Los 1.500 soldados de
la operación Enjambre no han entrado en combate. La Casa Blanca niega
que el asalto aéreo tenga objetivos propagandísticos
La vasta ofensiva de
EEUU en Irak sigue sin apenas resultados
Por Kim Amor
Corresponsal, El Periódico,
18/03/06
Los soldados
estadounidenses e iraquís que participan en la operación Enjambre
rastrean palmo a palmo la zona rural del noreste de la ciudad de
Samarra, a unos 100 kilómetros al norte de Bagdad, en busca de grupos
armados ligados a Al Qaeda. El alto mando norteamericano calificó el
jueves la ofensiva como el mayor ataque aéreo desde la invasión de
Irak, hace tres años, pero, de momento, el impresionante despliegue
militar se ha saldado tan sólo con la detención de medio centenar de
personas, 17 de las cuales fueron poco después puestas en libertad.
A pesar de los medios
utilizados, unos 1.500 hombres, con 200 carros de combate y 50 helicópteros,
un oficial del Ejército estadounidense dijo ayer a la agencia France
Presse que, de momento, no "ha habido contacto combate con los
rebeldes". La ofensiva militar se centra en tres pequeños
pueblos en los que habitan unas 1.500 personas.
En el triángulo Suní
Este área está
asentada en el llamado triángulo suní, del que forman parte las
ciudades de Samarra, Faluya y Tikrit, tres de los principales
bastiones de la insurgencia iraquí. El vicegobernador de la provincia
de Saladino, cuya capital es Tikrit, estimó en unos 200 el número de
rebeldes en la zona.
El portavoz del
Ministerio de Defensa iraquí, Salih Sarhan, se mostró sorprendido de
la repercusión mediática de la ofensiva. "Esta operación no es
una invasión", dijo. "El objetivo es controlar el área y
lanzar ataques contra lugares sospechosos". La espectacularidad
de la ofensiva radica en los medios aéreos utilizados: medio centenar
helicópteros de combate Black Hawk y Apache, y Chinook de transporte
de tropas.
Menos tropas
Por lo demás, el número
de soldados es sustancialmente inferior a los que intervinieron, por
ejemplo, en la gran ofensiva que tropas estadounidenses e iraquís
llevaron a cabo el año pasado en la provincia suní de Anbar, junto a
la frontera siria, en la que participaron más de 3.500 soldados.
La Casa Blanca ha
negado que la operación Enjambre responda a una campaña propagandística
para contrarrestar el espectacular descenso de popularidad del
presidente de Estados Unidos, George Bush, en su país. Hace tres años,
cuando lanzó la invasión del país árabe, Bush contaba con el apoyo
del 67% de los estadounidenses. Hoy es de tan sólo el 37% por ciento.
"El mensaje que
envía al Parlamento y a pueblo iraquí esta gran operación con
aviones es que la solución es militar y no política", se quejó
ayer Saleh Motlak, líder del partido suní Frente del Diálogo
Nacional Iraquí.
A través de su
embajador en Irak, Washington ha intentado sin éxito estas últimas
semanas convencer a los dirigentes shiís, kurdos y sunís para que
aparquen sus diferencias ––agravadas por la lucha sectaria
desatada por el atentado del pasado mes a la mezquita shií de
Samarra–– para que formen un Gobierno de unidad nacional, y así
neutralizar la amenaza de guerra civil.
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