Fuerzas
parapoliciales y milicianos de as-Sáder arrasan el pueblo de al-Fursán
Limpieza
étnica al sur de Bagdad
Por
Haythem Khatab
Brussels Tribunal, 24/03/06
IraqSolidaridad, 04/04/06
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por Paloma Valverde
"El panorama
era horrible. El pueblo estaba desierto y destruido. Todas las casas
estaban quemadas, tanto las de arcilla como las de cemento. Había
hollín por todas partes, en las ventanas y en las puertas. Los coches
quemados, los camiones quemados. Esqueletos de animales por todas
partes. Los asaltantes asesinaron a todo lo que estaba vivo."
Uno de lo grupos de
civiles hallados muertos en Bagdad en 2006, asesinados por escuadrones
de la muerte del ministerio del Interior. Como es habitual, los cadáveres
mostraban signo de haber sido torturados y estaban maniatados
Inmediatamente tras
el asalto de [la mezquita de] Samarra, cuyo objetivo fueron las
sepulturas de [los imanes] Ali Al-Hadi y Hasán al-Askari, hombres
vestidos de negro en gran número atacaron mezquitas y zonas sunníes
[1]. En algunos ataques se utilizaron vehículos del ministerio del
Interior, como en el ataque a la mezquita de Fandi al-Kubaisi, al
oeste de Bagdad, en el que resultaron muertos 14 comandos de la policía
cuando los ciudadanos del barrio de al-Surta defendían su mezquita
frente a los asaltantes. Las milicias Black-clad [2] y los comandos de
la policía también atacaron al-Fursán, un pequeño pueblo sunní
situado en Nahrauan, al sudeste de Bagdad. Cuando me enteré de que el
3 de marzo de 2006 algunos miembros del Creciente Rojo Iraquí irían
a visitar esta localidad para llevar ayuda, decidí ir allí para
filmar.
Fui con dos
ambulancias y un camión cargado de linternas, queroseno, mantas, etc.
Yo iba en la segunda ambulancia e intentaba filmar la carretera cuando
un hombre del Creciente Rojo me advirtió que no grabara los controles
militares del camino, y que los confidentes civiles también eran
peligrosos. En la carretera grabé cuatro coches de policía quemados.
Con nosotros estaba un cámara de la sede de Bagdad de la televisión
del Partido Islámico iraquí.
Después de un rato
llegamos a un pueblo chií llamado al-Maahad. Supe que era un pueblo
chií cuando vi las banderas negras, rojas y verdes [islámicas]
colgadas en las casas. Parecía gente contenta y pensé que el pueblo
estaba lejos de ser atacado porque nada parecía indicar, en las caras
de la gente de al-Maahad, que había ocurrido una masacre en las
inmediaciones. Paramos para preguntar la dirección de al-Fursán,
seguimos y volvimos a pararnos de nuevo. Esta vez había [soldados]
estadounidenses a unos 200 metros delante de nosotros. Inmediatamente
pensé que podrían dispararnos, aunque podían ver que íbamos en
ambulancias para llevar ayuda médica. Muchas veces antes ya habían
atacado ambulancias en Faluya. Elegimos a tres de nosotros para ir a
hablar con ellos. Los hombres dieron unos cuantos pasos en dirección
a los [soldados] estadounidenses que muy deprisa se dieron la vuelta
en su vehículo militar humvee y se alejaron de nosotros. "Esto
no va bien", pensé.
Nos subimos a las
ambulancias y seguimos camino. "Nos han preparado una
emboscada", dije. "No necesitan preparar una emboscada para
cogernos", replicó un hombre del Creciente Rojo. El humvee
estaba aparcado debajo de unos árboles en el lado derecho de la
carretera con su armamento apuntando hacia nosotros. No vi los otros
humvees. "Es una emboscada de verdad", pensé.
Llegada
a al-Fursán
Seguimos adelante
pasando las primeras casas del pueblo, que estaban quemadas. Después
nos paramos delante de una mezquita. Salí y empecé a grabar. Dentro
había muchos agujeros de armas BKC en las paredes de la mezquita y
algunos daños estructurales evidentes. Oí a alguien que decía
"no me grabe [la cara]". Cuando salí de la mezquita me
encontré con cuatro jóvenes: parecían agotados, pálidos y furiosos
porque habían dormido fuera. Más tarde supe que vigilaban el pueblo
para evitar a los saqueadores. Uno de ellos estaba muy furioso.
