¿Han
creado los EEUU , como parte de una operación encubierta de
inteligencia, un falso "movimiento de resistencia" construído
con sus propios "terroristas" de Al–Qaeda? Sus ataques
suicidas afectan bastante más a los civiles que a los militares
estadounidenses.
Al–Qaeda
y el movimiento de resistencia iraquí
Por Michel Chossudovsky
La Haine,
23/09/05
Fuente:
Global Research
Traducción
de Natalia Litvina para CSCAweb
"Mire
usted, odio predecir la violencia, pero acabo de descubrir la
naturaleza de los asesinos. Este tipo, Zarqaui, un miembro de al–Qaeda
que estaba en Iraq, por cierto, antes de la caída de Saddam Hussein,
se encuentra todavía al máximo de sus capacidades en Iraq. Como bien
podrán recordar, parte de su plan operativo era sembrar la violencia
y la discordia entre los diferentes grupos en Iraq, a través del
asesinato a sangre fría. Y por eso hemos de ayudar a encontrar a
al–Zarqaui para que el pueblo de Iraq pueda tener un brillante
futuro.” (George
W. Bush, Rueda de prensa, 1 de junio de 2004)
Las
fuerzas de EEUU están desarrollando un ataque masivo a la ciudad
norteña de Tall 'Afar, dirigido contra la resistencia iraquí. El
asedio de la ciudad, que incluye bombardeos aéreos ha resultado en
innumerables bajas civiles. Los bombardeos han creado una crisis
humanitaria caracterizada por el éxodo en masa, a punta de pistola,
de una gran parte de la población de Tall 'Afar, que cuenta con
300.000 habitantes.
Tanto
en la ciudad como en los campos de refugiados, las fuerzas de EEUU y
sus contrapartes iraquíes han desarrollado una operación "de
asalto y búsqueda", que ha aterrorizado a la población civil.
De naturaleza muy similar al asedio de Faluya, el ataque sobre Tall 'Afar
se identifica, casualmente, como una iniciativa conjunta
americano–iraquí para erradicar a los terroristas. Implica unos
6.000 soldados estadounidenses cargados de armamento y uns 4.000
efectivos iraquíes (peshmerga kurdos y miembros de las shiíes
Brigadas Badr).
Tall
'Afar se describe en los media como "un bastión de Al–Qaeda",
bajo el liderazgo de la mente terrorista Abu Musab Al–Zarqawi. La
ciudad está próxima a la frontera con Siria, y Siria se ve
identificada como facilitadora del movimiento de
"terroristas" hacia Iraq.
Las
tropas iraquíes y estadounidenses han declarado que "perseguirán"
a los llamados "luchadores extranjeros", quienes son
"mayoritariamente como extremistas religiosos y fanáticos sunníes".
Si
bien los medios de comunicación se centran en la presencia de
"luchadores extranjeros", la mayoría de los guerrilleros de
la Resistencia en Tall 'Afar son iraquíes. No se ha dado aún ninguna
información sobre detenciones en masa de guerrilleros extranjeros
(tal y como refleja la declaración del Coronel Robert Brown,
publicada por el Departamento de Estado de los EEUU, en el Servicio de
Noticias del Estado, 14 de septiembre de 2005)
Se
estiman unos 400–500 guerrilleros iraquíes. Los informes sugieren
que la mayoría de los guerrilleros han abandonado ya la ciudad:
"Se
estima que el 90% de los residentes han abandonado sus hogares debido
a la violencia y la destrucción que está provocando el asedio, así
como para evitar los asaltos a sus viviendas o a los francotiradores.
El
modelo de Faluya se está volviendo a aplicar, aunque en menor
escala... Mientras los militares de EEUU proclaman haber matado a 200
"terroristas" en la operación, informes de campo aseguran
que la mayoría de los guerrilleros que estaban en la ciudad la
abandonaron hace tiempo para evitar el enfrentamiento directo con la
aplastante maquinaria militar (una premisa básica de la guerra de
guerrillas)." (Dahr
Yamail, www.globalresearch.ca)
Los
militares de EEUU han identificado la región del Eúfrates como
"un bastión de Zarqaui" y planea, según el New York Times,
lanzar operaciones semejantes sobre otras ciudades en las próximas
semanas:
"Oficiales
de alto rango en el Pentágono e Iraq afirman creer que el señor
Zarqaui y el 'centro de gravedad' de la insurgencia es ahora en los márgenes
y ciudades del valle del Eúfrates cerca de la frontera con Siria.
