Cómo
EEUU suprime los derechos de la mujer
Por
Ghali Hassan
www.globalresearch.ca
/ Rebelión, 25/10/05
Traducido
por Paloma Valverde
Antes
de la llegada de las tropas estadounidenses, las mujeres iraquíes
eran libres de ir a donde quisieran y de llevar la ropa que les
gustaba. La constitución iraquí de 1970 dio a la mujer iraquí una
igualdad y libertad sin parangón en el mundo musulmán. Desde la
invasión estadounidense los derechos de las mujeres iraquíes han
descendido a los niveles más bajos en la historia de Iraq. Con la
nueva constitución creada por Estados Unidos [EEUU], al mismo tiempo
que el baño de sangre diario aumenta, los derechos de las mujeres serán
oprimidos y el papel de la mujer en la sociedad iraquí reducido y
relegado al cuidado de los "niños y ancianos".
Inmediatamente
después de la invasión, EEUU se dedicó a cultivar la amistad de
grupos religiosos y clericales. El objetivo era la destrucción total
de los movimientos nacionalistas, incluidos los movimientos por los
derechos de las mujeres, para reemplazarlos con fanáticos religiosos
expatriados y criminales a expensas de Irán, EEUU y Reino Unido.
Entre tanto, EEUU actuaba para acabar con cualquier oposición o
disidencia iraquí frente a la ocupación.
La
creación de los escuadrones de la muerte paramilitares – desde el
SCIRI hasta las milicias de Al– Da’wa– ligados al actual
gobierno títere y a Irán– han aterrorizado a las comunidades
seculares iraquíes y asesinado a un gran número de prominentes políticos
iraquíes y profesionales (véase Robert Dreyfuss – Death Squads and
Diplomacy). Mediante la utilización de un grupo contra otro EEUU está
celebrando la violencia actual y la prevista guerra civil mientras sus
corporaciones trasvasan los recursos y activos iraquíes.
Durante
su temporada en Bagdad como procónsul estadounidense Paul Bremer
aparecía a menudo con grupos de mujeres pro–ocupación para
fomentar el mito de que EEUU está "liberando a las mujeres
musulmanas" mientras que, al mismo tiempo, aprobaba leyes que
iban en detrimento de los derechos de las mujeres. Al igual que George
Bush y Tony Blair, Paul Bremer no es un feminista, pero utiliza la retórica
feminista para reforzar el imperialismo occidental. "Ya sea en
manos de hombres patriarcales o feministas, la idea de feminismo sirve
esencialmente para justificar el ataque contra sociedades nativas y
apoyar la noción de una total superioridad de Europa (y de EEUU)"
, escribió Leila Ahman, profesora del Departamento de Estudios de la
Mujer y experta en Género de la Universidad de Harvard. Por lo tanto,
el feminismo sirve de "ayuda de cámara al colonialismo" añadió
Ahmed.
Desde
marzo de 2003, las mujeres iraquíes han sido brutalmente atacadas,
secuestradas e intimidadas para evitar su participación en la
sociedad iraquí. Las antiguas leyes de igualdad y libertad han sido
sustituidas por leyes medievales que separan a las mujeres de sus
derechos y las colocan en la misma situación opresiva que viven las
mujeres en Afganistán, la nación que EEUU invadió para
"liberar" a sus oprimidas mujeres. La constitución iraquí
de 1970 no es solo la constitución más progresiva del mundo árabe
sino además la más equiparadora. Los iraquíes son mencionados solo
como "ciudadanos" y los derechos de la mujer iraquí están
específicamente protegidos.
En
diciembre de 2003 el Consejo de Gobierno Iraquí (CGI) nombrado por
EEUU, constituido fundamentalmente por el actual gobierno títere,
aprobó la resolución 137 que sustituye las leyes de estatus personal
de 1959 por leyes religiosas, las cuales son interpretadas y aplicadas
por expertos religiosos de distingos grupos religiosos que difieren en
la interpretación de las leyes islámicas. Las leyes pueden afectar a
los derechos de la mujer a la educación, al empleo y libertad de
movimiento, al divorcio, a la custodia de los hijos, y a las
herencias. De los 55 miembros del Comité constitucional, que
supuestamente redactó el borrador de la nueva constitución– bajo
control estadounidense–, solo el 17 por ciento son mujeres. Como en
las elecciones de enero, el borrador de la constitución carece de una
falta de participación pública antidemocrática. En medio de la
escalada de violencia se les pide a los iraquíes que voten una
constitución que no comprenden. Muchos iraquíes creen que la
"nueva constitución debilita el estado y fortalece la religión
dentro del gobierno", lo que puede ser utilizado para suprimir
los derechos de las personas –y la libertad en general– y los
derechos de la mujer en particular. Su objetivo principal es legitimar
la ocupación y el gobierno títere. Los iraquíes, las mujeres en
particular, no necesitan una constitución: necesitan paz y seguridad.
