Irán en Iraq - III
Irán gana influencia y poder en
Iraq a través de las milicias
La organización Badr utiliza el
ministerio de Interior para perpetrar asesinatos sectarios
Por Tom Lasseter (*)
Knight Ridder Newspapers, 12/12/05 / IraqSolidaridad, 20/12/05
Traducido por Paloma Valverde
"Tras las elecciones iraquíes del pasado
enero, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, un
partido político ligado a Badr, hegemonizó las nuevas instituciones
y colocó a un responsable suyo con fuertes lazos con esta milicia,
Bayan Jabr, a la cabeza del ministerio de Interior. Los cargos del
ministerio, especialmente los de Inteligencia y las unidades de
comandos, fueron rápidamente ocupados por miembros de la milicia Badr,
según entrevistas a funcionarios antiguos y actuales de este
ministerio."
La organización armada Badr,
apoyada por los iraníes, ha asumido muchas de las actividades de
Inteligencia dentro del ministerio iraquí de Interior, habiendo
infiltrado sus unidades de comandos de élite, afirman responsables
estadounidenses e iraquíes. Ello está permitiendo a esta milicia
confesional chií utilizar los vehículos y el equipamiento del
ministerio de Interior (gran parte del cual comprado con dinero
estadounidense) para llevar a cabo vengativos ataques contra la minoría
sunní, han señalado a Knight Ridder antiguos y actuales empleados
del ministerio de Interior. Estos responsables -algunos de los cuales
solo aceptaron hablar de forma anónima por miedo a represalias
violentas- afirman que el ministerio de Interior se había convertido
en una quintacolumna iraní dentro del gobierno iraquí apoyado por
EEUU, dirigiendo escuadrones de la muerte y gestionando una red de cárceles
secretas.
Irán y la milicia Badr
Las actividades secretas de la
milicia amenazan con malograr los esfuerzos apoyados por EEUU para
convencer a los sunníes de que abandonen la resistencia armada y se
unan a los chiíes y kurdos en el Iraq del nuevo proceso político. Y
apoyando al Badr y a otros grupos chiíes, Irán parte del
"Eje del mal" del presidente Bush que apoya el terrorismo
internacional, se cree que están intentando obtener armas nucleares y
hace llamamientos a la destrucción de Israel- ha utilizado la invasión
estadounidense para obtener influencia en Iraq.
"Están insuflando millones de
dólares en el sur [de Iraq] para influir en las elecciones, [...]
financiando básicamente a través de sus organizaciones de caridad,
del propio Badr y de algunos de sus partidos políticos afines [Dawa y
el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq]", apunta
el general George W. Casey, máximo mando militar de las fuerzas
estadounidenses en Iraq. "Muchos de sus chicos [de Badr] se están
alistando en la policía y en el ejercito", añade el general
Casey.
Actuales y antiguos funcionarios
del ministerio de Interior iraquí afirman que el Ejército de EEUU no
había interferido en la infiltración del Badr en el ministerio, bien
porque los responsables estadounidenses no eran totalmente conscientes
de lo que estaba ocurriendo, bien porque no querían correr el riesgo
de detener a los dirigentes de una milicia que tiene una relevante
posición política y decenas de miles de seguidores.
El ministerio de Interior y
responsables de Badr han negado cualquier implicación en las cárceles
[clandestinas] o en los escuadrones de la muerte [1], pero el general
Muntadhar Muhi al-Samarae, un ex dirigente de las fuerzas especiales
en el ministerio de Interior afirma que los centros de detención son
dirigidas por operativos de Badr: "Todas las cárceles en el sur
[de Iraq] y la mayoría de las de Bagdad están dirigidas por las
milicias de Badr", afirmó en una reciente entrevista [realizada]
en Amán. Al-Samarae, sunní, indicó que abandonó el país para
realizar un tratamiento médico y decidió no volver debido a las
amenazas de muerte, negando las acusaciones del ministerio de Interior
sobre que había huido a Jordania tras robar un coche [2].
El dirigente de Badr Hadi al-Amari
ha negado que su organización mantenga relaciones con Irán, pero en
un arrebato de ira durante una reciente entrevista con Knight Ridder
lo admitió, mientras arremetía contra el político secular chií
apoyado por EEUU Iyad Alawi. "Alawi recibe dinero de EEUU, de la
CIA; pero nadie habla de eso. Todos hablan sobre nuestra financiación
desde Irán", nos manifestó alzando la voz: "Nos financian
algunos países del Golfo [Pérsico] y la República Islámica de Irán.
