Sesión de Barcelona del Tribunal Internacional
sobre Iraq – La sociedad iraquí contra la ocupación: Testimonios (I)
La etapa de la Autoridad Provisional de la
Coalición
Tribunal Internacional sobre Iraq, mayo de 2005
IraqSolidaridad, 17/11/05
Trascripción de sala de Sinfo Fernández y del
árabe de Inés Royo, Ignacio Gutiérrez de Terán y Pedro Rojo
"No hay un solo ministerio en Iraq
que pueda tomar una decisión independiente, ni siquiera el de
Agricultura, que depende totalmente de las autoridades estadounidenses
y para el que se ha creado un proyecto que privatiza todo el sector
agrícola. Son los que ponen las normas. Incluso nuestra universidad
se rige por una ley que ha sido impuesta por los ocupantes. No hay
independencia alguna y además las personas que están ahora colocando
en puestos directivos y de responsabilidad han estado fuera del país
durante veinte, treinta años, y no trabajan bien porque no entienden
lo que pasa y no tienen experiencia ni capacidad para poder dirigir
una institución."
Sábado, 21 de mayo, 2005. Primera Sesión [1]
– Objeto de enjuiciamiento: Los Decretos de Paul Bremer como
condicionantes de la soberanía de Iraq. El periodo de la Autoridad
Provisional de la Coalición (APC), de abril de 2003 a junio de 2004:
El proyecto hegemónico de EEUU para Iraq [2]. Comparecencia de los
testigos iraquíes preguntados por Pedro Rojo [3]
Pedro Rojo: Me dirijo a la Sra. Imán
Ahmad Jamás. Acerca de la invasión anglo–estadounidense y de la
destrucción llevada a cabo, ¿se podría hablar de una destrucción
planificada de Iraq como Estado?
Imán Ahmad Jamás [4]: Evidentemente, todo fue
atacado y destruido, el gobierno, las Fuerzas Armadas, las
instituciones culturales y económicas, lo único que se mantuvo a
salvo [de bombardeos y saqueos posteriores] fue la sede del ministerio
del Petróleo [en Bagdad]. Las fuerzas de ocupación podían haber
defendido las infraestructuras del Estado, pero destrozaron a propósito
casi todo como parte de un plan que tenía como objetivo la destrucción
económica del país. Se perseguía la desbaazificación del régimen
iraquí y la disolución del Ejército, del ministerio de Defensa, del
de Información, del de Interior; marginar a la población de todos
los centros de toma de decisiones. Todo ello podría calificarse como
un ajuste de cuentas con el régimen de Sadam Husein y como una
estrategia para aplastar un Iraq intelectualmente fuerte y económicamente
capaz. Yo creo que el objetivo era vaciar las instituciones iraquíes
de sus cerebros, de sus intelectuales para facilitar el control del país.
Esa operación fue totalmente ilegal por una
sencilla razón, porque se puede pedir cuentas a las personas, a los
integrantes del Partido Baaz, por lo que han hecho o dicho, pero no se
puede vaciar de cerebros las instituciones iraquíes. Conocíamos a
muchas de esas personas, habían participado en la construcción del
Estado iraquí y ahora están en sus casas obligadas a no hacer nada,
o han abandonado Iraq o se han jubilado a la fuerza, a pesar de que
podían dar mucho a su país.
Pedro Rojo: Todo ese conjunto de personas
que han abandonado Iraq o que han sido apartadas, esos ataques, ¿se
complementan o tienen relación con la campaña de asesinatos,
secuestros y amenazas contra esos colectivos?
Imán Ahmad Jamás: Durante estos dos últimos años
se ha apartado a esos colectivos, sin permitirles desempeñar sus
funciones en el Estado, o se les ha estado amenazando sin tregua para
hacerles abandonar el país. Mucha gente ha salido de Iraq debido a
tales amenazas. También ha habido docenas de asesinatos de médicos,
intelectuales, profesores de universidad [5]. Lo curioso es que fue el
gobierno iraquí el que pidió llevar armas para defenderse a sí
mismo, pensaban que nosotros no podíamos defenderles.
Pedro Rojo: Los ocupantes deben proveer
al pueblo ocupado de los bienes básicos necesarios, ¿han cumplido
las fuerzas de ocupación con esta norma de Derecho Internacional?
