Sesión
de Barcelona del Tribunal Internacional sobre Iraq. Ocupación y
resistencia. Testimonios (III - 2ª parte)
Del
asalto a Faluya a la etapa postelectoral
(de noviembre de 2004 a la
actualidad)
Tribunal
Internacional sobre Iraq, Barcelona, 21/05/05
IraqSolidaridad,
01/12/05
Transcripciones
de sala Sinfo Fernández y del árabe Inés Royo, Ignacio Gutiérrez
de Terán y Pedro Rojo
"Pero,
¿dónde está la reconstrucción? Repintaron los muros y levantado
algún muro -es lo único que han hecho- y compraron flores y las
colocaron en todos los rincones. Esto es para ellos la reconstrucción.
Cuando les pedimos que comprasen el instrumental médico más básico
nos lo denegaron. Cuando les dijimos que sabíamos que había envíos
de material desde el exterior que estaban bloqueados y les pedimos que
nos los trajeran, nos dieron el pretexto de que no tenían dinero
puesto que esos fondos estaban destinados a la reconstrucción."
Sábado,
21 de mayo, 2005. Tercera Sesión (segunda parte) [1]
Objeto
de enjuiciamiento: El proceso electoral y las nuevas instituciones
iraquíes. Las condiciones cotidianas de vida de la población bajo la
ocupación, y las violaciones del Derecho Humanitario [2].
Inés
Royo [3]: La Dra. Intisar Muhammad Araibi, es la Directora de la Sección
Farmacéutica del Hospital Universitario al-Yarmuk de Bagdad, y ha
prestado atención sanitaria en misiones en Faluya y al colectivo de
refugiados de esta ciudad en Kerbala y en Bagdad. Me gustaría, antes
de darle la palabra, leer las palabras de George Bush el 17 de marzo
de 2003 en una alocución televisiva. Dijo lo siguiente: "Os
entregaremos toda la comida y las medicinas que necesitéis.
Derribaremos el aparato de terror y os ayudaremos a construir un nuevo
Iraq próspero y libre."
En
las primeras horas del asalto a Faluya, en el Hospital General se
destruyeron tres de los cinco centros de atención primaria -estos son
datos oficiales del Comité de Reconstrucción- y se impidió el
acceso de convoyes sanitarios y la evacuación de los heridos, y la
recogida de cadáveres. Pueden ver las imágenes en el video que
tienen a la salida de la sala. La Dra. Intisar formó parte de los
grupos sanitarios que intentaron entrar en Faluya inmediatamente después
del asalto. Le pediría si puede completar, desde el punto de vista
sanitario, esa trágica vivencia.
Dra.
Intisar Muhammad Araibi: Bush no solamente dijo eso sino que además añadió:
"Voy a instaurar la democracia en Iraq y voy a convertir este país
en un modelo para toda la región". Habéis podido escuchar a
través de los testimonios de mis hermanos iraquíes cómo es ese
modelo de democracia. Ahora voy a relataros hechos, desde el punto de
vista humano, que también han aplicado en nuestro país y que
pretenden extender, si Dios lo permite, según su proyecto al conjunto
de países de la región, tal y como hemos escuchado.
Cuando
entran en una ciudad, lo primero que hacen es bombardear los
hospitales. Así bombardearon y destruyeron el Hospital al-Yarmuk en
Bagdad, donde yo trabajo, concretamente la sección de Medicina
Interna, pero afortunadamente ya se había evacuado a la mayoría de
los enfermos. Esa sección fue la primera en ser bombardeada en mi
centro. Otros hospitales en Bagdad fueron destruidos completamente,
entre ellos el Centro Médico de Cirugía Cardiaca Ibn al-Bitar, que
es un centro muy prestigioso que creó Sadam [Husein] en la región
para atender a pacientes de todos los países árabes. Lo quemaron
totalmente y ahora este hospital ya no funciona y no se puede
practicar en él ni la operación de cirugía cardiaca más sencilla.
Las
fuerzas estadounidenses entraron en Faluya y lo primero que hicieron
fue bombardear el Hospital General, luego ataron a los médicos y los
mostraron en televisión como si se tratara de terroristas, los
amordazaron y los colocaron en el suelo. Nos llegó la petición de
ayuda a través del director del hospital justo antes de que empezara
el ataque. Había muchos heridos y muertos entre los civiles y [el
director] hizo un llamamiento a todas las entidades y organizaciones
una vez que se perdió la esperanza de ayuda por parte del gobierno
iraquí. Los estadounidenses penetraron en el hospital cuando una
doctora se encontraba asistiendo el parto de una de las pacientes.
Entraron los Marines y esposaron a la mujer que estaba sufriendo los
dolores del parto y la dejaron sola, sin ningún tipo de ayuda ni
asistencia. Sacaron a todo el mundo del hospital y ocuparon todas las
instalaciones. Abandonaron a los heridos en la calle sin que nadie les
ayudara, e incluso convirtieron el hospital en una base militar. Los médicos
se fueron a otro centro hospitalario dentro de la ciudad y enviaron
las ambulancias allí para que rescataran a los civiles. Los
francotiradores atacaron esas ambulancias cuando pretendían socorrer
a la población civil. Los civiles murieron y nadie pudo hacer nada
por salvarles. No teníamos apenas material para ayudarles, tan sólo
podíamos enviarles parte del instrumental y algunas medicinas y les
mandamos lo que pudimos en una ambulancia para que entrara en la
ciudad. Pero los ocupantes impidieron la entrada de cualquier tipo de
ayuda humanitaria; no permitieron la entrada de ningún tipo de
medicamento ni de material de primeros auxilios en la ciudad de Faluya.
Nadie consiguió permiso para acceder a la ciudad y así fue durante
todo el tiempo que duraron las operaciones militares.
