EEUU
usa de nuevo fósforo blanco en el-Anbar y ataca por segunda vez el
Hospital General de al-Qaim
Operación
"Telón de Acero": El verdadero rostro de la ocupación
Por
Sabah Ali (*)
Bagdad, 18/12/05
IraqSolidaridad, 22/12/05
Traducido por Felisa Sastre
"Dijo
que cuando se enterraron los cadáveres, sus ropas estaban intactas,
pero cuando se agarraba los cuerpos eran como cenizas. En Rummana
reunieron a todos los hombres y los iraquíes que acompañaban a las
tropas de EEUU señalaron a quienes había que llevarse. Los soldados
todavía ocupan las escuelas y los centros sanitarios. Piden a las
familias que abandonen sus viviendas y después arrasan las casas. Lo
han hecho con 15 viviendas en Rummana y, en un mes se ha asesinado al
menos a 150 personas allí. El 15 de noviembre, en Ebeidy, obligaron a
las familias a pasar la noche al raso. Dos recién nacidos murieron de
frío".
Banderas
blancas en los tejados de las casas y en los coches, muchos vehículos
militares estadounidenses e iraquíes, demasiados puestos de control y
calles cortadas, numerosas patrullas amenazadoras, toque de queda a la
puesta de sol, montones y montones de casas destruidas, tiendas,
oficinas, el único puente, hospitales y centros de atención
sanitaria, paredes con impactos de balas y carteles electorales...,
rostros inexpresivos con aspecto sombrío por las calles. Este es el
panorama de al-Qaim tras la operación militar Steel Curtain
("Telón de Acero"), que se inició el 5 de noviembre de
2005 y en la que participaron 3.000 soldados estadounidenses e iraquíes
[1].
"¿Están
filmando nuestra miserable situación para que Bush se apiade de
nosotros? ¿Quieren ablandar su corazón?", nos pregunta
desaprobadoramente una joven campesina, diminuta y delgada, con
evidente resignación . Llevaba una bombona de gas para cocinar muy
pesada con la que intentaba subir desde la orilla del río. Después
del grave bombardeo sufrido por el único puente que une Rummana con
al-Qaim los ciudadanos tienen que cruzar con barcas.
Nuestro
conductor se impacientaba con las calles cortadas y tomaba el atajo
polvoriento más cercano en cuanto veía un atasco. Llegamos a al-Qaim
a las seis de la tarde: ya era noche cerrada. Nuestro coche estuvo a
punto de ser tiroteado por los estadounidenses, pero el conductor tuvo
reflejos para escapar por una calle transversal. "Así es como se
asesina a familias enteras", dijo Abu Adel, un adorable viejecito
que buscaba un coche que le llevara y que se esforzaba en darnos a
conocer su buena educación mediante frases inglesas entrecortadas.
Abu Adel estaba muy indignado porque algunos iraquíes se aprovechaban
de la desgracia de los refugiados y les pedían el doble o el triple
de lo que costaban los alquileres. Él había preferido llevar a su
familia a una choza antes que acceder al chantaje.
No
hay electricidad desde hace más de un mes tras el bombardeo de la
principal central eléctrica, cuando quedaron destrozados los
convertidores y cortados los cables. Por la mañana al-Qaim mostraba
un aspecto horrible. El 90 por ciento del Hospital General derruido
[2], los centros de asistencia médica, las escuelas, las tiendas, las
casas...
El
mayor hospital de la región occidental
El
director del Hospital General, el Dr. Hamdi al-Alussi, viene a
encontrarse con nosotros fuera de su despacho. Ha cancelado una reunión
con el comité para la reconstrucción." Esas reuniones son papel
mojado", dice.