Imán Ahmad Jamás: Los ocupantes tienen la
responsabilidad de proteger la vida, las leyes y todos los detalles de
la vida social en un país ocupado, pero ellos han hecho todo lo
contrario. La ocupación incumplió y violó todas las leyes
internacionales y los Acuerdos de Ginebra; no se le ha prestado
ninguna importancia a una imagen que podría ser muy significativa a
este respecto: un soldado estadounidense coge una piedra que estaba en
la pared de una casa y la lanza al interior del cuarto de baño, es un
detalle nimio pero esclarecedor, al soldado ocupante no le importan
nada las leyes internacionales.
'Destruir para vender'
Pedro Rojo: El proyecto económico de los
ocupantes es una sociedad de libre cambio, de apertura total, de
terapia de choque y de un capitalismo tan salvaje que ni siquiera en
la Rusia post–soviética se ha llegado a aplicar a esa velocidad: el
cambio de una economía proteccionista a una economía de las más
abiertas a la inversión de capital de toda la zona. Bremer habló de
aplicar a Iraq las recetas del Banco Mundial y del Fondo Monetario
Internacional de tipos de interés bajo, de efecto controlado, ¿eso
es parte de ese proyecto de destrucción de Iraq, de su tejido
productivo, de querer convertirlo en un país absolutamente
consumista, que importe todo del exterior? Se lo pregunto al Sr. al–Mamuri.
Abid Ali al–Mamuri [6]: Se ha creado una nueva
visión de lo que entendemos por "relaciones económicasa
internacionales", consistente en recurrir a "terapia de
choque" según la concepción militar basada en el axioma de
primero bombardear el país y luego comprarlo, en suma: destrozar
totalmente la base industrial y no permitir que una reconstrucción
autocentrada. El sector agrícola está totalmente debilitado y en el
resto de los sectores importantes se invierte y se compra todo de
manera incontrolada. Se utilizan muchos productos cancerígenos, se
compran drogas. El presidente del Comité Internacional de la Cruz
Roja ha dicho que hay un millón de drogadictos en Iraq; todo eso es
importado, las drogas valen dos dólares mientras que un medicamento
llega a costar 100.
En cuanto a la inversión internacional se ha
procedido a privatizar 192 compañías estatales. En EEUU ninguna
persona puede invertir en Iraq sin tener la autorización del Pentágono,
pero en Iraq no hay leyes específicas para la inversión, no hay ni
un solo capítulo que garantice los derechos de Iraq; todo está
basado en falsedades, en leyes que no existen ni siquiera en EEUU.
Pedro Rojo: ¿Qué sectores podrían
relanzar la economía iraquí, además del petróleo? En cuanto a la
agricultura, sería lógico pensar que el sector agrícola creciese a
un ritmo importante pero como las fronteras están abiertas entran
todo tipo de productos, y sin control sanitario, ¿cuál es la
realidad del sector agrícola iraquí ante esa competencia?
Abid Ali al–Mamuri: El sector agrícola en Iraq
dependía de la ayuda del gobierno y por eso no puede competir con los
productos importados.
Pedro Rojo: ¿Marca el mercado el precio
de los productos básicos?, ¿cómo funciona el sistema?, ¿se está
monetarizando la cartilla de aprovisionamiento alimentario?
Abid Ali al–Mamuri: El 70% de iraquíes que
dependen de esa cartilla, con el mismo porcentaje de pobreza al haber
provocado la guerra y la invasión unos de 6–7 millones de personas
paradas. Hay una autoridad en el Ministerio de Comercio que sigue
defendiendo la cartilla de abastecimiento pero los ocupantes quieren
que se de dinero en vez de la cartilla. Ese cambio puede dar lugar a
un problema muy grave, ya que con la subida de los precios las que van
a sufrir las consecuencias son las familias iraquíes, sobre todo las
amas de casa que son las que tienen que abastecer las necesidades
alimentarias de sus familias sin contar con ningún recurso. Tengo un
informe en el que se detalla cómo la monetarización de las cartillas
va a provocar una subida de precios de un 1000%. Los iraquíes no van
a poder conseguir las 3.200 calorías que necesitan y a las que tienen
derecho, como el resto del mundo.
Pedro Rojo: Sobre el estado actual de las
reconstrucciones, ¿cuáles son los principios sobre los que se está
realizando dichas reconstrucciones, se están teniendo en cuenta las
necesidades del pueblo iraquí? ¿Bajo qué premisas se están
otorgando los contratos?