Inés
Royo: El informe de la Universidad Hopkins de Baltimore publicado en
otoño de 2004 en la revista 'Lancet', la más prestigiosa revista de
salud pública a nivel mundial, indicaba que la cifra de muertos en
Iraq ascendía a 100.000 civiles en el primer año y medio de ocupación
(sin contar a Faluya puesto que no hay encuestas fiables porque no se
puede entrar y no hay personas que puedan hacer los cálculos.)
Asimismo, en este mismo informe se explicaba que la probabilidad de
morir de forma violenta en Iraq se había incrementado en 58 veces
durante ese período. Dra Intisar, ¿puede darnos más detalles sobre
esta información?
Dra.
Intisar Muhammad Araibi: Para ser sincera, no dispongo de estadísticas
ni recuentos suficientes del número de víctimas y muertos pero de
todas formas, por mi profesión sanitaria, conozco los distintos
niveles que están relacionados con mi ámbito de intervención. Por
lo que se refiere al número de casos que llegaban al Hospital al-Yarmuk
antes, durante el régimen de Sadam, el número de pacientes que acudían
a urgencias y yo era la responsable de todos los heridos que llegaban
porque les preparaba y suministraba los medicamentos-, no sobrepasaba
los 5 ó 6 casos diarios que, en su mayoría, se debían a accidentes
de tráfico. En cambio ahora, los hospitales registran por urgencias
unos 500 casos pudiendo llegar a los 1.000 tan sólo en una noche, sin
contar a los que ingresan por la mañana, solamente en una noche. Hay
otro sector del que sí hay cifras, y es el de los minusválidos.
Actualmente hay un millón de minusválidos iraquíes resultado de
esta última guerra.
Esta
información la hemos obtenido del Hospital Ibn al-Qeiz, que es el único
hospital que se encarga de la fabricación de extremidades para minusválidos.
Este hospital no cuenta con el equipamiento necesario para la
fabricación de extremidades de ortopedia ni dispone tampoco de la
materia prima para su fabricación. Los aparatos de los que disponen
son antiguos y carecen del certificado de calidad y nos han dicho que
hay una lista muy larga de minusválidos que requieren extremidades
artificiales.
En
lo que se refiere a los cortes e interrupciones en el abastecimiento
de agua y de electricidad y el retroceso que ha tenido lugar en el
campo sanitario en las zonas que sufrieron el embargo, cabe destacar
que la situación sanitaria empezó a deteriorarse desde la imposición
del embargo a nuestro país. Es decir, desde hace quince años que
llevamos padeciendo las consecuencias del embargo. Un ejemplo de ello
es la prohibición estadounidense de la entrada en Iraq de hasta la más
simple revista médica o farmacéutica. Antes, cualquier médico o
farmacéutico recibía unas cinco o seis revistas al mes. Nos
prohibieron el acceso a la información médica, ¡imaginen el grado
de atraso al que nos someten al negarnos incluso los avances de la
ciencia en el área de la medicina! Del mismo modo no permitían que
llegaran al país equipos médicos. Pero después de firmar un acuerdo
empezó a llegar algún equipamiento médico, aunque muy lentamente y
con cuentagotas. Los hospitales sufren la falta de los equipos médicos
necesarios para diagnosticar las enfermedades. Otro de los factores
que ha contribuido al deterioro de la situación sanitaria es la
malnutrición.
Después
de la ocupación, y como consecuencia del saqueo que ha sufrido el
ministerio de Sanidad y de su total desmantelamiento, el sistema
sanitario ha quedado destruido por completo. Todas las organizaciones
que dependían de este ministerio y que controlaban las estadísticas
fueron asaltadas y destruidas, todos los ordenadores robados Imagínense,
un sistema de salud que fue levantado por Sadam Husein, al que
consideraba un dictador, pero cuyo régimen ha estado funcionando muy
bien durante 35 años. Por ejemplo, controlando las enfermedades
transitorias, promoviendo la vacunación, proveyendo la atención
sanitaria necesaria para las mujeres embarazadas y los niños, y los
medicamentos para paliar problemas en el bulbo raquídeo, los cuales
requieren una serie completa de estudios. Todo esto ha sido destruido
en su totalidad. Y ahora tenemos que empezar desde cero. He podido ver
algunas de las estadísticas que se están publicando desde el
ministerio de Sanidad, y no las creo.
Han
aparecido estadísticas de ese ministerio sobre la enfermedad del cólera
durante el régimen de Sadam Husein, cuando esta enfermedad estaba
erradicada. Sin embargo, actualmente han surgido 95 nuevos casos de cólera,
y de hepatitis A, que ahora se está extendiendo a mucha velocidad.
Entre un 15 y un 25 por ciento de las mujeres embarazadas mueren a
consecuencia de esta enfermedad o pierden el feto. En Ciudad Sadr
[barrio de Bagdad] han surgido 200 casos de hepatitis debido a la
escasez de agua y a la mezcla de agua potable con aguas residuales.
También han aparecido brotes de tifus. Se han detectado 8.220 casos
de tuberculosis como consecuencia directa del deterioro de la situación
sanitaria. Todo esto y muchas más cosas que no puedo relatarles, se
han desencadenado con el deterioro del sistema sanitario en Iraq
aunque [EEUU] decía que venía a corregir y a mejorar este sistema.
Concedieron una parte de los fondos para los hospitales y nosotros nos
alegramos al ver que dedicaban fondos a la sanidad, pero nos dijeron
que "estos fondos son sólo para la reconstrucción".
Pero,
¿dónde está la reconstrucción? Repintaron los muros y levantado
algún muro -es lo único que han hecho- y compraron flores y las
colocaron en todos los rincones. Esto es para ellos la reconstrucción.
