El Pentágono oculta
información sobre la muerte de mercenarios en Iraq
Unos 300 mercenarios
habrían muerto por ataques de la resistencia
Por Patrick Martín
World
Socialist Website, 25/10/05
IraqSolidaridad, 03/11/05
Traducido por Beatriz Morales
"Según 'The
Telegraph', que ha apoyado fervientemente tanto a la Administración
Bush como la guerra de Iraq, el Pentágono tiene razones políticas
para guardar silencio en relación con los asesinatos de Duluiya.
'Quizá los funcionarios estadounidenses suprimieron los detalles del
ataque del 20 de septiembre por temor a la reacción de la opinión pública
estadounidense, entre la que está disminuyendo el apoyo a la guerra',
escribió el periódico."
El incidente tuvo lugar
el 20 de septiembre en Duluiya, una ciudad sobre el Tigris [1], cuando
un convoy de mercenarios [2] de Kellogg Brown & Root (KBR), una
empresa subsidiaria de la corporación Hulliburton, se equivocó de
camino cuando se dirigía a una base militar. Según un reportaje de
un periódico británico conservador, The Daily Telegraph de 22 de
octubre, "[...] mientras los camiones trataban desesperadamente
de dar la vuelta, docenas de resistentes árabes sunníes, que empuñaban
lanza-misiles y rifles automáticos, emergieron de sus casas".
Dos mercenarios murieron en el tiroteo que hubo a continuación. Otros
dos sobrevivieron a los disparos iniciales, pero luego fueron sacados
a rastras fuera de los camiones, obligados a arrodillarse en la calle
ante los habitantes y ejecutados. Sus cuerpos fueron quemados. Los
residentes empezaron a aplaudir y a cantar en apoyo a la resistencia,
y echaron paja y otros materiales inflamables al fuego. Otros dos
mercenarios sobrevivieron al ataque y fueron rescatados por soldados
estadounidenses.
La violencia de Duluiya
revela mucho más acerca de los verdaderos sentimientos del pueblo
iraquí -odia a las fuerzas de ocupación estadounidenses y a sus
sirvientes civiles- que los votos emitidos en el referéndum
organizado por la Administración estadounidense y su régimen títere
en Bagdad.
Faluya
La celebración popular
por las muertes de los mercenarios recuerda el ataque que mató a
cuatro mercenarios de [la empresa de seguridad] Blackwater Security en
Faluya en la primavera de 2004. La Administración y los medios de
comunicación estadounidenses dieron una enorme publicidad a aquel
suceso. El vídeo de los cuerpos ardiendo de los mercenarios fue
mostrado repetidamente en la televisión estadounidense con la
finalidad de describir a los resistentes iraquíes como salvajes.
(Nunca se ha emitido un video similar que muestre a civiles iraquíes
abrasados por los bombardeos estadounidenses.)
Faluya ha sido dos
veces el objetivo de invasiones totales, la primera vez en abril de
2004, justo después de que los mercenarios fueran asesinados, cuando
la resistencia combatió tan ferozmente que el Ejército
estadounidense se echaba atrás y negociaba un alto el fuego. El
segundo asalto, en noviembre-diciembre de 2004, [el Pentágono]
recurrió a un ataque masivo para arrasar la ciudad. Prácticamente
toda la población huyó de la ciudad y apenas ha regresado la mitad.
Según The Telegraph,
que ha apoyado fervientemente tanto a la Administración Bush como la
guerra de Iraq, el Pentágono tiene razones políticas para guardar
silencio en relación con los asesinatos de Duluiya. "Quizá los
funcionarios estadounidenses suprimieron los detalles del ataque del
20 de septiembre por temor a la reacción de la opinión pública
estadounidense, entre la que está disminuyendo el apoyo a la
guerra", escribió el periódico. El ataque ocurrió a menos de
un mes del referéndum sobre la nueva Constitución iraquí, en un
periodo en el cual la Administración Bush tenía dificultades para
afirmar que se estuvieran haciendo grandes progresos para pacificar el
país. The Telegraph añadía que, a pesar del optimismo oficial, las
condiciones en el [denominado] "Triángulo sunní" se
estaban haciendo más difíciles para la ocupación. Los combatientes
tanto iraquíes como extranjeros podían moverse por la región con
mayor libertad, basándose en el apoyo popular de ciudades como
Duluiya. "Si los estadounidenses no tapan estos agujeros, no
parece posible que se pueda ganar la guerra. Las esperanzas de
progreso se hacen más remotas. La resistencia en la provincia
oriental de Saladino se está haciendo más intensa, más mortífera y
más sofisticada", indicaba el periódico: "Hasta las
patrullas de rutina resultan muy peligrosas".
