La
confrontación entre el Reino Unido e Irán en el sur del país
La
otra guerra de Iraq
Por
Mohamad Abu Nasser
Free Arab Voice, mayo 2006
IraqSolidaridad,
01/06/06
Traducción
de Loles Oliván
"Que
Reino Unido o Irán estuvieran involucrados en el ataque contra
Samarra es imposible de verificar con la información disponible. Lo
que es evidente, sin embargo, es que mientras EEUU y la resistencia
iraquí siguen inmersos en su amargo y estratégicamente decisivo
combate, Reino Unido ha estado obrando de acuerdo a sus propios
objetivos en la región del Golfo Arábigo, enfrentándose a Irán por
el dominio de la que es, quizá, la región más valiosa del mundo
desde el punto de vista estratégico y económico. A pesar de que
pueda parecer un enfrentamiento secundario comparado con el principal
existente entre EEUU y la Nación Árabe, la batalla de Reino Unido
con Irán está repleta de graves implicaciones. Reino Unido en la
actualidad tiene un interés directo en fragmentar el sur de
Iraq."
La
misteriosa y criminal voladura de la Tumba del Imán Ali al–Hadi en
Samarra [el 22 de febrero] ha incrementado las especulaciones sobre qué
parte o partes pudieran estar detrás de él. El mismo día del
bombardeo, el 22 de febrero de 2006, el Comando General Regional iraquí
del Partido Baaz hizo público un comunicado en el que se declaraba
que EEUU, Irán, y su socio, el régimen tutelado instalado por los
estadounidenses de al–Yaafari habían llevado a cabo el ataque.
Sorprendentemente,
el propio gobierno tutelado responsabilizó del crimen a los wahabíes
y a los salafístas –refiriéndose principalmente a Al Qaeda y a los
sunníes en general– dirigiendo la culpa de modo calculado a fin de
provocar la violencia sectaria necesaria para llevar a cabo el plan
estadounidense–sionista de dividir Iraq tal y como abogaba desde
Washington Leslie Gelb en su bien conocido artículo "La solución
de los tres Estados" en The New York Times, el 26 de noviembre de
2003 [1]. El viernes, 24 de febrero, Al Qaeda en Iraq hizo pública
una declaración en la que tácitamente negaba cualquier relación con
el atentado a la vez que culpabilizaba a Washington, Irán y al régimen
de Bagdad por el ataque.
Ciertamente,
los mayores beneficiarios de la violencia sectaria extendida por el
bombardeo son EEUU e Israel y, a corto plazo, los partidos
confesionales chiíes que gobiernan Iraq. No obstante, se ha obviado
que un país imperialista con un historial de utilizar la violencia
sectaria para sus propios fines es Reino Unido, el aliado clave de
EEUU en la ocupación, un país que no ha sido mencionado en ninguna
de las discusiones hasta ahora–.
Ciertamente
no se conocen pruebas concluyentes de que Londres estuviera
relacionado con la voladura de Samarra. Pero la probada habilidad de
Reino Unido en el terreno de gestionar conflictos sectarios obliga a
echar un vistazo a la propia agenda de Londres en la región. Un
estudio de sucesos recientes indica que mientras todos [los analistas]
se han centrado en el principal conflicto entre la resistencia iraquí
y la ocupación de EEUU, Reino Unido ha estado utilizando sus bases en
el sur de Iraq para un creciente y serio enfrentamiento con Irán en
un asalto que podría tener importantes implicaciones para el futuro
de la región del Golfo Arábigo.
El
papel histórico de Reino Unido en Iraq
Antes
de evaluar los acontecimientos recientes, sería útil revisar el
papel estratégico que Reino Unido desempeñó en la región en el
pasado. Para empezar, Reino Unido es una antigua potencia imperial,
una potencia que adquirió una experiencia considerable en negociar
con fuerzas tribales y confesionales en el país cuando se enfrentó a
la resistencia iraquí en el sur del país en la década de 1920.
Aunque Iraq no es [el lugar] donde Reino Unido aseguró por vez
primera su presencia en la región. Antes del Mandato británico en
Iraq, retrocediendo al siglo XIX y principios del XX, Reino Unido
consideró al sur de Iraq como su esfera de influencia. Rusia,
entonces rival estratégico de Reino Unido, era considerada como la
potencia imperial dominante en el norte de Iraq.
A
comienzos del siglo XX, Reino Unido echó mano de Irán para obtener
un mayor control de la emergente región petrolífera en el norte del
Golfo Arábigo. Reino Unido envió al reconocido agente Percy Cox [2]
para cerrar un acuerdo con los jefes tribales y desmembrar Kuwait de
lo que había sido previamente la parte sur del Iraq controlado por
los otomanos. Entonces, en el curso de la I Guerra Mundial, las
fuerzas británicas ampliaron la zona de control de Londres mucho más
al alcanzar el valle del Tigris y el Éufrates en el sur de Iraq.
