Irán
recibe Iraq como un 'regalo' de EEUU
Por
Raghida Dergham (*)
Al-Hayat, 26/09/05
IraqSolidaridad, 20/10/05
Traducido por Paloma Valverde
"Damasco
y Teherán están en disputa gracias a sus diferentes 'agendas'
respecto al país ocupado. Siria está alentando la resistencia armada
con el objetivo de que el experimento estadounidense fracase en Iraq y
de que este país no logre alcanzar un estatuto de socio de EEUU. En
suma, Siria anhela el fracaso estadounidense en Iraq. Por el
contrario, Irán apoya el éxito del experimento estadounidense en
Iraq porque ciertamente es de su interés."
Irán
y Siria son actualmente los dos polos principales del interés y del
nerviosismo internacionales por dos razones completamente distintas en
términos del tipo de interés y de las fuentes de ansiedad. Ambos países
están al borde de una confrontación basada en las distintas
posiciones que ocupan regional e internacionalmente. Teherán está en
el asiento delantero, lleva las riendas de la iniciativa, los
dirigentes europeos le suplican y la Administración estadounidense
espera que se comporte de forma razonable y que coopere. Por el
contrario, Damasco va en el asiento trasero esperando los veredictos,
aislada regional e internacionalmente del mapa político del mundo árabe
y de Oriente Medio.
El
común denominador entre ambos países es Líbano e Iraq con
estrategias que podrían ser consideradas, en la práctica, contrarias
una a otra. Irán parece ser un Estado más importante y fuerte que
todos los países árabes juntos, mientras que Siria presume de ser más
importante en lo relativo tanto a Iraq como a Líbano. Los próximos días
veremos un duro asalto, y las próximas semanas el borrador de un
nuevo mapa para la región. Esta fase coronará a Irán como el mayor
ganador y beneficiario de la guerra estadounidense contra Iraq no solo
en términos de su influencia dentro de Iraq sino en términos de la
capacidad nuclear que posee. Esos meses también probarán, además,
que las grandes decisiones relativas a la región están fuera del
control árabe, en parte debido a los flagrantes errores cometidos por
los dirigentes árabes, tales como los Estados represivos [que han
creado], y debido también al hecho de que el árabe no es la lengua
de los grandes jugadores en Oriente Medio, sino más bien el turco, el
persa y el hebreo.
Conversaciones
a puerta cerrada
Las
conversaciones en privado de los jefes de Estado y de gobierno en la
reciente cumbre de Naciones Unidas (NNUU) y de su 60 Asamblea General
estuvieron centradas en Irán, representada por su presidente Mahmoud
Ahmadi Nejad, y en Siria, que estuvo ausente. Las conversaciones sobre
Irán fueron nucleares mientras que las referidas a Siria fueron de
investigación debido a la relación de Siria con una investigación
internacional dirigida por el magistrado alemán Detlev Mehlis sobre
la identidad de los implicados en el asesinato del ex ministro libanés
Rafik Hariri. En sesiones privadas, los dirigentes árabes evitaron
prejuzgar la investigación, tanto los participantes libaneses como
los sirios. Sin embargo, fueron absolutamente claros a la hora de
afirmar que no habría cobertura árabe para cualquiera que Mehlis
demostrara que estuvo implicado en el asesinato de Rafik Hariri. Si
los resultados de la investigación acusan a una persona, sea de los
cuerpos de seguridad o de un régimen político, ningún dirigente árabe
o musulmán será capaz de oponerse a ello, y tendrán que anunciar su
apoyo al juicio de cualquiera que sea sospechoso de haber cometido el
crimen. Eso es lo que los dirigentes hablaron durante sus sesiones a
puerta cerrada.
La
importancia de esta posición es que no hay espacio para politizar los
resultados de la investigación, sea en nombre del arabismo, en contra
del arabismo, del plan israelí o de las ocultas intenciones
estadounidenses hacia la región. El Consejo de Seguridad de NNUU
consideró unánimemente el asesinato de Hariri como un acto de
terrorismo, pusieron al cargo de la investigación a un profesional y
le otorgaron un mandato sin precedentes mediante la resolución 1595
[del Consejo de Seguridad] [1]. Todos los Estados árabes consideraron
la resolución vinculante. Incluso Irán, que posee influencia sobre
Siria y, a través de este país, en Líbano, es totalmente consciente
de que no queda lugar para la negociación en la investigación de
Mehlis cuando éste emita sus pruebas y averiguaciones. A Irán le atañe
directamente la resolución 1559 [2], que exige el desarme de Hezbolá
y de otras milicias libanesas, puesto que Teherán mantiene relación
con aquélla organización. Sin embargo, Irán está tranquilo al
respecto de esta segunda resolución [mencionada] y no desea una
implicación directa en su contenido.