Cuando les pedimos que comprasen el instrumental médico más básico
nos lo denegaron. Cuando les dijimos que sabíamos que había envíos
de material desde el exterior que estaban bloqueados y les pedimos que
nos los trajeran, nos dieron el pretexto de que no tenían dinero
puesto que esos fondos estaban destinados a la reconstrucción.
En
este viaje a Asturias he visitado un pequeño hospital de Gijón donde
conocí al responsable farmacéutico del hospital quien me dijo que el
suyo era un hospital modesto -porque yo trabajo en un hospital mucho más
grande. No le pude ni contestar porque los hospitales que quedan en
Iraq no sirven para atender a ningún ser humano.
Cuando
empezó la ocupación pude entrar en un hospital infantil donde no
quedaban más que los niños con cáncer, ya que al necesitar gran
cantidad de medicamentos no se podían ir a ningún sitio e
interrumpir la medicación, por lo que sólo ellos se quedaron en el
hospital infantil. Cuando llegaron los estadounidenses y entraron al
hospital abrieron fuego en el interior. Las madres y los niños
lloraban y gritaban. El único médico que quedaba dentro les pidió
que protegieran el hospital, porque se trataba de un hospital
infantil, diciéndoles: "Miren a los niños", y le
respondieron: "No podemos hacer nada", pero ¡claro que podían!
Entonces sacaron a las madres y a los niños fuera del hospital,
sabiendo que si les sacaban iban a morir, porque en la calle se
desarrollaban operaciones militares. Y el pobre médico se puso a dar
cabezazos contra la pared, llorando y gritando, al ver que no podía
hacer nada. Yo misma, cuando visité este hospital en Gijón y lo
comparé con la situación de retroceso al que han condenado a los
nuestros en Iraq tuve ganas también de hacer lo mismo que hizo aquel
médico.
Inés
Royo: En lo que concierne al nivel de eficacia y competencia de los
profesionales sanitarios, y de los profesionales en general, ¿Es
cierto, doctora, que existe la política de ceder los ministerios a un
partido concreto y no por criterios de profesionalidad y de
experiencia contrastada? Se han elegido democráticamente las
direcciones de los hospitales, ¿Cuál es su relación con el
ministerio o autoridad superior correspondiente?
Intisar
Muhammad Araibi: Desde que los ocupantes han devuelto los ministerios,
y hasta el día de hoy, nadie trabaja porque no se conceden los
puestos a las personas que quieren trabajar para estos ministerios. Y
la prueba, tal y como acabo de relatar, es que han destinado fondos
pero no nos han permitido comprar equipos, ni siquiera repararlos.
ustedes saben que la democracia es una de las mentiras que nos han traído
los estadounidenses. ¿Dónde está la democracia?
Inés
Royo: Puesto que el ministerio de Sanidad está en manos del Congreso
Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, ¿Cómo se establecen
esos criterios de reparto político de cuotas?
Intisar
Muhammad Araibi: La situación ahora es que cualquier ministro que
llega a un ministerio cambia a todo el equipo anterior y trae a su
propia gente sin tener en cuenta su preparación o capacidad para el
puesto. No se trata sólo del ministerio de Sanidad, esto es el pan
nuestro de cada día en todos los ministerios.
Inés
Royo: ¿A quién achaca la responsabilidad de los asaltos que se
produjeron en hospitales y centros de asistencia sanitaria
inmediatamente después de la guerra de 2003, donde se atendía sin
descanso 24 horas al día en un ejemplo sobrecogedor de prestación de
ayuda y socorro a los heridos que iban llegando ininterrumpidamente?
Intisar
Muhammad Araibi: A la ocupación, por supuesto. Es la responsable de
todo lo que está ocurriendo. Cuando se propusieron proteger el
ministerio del Petróleo también tenían capacidad para proteger el
ministerio de Sanidad, así como todos los hospitales, entonces: ¿por
qué no lo hicieron? Vinieron a causar todo el daño posible y a crear
la situación que se está viviendo ahora en Iraq. Ellos no quieren
que haya paz ni seguridad, y por eso muchos médicos se han ido del país,
como resultado de esta situación de inseguridad. Todos los días
matan a algún médico, o le roban el coche, o violan sus derechos, o
le secuestran. Quieren vaciar el país de intelectuales y científicos;
saben que los médicos iraquíes son muy buenos y pueden trabajar en
todo el mundo. Por ello crean esta situación de inestabilidad, para
aprovecharse de nuestro país y conseguir sus objetivos.
Ocupación
y resistencia
Inés
Royo: Muhammad Yasin trabaja en el Comité de Derechos Humanos del
Consejo Municipal del barrio de al-Adamiya en Bagdad, que se encarga
del seguimiento de los casos de las familias de las víctimas, de los
detenidos y de los heridos a causa de los enfrentamientos, y de los
casos de registros domiciliarios que llevan a cabo las fuerzas
estadounidenses en la zona. Asimismo, también trabaja en el
enterramiento de víctimas y en la evacuación de los heridos durante
las explosiones y los ataques. Por favor, me gustaría que nos hablara
de las violaciones de los derechos humanos desde su punto de vista y
desde su trabajo prestando ayuda a la población civil.
Muhammad
Yasin Muhammad: Muchas gracias por habernos invitado a dar testimonio.