Gritaba. "Después de tres días venís a ayudarnos. ¿A quién
le vais a dar la ayuda?: No hay nadie en el pueblo. Todo se han ido o
están muertos", nos espetó.
Le pedí que habláramos
aparte. Fuimos a un rincón de la mezquita y le dije: "Esta cinta
que estoy grabando es para al-Jazeera; lo que digas y lo que grabe lo
verán millones [de personas] Millones [de personas] escucharán lo
que tú digas". El hombre me miró en silencio y después dijo:
"Júrame por Alá Todopoderoso que esta cinta es para
al-Jazeera". Se lo juré. "En realidad dependo de un amigo
que conoce a periodistas de al-Jazeera en Bagdad". Pidió a sus
amigos que le dieran un pañuelo, que utilizó como una máscara [para
taparse la cara] cuando empezamos la entrevista. Pensé que debía
pudiera ser un combatiente y que me mataría si yo mismo fuera de
al-Jazeera, pero la tristeza y el cansancio se reflejaban en su cara:
no estaría así si fuera un combatiente.
El hombre se fue y se
acercó al grupo de miembros del Creciente Rojo y a los periodistas de
Bagdad TV que estaban hablando. Mientras, yo decidí empezar a filmar.
Fui a la primera casa, en la que me ladró un perro, que no me dejaba
pasar. Finalmente, entré. La habían prendido fuego desde el
interior, y el techo se había desplomado. Parecía que alguien había
utilizado explosivos para destruirla. Los muebles estaban mezclados
con los escombros del techo. Vi una cuna de bebé, la grabé y después
salí.
Al salir, los cuatro
hombres me estaban esperando. Parecía que habían creído que iba en
serio respecto a grabar el desastre. Hice una entrevista al hombre más
alto. Se tapó la cara, excepto los ojos, y se quedó de pie delante
de la casa y del coche quemados.
"Alrededor de 50
chevrolets de los comandos de la policía atacaron nuestro pueblo.
Iban vestidos de negro; asesinaron a ocho personas y secuestraron a
22. Encontramos sus cadáveres por ahí", contó. Dijo que los
combatientes venían de distintos lugares y confirmó que pertenecían
al Ejército de El Mahdi y a las Brigadas de Badr [3]. El cuarto
hombre me dijo que me enseñarían más casas incendiadas si les
acompañaba. El cámara de Bagdad TV me molestó mucho: estaba muy
cerca, grabándome por detrás. Yo no quería aparecer en televisión,
sobre todo con la cámara a cuestas y grabando. Todo el mundo es un
objetivo, pero los que salen en la televisión lo son incluso más.
Un
pueblo desierto y destruido
Le pedí al
entrevistado que nos adentráramos en el pueblo. El cámara de Bagdad
TV tuvo miedo y volvió a las ambulancias. Yo también tenía miedo.
El panorama era horrible. El pueblo estaba desierto y destruido. Todas
las casas estaban quemadas, tanto las de arcilla como las de cemento.
Había hollín por todas partes, en las ventanas y en las puertas. Los
coches quemados, los camiones quemados. Esqueletos de animales por
todas partes. Los asaltantes asesinaron a todo lo que estaba vivo.
[Los paramilitares]
asaltan los pueblos varias veces, así que podría suceder estando
nosotros allí. El hombre alto me dijo que tras el asalto las familias
del pueblo se instalaron en una zona cercana al pueblo. "Teníamos
que regresar y echarles", dice. Después comprendí que los
milicianos estaban [asentados] cerca del pueblo, esperando a que los
vecinos regresaran para asesinarles. Pero la gente del pueblo pidió
ayuda a amigos de otros pueblos próximos. [La policía] regresó
finalmente, produciéndose una sangrienta batalla que dejó cuatro
coches de policía quemados.
Me fui a una zona
alta y filmé una vista panorámica de las casas. El pueblo estaba
dividido en grupos, cada uno de los cuales está formado por cuatro o
cinco casas una pegada a la otra; cada grupo [de casas] está separado
uno de otro unos 100 metros. Los hombres me enseñaron las señales de
las balas de las balas de las BKC y de los kalashnikovs. Parecía que
los atacantes dispararon contra las casas antes de entrar en ellas.