Una realidad que se
desmorona
Un portavoz del Ejército
estadounidense confirmó los detalles del incidente después de que se
publicara en Londres la noticia sobre Duluiya, pero no dio
explicaciones de por qué había transcurrido más de un mes desde que
se hizo pública la noticia. Según se calcula, desde que empezó la
guerra en Iraq en abril de 2003 han muerto en este país un total de
320 mercenarios civiles no iraquíes [3].
Un factor fundamental
en relación con la decisión de guardar silencio respecto al ataque
de Duluiya tiene que ver, indudablemente, con el desmoronamiento del
apoyo político estadounidense a la guerra. En los últimos diez días
ha habido una corriente constante de noticias desfavorables
relacionadas con Iraq. Esto ha sido completamente ensombrecido, dentro
del volumen de la cobertura estadounidense, por reportajes acerca del
referéndum y de la sesión del juicio a Sadam Husein y a varios de
sus colaboradores el pasado 19 de octubre. Pero son mucho más
significativos los indicios del deterioro de las condiciones sobre el
terreno.
El 14 de octubre el
diario The New York Times informaba de que funcionarios del Pentágono
han aumentado en un 20% la cantidad de fuerzas de seguridad iraquíes
que se calcula hacen falta para derrotar a la resistencia, de 270.000
a 325.000 hombres para 2007. Al menos sobre el papel, el número
actual de fuerzas de seguridad controladas por los estadounidenses es
de 356.000 hombres, mientras que 156.000 soldados estadounidenses [4]
se combinan con 200.000 militares y policías iraquíes, cuya lealtad
y efectividad son dudosas.
Al día siguiente, el
mando estadounidense en Bagdad publicó unas cifras que mostraban que
el número semanal de ataques de la resistencia había aumentado
constantemente desde abril de 2003 hasta el presente, lo que contradecía
las afirmaciones de que había habido progresos en la campaña militar
contra la aquélla. En febrero y marzo de 2004 los ataques [de la
resistencia] llegaron a 200 a la semana. La cifra se duplicó el año
pasado y continúa aumentando hasta llegar a 723 ataques en al primera
semana de octubre [5].
El 16 de octubre, The
Washington Post, otro periódico cuyos editoriales apoyan
fervientemente la guerra estadounidense, informaba de pasada de que
las guerrillas anti-estadounidenses operan abiertamente en la capital
iraquí. "En los bastiones de la resistencia, como el barrio de
Doura al sur de Bagdad", afirma el periódico, "centenares
de hombres armados se apoderan de las calles".
Cuatro días después
la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, declaró al
Comité de Relaciones Exteriores del Senado que los soldados
estadounidenses podrían seguir luchando en Iraq indefinidamente. Se
negó a declarar que los soldados estadounidenses podrían salir de
Iraq en cinco o incluso diez años. En respuesta a las preguntas de
los senadores que expresaban su pesimismo acerca del esfuerzo
realizado por Estados Unidos en Iraq, Rice reconoció, "Sí,
comprendo, puede que la cosa no funcione".
Notas
de IraqSolidaridad:
1.
Duluiya se encuentra en la provincia de Saladino.
2.
Contractor, traducido habitualmente como contratista, mercenario.
3.
278 según la lista parcial elaborada por Iraq Coalition Casualties
4.
El pasado jueves, 27 de octubre el portavoz del Pentágono, Lawrence
di Rita, informaba que EEUU tiene ahora en Iraq 161.000 combatientes.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: EEUU alcanza el máximo de
tropas en Iraq sin previsión de reducción en 2006
5.
Octubre ha sido el mes más mortífero para EEUU de 2005, con 76
soldados muertos en combate.
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