Todo lo que han dicho mis hermanos y compañeras es la pura verdad,
pero quiero añadir algunos testimonios de la vida diaria. La última
batalla que tuvo lugar en Bagdad ocurrió en al-Adamiya el 9 de abril
de 2003. Cuando finalizó esta batalla, las fuerzas estadounidenses
aumentaron la presión sobre esa zona por la resistencia que
encontraron allí. Conozco los detalles de los asesinatos que tuvieron
lugar delante de mis propios ojos, y de los relatos de los prisioneros
una vez son puestos en libertad, de las redadas que llevan a cabo las
fuerzas estadounidenses por la noche Y yo soy uno de los que ha
sufrido directamente esos registros domiciliarios dos veces. Quiero
explicarles cómo se desarrolla una redada. Las fuerzas
estadounidenses cuando quieren asaltar la casa de un individuo hacen
un cerco a su alrededor de un kilómetro cuadrado -después de las dos
de la madrugada- apoyados por los helicópteros. Entonces da comienzo
una situación de tensión espantosa en el lugar porque la gente no
sabe en qué casa van a entrar y todo el mundo vive a la espera hasta
altas horas de la madrugada, despierto y aterrado. Los niños en las
casas lloran y las mujeres, al igual que los padres, aguardan. Cuando
por fin se produce la redada, (quiero señalar antes una cosa, y es
que a las dos o las tres de la madrugada, la gente normalmente
duerme), los estadounidenses pretenden que cuando llaman a la puerta
la gente les abra inmediatamente y si se retrasan un par de minutos,
la dinamitan. Nuestras casas son pequeñas y, por lo tanto, cualquier
explosión afecta también a las casas de al lado. Y todo esto sucede
a media noche, o sea que imagínense los efectos de una explosiónEsto
por un lado.
Por
otro lado, cuando consiguen detener a una persona lo primero que hacen
es preguntarle a cualquiera "¿Eres fulano?" Si dice que sí,
sabe que significa que le acecha una desgracia. Le ponen un saco en la
cabeza y empiezan a golpearle violentamente, le atan las manos detrás
de la espalda y le tiran al suelo sin dirigirle ni una palabra, ya que
por supuesto no conocen para nada nuestra lengua. Luego se lo llevan
en un vehículo a un lugar desconocido. Nuestra misión es averiguar a
dónde, pero es muy difícil averiguarlo. A veces nos enteramos a los
tres meses que está en poder de las fuerzas estadounidenses. Porque
transcurridos los tres meses nos dan un número para que le hagamos
una visita. Los prisioneros en Iraq no tienen nombre, tan sólo tienen
un número de identificación.
Por
lo que concierne a las operaciones de asesinato de las fuerzas
estadounidenses, he presenciado varias. Si el tiempo permite que
relate alguna de ellas al público oyente, les estaría agradecido.
Los pilotos estadounidenses pretenden ser artistas alcanzando
determinados blancos -los pilotos, no los soldados. Si les gusta por
ejemplo disparar a una palmera, la disparan. A un coche, a una casa,
lo mismo. Créanme. El 9 de septiembre de 2004 en Bagdad hacía mucho
calor por lo que la gente dormía en las azoteas de las casas. Por dos
motivos, uno, por el calor, y dos, porque los cortes de electricidad
duran muchas horas, pero esa costumbre se ha convertido en algo muy
peligroso. Ese día a las siete y media de la mañana vimos un avión
que se dirigía hacia la zona de Khadimiya. Se detuvo en por la zona y
lanzó un misil. Cuando cayó el misil, tras la explosión, nos
acercamos al lugar. Cuando llegamos oímos gritos y llantos. Una
familia que dormía en la azotea fue alcanzada en su totalidad.
Murieron cuatro niños y dos de las niñas resultaron heridas. El
padre no se encontraba en la casa. Uno de los cuatro niños que
perecieron murió delante de mí de camino al hospital porque todavía
estaba con vida cuando intentamos llevarlo hasta allí. El doctor me
dijo -porque yo formaba parte del equipo de socorro-: "Cuando la
herida está en la mano o en el pie, alabamos a Dios y le damos
gracias, porque se corta y ya está. Pero cuando la herida se
encuentra en el estómago o en la cabeza". Y él tenía la herida
en el estómago y en el pecho. "¿Qué hacemos con él?, le
pregunté, "Le ponemos una bolsa de sangre", y mientras la
íbamos a buscar, falleció.
Otro
suceso en el que también falleció una persona delante de mí, a unos
veinte metros, ocurrió el 6 de abril de 2003. Un carro blindado
estadounidense estaba parado enfrente de la mezquita del imán al-Adham.
Eso provocó la curiosidad de la gente y sobre todo cuando se oyó la
voz del almuédano llamando a la oración y la gente empezó a acudir
a la mezquita. En ese momento un soldado estadounidense se puso de pie
encima del vehículo bebiendo alcohol y bailando. Después los
combatientes (los muyyahidin) realizaron un disparo al tanque, porque
les molestó mucho que ocurriera eso delante de una de las mezquitas
de Bagdad. Los estadounidenses acudieron al lugar una media hora después
del disparo porque según ellos si vienen rápidamente puede ser que
se encuentren con una emboscada. Entonces los helicópteros
sobrevuelan la zona, etc. Esto ocurrió exactamente a las cuatro y
veinte y a las cinco menos veinte el almuédano llamó a la oración
del Aser (de la tarde), y la gente quiso entrar a orar pero no les
dejaron. Los estadounidenses cercaron la mezquita. Allí había dos
personas, una de ellas delante de mí que tenía mucho interés por
entrar a la mezquita, y otra persona más hacia el otro lado de la
mezquita. Esa persona sufría de epilepsia. El soldado le detuvo y le
empujó y el otro respondió con otro empujón. Al final el soldado lo
soltó porque notó que estaba muy alterado. Consiguió llegar a la
puerta de la mezquita y allí estaban reunidos varios soldados
estadounidenses. Lo atraparon y le impidieron la entrada. Allí mismo
en la entrada hay varios escalones y, cuando empezó a subirlos, uno
de los soldados le empujó hacia delante. Y así estuvieron varios
minutos empujándole, hasta que finalmente les gritó a la cara y el
soldado sacó un arma y le golpeó con total frialdad y el hombre se
cayó al suelo. La temperatura era muy alta, superaba los 55º,
pudiendo llegar a los 60º. El pobre hombre que estaba en el suelo se
quejaba por el golpe y por el calor del pavimento y levantaba la mano
pidiendo socorro: "ayudadme". Cuando intentamos ir a
socorrerle, los estadounidenses nos dispararon por encima de la
cabeza. Nos tuvimos que retirar porque seguían disparando y vimos
como su mano se derrumbaba poco a poco.