Cuando
se elaboró en secreto el primer borrador del infame Acuerdo de
Sykes–Picot [3] entre Reino Unido, Francia y Rusia en 1916, Reino
Unido aventuró sus reivindicaciones de controlar el sur de Iraq
–extendiendo efectivamente su esfera de influencia desde el sur de
Irán y Kuwait hacia el oeste. De acuerdo con el primer borrador de
Sykes–Picot, Reino Unido dejó Mosul y el norte de Iraq a Francia ya
que [a los británicos] les preocupaba el vasto territorio que se
extiende desde Palestina hasta Afganistán aunque estaban mucho menos
interesados en los territorios del norte. Sería solo más tarde, tras
la I Guerra Mundial, cuando franceses y británicos renegociaron [este
acuerdo] intercambiando el interior de Siria por el norte de Iraq. Fue
entonces cuando, obviamente, el Príncipe Faysal al–Hashemi fue
obligado a salir de Damasco y entronizado en Bagdad.
La
clave de toda esta "historia antigua" es que Reino Unido
tiene una historia de intereses y de intervención concretamente en el
sur de Irán y en el sur de Iraq: el rico en petróleo Golfo Arábigo.
A pesar de que es cierto que los tiempos cambian, no deja de ser menos
verdad que los intereses geopolíticos resurgen en la política de los
Estados una y otra vez a pesar de los cambios de régimen, de ideología
e incluso de las alianzas con terceras partes.
La
agenda británica en el sur de Iraq
Ahora
que Reino Unido está de nuevo en su antigua esfera de influencia en
el sur de Iraq, ¿qué ha ocurrido en particular durante los últimos
meses? Inicialmente, los británicos parecían ser solamente los
estadounidenses del sur, es decir, "la otra" fuerza
ocupante. Pero cada vez está más claro que Reino Unido ha puesto en
marcha su propia agenda en su parte de Iraq sin conformarse del todo
con el patrón estadounidense y sin estar dispuesto a cooperar con las
fuerzas tuteladas iraquíes con quienes parecían tan amistosos tan
solo un año atrás.
El
19 de septiembre de 2005 la policía iraquí detuvo a dos soldados
británicos vestidos como iraquíes en las calles de Basora [4]. Los
dos aparentemente planeaban [llevar a cabo] algún tipo de operación
encubierta, posiblemente la explosión de un coche. Bajo las leyes que
rigen las relaciones entre las fuerzas [de seguridad] tuteladas y las
de ocupación, la policía [iraquí] debía entregar a los británicos
capturados al mando militar británico. Pero no lo hicieron. Temiendo
que la policía pudiera entregar a los agentes encubiertos británicos
a alguna de las milicias chiíes, los militares británicos asaltaron
la prisión de la policía y liberaron a sus agentes.
En
la noche del viernes, 7 de octubre de 2005, las tropas británicas y
sus aliados daneses lanzaron una oleada de detenciones entre sus
supuestos aliados, las fuerzas de seguridad iraquíes en Basora. Según
lo recogió por fuentes iraquíes del interior [5]:
"[...]
El corresponsal de Mafkarat al–Islam informa de que fuentes que han
pedido no ser identificadas han declarado haber detenido al director
de distribución de electricidad en la provincia, Uday Awuad Kazim,
quien es miembro del Movimiento Sayyid ash–Shuhada' y tiene fuertes
vínculos con los servicios de inteligencia iraníes. Este dato no ha
podido confirmarse, sin embargo, debido particularmente a que la
ocupación británica mantiene el bloqueo informativo sobre todo lo
relativo a su campaña de detenciones masivas."
La
redada en al–Harezah, al–Qurnah, Karmat Ali y posiblemente otros
distritos seguían a una oleada anterior de detenciones de oficiales
de los servicios de inteligencia del régimen iraquí y de la policía
en otra redada practicada en la zona de al–Maal en el norte de
Basora. Los británicos habían detenido a 15 "sospechosos"
según el despacho anterior emitido por Mafkarat al–Islam en la mañana
del domingo.
Operaciones
encubiertas
Aunque
las razones exactas de las detenciones se desconocían, fuentes
locales señalaron que la campaña de detenciones puesta en marcha por
los británicos se estaba desarrollando en un momento en el que
aumentaban las denuncias al respecto de que Irán estaba financiando a
grupos chiíes del sur de Iraq para llevar a cabo acciones de sabotaje
y asesinatos con el objetivo de agravar la sensación de terror
sectario y haciendo parecer que sectores sunníes estaban detrás de
tales ataques.