No lo ocultamos".
Badr se formó y entrenó en Irán
en cooperación con el gobierno de este país y sus miembros
organizaron ataques en Iraq durante la guerra entre ambos países
vecinos en la década de 1980.
"Los estadounidenses utilizan
los comandos del ministerio de Interior como herramientas para luchar
contra la resistencia. Saben lo que Badr está haciendo y no les
importa", acusa Omar al-Jabouri, un alto dirigente del Partido
Islámico, un grupo sunní influyente. "Los intereses de los
estadounidenses son los mismos que los de Badr", añade.
Cárceles secretas y escuadrones de
la muerte
Grupos sunníes iraquíes, entre
ellos el Partido Islámico y la Asociación de Ulemas Musulmanes, han
sistematizado cientos de ejemplos de este año en los que hombres del
ministerio de Interior uniformados llegaron a barrios sunníes por la
noche y apresaron a hombres que posteriormente fueron encontrados
muertos.
El pasado 8 de diciembre, en un
asalto a un centro de detención cerca del edificio del ministerio de
Interior, se encontraron 13 hombres que aparentemente habían sido
torturados y necesitaban tratamiento médico. Asimismo, el mes pasado
fueron encontraron 169 hombres, la mayoría de ellos sunníes, en un búnker
del ministerio de Interior en el barrio bagdadí de Jadriya. A muchos
de ellos les habían golpeado con cinturones de cuero y barras de
acero, y les habían obligado a sentarse sobre sus propios
excrementos, según declaraciones de oficiales del Ejército
estadounidense y de un iraquí que trabajaba en el centro. Oficiales
de policía que conocen la cárcel afirman que Badr es quien la
gestiona. Un funcionario del ministerio de Derechos Humanos, que solo
consintió hablar de forma anónima, indica que ambos lugares alojaban
operaciones clandestinas llevadas a cabo por las unidades de
Inteligencia del ministerio de Interior "Vigilamos las cárceles
pero hay tantos centros [de detención] secretos que no sabemos
nada", manifiesta.
Un experto oficial del Ejército
estadounidense en Bagdad, que habla anónimamente debido a que se
trata de un tema sensible, reconoció que la tortura en Jadriya fue
llevada a cabo por un grupo independiente de Inteligencia del
ministerio de Interior. "No está claro que fuera una organización
oficial del ministerio de Interior" afirmó, "[] Si buscas
en los organigramas no encontrarás el búnker de Jadriya".
Tras las elecciones iraquíes del
pasado enero, el Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq (CSRII),
un partido político ligado a Badr, hegemonizó las nuevas
instituciones y colocó a un responsable suyo con fuertes lazos con
esta milicia, Bayan Jabr, a la cabeza del ministerio de Interior. Los
cargos del ministerio, especialmente los de Inteligencia y las
unidades de comandos, fueron rápidamente ocupados por miembros de la
milicia Badr, según entrevistas a funcionarios antiguos y actuales de
este ministerio.
"Todo el mundo dice que tienen
un hombre de Badr en el ministerio de Interior..., bueno, fue elegido
por ellos", afirma el referido experto militar estadounidense en
Bagdad. "Y dicen que fue nombrado por un grupo de chicos de Badr.
Tenemos una Administración republicana en EEUU y, ¿sabes qué?,
ellos han nombrado a un montón de republicanos. Los iraquíes
eligieron al CSRII y el CSRII es Badr". El oficial estadounidense
dice que sería asunto del gobierno iraquí tratar con la organización
Badr y con otras milicias. Los dirigentes sunníes dicen que el
gobierno controlado por los chiíes nunca vigilará a estas milicias
de su misma confesión.
También ha habido acusaciones de
que la milicia que es leal al clérigo radical chií Muqtada al-Sadr,
quien además tiene también apoyo iraní, es responsable de algunos
de los asesinatos. Muchos de los detalles de los actos, sin embargo,
señalan más a Badr. Por ejemplo, normalmente se informa que los
asesinos van en Toyotas Land Cruiser y llevaban pistolas Glock. Ambas
cosas son normales en los cuarteles generales de Badr en Bagdad, pero
no entre los combatientes del Ejército del Mahdi de al-Sadr, la mayoría
de los cuales son pobres y van en furgonetas o coches abollados [3].
Preguntados quien estaba detrás
del acoso y asesinatos de sunníes, el general Casey ha señalado:
"No sé si es la cuota que están ejecutando las milicias Badr, o
el [Ejército del] Mahdi, pero no tengo la menor duda de que las
personas ligadas a ambos grupos están implicadas."