¿Qué
ocurrirá si Mehlis demuestra la implicación Siria en el asesinato de
Hariri? Muchos de los que se reunieron en Nueva York plantearon la
cuestión pero las respuestas fueron variadas. La pregunta está
ocupando la mente de los dirigentes árabes, algunos de los cuales se
han dado cuenta de repente de que ha llegado la hora de pensar sobre
el asunto. Algunos rápidamente diferenciaron entre procesar
individuos y procesar a un régimen, algunos esperaban un arreglo de
última hora, y otros hablaron de las capitales occidentales que se
preparan para la era post-Baaz en Damasco, con notable participación
de grupos e individuos sirios. Lo que no mencionaron fue la palabra
solidaridad: ninguno quiere aparecer posicionado contra la investigación
al haber mantenido los dirigentes en Nueva York el arabismo fuera de
la cuestión [del asesinato] de Hariri, mientras que la calle árabe
no será persuadida a manifestar su solidaridad en un asunto como
este. La opinión pública árabe no se dejará convencer por el
discurso de la agenda neoconservadora [estadounidense] para Siria si
la investigación diera como resultado una clara participación siria
en la muerte de Hariri.
Para
corroborar esto, todos hablaron de estar junto al pueblo sirio y
protegerlo de peligros, así como sobre la necesidad de evitar que
Siria se convierta en otro Iraq. Todos buscaban la manera de evitar
que Siria como país fuera castigado, incluso si el régimen está
implicado, puesto que en la estabilidad de este país hay implicada
una considerable cantidad de intereses y preocupaciones de los
dirigentes regionales e internacionales. Existe la determinación de
que Siria no caiga en el extremismo religioso, en el caos y la división,
y de que no sean excluidos elementos que pudieran ser necesarios para
un período de transición si la investigación llega a la conclusión
de exigir la caída del régimen de Damasco.
Las
'agendas' de Siria e Irán para Iraq
Israel
espera que Siria se desintegre y caiga en el caos y la división.
Israel trabajó con este objetivo y fracasó hasta que Damasco comenzó
a cometer errores inexcusables, empezando por su insistencia en otro
mandato de Emile Lahud, el presidente libanés, a pesar de los deseos
de los libaneses. El error de cálculo del dirigente sirio no se
limita a Líbano; incluye Iraq, y tanto al pasado como al presente. Si
Siria no se hubiera alineado con EEUU y los países árabes en la
Guerra del Golfo de 1991, quizás los Estados árabes habrían
constituido una parte en el equilibrio regional nuclear y de poder.
Siria sabía que su participación significaba eliminar a Iraq de la
ecuación militar cuando se produjera la confrontación con Israel,
pero Damasco se implicó porque pensó que Irán era su aliado.
Hoy,
según los conocedores de la relación sirio-iraní relativa a Iraq,
Damasco y Teherán están en disputa gracias a sus diferentes agendas
respecto al país ocupado. Siria está alentando la resistencia armada
con el objetivo de que el experimento estadounidense fracase en Iraq y
de que este país no logre alcanzar un estatuto de socio [partnership]
de EEUU. En suma, Siria anhela el fracaso estadounidense en Iraq. Por
el contrario, Irán apoya el éxito del experimento estadounidense en
Iraq porque ciertamente es de su interés.
Las
especulaciones sobre la guerra de ocupación [de Iraq] podrían haber
otorgada a Israel el balance más favorable en su dimensión externa,
pero los beneficios de Irán son igualmente suculentos. Es más, la
baza iraquí actualmente está entre las más fuertes de Irán tras la
instalación de un gobierno proiraní en Iraq [3] y una que Teherán
ganara presencia sobre el terreno de su vecino iraquí bajo la
protección estadounidense y británica.