Abid Ali al–Mamuri: [la actual secretaria de
Estado de EEUU] Condoleeza Rice, en una de las entrevistas que concedió,
dijo: "Nosotros hemos puesto dinero y hombres para ocupar Iraq y
no vamos a permitir que los franceses participen en la cena". Los
británicos han dicho: "En la reconstrucción de Iraq, los EEUU
no nos han dejado más que limpiar los cuartos de baño." porque
la mayoría de las inversiones las tienen los estadounidenses en sus
manos.
Pero la realidad es que no se está haciendo
nada. Por ejemplo: de 39 puentes destrozados, todavía no se ha
reconstruido ninguno; de más de 2.500 kilómetros de carreteras
destruidas, no se ha arreglado ningún tramo; de 2.700 escuelas
destruidas por todo el país, no hay ninguna reconstruida. Lo que está
pasando es que se está reconstruyendo sólo sobre el papel, que se
está robando directa y sencillamente. En mantenimiento se está
empleando un 10%, no un 50% de las cantidades acordadas. No hay
reconstrucción verdadera, los ministerios continúan estando quemados
y las fábricas igual. Dos años de ocupación, con todo el dinero que
han recibido y seguimos con cortes de luz.
Pedro Rojo: En cuanto a la capacidad de
actuación de los ministerios económicos, ¿pueden implementar políticas
económicas con el peso que tienen los Decretos de Bremer?
Abid Ali al–Mamuri: No hay un solo ministerio
en Iraq que pueda tomar una decisión independiente, ni siquiera el de
Agricultura, que depende totalmente de las autoridades estadounidenses
y para el que se ha creado un proyecto que privatiza todo el sector
agrícola. Son los que ponen las normas. Incluso nuestra universidad
se rige por una ley que ha sido impuesta por los ocupantes. No hay
independencia alguna y además las personas que están ahora colocando
en puestos directivos y de responsabilidad han estado fuera del país
durante veinte, treinta años, y no trabajan bien porque no entienden
lo que pasa y no tienen experiencia ni capacidad para poder dirigir
una institución.
Pedro Rojo: ¿Es Iraq uno de los países
más corruptos a nivel administrativo? ¿Es verdad que en dos años se
ha pasado a los índices más altos de corrupción administrativa? ¿A
qué se debe el alto nivel de corrupción? ¿Se está fomentando esa
corrupción desde el principio?
Abid Ali al–Mamuri: Bajo el régimen de Sadam
Husein había corrupción, pero este gobierno la ha reproducido e
intensificado. El que acepta que Bremer robe, roba también él
porque, simplemente, están cogiendo el dinero de Bremer y se lo están
quedando. Ocupamos la casilla de los países más corruptos del mundo.
Hay una ausencia absoluta de responsabilidades aunque el nuevo
gobierno haya manifestado que están comprometidos en la lucha contra
la corrupción.
Preguntas de los miembros del Tribunal
[7]
François Houtart: ¿Cómo se articula la
dependencia del gobierno con respecto a los ocupantes?
Abid Ali al–Mamuri: Hay consultores y
especialistas estadounidenses en todos los ministerios. Se hacen
llamar coordinadores o consultores o consejeros. Tras la ocupación y
hasta la caída del [primer ministro] Iyad Alaui, eran los que tomaban
las decisiones reales, después esos consejeros permanecen en la
Embajada de EEUU en contacto con los ministerios, interviniendo en
todo pero sin estar presentes de forma física.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Respetaron
los ocupantes los tribunales iraquíes y las leyes generales y
procesales de Iraq? ¿Se puede afirmar que esos tribunales son
independientes o están sometidos a las políticas de los ocupantes?
Abid Ali al–Mamuri: No hay respeto por la
justicia ni por los tribunales iraquíes. Uno de los Decretos de
Bremer, el número 13, establece que los ciudadanos de EEUU, no sólo
sus soldados, no están sometidos a las leyes iraquíes, y por ello
tienen toda la libertad para hacer todo lo que quieran en Iraq y nadie
les puede juzgar; y por otro lado, en muchas ocasiones, la gente va a
la justicia iraquí y el asunto está claro para poder impartir
justicia pero el juez dice archivado, porque no tiene ninguna
competencia para decidir.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Dónde son
trasladados los detenidos por la potencia ocupantes? ¿Se les permite
ser visitados por los familiares cuando están detenidos, ¿Se les
garantiza el derecho a la defensa?
