Iraq resiste

 

La malnutrición entre los niños iraquíes se ha duplicado desde el inicio de la ocupación

Despilfarro, pillaje y miseria: El coste de la guerra para EEUU e Iraq

Por Nicole Colson
SocialistWorker, 03/02/06
IraqSolidaridad, 07/02/06
Traducido por Felisa Sastre

"La conclusión es terrible y sencilla: el gobierno de EEUU está dispuesto a gastar más de un billón de dólares para aplastar Iraq pero no lo está para invertir una mínima parte con el fin de que los 26 millones de ciudadanos iraquíes dispongan de comida, agua potable, servicios médicos y educación."

"Merece la pena", dijo George W. Bush al país el pasado junio al defender los costes– humanos y económicos– de la guerra estadounidense contra Iraq. Sin embargo, según un nuevo estudio, el coste real en dólares se sitúa muy lejos de las previsiones iniciales de la Administración de Bush.

Basándose en un rápida victoria militar, con poca resistencia y la utilización de los ingresos del petróleo iraquí para financiar la ocupación, en enero de 2003, Mitchell Daniels Jr., director del Departamento de Gestión y Presupuestos, declaraba a The New York Times que el coste de la guerra oscilaría entre 50.000 y 60.000 millones de dólares.

Con la prolongación de la guerra y de la ocupación, esa cantidad ha aumentado dramáticamente. Además de los 251.000 millones de dólares asignados por el Congreso para marzo de 2006, el Departamento Presupuestario de la Cámara afirma ahora que la guerra costará unos 230.000 millones más durante los próximos diez años, con una estimación total de unos 500.000 millones de dólares.

Sin embargo, en un impactante documento publicado en enero, el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y la experta en presupuestos de la universidad de Harvard, Linda Bilmes, afirman en una estimación moderada de los costes directos de la guerra de Iraq que probablemente serán mucho mayores, totalizando hasta 1 billón 200.000 dólares, en el supuesto de que EEUU empiece la retirada de tropas este año y continúe hasta 2010. "De la misma manera que el iceberg contra el que chocó el Titanic, los costes totales de la guerra, en su mayor parte continúan escondidos debajo de la superficie", explicaban hace poco en Los Angeles Times [1].

Según Stiglitz y Bilmes, las evaluaciones oficiales del Gobierno no han tenido en cuenta factores como el coste de los cuidados médicos a largo plazo ni las discapacidades de los veteranos, el creciente coste de sustituir el armamento militar, los alicientes para el reenganche de los soldados y otros incentivos para mantener las unidades al completo.

Además, afirman que si se añaden los costes "indirectos", como la subida del precio del petróleo, un mayor déficit estadounidense, y la pérdida para la economía de los veteranos heridos que ya no son productivos, el coste de la guerra supera los dos billones.

El coste para Iraq

Por muy impresionante que pueda resultar la estimación del precio que tiene que pagar EEUU no es comparable con los horrores que han sufrido los iraquíes.

Ningún análisis económico puede reflejar lo que le pasó al campesino Gadban Nahd Hasán el mes pasado, por ejemplo, cuando pilotos estadounidenses bombardearon su casa en la ciudad de Baiyi, creyendo que en ella se habían escondido "insurgentes". Al menos 12 miembros de su familia murieron en el ataque, y su vivienda quedó reducida a escombros. Este trauma ha afectado en muchas ocasiones a cada uno de los más de 100.000 civiles iraquíes que se estima han muerto a consecuencia de la guerra en Iraq [2].

Mientras tanto, aquellos que han sobrevivido a los bombardeos han visto que su nivel de vida – en otra época el más alto de Oriente Próximo– se ha desplomado. En lugar de mejorar la vida para la gente de a pie, la electricidad, la alimentación, el agua potable y los saneamientos son servicios básicos escasos en el Iraq ocupado.

En la actualidad, los iraquíes, como media, tienen menos de 12 horas de fluido eléctrico al día y, al menos la mitad de la población, no tiene acceso al agua potable y los servicios de saneamiento. Tal como reconoce un informe de la General Accounting Office del gobierno estadounidense, casi tres años después de la caída de Sadam, "[...] no está nada claro en qué manera los esfuerzos de EEUU ayudan al pueblo iraquí en la obtención de agua potable, electricidad o servicios médicos".