Los
mandos afirman que aplastarán el liderazgo de Zarqaui y a los
insurgentes iraquíes en estas áreas. Durante el verano y primavera,
marines y fuerzas del ejército de tierra han realizado asaltos sobre
estas mismas ciudades, confiscando armas y matando a montones de
insurgentes. Pero muchos combatientes desaparecieron en las áreas
rurales, donde no existen suficientes tropas de la coalición para
mantener una presencia constante en los pueblos.
Los
mismos mandos anuncian que las nuevas ofensivas en la provincia de
Anbar en las próximas semanas seguirán el modelo del asedio de Tall
'Afar, que ha precisado de 8.500 soldados de EEUU e iraquíes." (New
York Times, 17 de septiembre de 2005)
De
acuerdo con United Press International (UPI), cientos de familias de
la ciudad de Samara, a la orilla del Tigris, están abandonando la
ciudad (18 de septiembre), siguiendo el anuncio del Ministro de
Defensa Iraquí. Saadoun Al–Duleimi, avisando del plan de ataque
militar sobre la ciudad, "para limpiarla de terroristas".
Apagón
mediático
Ha
habido un apagón virtual acerca de lo que está ocurriendo en Tall 'Afar.
La crisis humanitaria y la grave situación de los civiles no es
objeto de debate ni de la atención de los media. Mas aún, los
periodistas "empotrados" en la zona de guerra no ofrecen
detalles sobre la naturaleza exacta de la operación militar. De
hecho, parece que incluso la prensa "empotrada" ha sido
excluída. La mayoría de los informes que emiten desde Iraq son sobre
los ataques suicidas en zonas de poblacióni shií, que han producido
alrededor de 200 víctimas.
Sin
evidencia alguna, estos ataques suicidas se describen como parte de la
"contraofensiva" de Musab Al–Zarqaui, como "actos de
venganza" de los ataques sobre Tall 'Afar.
En
un texto publicado en un misterioso sitio web, se afirma que Al–Zarqaui
ha lanzado una guerra total contra la mayoría Shií como respuesta
contra los ataques a los sunníes en Tall 'Afar:
"Abu
Musab al–Zarqaui, líder de al–Qaeda en Iraq, parece haberlos
reivindicado (los ataques suicidas), anunciando en un sitio web que
"la batalla para vengar a los sunníes de Tall 'Afar ha
comenzado"
En
una lógica pervertida, se quiere presentar Tall 'Afar como parte de
una "guerra sectaria" entre shiíes y sunníes, en la que
los militares de EEUU y la "comunidad internacional" se
presentan como mediadores. Sin embargo, Tall 'Afar es una ciudad
predominantemente de etnia turcomana. El 30 por ciento de su población
turcomana es shií, así como lo son las víctimas de la operación
militar liderada por EEUU (véase Irish Times, 14 de septiembre de
2005). Así, los comunicados vía internet de Zarqaui que anuncian
"la batalla para vengar a los sunníes" parecen contradecir
la composición demográfica de la ciudad que incluye una
significativa porción shií y donde los árabes sunníes son una
minoría.
El
último año, el gobierno turco había presionado a los EEUU para que
no intervinieran militarmente en Tall 'Afar:
"Turquía
cesará la colaboración con EEUU en Iraq en caso de que los ataques
sobre turcomanos continúen" , afirmó el ministro turco de
Asuntos Exteriores Abdullah Gul (Agencia de noticias Anatolia, Ankara,
15 de septiembre de 2004)
Como
consecuencia, la operación militar planificada directamente contra la
población turcomana de Tall 'Afar fue retrasada. Existen indicios de
que la operación de septiembre de 2005 ha sido aprobada por las
autoridades turcas.
La
mente terrorista de Al–Zarqaui, que personifica la insurgencia, se
presenta como el mayor obstáculo a la democracia en Iraq.
Mientras
tanto, el papel de las fuerzas de ocupación de EEUU y sus
innumerables atrocidades apenas reciben cobertura si la reciben.