Abid Ali al–Mamuri: Ha habido dos etapas. Antes
de la organización de las fuerzas de seguridad iraquíes, se llevaba
a los detenidos a una base estadounidense, al sur de Bagdad, instalada
en un antiguo polígono industrial y ahí se les mantenía durante
tres semanas para un primer interrogatorio, después se les llevaba a
Abu Ghraib, donde podían dejarles o bien les trasladaban a otras cárceles.
Ahora depende de quién hace la detención, si van las fuerzas
estadounidenses con fuerzas iraquíes, las tropas de EEUU rodean la
zona y son los que entran y hacen la detención y llevan a los
detenidos a una comisaría iraquí y después a una base
estadounidense o con destino desconocido. Hay miles de iraquíes que
no sabemos dónde están.
En cuanto a los derechos de los detenidos, en
Iraq tenemos un centro con muchas actividades de ayuda a los detenidos
porque no se les reconoce ningún derecho, ni a ser tratados de una
forma humanitaria ni a recibir visitas ni se informa a sus familias de
su destino. Hay varios miles que ni siquiera saben por qué están
detenidos. Hay entre 5.000 y 15.000 detenidos [8], esto es una
tragedia para las familias iraquíes, no saben si están vivos o
muertos, si están bien físicamente porque hay personas que al ser
liberadas se acercan a las familias para decirles que un pariente está
en tal sitio pero cuando las familias acuden allí para tratar de
averiguar algo ni siquiera les responden.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Hay alguna
instancia del gobierno iraquí donde se pueda acudir para exigir la
identificación de estos centros y el número de personas detenidas y
la identificación de cada una de ellas? Le formulo la pregunta a la
Sra. Jamás.
Imán Ahmad Jamás: Hay muchas dificultades para
conseguir información, no hemos podido conseguir ese tipo de
información. No sabemos a quién dirigirnos para conseguirla. Es un
problema muy grave, no sabemos dónde ir, ni en el ministerio de
Justicia ni en el de Derechos Humanos nos dan respuesta. Vamos a los
colegios de abogados y tampoco. Hay un comité que se reúne una vez
al mes y ve unos 100 casos, pero hay miles de detenidos y uno puede
estar en la cárcel o desaparecido durante años y no sólo en Bagdad
sino en todo el país. Además la gente no conoce los mecanismos para
hacer averiguaciones y preguntan a cualquiera que creen que puede
saberlo. Es una gran tragedia humana con tantas madres buscando a sus
hijos sin saber dónde.
Carlos Jiménez Villarejo: El Alto
Comisionado de Naciones para los Derechos Humanos, en un informe ha
manifestado que si los tribunales iraquíes acuerdan la libertad de
algunos detenidos, éstos deben ser liberados ¿han cumplido las
fuerzas militares ocupantes esas órdenes?
Imán Ahmad Jamás: No he oído hasta el momento
que haya habido un juez iraquí que haya liberado a un detenido iraquí
y que esa orden haya sido aceptada por las fuerzas estadounidenses; un
juez iraquí no puede tomar ninguna decisión.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Están
subordinados los jueces a la potencia ocupante? Si un juez decide
liberar a una persona y los estadounidenses deciden que no, ¿no vale
nada la decisión del juez?
Imán Ahmad Jamás: Para los ocupantes, no tiene
ningún valor la decisión del juez. Cuando un soldado estadounidense
aparece en una calle, se convierte en el rey de la calle. Nadie se
atreve ni a mirarle.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Destruyen las
fuerzas ocupantes sus casas, sus cosechas, los bienes con los que
viven?
Imán Ahmad Jams: La experiencia que tenemos de
las prácticas de la ocupación es que llegan a las casas durante la
noche y dinamitan las puertas, tiran bombas en el interior de las
casas, roban los documentos y el dinero.
Carlos Jiménez Villarejo: ¿Por qué roban
los documentos?
Imán Ahmad Jamás: Porque cuando detienen a una
persona, si no hay documentos no se puede justificar la detención.