El
Dr. Hamdi es habitualmente un hombre tranquilo y respetado, pero en
esta ocasión está triste y harto. Esta vez la destrucción ha sido
total. Repetía un verso de un poema árabe clásico sobre cómo
terminar un edificio mientras otros destruyen lo construido. Nos enseñó
los departamentos de Ginecología, de Pediatría, de Urgencias, el
banco de sangre, la nueva vivienda de los médicos: todos destruidos
en su totalidad. "Fueron alcanzados por varios misiles. Gracias a
Dios no había nadie aquí, sólo un empleado de la limpieza
disminuido mental y epiléptico". El Dr. Hamdi se siente
especialmente triste por lo ocurrido en el departamento de Ginecología,
ya que se había reconstruido en un tiempo récord con la ayuda de la
Cruz Roja alemana. Todavía no se había inaugurado. Todos los equipos
y máquinas han quedado inutilizables, incluso las ambulancias que había
en el garaje del hospital fueron bombardeadas. Había cinco y estaban
vacías. Dos de ellas quedaron destruidas en el garaje. Una tercera lo
fue mientras el conductor, Mahmud Chiad Abid, a quien asesinaron,
intentaba rescatar a una familia el 1 de octubre en Karabla. Las
restantes muestran los impactos claros de los disparos.
"Pero,
si el hospital estaba vacío, ¿por qué lo bombardearon? Los
estadounidenses suelen decir que había terroristas en el
interior!", le preguntamos:
"Le
aseguro que no se encontró un solo cuerpo bajo los escombros, ni una
sola persona herida. Atacaron el hospital el 7 de noviembre, dos días
después del principal ataque a al-Qaim. No había pacientes, no había
personal médico y no había hombres armados. No obstante, una doctora
decidió quedarse en el hospital pero durante el bombardeo se escondió
en una casa vecina. El 90 % del hospital quedó destrozado. Exijo al
ministerio de Sanidad, al Gobierno iraquí, a las organizaciones
internacionales e iraquíes que nos ayuden a reconstruir lo que
podamos. Por supuesto que los departamentos bombardeados no tienen
reparación posible. Tal como ven ustedes, hay que construirlos de
nuevo, pero los otros podemos rehabilitarlos. El ministerio no ha
enviado una delegación para comprobar los daños y evaluar los
costes. Ya hace más de un mes y el hospital todavía funciona."
El
Hospital General de al-Qaim es uno de los más importantes hospitales
de la región occidental de Iraq y da servicio a toda la zona desde
Hadiza hasta la frontera, donde hay centenares de pequeñas ciudades y
aldeas. Varios centros de atención médica están conectados con él.
En Hadiza hay otro hospital general que cubre la zona que comprende
desde la ciudad de Hadiza hasta Ramadi. Ambos hospitales están ahora
gravemente dañados y quemados [3].
El
Dr. Hamdi ha instalado en el jardín del hospital cinco grandes
tiendas de campaña para los departamentos de Consultas Médicas,
Pediatría y de Urgencias. Las otras dos sirven de almacén de
medicamentos y muebles. Una pequeña sala vacía se utiliza como
paritorio donde no hay ningún tipo de equipamiento para examinar a la
madre y al bebé salvo dos camas. Asistimos a una operación de
urgencias. Las ventanas del lugar de operaciones, las paredes y las
puertas estaban rotas, pero el personal sanitario hizo todo lo que
pudo para mantener todo limpio y esterilizado. Todo fue bien.
"Ustedes son héroes", dije. "No -contestó el médico-
sólo hacemos lo mejor que podemos".
Pero
sí, eran héroes para trabajar en semejantes condiciones. La mayoría
del personal sanitario donaba sangre para los pacientes y volvía de
inmediato al trabajo. Tienen grave carencia de bombonas de oxígeno
por lo que lo racionan para utilizarlo sólo en operaciones de
urgencia. No disponen de más de diez botellas. "Con personas
como ustedes siempre hay esperanza", decimos. El Dr. Hamdi se
sonríe, "Nunca perdemos la esperanza". Ningún medio de
comunicación estuvo presente para dar cobertura y mostrar la tragedia
de al-Qaim.
