Escuadrones de la
muerte apoyados por EEUU: más acusaciones
Por
James Cogan
World Socialist Website, 10/11/05
CSCAweb, 17/11/05
Traducción de Natalia Litvina
"Para poder
mantener su presa sobre el país, la administración Bush se está
apoyando en un aparato de asesinos a sueldo y sicarios que matan y
aterrorizan a la oposición".
El segundo miembro del
equipo legal que defenderá a Saddam Hussein y a otros siete acusados
en el juicio del 28 de noviembre, fue asesinado el pasado martes. Sus
colegas acusaron inmediatamente a los escuadrones de la muerte que
operan bajo la supervisión del gobierno iraquí fabricado por EEUU y
anunciaron que boicotearán cualquier cooperación con el tribunal.
Adel al–Zubeidi,
abogado representante del ex vice Presidente iraquí Taha Yassin
Ramadan, y Thamer Hamoud al–Juzaie, abogado del medio hermano de
Hussein y el ex–director de la policía secreta iraquí, Barzan
Ibrahim al–Tikriti, viajaban en el mismo coche en la periferia de
Bagdad cuando sufrieron varios disparos desde un vehículo. Zubeidi
murió, Juzaie resultó herido.
El pasado 20 de
octubre, 24 horas después de la primera sesión del juicio de Saddam
Hussein, el abogado de la defensa Sadoun Antar Nudsaif Al–Yanabi,
fue secuestrado en su oficina de Bagdad por hombres enmascarados. Los
testigos aseguran haber identificado sus uniformes como los de la
policía del ministerio del Interior. Varias horas más tarde su
cuerpo fue encontrado en la calle con dos disparos en la cabeza.
Jalil al–Dulaimi,
jefe del equipo de defensa y abogado de Saddam Hussein, dijo a Al–Jazira
que el asesinato del pasado martes fue perpetrado por "un grupo
armado que utiliza vehículos oficiales del gobierno". Declaró
también que "el objetivo de estos ataques organizados es el de
intimidar a los abogados árabes y extranjeros", comprometiendo
la legitimidad del proceso, que ya había sido llamado "justicia
del vencedor" y "juicio–espectáculo" por
observadores y periodistas.
El gobierno del
fundamentalista Shii, Primer ministro Ibrahim Al–Yaafari, caracterizó
de absurdas las alegaciones por las que el ministerio del Interior
pudiera estas detrás de los asesinatos. Declaró que los verdaderos
responsables eran los simpatizantes del antiguo régimen que pretenden
impedir que se celebre el juicio.
De todos modos, es
ahora cuando crecen las acusaciones de que unos escuadrones de la
muerte relacionados con el gobierno matan a aquellos que se oponen a
la ocupación estadounidense de Iraq y a su régimen–títere en
Bagdad. El año pasado, la lista de los asesinados incluía políticos
y religiosos opuestos a la Ocupación, activistas de derechos humanos
como Margaret Hassan, periodistas que exponían los crímenes de
guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses y del gobierno iraquí,
y , literalmente, cientos de hombres de las zonas del país donde hay
un apoyo popular a la guerrilla de Resistencia.
El 7 de noviembre, el
diario British Telegraph publicaba otra noticia sobre el asesinato en
masa que está teniendo lugar en Bagdad. De media, son 1.000 las víctimas
de muerte violenta que mensualmente ocupan la morgue de la ciudad. La
principal causa de muerte son heridas de arma de fuego. El Telegraph
destacaba: "El examen post–mortem revelan que un número
significativo de las heridas de bala lo ocupaban los disparos de una
única bala, al estilo de una ejecución. Hay casos de personas cuyo
cráneo ha sido perforado con un taladro eléctrico hasta llegar al
cerebro. Otros exhiben ojos quemados, y muchos tienen las manos atadas
con cinta adhesiva o esposas"
Un enterrador bagdadí
de 66 años aseguraba al diario bagdadí Azzaman en su versión on–line
del 27 de octubre: "La mayoría de los cuerpos que nos traen han
fallecido por las explosiones o los disparos. Nunca habíamos visto
nada semejante: cuerpos mutilados hasta quedar irreconocibles, con
disparos en la cabeza y todavía maniatados. Llevo toda mi vida en
este oficio, pero lo que estoy viendo ahora me asusta hasta la
muerte".
Son tantas las
evidencias contra la policía y las milicias del ministerio de
Interior, ligadas al gobierno, que incluso el embajador británico
William Patey el representante del principal aliado de Bush en la
ocupación ilegal– ha solicitado una investigación al respecto.
Muchas de las
acusaciones apuntan a los 5.000 integrantes de la Brigada del Lobo,
comandos especiales de la policía del ministerio de Interior. En mayo
de este año, el New York Times detallaba a fondo cómo la
administración Bush había supervisado la formación de esta unidad
especial paramilitar.
La Brigada del Lobo fue
reunida en 2004 bajo las indicaciones de un equipo de élite de
operativos estadounidenses, siguiendo las órdenes del entonces
embajador de EEUU en Iraq, John Negroponte.