Matan a los niños, roban también el dinero, los muebles, los objetos
de valor; si piensan que hay un peligro disparan a lo loco, se llevan
detenidos a los heridos, les insultan, les pegan, les humillan, les
atemorizan, y esto para un hombre iraquí es muy grave, muy
humillante. Es una conducta muy estudiada y cuyo objetivo es
aterrorizar a la población iraquí.
Pedro Martínez Montávez: Yo tengo
varias preguntas: la primera, la ruina económica de Iraq es grande y
total, ¿hay alguna diferencia, mayor o menor ruina económica entre
las distintas regiones de Iraq?; segunda, la zona norte de Iraq es de
mayoría kurda, los daños económicos ¿son iguales o menores?, ¿son
menores los daños porque las fuerzas políticas existentes en la zona
norte apoyaban a la coalición y por eso su infraestructura no ha sido
dañada?; por último, ¿pueden hacernos alguna precisión sobre la
penetración económica israelí en la actualidad, bien en forma de
empresas o de individuos particulares?
Abid Ali al–Mamuri: Son menores los daños en
las zonas kurdas por los motivos que Vd. ha citado. Y está claro que
la destrucción sirve a los intereses de Israel. Dicen que Israel está
interesado en el sector del petróleo, que el petróleo es más
valioso que el oro y que Israel es para EEUU más valioso que el petróleo
[9]. Se habla de que hay empresas israelíes ya establecidas en Iraq y
que han firmado contratos. Yo personalmente no he visto nada de ellos
porque no hay reconstrucción, quizá estén en la "Zona
Verde" [10]. No puedo indicarle.
François Houtart: ¿Existía con
anterioridad industria farmacéutica en Iraq y qué está pasando en
la actualidad? ¿Existía también una medicina tradicional? ¿Qué
está ocurriendo con ese tipo de actuación médica?
Abid Ali al–Mamuri: Hay dos plantas farmacéuticas
muy importantes en Iraq que cubrían gran parte de las necesidades del
país de medicamentos de alta especialidad. Estas plantas trabajaban y
exportaban a los países árabes, que preferían estos medicamentos a
los propios por su alta calidad y que tenían empleados y cuadros
especializados que podrían abastecer a Iraq sin tener que importar
medicinas. Creo que esas dos plantas están paralizadas actualmente.
François Houtart: Sobre el tema de las
privatizaciones, si no hay reconstrucción ¿qué se puede privatizar?
Abid Ali al–Mamuri: 500.000 empresas de alta
capacidad son candidatas a ser privatizadas. No existe la
transparencia, no podemos conseguir ningún tipo de información,
ninguna estadística y hay lo que podríamos llamar una privatización
de los recursos. Por ejemplo, un consorcio como [el estadounidense]
Halliburton, que se dedica a comprar empresas especializadas en
infraestructuras, entre otras cosas, está comprando las empresas
cementeras que cubrían las necesidades de Iraq y hasta exportaban a
otros países. Ahora importamos el cemento. Y pagamos ocho veces más
que el precio local que pagábamos antes y esas importaciones se
dedican a las necesidades de los ministerios y de las bases
estadounidenses.
Pedro Rojo: La última delegación de la
CEOSI que visitó Iraq vio en Bagdad, en la calle Karrada, que es una
de las más importantes de la ciudad, que las tiendas estaban llenas
de electrodomésticos: ¿de dónde salen los posibles compradores?, ¿acaso
de la población que se ha beneficiado de la ocupación? ¿Es a ese
sector al que van destinados esos bienes?
Abid Ali al–Mamuri: Siempre han existido los
comerciantes de las guerras, los que se beneficiaban con el régimen
de Sadam y los que se benefician a partir de esta guerra. Lo que está
teniendo lugar en Iraq es la fabricación del capitalismo y por ello
tratan de crear un sector capitalista comprador que se beneficie de la
ocupación y que se quiere que sean los que lideren la sociedad en el
futuro.
El sector petrolífero del sur
Pedro Rojo: Al Sr. Abdullah Adul Hamid
Musa, como trabajador en Basora, ¿cómo se encontraron los pozos, las
refinerías tras los ataques? ¿Cómo entraron los ocupantes en las
plantas petrolíferas?