"Los terroristas aún son altamente operativos". La tarea de
la "fuerza multinacional" liderada por EEUU es
"prevenir y detener el terrorismo".
"Posible
peligro" y "al–Qaeda en Iraq"
Los
media, al unísono, presentan a "Al–Qaeda en Iraq" bajo el
liderazgo de Al–Zarqaui como responsable de los recientes ataques
suicidas, sin mencionar apenas que Al–Qaeda es una creación de los
servicios de inteligencia de EEUU. Esta relación está reconocida por
la CIA y documentada en numerosos estudios.
Un
informe reciente relativo a una operación secreta del Pentágono,
ahora discutido en el Congreso de los EEUU, arroja no tan solo serias
dudas sobre la versión oficial del 11–S, sino sobre toda la
argumentación de la "guerra contra el terror". En el caso
de Iraq, la argumentación se basa en presentar al movimiento de
resistencia como "terroristas":
"De
acuerdo con el teniente coronel en la reserva, Anthony Shaffer, un
proyecto secreto de alto nivel del Pentágono, llamado 'Peligro
Posible', había identificado a Atta y a otros tres de los
secuestradores del 11–S como miembros de una célula de Al–Qaeda,
tres años antes de los ataques.
'Peligro
Posible' fue una operación de 18 meses de duración, según Shaffer,
encargada de "desarrollar información sobre Al–Qaeda a escala
global", y usar técnicas de minado de datos para buscar
"pautas, asociaciones y enlaces". Afirmó que el mismo había
clasificado los nombres de los cuatro secuestradores a mediados de
2000". (Véase Daniele Ganser, Operation Able Danger, www.globalresearch.ca)
Los
efectivos de Al–Qaeda, incluyendo al líder de la operación del
11–S, Mohamed Atta, habían estado bajo supervisión directa del ejército
e inteligencia de los EEUU al menos un año antes del 11–S, como
parte de una operación secreta del Mando de Operaciones Especiales
del Pentágono (SOCOM en inglés)
"Peligro
Posible" confirma lo que ya se sabía y estaba documentado. La
versión oficial del 11–S, tal y como la ofrece la comisión del
11–S es una forma de encubrimiento.
"Contragolpe"
Tales
revelaciones también desmontan la idea del "contragolpe",
en concreto que Al–Qaeda, creada por la CIA durante la guerra
afgano–soviética se había vuelto contra sus financiadores, los
EEUU. Éstos aún están participando activamente en el control del
dispositivo de inteligencia de Al–Qaeda, en el contexto de una
operación secreta del Pentágono.
Más
aún, las revelaciones al respecto de la operación "Peligro
Posible" tienen una relación directa sobre nuestra comprensión
de Al–Zarqaui y los supuestos atentados suicidas de Al–Qaeda en
Iraq. ¿Acaso estas operaciones de Al–Qaeda en Iraq se encuentran
también bajo la vigilancia del Pentágono?
Los
numerosos nexos documentados entre la CIA y la red del terrorismo
islamista ofrecen dudas sobre los informes de los mass–media, que
presentan a "Al–Qaeda en Iraq" liderada por Al–Zarqaui
como una organización paramilitar independiente que lucha contra las
fuerzas de EEUU.
En
otras palabras, si Al Qaeda en Iraq, su aparato de información, está
(indirectamente) controlado por el Pentágono y la CIA, no puede
constituir un auténtico movimiento de Resistencia dirigido contra la
ocupación militar estadounidense. Tal dispositivo de inteligencia, en
el caso de Iraq, es un instrumento de las fuerzas ocupantes.
¿Forma
parte "Al–Qaeda en Iraq" del movimiento de resistencia
contra la ocupación liderada por EEUU o está siendo utilizada por
EEUU para debilitar el auténtico movimiento de resistencia, al mismo
tiempo creando divisiones en la sociedad iraquí?
Los
atentados suicidas
¿Qué
papel tienen los atentados suicidas dirigidos por Al–Zarqaui? Sirven
para presentar el movimiento de resistencia como terrorista. Socavan
el apoyo público en Iraq hacia la resistencia contra la ocupación
estadounidense. El movimiento, compuesto de diferentes grupos, se
caracteriza por una guerra de guerrillas que toma como objetivo
directamente a los militares de EEUU.