El
16 de octubre de 2005 Irán acusó a Reino Unido de ser la responsable
de los ataques con bomba en la ciudad árabe de Ahwaz [en Irán], próxima
al Golfo Arábigo, en la región sur denominada Juzistán por los iraníes
y en la que se encuentran la mayor parte de las reservas de crudo de
Irán. El 26 de enero, siguiendo a otros dos ataques en la ciudad de
Ahwaz, el jefe de la inteligencia acusó a Reino Unido de estar
relacionada con tales ataques. El clérigo chií Muhsini–Ezheh Edi,
que encabeza el Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán,
informó a la prensa de que "[...] No hay duda de que Reino Unido
está entre las corrientes extranjeras relacionadas con la explosión
de Ahwaz. El enemigo busca hacer inseguras las fronteras iraníes
mostrando el germen de la discordia entre varios grupos étnicos y
tribales en Irán".
El
jueves, 2 de febrero de 2006 hombres armados disparaban y asesinaban
en Basora a dos oficiales de la División de Inteligencia de la policía
tutelada iraquí del suroeste de Basora. Entonces, el corresponsal de
Mafkarat al–Islam informó de que un número indeterminado de
oficiales de inteligencia de la policía seguían detenidos bajo las
fuerzas de ocupación británicas acusados de preparar y llevar a cabo
actos de terror a favor de Irán. El distrito donde tuvo lugar el
asesinato había sido con anterioridad el escenario de numerosos
ataques contra oficiales de policía y miembros de la seguridad iraquíes
que ninguna organización de la resistencia había reivindicado.
Cuando
el subdirector de Prisiones de Basora fue disparado mortalmente tres días
después, el 5 de febrero de 2006, el corresponsal de Mafkarat
al–Islam indicó que durante las dos semanas previas se habían
cometido asesinatos de oficiales de inteligencia y de la policía en
la ciudad. Al día siguiente, el 6 de febrero, el cuartel general de
los británicos en el Hotel Sat al–Arab de Basora fue bombardeado
con mortero.
El
domingo, 19 de febrero, un grupo de hombres armados con pistolas
equipadas con silenciadores salió de un vehículo en Basora y disparó
mortalmente a un mando local de las Brigadas Badr en un puesto de
comida. Al día siguiente, el lunes 20 de febrero, se lanzaron cuatro
cohetes contra la base conjunta británico–danesa en el área de
Basora. Fue, aparentemente, el primer ataque contra fuerzas de ocupación
desde que se produjo el ataque al Hotel Sat al–Arab el pasado 6 de
febrero. Después, el martes, 21 de febrero, un grupo de tropas
danesas que operaban fuera de la base de Basora fueron atacadas y se
vieron inmersas en un tiroteo que no dejó bajas. El miércoles 22 de
febrero, se produjo el infame atentado contra la Tumba del Imán Ali
al–Hadi en Samarra. El 24 de febrero, el "cuartel
permanente" del cuerpo de élite británico Ratas del Desierto
situado en el aeropuerto de Basora fue atacado por dos contundentes
ataques con mortero de 120 milímetros, que según las informaciones
causaron diversas bajas mortales entre las tropas británicas y
heridos. El mismo día, la base escocesa de Campo Abu Nayi, situada en
la ciudad del sur iraquí de al'Amarah, en la provincia de Maysan
–tan solo a unos 60 kilómetros de la frontera iraní– fue atacada
por un inusual fuego de artillería de 20 proyectiles de mortero. La
resistencia iraquí raramente ha atacado este cuartel, si es que lo ha
hecho alguna vez [6].
Conflicto
de intereses con Irán
Como
ocurre en todas las acciones encubiertas y en las guerras a la sombra,
resulta extremadamente difícil saber exactamente y con certeza qué
está ocurriendo. Lo que parece claro es que Reino Unido e Irán están
llevando a cabo su propia mini–guerra al lado de la guerra principal
entre la resistencia iraquí y la ocupación británico–estadounidense.
Desde
la primavera de 2003 se ha especulado mucho en todo el mundo sobre por
qué Tony Blair, un político del Partido Laborista británico cuyas
bases se oponen mayoritariamente a las aventuras extranjeras se
comprometió de manera tan determinantemente con la guerra de EEUU
contra Iraq. Con seguridad, Reino Unido comparte los mismos intereses
imperialistas y sionistas de Washington. Sin embargo, siendo seguro
que EEUU iba a invadir Iraq con o sin apoyo material de sus satélites
de la OTAN, Blair podría haber seguido el curso político de otros países
occidentales criticando públicamente a EEUU y proporcionando
privadamente el apoyo de sus servicios de inteligencia. Pero Blair fue
firme al respecto de situar tropas británicas sobre el terreno en
Iraq, ¿por qué?