Abdullah Adul Hamid Musa [11]: Las fuerzas de
ocupación [británicas] no rodearon dentro de las plantas [petrolíferas],
cerraron las puertas y nos encerraron en unas habitaciones. Al día
siguiente nos sacaron, nos llevaron a la frontera y como estábamos a
más de 70 kilómetros tuvimos que regresar a casa caminando. Tras un
mes de absoluta oscuridad de no saber qué pasaba, volvimos al trabajo
y tuvimos que trabajar de forma manual para poder abastecer de crudo,
luz eléctrica y gasolina a la ciudad, pero contemplamos cómo los
ingleses habían penetrado en todos los detalles de nuestras vidas
cotidianas. Nos abrumaban a preguntas, querían saberlo todo, cuántos
pozos había abiertos, por qué esto, por qué aquello. Me gustaría
recordar que cuando nos sacaron de nuestras plantas todo estaba en
perfecto estado y cuando volvimos los aparatos ya no funcionaban, los
generadores no funcionaban o habían sido quemados o robados.
El objetivo era no dejarnos volver al trabajo
para que tuvieran justificación para tener que reconstruir y servir a
sus propios intereses. Luego trajeron a esa empresa estadounidense
filial de Halliburton, Kellogg, Brown & Root (KBR) que también
utiliza otras empresas de Kuwait que están al servicio de los
estadounidenses y les dieron contratos para reconstruir algún sector
o realizar alguna operación concreta. Dijimos que queríamos
reconstruirlo nosotros pero no nos lo permitieron y eso es una clara
violación de nuestros derechos, que no podamos reconstruir nuestro
futuro. Hemos hecho varias manifestaciones donde pedimos echar a la
mano de obra extranjera, hemos hablado con la dirección de esa planta
y hemos acordado que KBR ejerza sólo como administradores de equipo y
hemos logrado reconstruir algunas empresas, pero están amenazadas,
son empresas formadas en los años setenta y con alta tecnología,
pero no pudimos renovar esa tecnología en los trece años de
sanciones.
Pedro Rojo: ¿Cómo han vivido el intento de
privatización de la industria petrolífera?
Abdullah Adul Hamid Musa: Como iraquíes
rechazamos la privatización y la ocupación porque tenemos el derecho
de tener nosotros la propiedad de las riquezas de nuestro país y
llevar adelante la producción. Los estadounidenses utilizan la excusa
de que no hay empresas locales adecuadas para hacerse cargo después
de habernos aplastado con las sanciones y la guerra.
Pedro Rojo: El nuevo ministerio de Petróleo
iraquí tiene como objetivo llegar y exportar unos 1,75 millones de
barriles al día (m.b.d.) Antes de la guerra la media era de 2,1–2,3
m.b.d. ¿Por qué después de dos años la cifra está aún en 1,4
m.b.d.?
Abdullah Adul Hamid Musa: Lo que pretenden es
ponernos de rodillas. Durante los últimos cinco años hemos estado
produciendo 600.000 barriles menos de las cifras anteriores y eso ha
sido debido a la mala situación de las plantas petrolíferas y a no
poder abrir nuevos pozos y construir nuevas plantas. Desde el
principio aniquilaron las empresas de transporte del petróleo iraquí
y otras dos empresas esenciales para poder funcionar. El objetivo de
todo ello es debilitar a Iraq.
Pedro Rojo: ¿Es verdad que ha aumentado el
salario neto de los trabajadores?
Abdullah Adul Hamid Musa: Los economistas saben
que la subida de los sueldos llega si hay una continuidad en los
mismos y no se producen subidas en los precios de los productos de
consumo habitual. Hay algunas subidas salariales pero como los precios
están subiendo tanto no representa nadan. Y además, esas subidas no
están teniendo lugar por todo Iraq, en el sector agrícola hay seis
millones de familias paradas total o parcialmente. La mayoría de la
gente no cuenta ni siquiera con un salario, con algún ingreso.
Pedro Rojo: Ha habido 450 personas
acusadas de corrupción por vender petróleo y derivados gasolina–
en el mercado negro, ¿cuál es su experiencia de las acciones contra
la población en ese sector?
Abdullah Adul Hamid Musa: Al comienzo de la
invasión, hubo algún grupo de activistas nacionalistas que empezaron
a dinamitar oleoductos para hacer contrabando y esa cuestión fue
utilizada por las fuerzas estadounidenses para atacar a la
resistencia.