A pesar de que las milicias son ya
ilegales según la ley iraquí, Badr floreció al tiempo que las
fuerzas estadounidenses disminuían la ofensiva contra ellas. "No
se trata de infiltración [en los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes]:
hay compromiso sobre su afiliación a la milicia, y día a día las
cosas van bien hasta que aparecen los problemas", afirma Casey.
"Lo que estás viendo es que la gente está alistándose [en las
fuerzas de seguridad], pero sus lealtades están más con el dirigente
de la milicia que con el jefe de policía", añade Casey.
Operación en Iskán
Un documento obtenido por Knight
Ridder parece revelar la existencia de un escuadrón de la muerte del
ministerio de Interior. En la referencia de "asunto" de una
memoria escrita por un general iraquí en el despacho de Operaciones
del ministerio y dirigida al propio ministro, puede leerse:
"Nombres de los detenidos". El documento relaciona una lista
de 14 hombres que fueron detenidos en Iskán, un barrio sunní al
oeste de Bagdad, durante las primeras horas de la mañana del 18 de
agosto. Además, se señala la hora de la detención: las cinco y
cuarto de la madrugada.
A primeros de octubre, se
encontraron los cuerpos de 14 hombres en la ciudad de Badrah, cerca de
la frontera iraní. Husein Sayhoud, un médico de la principal morgue
de Bagdad que examinó los cadáveres y firmó los certificados de
defunción, declara que la mayoría de los hombres habían sido
asesinados por un solo disparo de pistola en la cabeza. "Me
acuerdo cuando trajeron al grupo", dice Sayhoud: "Estaban
tan tremendamente descompuestos que no pudimos identificar ninguna
marca de tortura".
El general que firmó la mencionada
memoria del ministerio de Interior, el general de Brigada Abdul Karim
Jalaf, ha confirmado su autenticidad. Pero a pesar de que el documento
lleva por título Nombres de los detenidos en el distrito de Iskán,
Jalaf mantiene que los resistentes, no la policía del ministerio de
Interior, habían secuestrado a estos hombres. No queda claro, sin
embargo, por qué un general del ministerio de Interior se referiría
a hombres que habían sido secuestrados por resistentes sunníes como
detenidos en un documento oficial del gobierno, o cómo el general
conocía la hora exacta del secuestro. Presionado para que diera más
detalles, Jalaf afirma: "El ministro está muy preocupado. Quiere
saber cómo ese documento ha salido del ministerio."
Desarmar las milicias
El coronel Joseph Di Salvo, que
dirige una Brigada de la Tercera División de Infantería del Ejército
estadounidense en el este de Bagdad, donde hay una fuerte presencia de
milicias chiíes, afirma que sería completamente imposible que el ejército
estadounidense desarmara a estos grupos. El mayor vecindario en la
zona de operaciones de Di Salvo es Ciudad Sadr, con entre dos y medio
y tres millones de personas. Ciudad Sadr fue escenario de durísimos
enfrentamientos el año pasado entre las milicias de al-Sadr y las
fuerzas estadounidenses. "Ciudad Sadr es probablemente nuestra
zona más segura por el hecho de la presencia de las milicias de las
milicias [del Ejército del] Mahdi, que hacen sus patrullas en el
vecindario", afirma Di Salvo. "Y también tenemos patrullas
de Badr donde hay enclaves del CSRII". En la zona de Di Salvo ha
habido informes sobre muchos casos de hombres sunníes que fueron
rodeados por vehículos con emblemas del ministerio de Interior y que
posteriormente fueron hallados muertos. "Las fuerzas de la
coalición no pueden hacer que se aplique la ley [que prohíbe las
milicias]. No podemos negar su existencia. Sería como tener una tribu
de dos millones de hombres y de repente decir 'tribu, tú no existes',
resume Di Salvo. "Tendrías que tener mucha más mano de obra, de
la que es factible".
Notas de
IraqSolidaridad:
1. Sobre ello puede leerse en
IraqSolidaridad: Max Fuller: Tortura y asesinatos extrajudiciales en
Iraq e Informe sobre la violación de los Derechos Humanos en Iraq
bajo la ocupación - Report on Violations of Human Rights in Iraq
under occupation.
2. Véase el texto adjunto en la
columna derecha.
3.
As-Sadr finalmente se ha
incorporado a la lista de las formaciones chiíes Dawa y CSRII en las
elecciones del pasado 15 de diciembre.
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