17
miembros de una familia, asesinados en segundos
Modhhir
Najim Abdulla, guardia de seguridad del hospital, nos llevó a la casa
de su tío, que había sido bombardeada, donde 17 mujeres, niños y
civiles fueron asesinados. La casa de Arkan sólo eran bloques de
hormigón amontonados. El techo se había derrumbado sobre el suelo.
Allí vivían cinco familias. Ninguna de ellas era extranjera o
combatiente. "Sólo quiero saber por qué, quiero una justificación",
comienza Modhir, "el bombardeo se inició el 5 de noviembre, nos
dijeron por los altavoces que permaneciéramos en casa, que no saliéramos,
y así lo hicimos. Quince minutos después empezaron a caer bombas. No
avisaron para que se evacuara, así que no tuvimos oportunidad de
escapar. El 7 de noviembre nos enteramos de que la casa de nuestro tío
había sido bombardeada. Como no podíamos ir a comprobarlo fuimos a
los soldados estadounidenses más cercanos y se lo dijimos. Ellos nos
acompañaron y esto es lo que encontramos".
Modhir
no gritaba, pero su voz expresaba una gran indignación . Su hermana,
Najla, que era la mujer de su primo, estaba embaraza de nueve meses.
Se le iba a practicar una cesárea porque había superado en una
semana el plazo previsto del embarazo. "No puedo describirla a
ella ni al bebé cuando sacamos los cuerpos". Otro de los bebés
del primo tenía sólo 25 días. Un tercer cuerpo de niño no se
encontró hasta dos días después. Modhir trajo los documentos de
identidad de la familia, sus certificados de defunción y fotos.
Aquí
están con su nombre, edad, parentesco con Arkan y causa de la muerte:
Familia
de Arkan Abdullah:
1.
Alia Amir, 50 años, esposa, cráneo aplastado, costillas rotas,
quemaduras y heridas en el pecho y abdomen.
2.
Asma'a Arkan, 23 años, hija, asfixiada.
3.
Inam Arkan, 14 años, hija, cráneo roto.
4.
Lubna Arkan, 12 años, hija, heridas en la cabeza y asfixia.
5.
Abdul Razzaq Arkan, 10 años, hijo, costillas rotas y asfixia.
6.
Mahmud Arkan, 22 años, cráneo roto y asfixia.
Familia
de Sadam Arkan:
7.
Jatar Dahham, 28 años, nuera, heridas y cráneo roto.
8.
Duha S. Arkan, 10 años, nieta, cráneo roto y heridas en la cabeza.
9.
Abdullah S. Arkan, 9 años, nieto, desgarros intestinales.
10.
Zammir S. Arkan, 4 años, nieto, costillas rotas, hemorragia pulmonar
y piernas rotas.
11.
Amir S. Arkan, 7 años, nieto, fractura de cráneo, asfixia y heridas
en las piernas.
12.
Yahia S. Arkan, 3 años, fractura de cráneo.
13.
Saja S. Arkan, 2 años, nieta, cráneo roto, desgarros musculares y
costillas rotas.
Familia
de Fanar Arkan Abdullah:
14.
Najla'a Najim, 22 años, nuera, fractura de cráneo, asfixia.
15.
Leila Fanar Arkan, feto, certificado de nacimiento y defunción simultáneos.
16.
Ahmad Salih Amir, 25 días, sobrino, heridas en la cabeza, pecho y
costillas.
17.
Jattab Mahmud Arkan, 2 años, nieto, fractura de cráneo.
"¿Cree
que alguno de ellos era terrorista?: éste, o éste o quizás éste".
Las fotos eran de mujeres en una fiesta, de muchos niños en
diferentes ocasiones... "Ésta es mi hermana, éste su hijo, ése
es mi primo más joven..." -señalaba sus rostros y decía sus
nombres. Yo tenía la sensación de que la lista no tendría fin:
"Por favor, déjelo ya", le pedí.
