocasión a su
pueblo, "cuando observas a otro hombre, o es tu hermano en religión
o es tu hermano en la Humanidad".
La
historia reciente de Líbano permite ejemplificar o representarse la
realidad de una guerra civil: allí los suníes y los chiíes
combatieron contra los cristianos maronitas en tanto que los
norteamericanos, los israelíes, los sirios y otros apoyaron al bando
que en cada momento juzgaron más conveniente según sus intereses.
Incluso en la actualidad, el gobierno estadounidense advierte
nuevamente de los peligros de una guerra civil ¡como si los libaneses
la hubieran necesitado! Lamentablemente, los libaneses soportaron una
guerra civil a un coste de 150.000 muertos. Los iraquíes no necesitan
en absoluto un conflicto tan terrible en su territorio. ¿Por qué
anhelamos entonces que lo padezcan?
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