Con
el gobierno anterior, "las mujeres iraquíes disfrutaron de
algunas de las más modernas leyes en el mundo musulmán, con un código
civil que prohibía el matrimonio a los menores de 18 años, el
divorcio arbitrario y la preeminencia del hombre en la custodia de los
hijos y los litigios por herencia". Como detalladamente describe
Pamela Constable del Washington Post, "Saddam no alteró esos
derechos, pero el CGI nombrado por EEUU ha aprobado la eliminación de
esos derechos". Es de resaltar que debido a la participación de
la mujer en la sociedad iraquí el moderno Iraq fue un importante
centro cultural antes de la invasión. Exportó educación, incluidas
las artes y las ciencias, al resto del mundo árabe.
Desgraciadamente,
en ningún otro espacio las mujeres iraquíes ha sido más
traicionadas que entre los grupos de mujeres de Oriente Medio. Karen
Hughes, la subsecretaria de Estado y asesora personal de Bush, viajó
como amiga para vender la guerra a las dictaduras de Oriente Medio y
aleccionarles sobre los derechos de las mujeres. Su viaje estuvo
marcado por los encuentros amistosos frente a audiencias llenas de
mujeres pro–EEUU y de grupos que recibían dinero de EEUU, sobre
todo en forma de intercambio de estudiantes. Tan vergonzoso como fue,
aquellas mujeres no tenían ninguna preocupación por el sufrimiento
de sus hermanas en Iraq y se mantuvieron en silencio pese a la opresión
que ellas mismas padecen bajo regímenes despóticos.
Solo
entre las mujeres turcas se ha hecho notar la oposición a la guerra,
incluso antes de la ocupación. Cuando [Karen] Hughes fue a Turquía,
las mujeres turcas cambiaron el orden del día y hablaron de los
derechos de la mujer y de democracia. Según el Washington Post, Fatma
Nevin Vargun, una mujer activista de los derechos de la mujer, le dijo
a Hughes: "La guerra elimina por completo los derechos de la
mujer, la pobreza es la consecuencia de la guerra y son las mujeres
quienes pagan el precio". Vargun también denunció la detención
de Cindy Sheehan en una manifestación contra la ocupación.
Hoy
en día muchas mujeres iraquíes han sufrido abusos, han sido
torturadas y violadas por las fuerzas estadounidenses. Un gran número
de mujeres iraquíes continúan aún en prisiones gestionadas por EEUU
sin acusación y sin derecho a un abogado. Dos prominentes científicas
iraquíes, la Dra. Rihab Rashid Taha, bióloga, y la Dra. Huda Salih
Mahdi Ammash, microbióloga, continúan aún en la cárcel desde la
invasión sin acusación alguna. Los ex jefes de inspectores de
Naciones Unidas, David Kay y Hans Blix, han cuestionado las continuas
detenciones de los científicos iraquíes, incluidas la de las dos
mujeres, por las fuerzas estadounidenses.
La
constante detención de científicos, sin acusación y sometidos a
aislamiento, viola la legislación internacional, afirma la organización
de derechos humanos, Amnistía Internacional (AI). "Las mujeres
han estado sometidas a amenazas sexuales por miembros de las fuerzas
lideradas por EEUU y algunas mujeres detenidas ha sido sometidas a
abusos por miembros de las fuerzas estadounidenses, probablemente
violadas", añadió AI en su informe de febrero de 2005. Dado el
interés de AI en el tratamiento de los detenidos y en las condiciones
de las cárceles, uno puede esperar que AI sea más contundente y no
solo [actúe] de cara a la galería.