Así,
el ministro de Exteriores saudí, príncipe Saud al-Faysal, declaró a
los dirigentes de la elite estadounidense durante una reunión del
Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York que los iraníes ahora
están presentes en Iraq a gran escala [4]. Las plazas aseguradas por
estadounidenses y británicos son abiertas por los iraníes, que
ofrecen dinero y armas a las milicias [confesionales chiíes]. Saud
al-Faysal pronunció ante el Consejo palabras del alcance de
"[...] nosotros e Iraq iniciamos juntos una guerra para evitar
que los iraníes entrasen en Iraq, mientras que vosotros [los
estadounidenses] les habéis dado permiso para hacerlo sin disparar un
tiro".
Irán
está hoy en Iraq, lo que resulta en cierta medida hostil para la visión
de EEUU sobre el país y el control de la Administración Bush sobre
el futuro de Iraq. Irán se ha convertido en un jugador permanente en
la escena, mientras que EEUU ejerce su influencia de manera efímera.
Tanto si ello era un objetivo buscado o ha sido el mero resultado de
los errores estadounidenses en Iraq, este país es hoy la principal
fuente de capital para Irán en todos los sentidos, desde la
estrategia política relativa al petróleo, pasando por el programa
nuclear de Teherán y el liderazgo regional.
El
mismo EEUU que apoyó a Sadam Husein en una guerra por el liderazgo
[regional] contra Irán y que le armó y le hizo creer que él era el
mejor amigo de EEUU en la zona, emprendió después una guerra para
derrocarle y ahora entrega Iraq y su liderazgo regional a Irán y al
hijo de la revolución de Jomeini en bandeja de plata.
El
buen negocio de Irán
Irán,
independientemente de quien lo dirija, es un sabio y habilidoso
negociador político. Además, no habrá enfrentamiento militar entre
Irán y EEUU. El CS no impondrá sanciones a Irán. Teherán no
renunciará a su investigación y desarrollo nucleares, e Israel no
atacará las instalaciones nucleares de Irán como hizo con las de
Iraq hace más de dos décadas.
Irán
tiene la carta del petróleo, tanto en términos de precios como de
las necesidades energéticas de China e India. Esta es una alianza
basada en la necesidad; Irán está aliada con los compradores de petróleo
chinos sin enfrentarse a los negociadores europeos que ruegan que su
posición no mejore. Teherán entiende perfectamente el juego de
retroceder a tiermpo con los estadounidenses, quienes al fin y al cabo
han ayudado a establecer en Bagdad un régimen al servicio de los
intereses presentes y futuros de Irán. Es más, Irán sabe
perfectamente que la ecuación política internacional implica un
"toma y daca", y que hay ser capaces de identificar asuntos
sobre los que no puede haber compromiso y asuntos que pueden implicar
sacrificios. Irán está presentando [el desarrollo] de su capacidad
nuclear, a Iraq y al petróleo en la primera de esas dos categorías.
Sus diferencias con Israel pueden mantenerse en la forma de un apoyo
irrelevante a la cuestión palestina o a la causa árabe, o en
diferencias ideológicas que no son preciso llevar al extremo. Sin
embargo, la agresión [israelí] contra Irán supone una línea roja.
Si Europa y EEUU ofrecen garantías de que Israel será claramente
advertido de que no ataque a Irán, Teherán estará presto a
abandonar la carta de Hezbolá en Líbano [5].
Hezbolá
es la más débil de las valiosas cartas de Irán, y el precio
necesario que habrá de pagar para cerrar un buen negocio. Iraq es la
materia prima, puesto que Irán posee gran influencia allí y tiene a
la Administración estadounidense agarrada por el cuello. Iraq es el
precio que EEUU y Reino Unido han pagado a Irán, que ha transformado
este país en su primer escudo para proteger su capacidad nuclear.
Irán
se ha convertido en un jugador nuclear. Esto es una realidad que otros
deben prepararse para reconocer en el futuro. Los árabes, que han
lanzado guerras por, con y contra Iraq, con un pretexto u otro, se
encuentran hoy lamentándose, regañándose y quejándose en otra página
de su historia de sorpresa, miedo y traición.