"¿Por
qué cree que bombardearon la casa de su tío?", pregunté.
"No lo sé, quiero que respondan a esa pregunta. Bombardearon
tres casas en esta calle. En otra de ellas fueron asesinados una mujer
y siete niños. Era la casa de Fuad, está ahí. La tercera estaba vacía
y ya no quedan más que ruinas, puede verla usted. Puede que tuvieran
informaciones equivocadas sobre estas casas, no lo sé; puede que
cometieran un error..., pero esas no son excusas. Incluso los soldados
estadounidenses, los iraquíes, el periodista de la CNN gritaban
cuando vieron lo que le había sucedido a mi familia". La familia
fue enterrada en el jardín.
Las
tropas estadounidenses han practicado en al-Qaim la clásica táctica
sucia colonial de dividir y conquistar. Se han aliado con una de las
tribus principales, la de Al bu Mahal, contra otra también muy
importante, la de Al Salman. Se sirven de una para obtener información
sobre la otra. Esa gente puede cometer equivocaciones o se les puede
facilitar información falsa por distintas razones pero en el proceso
se asesina a inocentes. En la reciente operación "Telón de
Acero" se han arrestado a miles de personas, se han servido de
delatores de otra tribu para llevarse a quienes pensaban que eran
insurgentes. La historia se ha repetido en muchos lugares: Rumanna,
Karabla y al-Ebeidy. Por supuesto, a quien se le señala como
colaborador [de la resistencia] se le asesina. Al-Qaim es un ejemplo
de lo que está ocurriendo en diferentes partes de Iraq.
La
vivienda de Fuad era sólo una escombrera polvorienta. De nuevo,
ladrillos dispersos y bloques de cemento. Se pidió a Nassir, un
primo, que describiera lo ocurrido:
"No
lo sabemos, fue por casualidad. Nuestra casa había sido asaltada y yo
estaba alterado por lo que decidí ir a visitar la casa de mi tío
Fuad. Toda la zona estaba vacía, y sólo los soldados estadounidenses
ocupaban el lugar. Cuando me acerqué a la casa estaba como la ven
ustedes ahora. Escuché la voz de mi primo Salam y la de su hermana
Anwar que pedían socorro. Estaban heridos. Pero otros siete fueron
asesinados. Mi primo Isam (35 años), su mujer (25 años) sus hijos.
Hani (7 años) y Rim (3 años), su hermana de 20 años, la novia de
Salaam, Sheima (20 años) y Quteiba, todos fueron asesinados."
Bombas
de fósforo blanco
Las
historias de familias enterradas bajo los escombros se han convertido
en algo habitual en al-Qaim. En la casa de Mohsin Mohammad, cerca de
la central eléctrica, una familia de 20 personas fue asesinada y en
la vivienda de Mohsin Hommadi, se nos ha dicho que ha habido 35
muertos. "Utilizamos los refrigeradores de alimentos para guardar
los cuerpos humanos", afirma A., un empleado del hospital. A. no
abandonó al-Qaim durante el último ataque. Él describe lo sucedido:
"El
5 de noviembre a las 3 de la madrugada los soldados se desplegaron en
la zona del ferrocarril y de Saray mientras el bombardeo no cesaba. Se
cortaron el agua la electricidad. El bombardeo era al azar. Los
tanques entraron en las calles de forma salvaje. Disparaban a todas
partes, incluso a una pequeña puerta. Éramos dos familias las que
permanecíamos en toda la calle. Mi puerta ya estaba rota por el
bombardeo. Avancé lentamente para abrir las puertas del interior.
Eran unos cuarenta quienes asaltaron mi vivienda. Preguntaron sobre
terroristas y armas; registraron la casa y no encontraron nada.