Inés
Royo: ¿Puede describirnos por favor, la situación en las prisiones,
las condiciones en las que tratan a las mujeres y la edad de las
mujeres que están encarceladas? ¿Es cierto que se también están
vulnerando todas las normas internacionales de protección a niños y
menores, ya que existen niños de 14 y 15 años de edad que están
encarcelados y que son tratados, en cuanto a vejaciones y torturas,
igual que si fuesen adultos?
Muhammad
Yasin Muhammad: Efectivamente este asunto no nos es extraño puesto
que las vejaciones que sufren los presos en las cárceles han sido
divulgadas ampliamente a través de los medios de comunicación. Voy a
contarles la historia de dos mujeres de mi barrio que han tenido que
soportar el paso por la cárcel. A ambas las detuvieron junto con
todos los miembros de su familia. Después de la detención, uno de
los hermanos, que era alcohólico, murió antes de los ocho días a
causa de las torturas que le infligieron, porque físicamente estaba
muy débil. Lo llevaban delante de sus hermanas estando éstas
desnudas y lo dejaban allí durante horas. A los tres meses nos
comunicaron que podíamos ir a recoger el cadáver, cien días después.
Fuimos a recoger el cadáver y después de ser liberadas se encerraron
en su casa sin querer hablar con nadie e incluso obligaban a sus hijas
a que tampoco salieran porque para los iraquíes todo lo que tuvieron
que soportar supone una gran vergüenza y humillación. Una de ellas,
que confía en mí, me dijo que las desnudaban y las hacían pasearse
desnudas delante de los hombres presos, los cuales, por respeto,
desviaban la mirada o bajaban la cabeza hacia el suelo. Aunque fueron
puestas en libertad, una de ellas dice que no puede vivir porque se
siente sucia, manchada. Yo le contesté que debía ser un orgullo para
ella y su familia y que debe salir a la calle con la cabeza bien alta.
Pero no me hizo mucho caso y se dirigió al Consejo de Imanes para que
pronunciaran una fatwa que le permitiera el suicidio. Y así continuó
hasta que la detuvieron por segunda vez. Actualmente vuelve a estar en
prisión.
Voy
a referirme ahora a otro preso. Tiene 39 años y lo retuvieron en la cárcel
durante un año y tres meses. Cuenta cómo lo colgaban durante horas,
quizás durante días puesto que no lo recuerda con claridad; dice que
le colocaban entre dos tablas de madera y que cada vez que entraba un
soldado estadounidense lo empujaban contra una de las tablas, lo que
hacía que se golpeara la cabeza hacia delante y hacia atrás. Así lo
tuvieron durante mucho tiempo, sufrió ceguera provisional y hasta
perdió la memoria. Después lo pusieron en libertad. Le detectaron
una enfermedad que le afectaba al cerebro y los médicos decidieron
que le iban a operar urgentemente. Este tipo de operaciones cuesta
alrededor de tres millones de dinares iraquíes. Este hombre es padre
de tres hijas, tiene una esposa y su piso es de alquiler. Le operaron
gracias a la ayuda de los iraquíes pero se dieron cuenta que el
cerebro estaba afectado de gravedad ya que un nervio había sido
alcanzado y le dificultaba la visión, la articulación del habla,
etc. Los médicos le han aconsejado que guarde reposo en casa por lo
menos durante un año. Por Dios, explicadme cómo puede hacer para
sobrevivir esta familia.
Preguntas
de los miembros del Tribunal [4]
Pedro
Martínez Montávez: Sí, yo tengo una pregunta que voy a hacer al Sr.
Tareq pero no les oculto que estoy profundísimamente emocionado por
algunos de los testimonios que se han dado aquí. Sr. Tareq, ¿usted
cree que existe una decisión para que el futuro político de Iraq se
ajuste a un posible modelo federal (Vd. ha empleado también el término)?
Y ¿Cuál podría ser la aceptación de ese posible modelo federal por
parte de las diversas fuerzas políticas iraquíes? ¿Piensa Vd. que
hay algunas fuerzas políticas iraquíes que están más inclinadas a
la aceptación de un posible modelo federal y otras menos inclinadas a
su aceptación?
Muhamad
Tareq al-Darraji: Existen diferentes orientaciones políticas que están
intentando extender esa opinión aunque dicha medida no cuenta con la
suficiente base popular. Además, actualmente las distintas minorías
ya no padecen las situaciones que anteriormente las llevaban a
reivindicar la separación en defensa de sus propios derechos. Un
posible modelo federal tampoco representaría para dichas minorías,
ya sean étnicas o religiosas, ningún tipo de garantía.
En
nuestra visita a España hemos constatado su modelo descentralizado en
las distintas Comunidades Autónomas y hemos podido comprobar su
planificación, su desarrollo científico y tecnológico. El
centralismo está ligado a las condiciones específicas del país en
cuestión, ya se trate de centralismo o de descentralización. Pero
cuando hablamos de un país que se encuentra bajo ocupación o
sometido a unas condiciones e imposiciones que dependen del ocupante,
se trata de algo orquestado y planificado. Los ocupantes, según el
derecho internacional, tan sólo tienen la obligación de proteger al
pueblo ocupado. ¿Con qué derecho estos ocupantes se atreven a
decidir las leyes que van a regular al pueblo ocupado, a fijar las
condiciones de las elecciones, a planificar la futura Constitución?