Los
días y semanas venideros nos traerán sorpresas que pondrán en
evidencia a todos aquellos que utilizaron las guerras y los asesinatos
como modelo para escribir nuestra desgraciada historia árabe, en
nombre del poder y para beneficio de ciertos dirigentes, o como el
pago de una seguridad que es importada y no hecha en casa.
Notas
de IraqSolidaridad:
(*)
Raghida Dergham (Beirut, 1953) es la corresponsal diplomática del
diario al-Hayat en EEUU.
1.
La resolución 1595 fue adoptada por el CS de NNUU el 7 de abril de
2005 por presión estadounidense y francesa. En ella se establece la
creación de una comisión de investigación internacional
independiente que, establecida en Líbano, asista a las autoridades
libanesas en sus investigaciones sobre el asesinato de Hariri, muerto
en atentado en Beirut en febrero de 2005. El texto completo puede
verse en inglés en: http://daccessdds.un.org. El 5 de octubre de 2005
Mehlis dio por concluida su investigación sin haberse hecho público
informe alguno al respecto y abandonó Líbano. El primer ministro
libanés, Fuad Siniura, solicitó de inmediato que dicha investigación
sea elevada a la judicatura libanesa y volvió a reclamar que NNUU
siga interviniendo para concluir la investigación hasta el fin del
proceso. Fuentes diplomáticas libanesas han declarado que la
investigación de NNUU inculpará muy probablemente a altos cargos
sirios por el asesinato de Hariri. Las mismas fuentes señalan que tal
medida situará a Siria bajo una mayor presión internacional para que
entregue a algunos sospechosos ante un eventual juicio e intensificará
los llamamientos para que dimita el presidente libanés, Emile Lahud,
creándose con ello mayor inestabilidad interna en Líbano que la
creada por el propio asesinato de Rafik Hariri. Responsables del
gobierno sirio han asegurado que Siria ha colaborado con la comisión
de investigación de NNUU y que no se ha hallado ningún sospechoso
sirio. Los resultados de la investigación no se harán públicos
hasta finales de octubre.
2.
La resolución 1559 fue adoptada por el CS de NNUU el 2 de septiembre
de 2004 igualmente bajo presión de EEUU y Francia. El texto exige la
retirada de las tropas sirias de Líbano (establecidas formalmente y
con la aprobación estadounidense y francesa desde la firma de los
Acuerdos de Taif de 199, que pusieron fin a la guerra civil libanesa y
como compensación al papel jugado por Siria en la Guerra del Golfo).
Asimismo la resolución llama a que Siria ponga fin a la intervención
en los asuntos internos de Líbano. Igualmente, llama a las milicias
libanesas, incluido Hezbolá a que se desarmen. El texto completo en
inglés puede verse en: http://daccessdds.un.org. Tras el asesinato de
Hariri en febrero de 2005, EEUU y Francia presionaron fuertemente para
la aplicación parcial de esta resolución: Siria retiró, no sin
controversia, sus tropas y otros cuerpos de seguridad instalados en Líbano
en el curso del mes de abril y mayo de 2005 mientras en Líbano se abría
una profunda crisis política interna aún no concluida. Por el
contrario, Hezbolá no ha sido requerido al desarme sino formalmente.
Antes al contrario, la organización, que está integrada en el nuevo
gobierno, habría recibido el reconocimiento de la Administración
estadounidense como así se filtró en prensa árabe a comienzos de
verano.
3.
La fuerte intervención de Irán se afirma incluso con votantes-
favoreció el triunfo de la lista conjunta de las formaciones
confesionales chiíes, muy vinculadas a ese país, ad-Dawa y el
Congreso Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, en as elecciones
de enero de 2005, que los tradicionales aliados iraquíes de EEUU
pidieron a la Administración Bush aplazara.
4.
Véase la valoración de Abdel Bari Atwan en su artículo traducido en
IraqSolidaridad: Una 'reconciliación' iraquí no nacional
5.
Muy significativamente, en sintonía con los intereses de Irán en
Iraq y de las formaciones confesionales chiíes iraquíes, el gran
ayatolá Mohammad Hussein Fadlallah, máxima autoridad religiosa chií
de Líbano y líder espiritual de Hezbolá, llamaba a los chiíes
iraquíes al voto positivo al borrador de Constitución en el referéndum
del 15 de octubre, considerándolo una "responsabilidad islámica"
(al-Jazeera, 6 de octubre, 2005).
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