“Los
detenidos no tienen derecho a un abogado ni se les da información
acerca del motivo de su detención o de las pruebas existentes
relacionadas con la detención", manifestó ante el Tribunal
Internacional sobre Iraq en Estambul, Amal Kadhum Swadi, un destacado
abogado de Bagdad. "En el proceso, las mujeres iraquíes ha sido
violadas. Una mujer estuvo sangrando durante tres meses y las
violaciones continuaron. No la atendió ningún servicio médico. Los
medios de comunicación no mencionan estos sucesos ni el hecho de que
todo Iraq se ha convertido ya en una prisión", añadió Swadi.
En realidad, hay más cárceles en Iraq hoy que en ningún otro
momento de la historia de Iraq.
En
realidad, los medios de comunicación de masas occidentales, y los
movimientos de mujeres, están centrándose deliberadamente en el
papel del Islam en la nueva constitución ignorando que la ocupación
es el principal violador de los derechos de las mujeres iraqués. Iraq
ha sido una sociedad secular durante generaciones. Las mujeres iraquíes
están más ilustradas sobre el Islam que el resto de [las mujeres de]
las dictaduras vecinas que afirman vivir bajo las leyes del Islam.
Desde la ocupación estadounidense, las mujeres iraquíes comenzaron a
cubrirse la cabeza. Por contra, el porcentaje de mujeres iraquíes
vestidas al modo tradicional era mínimo antes de la invasión. La
brutalidad de la ocupación estadounidense y la naturaleza violenta
del ejército estadounidense han creado las condiciones perfectas para
la violencia actual contra las mujeres.
Todos
los hechos demuestran que la violencia ha aumentado de forma brutal
desde la invasión, porque sirve al principal objetivo estadounidense.
"Varios políticos (iraquíes del gobierno títere) han sugerido
ciertamente que EEUU está implicado en los asesinatos sectarios en
Iraq, fomentando la lucha sectaria con el objetivo de debilitar a la
nación iraquí y desestabilizar el país, lo que justificará su
permanencia militar allí", informó Al–Jazeera el 4 de octubre
de 2005.
La
violencia instigada por EEUU y las espantosas condiciones de vida
creadas por la ocupación han obligado a las mujeres iraquíes a
encerrarse a sí mismas en sus casas. E incluso en sus casas, las
mujeres iraquíes están menos seguras que antes de la invasión. Las
fuerzas estadounidenses, y sus colaboradores, siguen asaltando casas
iraquíes de día y de noche, junto con el terror y las violaciones de
los derechos humanos. Las mujeres iraquíes son detenidas y torturadas
no porque hayan hecho algo, sino para obligar a sus familiares
cercanos (maridos, hijos y hermanos) a colaborar con la ocupación e
informar sobre la lucha de la resistencia para defender la
independencia del Iraq y del pueblo iraquí.
EEUU
no es el "guardián" de los derechos humanos, como muchos
estadounidenses aún creen falazmente; EEUU se ha convertido en lo
contrario, en un creador de injusticia y miseria. El pueblo
estadounidense debe ser consciente del camino que su país está
tomando y de los crímenes que se comenten en su nombre contra gente
inocente en el mundo entero.
Sea
lo que sea lo que piensen los estadounidenses sobre su nación y los
crímenes que su gobierno cometa contra personas inocentes, "para
el pueblo de Iraq y para el resto del mundo, la tortura y las
violaciones de los derechos humanos servirán como un recordatorio del
implacable sadismo estadounidense contra aquellos que han tenido la
desgracia de vivir bajo un régimen de ocupación", escribió el
Dr. Joseph Massad de la Universidad de Columbia en Nueva York.
"La ocupación demuestra que el significado de la palabra
'libertad', que los políticos estadounidenses y los propagandistas
quieren imponer al resto del mundo, es nada más y nada menos que la
dominación violenta estadounidense, el racismo, al tortura, la
humillación sexual y todo lo demás", añadió el Dr. Massad. La
ocupación estadounidense de Iraq demuestra que la libertad no es la
palabra sobre la que se fundó EEUU.
La
única esperanza que les queda a los iraquíes para conseguir la
libertad es la total e inmediata retirada de las tropas
estadounidenses y de sus colaboradores de Iraq. La formación de un
gobierno iraquí, basado en la unidad nacional y la independencia,
debe hacer leyes legítimas y que garanticen los derechos humanos para
todos los iraquíes.
|
|