De los miserables 18.400 millones de dólares que EEUU asignó para la reconstrucción de Iraq, al menos la mitad se han esfumado, según The Washington Post, "[...] en [combatir] la insurgencia, en el fortalecimiento de un sistema judicial iraquí criminal y en la investigación y juicio de Sadam Husein".

La malnutrición entre los niños iraquíes casi se ha duplicado desde la invasión y ocupación, y afecta a uno de cada doce niños. Y en el periodo de ocupación, alrededor de una cuarta parte de los niños iraquíes no tienen acceso a la educación, según datos del Center For Research on Globalization. Un informe de UNICEF y del ministerio de Educación iraquí de 2004 revela que, desde el inicio de la guerra estadounidense contra Iraq, unas 900 escuelas de enseñanza primaria resultaron dañadas por los bombardeos o ardieron, mientras que otras miles de ellas fueron saqueadas. No menos de 3.700 escuelas carecen de agua potable y más de 7.000 no disponen de un sistema adecuado de alcantarillado, consecuencia no sólo de la guerra sino de más de una década de sanciones económicas apoyadas por EEUU. Los planes iniciales de reconstrucción preveían que EEUU repararía 3.000 escuelas durante los seis primeros meses tras la invasión, y otras 6.000 en el plazo de un año. Pero esas cifras fueron disminuyendo a medida que la oposición a los estadounidenses crecía, y el dinero de la reconstrucción se desviaba por razones de seguridad.

Así que, aunque el modesto objetivo de la Agencia Estadounidense de Desarrollo Internacional (USAID, en sus siglas inglesas) era la construcción de 286 escuelas, a finales de 2004, en septiembre de 2005 sólo se habían construido 45 nuevos centros escolares. De la misma manera, Bechtel Corp. (que recibió más de 1.000 millones de dólares para la reconstrucción de las infraestructuras iraquíes, entre ellas la restauración de 1.500 escuelas) se sirvió de subcontratistas chapuceros que dejaron muchas escuelas inservibles debido a las filtraciones de los tejados, al alcantarillo roto y otras deficiencias.

Increíble despilfarro

La conclusión es terrible y sencilla: el gobierno de EEUU está dispuesto a gastar más de un billón de dólares para aplastar Iraq pero no lo está para invertir una mínima parte con el fin de que los 26 millones de ciudadanos iraquíes dispongan de comida, agua potable, servicios médicos y educación.

En términos generales, el increíble despilfarro de recursos de EEUU debido al pillaje que está llevando a cabo en Iraq es cada vez más evidente. Según Naciones Unidas, facilitar el acceso universal a los servicios sociales básicos a todos los habitantes del planeta que carecen de ellos –incluidos la alimentación, el agua potable y el saneamiento, la educación primaria, los servicios básicos de salud y los de asistencia médica reproductiva– costaría 80.000 millones de dólares más al año.

En otras palabras, la estimación conservadora del billón de dólares en costes directos de la guerra, podría acortar las diferencias y cubrir las necesidades básicas de la humanidad durante más de 12 años.

El dinero gastado para destruir Iraq podría tener un buen uso en EEUU. Con un billón de dólares, más de 180 millones de jóvenes podrían seguir estudios superiores en una universidad pública de forma gratuita durante cuatro años. O podría costearse el salario medio de 4.300.000 profesores de escuelas públicas estadounidenses durante casi cinco años.

Stiglitz y Bilmes van más allá en su informe:

"Mientras tanto, no somos capaces de reconocer que lo que causa el terrorismo son la desesperación y la falta de esperanza derivadas de la pobreza que hace estragos en gran parte del Tercer Mundo y que constituye para el terrorismo un campo fértil de cultivo."

"Por cantidades menores que los gastos directos de la guerra", concluyen, EEUU podría haber facilitado ayuda a los países pobres "[...] una ayuda que podría haber supuesto una gran mejora en el bienestar de miles de millones de personas que hoy viven en la pobreza".


Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: Jamie Wilson: El coste real de la guerra. La guerra de Iraq podría costar más de dos billones de dólares

2. Véase en IraqSolidaridad: Nicolas J. S. Davies: Enterrar el informe 'Lancet'... y con él a las víctimas civiles de Iraq. Entre 120.000 y 500.000 iraquíes habrían sido asesinados por las fuerzas de ocupación.