Con
los neo–conservadores estadounidenses presionando activamente [a
favor] de la denominada "solución de tres Estados" según
la cual Iraq sería fragmentado en tres Estados –kurdo, árabe sunní
y árabe chií– la presencia actual británica sobre el terreno en
Iraq, particularmente en el sur, situaría a Londres en una posición
[que le permitiría] recobrar su control de los intereses petroleros
que Sykes–Picot había establecido para Reino Unido en 1916. Con las
tropas británicas controlando el sur de Iraq y emergiendo éste como
una entidad separada, Reino Unido quedaría al cargo de los lucrativos
campos de petróleo del sur iraquí.
Pero
Irán tiene proyectos en el sur de Iraq y parece que este choque de
intereses se ha extendido a una batalla regional en la que Reino Unido
ha llegado incluso a amenazar a Teherán por los ricos territorios
petrolíferos en el sur de este país a lo largo de la costa
nororiental del Golfo Arábigo. Enfrentado a este reto británico, Irán
ha optado por pedir asistencia al antiguo rival geopolítico de Reino
Unido, Rusia. Retrocediendo a "los viejos tiempos" en que
los shahs iraníes solían contraponer los intereses británicos
contra Rusia y viceversa, Teherán se ha asegurado un incremento de
ayuda militar y tecnológica de Rusia desde finales de septiembre y
principios de octubre de 2005.
Tratando
de ejercer presiones diplomáticas que impongan sanciones contra Irán
y bloqueen futuras importaciones de armas, Reino Unido se ha alineado
con Israel y EEUU contra Irán en el expediente de los planes de
desarrollo nuclear de Teherán. Por su parte, Irán se ha asegurado la
ayuda de Rusia y del aliado de ésta, China.
Que
Reino Unido o Irán estuvieran involucrados en el ataque contra
Samarra es imposible de verificar con la información disponible. Lo
que es evidente, sin embargo, es que mientras EEUU y la resistencia
iraquí siguen inmersos en su amargo y estratégicamente decisivo
combate, Reino Unido ha estado obrando de acuerdo a sus propios
objetivos en la región del Golfo Arábigo, enfrentándose a Irán por
el dominio de la que es, quizá, la región más valiosa del mundo
desde el punto de vista estratégico y económico. A pesar de que
pueda parecer un enfrentamiento secundario comparado con el principal
existente entre EEUU y la Nación Árabe, la batalla de Reino Unido
con Irán está repleta de graves implicaciones. Reino Unido en la
actualidad tiene un interés directo en fragmentar el sur de Iraq.
Notas
IraqSolidaridad:
1.
El autor de dicho artículo es el presidente emérito del Consejo de
Relaciones Exteriores del Congreso estadounidense. El texto íntegro
puede verse en: www.mtholyoke.edu.
2.
Sir Percy Cox, representante de Reino Unido en Teherán desde 1918 a
1920, formó parte activa en la redefinición de las fronteras y en la
división colonial establecida por Francia y Reino Unido para Oriente
Medio tras la Iª Guerra Mundial.
3.
El Acuerdo de Sykes–Picot, documento secreto que lleva los nombres
de los ministros de Exteriores británico y francés, supuso el
reparto de Oriente Medio entre Reino Unido y Francia y, con ello, la
traición al compromiso de independencia y unidad adquirido con los árabes
por su apoyo a los aliados en la guerra contra el Imperio Otomano
durante la I Guerra Mundial.
4.
Véase en IraqSolidaridad: Noticias breves 2004–2005 y Mike Whitney:
¿Quién está haciendo saltar por los aires a Iraq? – El gobierno
británico anuncia que rechaza la orden de detención contra los dos
soldados británicos detenidos con explosivos en Basora y luego
liberados por la fuerza.
5.
Puede verse en: www.albasrah.net.
6.
Las acciones atribuidas a la resistencia en el sur de Iraq adoptarían
la modalidad propia de los ataques en el resto de Iraq contra las
fuerzas de ocupación, la detonación de las denominadas bombas
caseras (los IED, en sus siglas en inglés) contra convoyes militares,
seguida de ataque con armas cortas. Este tipo de ataques ya se ha
estabilizado en la zona sur de Iraq (véase en IraqSolidaridad:
Noticias relacionadas con las tropas de ocupación en Iraq).
.– * Mohamad Abu Nasser
es el compilador y redactor del 'Informe de la resistencia en
Iraq' que se publica a diario desde 2003 en la web
www.albasrah.net
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