Todo esto supone violaciones flagrantes del derecho internacional.
Claro que los estadounidenses tienen un proyecto y la prueba es que no
planea solamente sobre Iraq sino que ahora la presión se está
extendiendo al resto de los países de la región. Su intención es
cambiar el mapa político para adecuarlo a los planes que tiene la
administración estadounidense para la etapa posterior: control
geoestratégico de la región, control de sus riquezas y recursos,
protección de su aliado Israel, y otros intereses relacionados con su
proyecto futuro para la zona.
François
Houtart: Quiero aportar una pequeña información en este sentido. En
Bélgica, durante la ocupación alemana, nos impusieron también un
modelo federal. El resultado fue que han tenido que transcurrir 45 años
para llegar a una solución federal porque al principio hubo un
rechazo muy fuerte a este tipo de solución, al haber sido impuesta
por el ocupante. Doy la palabra a Carlos Jiménez.
Carlos
Jiménez Villarejo: Yo quería preguntarle a usted una cosa. Como es
sabido, la ocupación militar de Iraq estuvo constituida por los Ejércitos
estadounidense y británico, fundamentalmente, y un importante
contingente de compañías de seguridad privadas, es decir
mercenarios, que creo que su número se puede elevar a las 30.000
personas y que prestan servicios logísticos y de seguridad a las
fuerzas militares. La pregunta es si usted tiene constancia de que
esos contingentes y servicios de seguridad participan también en la
práctica de la tortura y de los maltratos en los centros de detención
del Ejército estadounidense o británico.
Muhamad
Tareq al-Darraji: Todos los iraquíes sabemos que el Ejército
estadounidense está formado mayoritariamente por mercenarios. Estos
mercenarios provienen de distintos países y en sus contratos se
especifican, en contraprestación por su servicio, recompensas futuras
como la nacionalidad estadounidense y apoyo económico. Cuando estos
mueren mercenarios en combate en Iraq, sus cuerpos no se devuelven a
sus familiares sino que los abandonan en el desierto o los arrojan a
los ríos.
En
cuanto a quién comete las violaciones contra los presos y detenidos
no tengo ninguna duda en afirmar que son los estadounidenses, todos
los que forman parte de sus tropas, ya sean mercenarios o no.
Asimismo, las fuerzas británicas también participan en las torturas
y prácticas punitivas contra los detenidos de la prisión de Campo
Bucca [al sur de Basora]. Esto además de lo que mencioné con
anterioridad acerca de la ciudad al-Imara. Incluso cuando los
estadounidenses quisieron atacar la ciudad de Faluya en el mes de
noviembre, las fuerzas británicas les acompañaron para protegerles
en Bagdad. En aquella época, las fuerzas británicas llevaron a cabo
numerosas agresiones y violaciones en las zonas de los alrededores de
Bagdad, en Latifiya, en Mahmudiya, y en muchos de esos lugares
realizaron no solamente detenciones sino que fueron más allá
llevando a cabo asesinatos aleatorios para lograr el control de esas
zonas e impedir que se repitiera lo que había ocurrido en la batalla
de abril (los ataques que sufrió el Ejército estadounidense y sus
refuerzos.) Así que colaboraron en las detenciones, en las torturas y
en las matanzas.
Si
usted se refería solamente a las detenciones, diré que actualmente
existen también empresas que no son de mercenarios, por ejemplo
empresas de seguridad privadas estadounidenses para proveer protección.
Una sección de la prisión de Abu Ghraib fue confiada a estas
empresas que están formadas en su mayor parte por oficiales
retirados, miembros de la CIA, antiguos marines, etc. Ellos son los
que supervisan los interrogatorios, según nos han explicado algunos
detenidos que han sido puestos en libertad posteriormente, y son
quienes se encargan de los métodos salvajes de tortura utilizados
dentro de esos centros de detención y de los distintos estilos de
tortura psicológica. Incluso en ocasiones han intentado provocar
enfermedades crónicas a los detenidos para que cuando les liberen no
puedan ser de ninguna utilidad y no puedan unirse a la resistencia ni
ofrecer ningún tipo de oposición y tan sólo puedan quedarse
confinados en sus casas.
Carlos
Jiménez Villarejo: usted ha descrito con toda claridad, y de forma
totalmente estremecedora, lo que fue el asalto a Faluya y creo haber
entendido que aproximadamente unas 300.000 personas se vieron
obligadas a huir de Faluya por los bombardeos de las tropas
estadounidenses. Yo le quería preguntar, para utilizar los términos
de los Convenios de Ginebra de protección de la población civil en
caso de conflicto armado internacional, si usted puede afirmar que las
fuerzas militares estadounidenses y las británicas, en la parte que
corresponda, han provocado desplazamientos forzosos de la población
civil iraquí, lo que supone una de las grandes violaciones del
Derecho Internacional Humanitario establecido en todos los tratados.
MuhamadTareq
al-Darraji: En la batalla de abril en Faluya, concretamente el día 4,
tuvimos una reunión con el jefe estadounidense de los Marines en
Faluya. Este día comenzó el asedio a Faluya y el inicio de la
batalla de abril. Cuando le preguntamos el porqué del asedio y de la
presencia de las fuerzas estadounidenses, nos dijo que era para
conseguir detener a los que habían matado y torturado a los cuatro
contratistas estadounidenses. Nos sorprendió bastante porque ellos
entran en Faluya, detienen a cualquier persona, pueden apresar a quien
quieran, y nos dicen que tienen una foto de los que cometieron el
castigo ejemplar. Entonces, ¿para qué este asedio y todas estas
operaciones militares? Y nos respondió el jefe de los Marines que tenía
una orden del Pentágono y que no valía la pena perder el tiempo en
discutirla. Luego nos mostró un documento y nos dijo que lo transmitiéramos
a la gente de Faluya, que lo distribuyéramos y que lo colgáramos en
los muros. Leímos lo que ponía en ese documento: "De
conformidad con los acuerdos de Ginebra, y con la finalidad de
mantener la paz y la seguridad, de ahora en adelante se aplicarán las
siguientes medidas: "Prohibición de entrada y de salida a la
ciudad; prohibición de movimiento por las calles; se procederá a
realiza, en caso de necesidad, algunas detenciones", etc. Todas
estas medidas pretendían que viéramos que iban a respetar los
acuerdos. Pero en la batalla de abril se violaron todas esas
intenciones.