Pedro Rojo: ¿Han reconocido las
autoridades de la ocupación las elecciones sindicales celebradas en
el sector petrolífero en Basora y Tikrit?
Abdullah Adul Hamid Musa: Desde 1987 no había
candidatos. Por ello, tomamos una serie de decisiones a fin de poder
organizarnos en las plantas petrolíferas y de gas y ahora tenemos
once comités en el sector a lo largo de todo Iraq. El 1 de agosto de
2004 se celebró un congreso y elegimos la mesa ejecutiva de la
organización y ahora estamos reivindicando una mejora en los sueldos
y en las condiciones de trabajo. Estamos sin protección y hemos
reclamado por este motivo ante el Ministerio del Petróleo y el
Consejo de Ministros pero solamente hemos encontrado puertas cerradas.
Nos preguntaban que con qué legalidad estábamos hablando. Y les
contestamos que nuestra legalidad viene de nuestro congreso y ya hemos
conseguido que reconozcan a nuestro sindicato y nos han permitido
tener presencia en el comité que define y decide las condiciones
laborales y sueldos de los trabajadores.
Notas:
1. Véase Sesión de Barcelona del Tribunal
Internacional sobre Iraq: Programa de las Sesiones Preliminares y
Actividades complementarias y de la Sesión Plenaria
2. Intervino como relator de esta primera sesión
Rafael Grasa, profesor de Relaciones internacionales de la Universidad
Autónoma de Barcelona, con el documento: "De la agresión a la
ocupación: el cambio del marco jurídico–político del país
ocupado".
3. Arabista, director de Al Fanar y miembro de la
delegación de la CEOSI a Iraq de 2005.
4. Periodista y traductora, ex directora del
Observatorio de la Ocupación de Bagdad y coordinadora de la delegación
iraquí en la Sesión de Barcelona del TII.
5. Véase en IraqSolidaridad: Una guerra
encubierta para borrar la cultura y el futuro de los iraquíes: Lista
ampliada de profesores universitarios asesinados en Iraq durante el
período de ocupación
6. Profesor de Relaciones Económicas
Internacionales de la Universidad An–Nahrein, Bagdad.
7. Presidente: François Houtart, Sociólogo y Teólogo,
director del Centre Tricontinental, Lovaina. Miembros: Mercedes García
Aran, profesora de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona;
Sharon Marie CECI, representando a Ramsey Clark, miembro de
Internacional Action Center, EEUU; Carlos Jiménez Villarejo, ex
Fiscal Jefe Anticorrupción de la Audiencia Nacional; Pedro Martínez
Montávez, Arabista, catedrático emérito de Árabe e Islam de la
Universidad Autónoma de Madrid; María Pilar Massana Llorens, miembro
de Aturem la Guerra de Barcelona, PASI–CEOSI; Jauma Saura, profesor
de Derecho Internacional de la Universidad de Barcelona y presidente
del Instituto de Derechos Humanos de Cataluña. Secretario: José L.l.
Gordillo, profesor de Filosofía del de la Universidad de Barcelona.
8. El número de presos bajo control de EEUU es
de 13.514 según el Pentágono ha informado en noviembre, además de
7.577 bajo control del ministerio iraquí de Justicia, 3.916 del de
Interior y 342 menores custodiados por el ministerio de Trabajo y
Asuntos Sociales (al–Jazeera, 14 de noviembre de 2005). Véase en
IraqSolidaridad: Kofi Annan reconoce en su último informe sobre Iraq
graves e impunes violaciones de los derechos humanos por parte de las
fuerzas de ocupación y cuerpos de seguridad y El Pentágono abre un
nuevo centro de internamiento en Suleimaniya
9. Véase en IraqSolidaridad al respecto:
Saadalla al–Fathi: La ocupación de Iraq y la reapertura del
oleoducto Kirkuk–Haifa. 'No con nuestro petróleo'
10. Área de seguridad en la margen derecha del
Tigris, en la capital, que alberga sedes institucionales, de los
ocupantes y embajadas.
11. Sindicalista, miembro del Comité Ejecutivo
de la Unión General de Trabajadores del Petróleo, Basora. Véase
además en IraqSolidaridad: Entrevista de a Hasan Juma Awad, del
Sindicato de la Compañía Petrolífera del Sur: "Los
trabajadores iraquíes del sector petrolífero defenderán el petróleo
de su país".
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