Su formación era parte
de la política estadounidense catalogada por el NY Times como
"la opción El Salvador", una campaña de asesinatos masivos
según el modelo de los escuadrones de la muerte de extrema derecha
operativos en El Salvador en los 80. Hubiera sido más adecuada una
comparación con los comandos de la CIA que ejecutaron en Vietnam la
llamada "operación Fénix", en la que escuadrones de la
muerte estadounidenses asesinaron entre 20.000 y 70.000 supuestos
militantes del Movimiento de Liberación Vietnamita.
Negroponte tenía las
credenciales suficientes para iniciar una operación semejante en Iraq.
Había servido como responsable de la embajada estadounidenses en
Honduras del 81 al 85, aconsejando al gobierno hondureño apoyado por
EEUU, mientras éste dejaba campar a sus anchas a los paramilitares
que mataron y asesinaron a cientos de opositores.
Los individuos que
Negroponte seleccionó para reclutar y entrenar la policía del
ministerio de Interior disfrutaban de una trayectoria todavía mas
larga en lo que supone trabajar con regímenes latinoamericanos y sus
escuadrones de la muerte apoyados por EEUU, Steve Casteel, un
funcionario de alto rango del departamento antidroga que aconsejó al
gobierno colombiano, fue nombrado consejero jefe del ministerio de
Interior. Las unidades paramilitares en Colombia, con la excusa de la
"guerra contra la droga", habían efectuado asesinatos
masivos en las áreas rebeldes del país.
El principal asesor
militar de EEUU para los comandos de la policía era James Steele,
quien, de acuerdo con la biografía que él mismo ofreció
recientemente en un acto en Washington, "comandó el contingente
militar de EEUU en El Salvador durante el clímax de la guerra con la
guerrilla" y le fue "confiado el entrenamiento y
equipamiento de los que se consideraba la mejor fuerzas antiterrorista
de la región"– Durante el "clímax de la guerra con la
guerrilla" en El Salvador, unos 70.000 opositores de izquierdas
del régimen fueron asesinados por los escuadrones de la muerte "anti–terroristas".
La mayoría de los
individuos reclutados por Casteel y Steele para los comandos de la
policía iraquí eran miembros de la Guardia Republicana de Saddam
Hussein, el principal contigente empleado para suprimir la disidencia
interna.
Poco después de que
los comandos comenzaran sus operaciones, surgieron acusaciones de
asesinatos, ejecuciones extrajudiciales y torturas. La cadena de
información periodística Knight Ridder y el diario británico The
Observer, han publicado amplios artículos en los que los testigos
afirman que los hombres asesinados fueron tomados en custodia por los
comandos.
Incluso uno de los
periodistas de Knight Ridder que estaba recopilando estos datos,
Yasser Salihi, resultó muerto de un disparo en la cabeza cuando se
aproximaba a un puesto de control estadounidense el 24 de junio, tres
días antes de que se publicara su artículo. Seis semanas más tarde,
el periodista estadounidense Steven Vincent fue secuestrado por
supuestas fuerzas de Interior, y asesinado tras haber informado en el
New York Times sobre los escuadrones de la muerte del gobierno que
operaban en Basora.
La principal organización
de las que Vincent acusaba de participar en asesinatos extrajudiciales
junto con la policía era la milicia de las Brigadas Badr, entrenadas
en Irán y dependientes del fundamentalista shií Consejo Supremo para
la Revolución Islámica en Iraq, uno de los principales partidos en
el gobierno iraquí.
El ministro de Interior
es uno de los principales representantes del CSRII, Bayan Yabor. Desde
la formación del actual gobierno de coalición kurdo–shií el
pasado abril, Yabor ha sido acusado de haber introducido una gran número
de milicianos de las Badr en el ministerio, donde trabajan al lado de
antiguos miembros de la policía secreta de Hussein y de guardias
republicanos sobe los que se concedió una amnistía por parte de los
militares de EEUU, a cambio de trabajar para las fuerzas de ocupación
contra la Resistencia.
Un hombre de negocios
iraquí, quien se presentó como "Zaer", afirmaba el 31 de
octubre al Washington Times que las brigadas Badr tienen su sede en el
piso 11 del ministerio de Interior, un piso más arriba que los
servicios de inteligencia y dos por encima de los comandos de la policía.
Esta es la realidad de
la llamada "democracia" que la Casa Blanca se jacta de haber
creado en Iraq. Mas de dos años y medio después de la invasión,
gran parte del país sigue estando bajo el control directo o indirecto
de los grupos de la Resistencia. La población en general se está
hartando de las insufribles condiciones de vida que enfrenta, y de la
arrogancia de la Ocupación y su gobierno títere. Para poder mantener
su crispada presa sobre el país, la administración Bush se está
apoyando en un aparato de asesinos a sueldo y sicarios que matan y
aterrorizan a la oposición, mientras que los militares
estadounidenses lanzan ataques criminales para aplastar ciudades y
pueblos rebeldes.
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