Lo
que quería resaltar en este punto es que en la batalla de noviembre,
el crimen del siglo que tuvo lugar en Faluya, no se aplicaron todas
estas disposiciones y medidas y no se comunicó nada a nadie, ni tan
siquiera a la población. 300.000 personas huyeron de la ciudad como
consecuencia del incremento de los bombardeos a la ciudad porque
vieron que se iba a convertir en una carnicería. Para terminar, me
gustaría añadir que Iraq -hasta el día de hoy- se encuentra bajo
ocupación y que todavía estamos esperando que se apliquen las leyes
internacionales humanitarias ya que no se está haciendo nada para
detener las violaciones por culpa de la ausencia de control y de
poder.
Carlos
Jiménez Villarejo: Hay una pregunta para la Dra. Intisar Muhammad
Araibi que consiste en lo siguiente. Se ha dicho aquí hoy, y se ha
constatado, que las fuerzas militares estadounidenses han utilizado
municiones prohibidas, armas químicas, bombas de fragmentación, creo
que se ha dicho bombas de fósforo blanco Hay un informe del Comité
Internacional de la Cruz Roja (CICR) en el que se dice que algunas de
estas municiones, una vez empleadas, quedan sobre el suelo, sobre la
tierra, y algunas de ellas pueden producir efectos propios de las
minas antipersona, es lo que se llama "residuos tóxicos
peligrosos". Sólo deseo saber si la doctora tiene constancia de
que hayan sido atendidos en los hospitales de Bagdad o de otras
ciudades de Iraq personas, y sobre todo niños, que hayan sufrido daños
o mutilaciones a consecuencia de dichos residuos tóxicos.
Intisar
Muhammad Araibi: Hubo un informe del Pentágono que decía que durante
la segunda Guerra del Golfo [de 1991] se había bombardeado la ciudad
de Basora con 300 toneladas de bombas con uranio empobrecido, pero esa
cifra no es correcta ya que en realidad fueron unas 800 toneladas las
que cayeron sobre Basora. Los médicos empezaron a recibir muchos
pacientes, mayoritariamente de las zonas del sur, afectados por
enfermedades muy variadas y casos de cáncer de distintas tipologías,
aparecieron fetos con malformaciones, etc. Muchos niños nacieron con
malformaciones congénitas. Uno de los doctores especialistas en
oftalmología realizó una investigación científica en la que
informaba que había muchos casos -y citó concretamente la cifra de
50 niños- que habían nacido sin ojos, lo cual apunta a que se
utilizaron cantidades muy altas de uranio. Durante la última guerra sólo
Bagdad fue bombardeada con 200 toneladas de uranio empobrecido.
Asimismo, Faluya fue bombardeada con muchos tipos de bombas y con
gases químicos. Cuando fuimos a preguntar a los médicos acerca de
los cadáveres enviados a los forenses nos dijeron que una buena parte
de ellos habían sido enterrados en fosas comunes para esconder las
huellas de los crímenes y que no han permitido a nadie desenterrar
los cadáveres. También hay médicos que han confirmado que existen
indicios de la utilización de elementos químicos, así como del uso
del uranio empobrecido, que provocan determinadas enfermedades en la
sangre que afectan a personas de entre 35 y 40 años de edad.
La
cifra de afectados oscila entre el 1 y el 1,5 por ciento, que es un
porcentaje muy alto y que demuestra que se utilizó armamento
prohibido en todo Iraq y no solamente en Faluya. Sinceramente, quizás
ustedes hayan oído hablar sólo de los bombardeos a Faluya, pero en
realidad hay muchas más ciudades que están siendo atacadas. Faluya
ha sido la que ha tenido un mayor eco en los medios de comunicación,
pero está ocurriendo lo mismo en Ciudad Sadr [en Bagdad]; en Nayaf
también se utilizaron armas de destrucción masiva y en las zonas de
Tikrit, Samarra, y Yusfiya; de esta última zona nos llegó una gran
cantidad de civiles que había sufrido los bombardeos estadounidenses.
Y cuando estuve visitando algunos heridos vi que había muchos niños
que habían sido alcanzados también por los estadounidenses. Pregunté
a una de las mujeres ancianas por qué estaban aquí todos estos niños
y una niña. La madre de la niña había muerto, pero ella aún vivía.
Tenía los pies rotos y la pierna herida por impactos de bala; también
le habían alcanzado el vientre, que tuvieron que abrirle para poder
extraer los restos de munición. Me dijeron que los estadounidenses
habían llegado y habían destruido la zona y atacado a la población
civil. Les preguntamos por qué y nos respondieron que habían matado
incluso a los animales. A los animales y a los seres humanos. Les
preguntaron por qué les estaban atacando y les contestaron que
estaban protegiendo a los muyahidin.
María
Pilar Massana: Muy brevemente quisiera hacer dos preguntas. Primero,
muchas personas que estamos en la sala, y otros miles que hoy no están
aquí, nos hemos movilizado en contra de la guerra contra el pueblo de
Iraq. Al escuchar sus relatos nos quedamos impresionados preguntándonos
si sirve para algo lo que nosotros podemos hacer desde aquí. La
pregunta es si a ustedes el hecho de que nosotros sigamos atentos a lo
que les pasa les sirve para mantener también el ánimo de la
resistencia, y, segundo, si pudiesen distinguir, por favor, entre los
ataques terroristas indiscriminados contra la población civil
indefensa y la legítima defensa de un pueblo ocupado.