Las
informaciones que vierten los media, que se centran en la labor de
Al–Zarqaui y Bin Laden, sirven para distorsionar el movimiento de
Resistencia, presentando a los insurgentes como atacantes de civiles:
"Al–Qa'ida
ha demostrado ser una banda sectaria sin piedad", declarando la
guerra contra los shiíes iraquíes, declaraba el diario libanés
"Daily Star" el 17 de septiembre de 2005, al respecto de la
reciente declaración de Abu Musab Al–Zarqaui, "lo que
demuestra que Al–Qaeda ha perdido toda posible pretensión de moral
o de poseer objetivos nobles o racionales".
"El
líder de Al–Qa'ida en Iraq, Abu Musab al– Zarqaui, asumió la
responsabilidad de la última ola de violencia y declaró la guerra
total contra los shiíes.
Pidiendo
ayuda internacional, el presidente de Iraq, Yalal Talabani, dijo que
su país "no dudaba en decir pública y francamente que estaba en
gran necesidad de (...) apoyo para nuestros esfuerzos para luchar
contra el terrorismo" (The Australian, 17 de septiembre de 2005)
"En
Iraq, cuatro suicidas desarrollaron nuevos ataques, matando a 31
personas y cerrando una cifra total en dos días de 200 muertos, al
mismo tiempo que el líder de Al–Qaeda en Iraq, Abu Musab Al–Zarqaui,
buscaba inflamar las divisiones étnicas y religiosas entre los árabes
sunníes y shiíes. Sin embargo, los militares de EEUU confían en que
las recientes operaciones contra Al–Qaeda en Iraq han tenido éxito
pese a la reciente violencia."
Las
noticias de la noche de la CBS (15 de septiembre) informaba que se había
dado "una brutal muestra de la declaración de guerra de Abu
Musab Al–Zarqaui contra los shiíes que controlan el gobierno en
Iraq. La página web de Al–Zarqaui afirma que la carnicería de
Bagdad es una venganza por el asalto de tropas de EEUU e iraquíes
sobre la ciudad de Tall 'Afar, cerca de la frontera siria, un nido de
operaciones insurgentes en el norte de Iraq, donde los militares
estadounidenses afirman han logrado un dramático número de éxitos"
(Frontrunner, 16 de septiembre de 2005)
"Los
ataques se dieron cuando los líderes iraquíes afirmaban haber
finalizado una constitución, y cuando la rama iraquí de Al–Qaeda
había prometido venganza al respecto de una operación de EEUU y
fuerzas iraquíes en la ciudad de Tall 'Afar en el noroeste. La
cantidad de bajas de los ataques fue, posiblemente la más alta en la
capital desde marzo de 2003, y uno de los ataques un ataque suicida
en el norteño barrio bagdadí de Kadhimiya, predominantemente shií,
acabó con 117 personas– ha sido el segundo más mortífero en ese
periodo. Los testigos aseguran que estaba dirigido a crear tanto daño
a los civiles como fuera posible "(Financial Times, 15 de
septiembre de 2005)
Conclusiones
¿Han
creado los EEUU , como parte de una operación encubierta de
inteligencia, un falso "movimiento de resistencia" construído
con sus propios "terroristas" de Al–Qaeda? Sus ataques
suicidas afectan bastante más a los civiles que a los militares
estadounidenses.
Los
atentados suicidas tienden a alimentar las divisiones sectarias no sólo
en Iraq, sino en todo Oriente Medio. Sirven a los intereses de
Washington. Contribuyen a socavar el desarrollo de un movimiento de
resistencia más amplio, que una a shiíes, sunníes, kurdos y
cristianos contra la ocupación ilegal de su patria iraquí. Así
mismo intentan crear a nivel internacional divisiones en el movimiento
pacifista y contra la guerra.
Mas
aún, la campaña de desinformación también afecta a la prensa iraquí
y de Oriente Medio. Se pretende interpretar los supuestos comunicados
de Al–Zarqaui publicados en internet como incuestionables. La
amenaza de Zaraqui a los shiíes se considera genuina, y los lazos
entre Al–Qaeda en Iraq y la inteligencia de EEUU apenas se
mencionan.
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