Mientras estaban en mi casa fueron atacados. Como represalia, en 6
minutos destruyeron tres viviendas. Se nos dijo que abriéramos la
boca y nos tapáramos los oídos cuando empezara el bombardeo. Un
periodista que los acompañaba puso en marcha mi generador eléctrico
y se puso a enviar su crónica desde mi casa. Hicieron zanjas en la
casa de mi vecino Hadg Zammer, abrieron grandes agujeros en las
paredes y echaron abajo el tejado."
AM.,
otro empleado de Rumanna narra: "Vimos 14 [helicópteros] Chinook
que lanzaban bombas, supimos que se estaba produciendo el ataque
principal sobre Huseiba y cinco días después conocimos que los
ataques se producían en Karabla y Ebeidy, que recibió 50 misiles
desde el amanecer hasta la salida del sol, a las 6 de la mañana. Un
hombre afirmó que habían utilizado fósforo blanco".
"¿Cómo
lo sabía?", le preguntamos:
"Dijo
que cuando se enterraron los cadáveres, sus ropas estaban intactas,
pero cuando se agarraba los cuerpos eran como cenizas. En Rummana
reunieron a todos los hombres y los iraquíes que los acompañaban señalaron
a quienes había que llevarse. Los soldados todavía ocupan las
escuelas y los centros sanitarios. Piden a las familias que abandonen
sus viviendas y después arrasan las casas. Lo han hecho con 15
viviendas en Rummana y, en un mes se ha asesinado al menos a 150
personas allí. El 15 de noviembre, en Ebeidy, obligaron a las
familias a pasar la noche al raso. Dos recién nacidos murieron de frío."
Al
día siguiente, intentamos ir a Rummana. Todavía era peor de lo que
AM había descrito. El puente había sido bombardeado dos veces. Tras
el primero, los coches no podían cruzarlo, sólo era posible hacerlo
a pie. Entonces se bombardeó de nuevo hasta dividirlo en tres partes,
que emergen del Éufrates como un testimonio permanente de la barbarie
colonial estadounidense.
Notas
de IraqSolidaridad:
1.
La provincia de al-Anbar tiene por capital Ramadi y en ella se
encuentran, además de Faluya, la ciudad de al-Qaim y Hadiza, y otras
más pequeñas mencionadas en esta crónica. Tras la operación
"Cortina de Acero"; una nueva ofensiva militar de las
fuerzas de ocupación y colaboracionistas (Moonlight) se iniciaba en
el alto Éufrates el lunes, 19 de diciembre, según han informado
mandos militares de EEUU (Kuna, 19 de diciembre, 2005).
2.
La CEOSI había destinado fondos de su campaña sanitaria al Hospital
General de esta ciudad y a población refugiada de anteriores
operaciones militarse de EEUU; véase al respecto en IraqSolidaridad:
La CEOSI ha destinado en los últimos tres meses más de 15.000 euros
a los refugiados y hospitales de al-Qaim y Hadiza - El Pentágono da
por concluida su nueva ofensiva contra Hadiza, que ha provocado un
empeoramiento de la situación humanitaria en la zona y Segunda fase
de la iniciativa de apoyo sanitario a Iraq. Véase también: Sabah
Ali: 'Hospital de al-Qaim: Una tragedia casi imposible de describir' -
Ramadi, en poder de la resistencia | Sabah Ali: 'Al-Qaim (y II): Otro
Faluya' | Sabah Ali: Crónica de un ataque anunciado. Una vez más,
familias sitiadas en campamentos de refugiados
3.
Además de los enlaces de la nota anterior, véase respecto a Hadiza:
Sabah Ali: Hadiza (y II): Una ciudad aplastada bajo la ocupación.
Francotiradores estadounidenses asesinan indiscriminadamente a los
vecinos y Sabah Ali: 'La estrategia estadounidense de asalto a
hospitales: destruir hasta el punto que reparar sea imposible' -
Estimación del coste de la reconstrucción y nueva dotación del
Hospital Central de Hadiza, y necesidades inmediatas.
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