Intisar
Muhammad Araibi: Por supuesto, nosotros como pueblo condenamos el
terrorismo y lo interpretamos como un ataque a la población civil. La
resistencia en nuestro país no tiene ninguna relación con el
terrorismo, ni con los ataques a civiles. Por eso EEUU examina
atentamente las zonas en las que se encuentran la resistencia y los
muyahidin y los vigila, pero sin que esto salga en los medios de
comunicación. En cambio cuando EEUU comete actos terroristas a través
de las milicias compradas y pagadas por ellos mismos, entonces los
medios de comunicación los muestran diciendo que ésos son los
muyahidin, los responsables de las matanzas indiscriminadas. Por ello
reitero que ni los muyahidin ni la resistencia tienen relación alguna
con esos actos terroristas ni con los ataques a civiles.
En
cuanto a la primera pregunta, tal y como dije, Faluya no es la única
ciudad que ha sido dramáticamente atacada. Nosotros ahora mismo
estamos muy angustiados porque mientras estamos aquí nos están
llegando noticias de que el barrio de al-Adamiya en Bagdad está
siendo bombardeado por la aviación estadounidense. Y hace 12 días
ocurrió lo mismo en la ciudad de Ramadi, bombardeos aéreos y uso de
armamento no convencional. Mi casa se encuentra en la carretera
general que lleva a Ramadi y antes de venir a España había muchos
vehículos estadounidenses dirigiéndose hacia Ramadi. Cada día nos
cortaban la carretera a causa de las maniobras de esos vehículos.
Pero sabemos que hay una consigna internacional que está acallando
este tipo de violaciones. Iraq es un país muy caluroso, especialmente
en verano donde las temperaturas pueden alcanzar los 50ºC -quizás a
ustedes les cueste creerlo pero es cierto que alcanzamos esas
temperaturas- pues ahora mismo hay población desplazada que está en
el desierto y que no tiene prácticamente agua, ni alimentos, ni
medicinas, etc. Salieron de Ramadi con dirección a otras ciudades,
llegaron hasta la ciudad de Anaa y los médicos de la zona solicitaron
ayuda. Afortunadamente nosotros disponíamos de alguna ayuda que había
llevado la delegación de la CEOSI del Estado Español cuando estuvo
en Bagdad. Ellos nos dieron parte de esas ayudas y nos dijeron:
"comprad esos medicamentos para la gente de al-Qaim"; y por
eso compramos nosotros mismos los materiales, los alimentos, etc. y
una primera parte la enviamos a la ciudad de al-Qaim [5].
Por
ello os pedimos ahora, y también a todas las organizaciones
humanitarias, que ayudéis a este pueblo que ha sido objeto de esta
injusticia a pesar de su civilización, de su ciencia, y de todos los
recursos que posee. Nosotros no somos pobres y no queremos limosnas de
nadie. Gracias a Dios tenemos muchas riquezas, si no los
estadounidenses no estarían en nuestro país. Aen la actualidad
estamos siendo despojados de todo por parte de EEUU y carecemos de los
bienes más simples y básicos como el agua potable para nuestros
hijos. No hay agua en la ciudad de al-Qaim y lo que va a sucedernos se
convertirá en una catástrofe humana. Quedarnos impasibles, callados,
sin reacción ante todas estas atrocidades es una afrenta al derecho
humanitario colectivo. Una crisis humana está acechando todas estas
ciudades víctimas del terrorismo estadounidense. Os pedimos toda la
ayuda que podáis brindarnos a través de todas las vías posibles.
Notas:
1.
Véase en IraqSolidaridad: Barcelona: Tribunal Internacional de Iraq y
las trascripciones de las sesiones de testimonios publicadas
anteriormente a ésta: Testimonios (III, 1ª parte): Del asalto a
Faluya a la etapa postelectoral (de noviembre de 2004 a la
actualidad): Ocupación y resistencia | Testimonios (II). La sociedad
iraquí contra la ocupación: La quiebra del proyecto de dominación
sobre Iraq y la institucionalización e internacionalización de la
ocupación | Testimonios (I). La sociedad iraquí contra la ocupación:
La etapa de la Autoridad Provisional de la Coalición
2.
Intervino como relator en esta Segunda Sesión Carlos Taibo, profesor
de Ciencias Políticas de la Universidad Autónoma de Madrid con el
documento: "Iraq tras la legitimación dispensada por Naciones
Unidas a la intervención exterior".
3.
Arabista, miembro de la PASI
4.
Presidente: François Houtart, Sociólogo y Teólogo, director del
Centre Tricontinental, Lovaina. Miembros: Mercedes García Aran,
profesora de Derecho Penal de la Universidad de Barcelona; Sharon
Marie CECI, representando a Ramsey Clark, miembro de Internacional
Action Center, EEUU; Carlos Jiménez Villarejo, ex Fiscal Jefe
Anticorrupción de la Audiencia Nacional; Pedro Martínez Montávez,
Arabista, catedrático emérito de Árabe e Islam de la Universidad
Autónoma de Madrid; María Pilar Massana Llorens, miembro de Aturem
la Guerra de Barcelona, PASI-CEOSI; Jauma Saura, profesor de Derecho
Internacional de la Universidad de Barcelona y presidente del
Instituto de Derechos Humanos de Cataluña. Secretario: Josep Ll.
Gordillo, profesor de Filosofía del de la Universidad de Barcelona.
5.
Sobre estas ayudas, véase: Segunda fase de la iniciativa de apoyo
sanitario a Iraq
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