Fuimos a una casa en
la que ejecutaron a una familia al completo. Grabé desde dentro
(después fue emitido por al-Jazeera). En ese momento llegaron los
[soldados] estadounidenses. Pasaron cerca de la casa. Me escondí,
cambié la cinta de la cámara y espere a que los estadounidenses se
marcharan y empecé a grabar otra vez.
Entonces me llevaron
a una casa en la que uno de ellos me dijo que un niño de 10 años,
que había salido huyendo de los atacantes, se había escondido en una
habitación cerca de la casa. El hombre señaló la habitación y
dijo: "Te voy a enseñar lo que hicieron". Entró en la
habitación delante de mí (yo seguía grabando) y dijo: "Ven,
ven". Me enseñó una mancha de sangre en el suelo de la habitación
y dijo que los atacantes habían asesino al niño aquí. El hombre se
puso muy nervioso. Otro hombre dijo: "Mira la sangre en la
pared". Ciertamente, había cuatro o cinco agujeros y manchas de
sangre en la pared. Parece que obligaron al niño a ponerse contra la
pared y le dispararon en la cabeza. Los agujeros estaban a una altura
de 125-130 centímetros del suelo, la altura del niño. Vimos más
agujeros de bala de armas BKC.
Los hombres dijeron
que habían encontrado el cuerpo del niño al lado, en unos
matorrales. "Lo enterramos media hora antes de que usted
viniese". También enteraron otros ocho cuerpos, entre ellos una
mujer, ancianos y niños del pueblo.
Entonces nos fuimos
corriendo hacia otra casa, sonde otra persona había sido asimismo
ejecutada, el imán de la mezquita del pueblo, el sheik Abu Ayse. Los
hombres me mostraron un lugar donde los milicianos le dijeron que se
arrodillara; le dispararon con una BKC y un kalashnikov. Me enseñaron
una gran mancha de sangre en el suelo y agujeros de bala. Dijeron que
lo habían matado delante de su familia. No les preguntarle qué les
pasó a ellos.
Uno de los que me
acompañaba dijo: "[el primer ministro en funcionales] al-Yaafari
quiere echar a los sunníes de Bagdad, es una guerra contra los sunníes.
¿Por qué mandó a la Brigada Lobo, a la Brigada Escorpión, a la
Brigada León, a la Brigada Halcón [4] y al Ejército de El Mahdi,
todos ellos vestidos de negro, para que nos asesinara? Ellos hablan de
terrorismo, pero, ¿qué es esto?". El hombre tiró con rabia los
casquillos de bala que llevaba mientras me enseñaba el cadáver de
una vaca, muerta por los asaltantes con una BKC y con un agujero
enrome en el cuello: "Aquí está nuestra policía matando a
nuestros animales, pero eso no es terrorismo. Ellos les dieron BKC
para matar también a nuestros animales".
En ese momento, la
gente de las ambulancias empezó a llamarme con un megáfono. Era
tarde y teníamos que volver deprisa a los coches. Me metí en la
ambulancia y ellos en un camión y se marcharon. Fui a al-Jazeera, les
di las cintas: la cadena emitió parte de las imágenes grabadas, pero
ninguna de las entrevistas.
Notas
de IraqSolidaridad:
1.
En los días posteriores a la voladura de la Cúpula Dorada de la
mezquita de Samarra, 450 civiles fueron asesinados y 81 mezquitas sunníes
atacadas (IslamOnline.net, 23 de marzo, 2006). Hasta 1.700 iraquíes
sunníes habrían sido asesinados por Escuadrones de la muerte
parapoliciales desde entonces (Reuters, 30 de marzo, 2006).
2.
Literalmente, "Completamente vestidos de negro".
3.
Respectivamente la milicia del clérigo as-Sáder y del Congreso
Supremo de la Revolución Islámica en Iraq. As-Sáder se ha
convertido en el principal apoyo del primer ministro en funciones
al-Yaafari, designado por el bloque electoral chií vencedor en las
elecciones de diciembre para seguir en este cargo, en contra de la
opinión del bloque kurdo, de otras formaciones menores iraquíes del
nuevo parlamento y ya abiertamente de EEUU (The New York Times, 28 de
marzo, 2006).
4.
Nombres por los que se conocen distintos cuerpos especiales de la
policía iraquí. Véase en IraqSolidaridad: Mahan Abedin: Badr, Irán
y los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes y Tom Lasseter: Irán gana
influencia y poder en Iraq a través de las milicias - Paul Martin y
Maria Cedrell: Militares iraníes al frente de los centros de tortura
en Iraq.
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