EEUU
busca una estrategia de salida de Irak con la "guerra civil"
IAR-Noticias,
08/08/06
Las
actuales declaraciones de senadores y generales norteamericanos sobre
el "peligro de guerra civil" no estaría exenta de una
maniobra de la Casa Blanca para pedir en el Consejo de Seguridad de la
ONU la intervención de una fuerza multinacional en Irak, una manera
de delegar en los países europeos la responsabilidad de la ocupación
de Irak, que le posibilitaría a las tropas invasoras salir de Irak
evitándole a la administración Bush el "sindrome Vietnam".
Detrás de la maniobra están la selecciones de noviembre con Irak
como telón de fondo.
Súbitamente senadores y
generales norteamericanos "descubrieron" esta semana lo que
saben que existe desde febrero pasado: la "guerra civil" en
Irak.
Ha
pesar de que líderes sunies, la ONU, organizaciones de derechos
humanos, vienen denunciando desde hace meses que en Irak está
funcionando una masacre producida por escuadrones de la muerte el alto
mando militar estadounidense recién registró que existe una masacre
a la que llaman "violencia sectaria".
El
jefe del Mando Central de Estados Unidos en Irak, el general John
Abizaid, afirmó que si la ola de violencia no cesa, el país árabe "podría
encaminarse hacia una guerra civil".
"Creo
que la violencia sectaria ha alcanzado probablemente el peor
momento", señaló Abizaid ante el el Comité de Servicios
Armados del Senado de EEUU, donde estuvieron el secretario de Defensa,
Donald Rumsfeld, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, general Peter
Pace.
El
general Pace coincidió en que existe la posibilidad de una guerra
civil, aunque aclaró que ese escenario no es inevitable, y remarcó
que el resultado dependerá en última instancia más de las fuerzas
de seguridad iraquíes que del ejército de EE.UU.
Estas
declaraciones llegan tres meses antes de las elecciones legislativas
en EEUU en las que la política del gobierno de Bush en Irak tendrá
gran peso.
Muchos
votantes están cansados de la guerra que lleva más de tres años y
dejó más de 2.500 soldados estadounidenses muertos.
En
tanto, ayer se conoció un documento redactado por quien hasta la
semana pasada fue el embajador británico en Irak, William Patey,
dirigido al premier Tony Blair, en el que señala que el país se
dividirá por etnias.
Según
el texto de Patey, difundido por la cadena británica BBC, la situación
en Irak podría permanecer inestable durante la próxima década.
"Las perspectivas de una guerra civil de baja intensidad y de una
división de facto de Irak es acaso más posible en esta etapa
que una transición exitosa y sólida a una democracia estable",
advirtió Patey en su informe confidencial.
En
realidad, y desde febrero pasado, periodistas, observadores y expertos
instalados en Irak saben que en ese país no hay una guerra civil sino
un exterminio programado de ciudadanos, principalmente de origen
sunie, por parte de escuadrones de la muerte que operan desde el
ministerio de Interior controlado por el gobierno cómplice de EEUU.
Los
suníes, que constituyen una minoría en el país pero controlaron
Irak durante la mayor parte del siglo XX hasta el derrocamiento de
Sadam Hussein, han denunciado que el funcionamiento de asesinatos y
torturas contra su comunidad cuenta con la tácita aprobación de la
alianza de chiíes y kurdos en el gobierno aliado de EEUU.
También
desde fuentes de la resistencia iraquí se alertó de una estrategia
comunicacional para hacer pasar esos asesinatos en masa de sunies como
si fueran producto de una guerra religiosa, cuando en realidad forman
parte de un plan político de represión y exterminio.
La
escalada de asesinatos y torturas se inició tras el atentado a una
emblemática mezquita chií de Samarra, el 22 de febrero de este año,
que luego desató una persecución encarnizada de ciudadanos de
origen suni por parte de grupos especiales que actúan con total
impunidad en los barrios de la capital, contando con zonas liberadas
por la policía y el ejército colaboracionista iraquí.
En
tanto información recogida por distintas agencias señalan que más
del 80 por ciento de los cadáveres amontonados en la morgue central
de Bagdadl presentan disparos en la cabeza y tienen heridas y
quemaduras que denotan haber sido torturados y/o lastimados antes de
morir.
El
modus operandi de los asesinatos que se vienen produciendo hasta el
presente recrea la cacería y los secuestros de suníes
desatada casi simultánea al estallido de los explosivos que destruyó
parcialmente la Mezquita Dorada, símbolo de los chiíes en Samarra,
el 22 de febrero pasado.
En
diversos informes el año pasado, IAR Noticias puntualizó que,
en un contexto de derrota militar estratégica de EEUU en Irak,
con el país en anarquía y con sus tres comunidades principales
enfrentadas entre sí por razones políticas, religiosas y económicas,
la CIA estaba infiltrando a grupos de la resistencia con la
finalidad de profundizar el enfrentamiento entre chiíes y suníes.
Una
"guerra civil" le serviría a Washington para concretar una intervención
extranjera tipo Haití en Irak, y de esa manera sacar a sus tropas
del primer plano mediático y fusionarlas en un "ejercito de
paz" aparentemente conducido por la ONU y la OTAN, como se sabe,
títeres de los objetivos de EEUU.
Frente
a un Irak desangrado y en caos por una "guerra civil"
(y como ya sucedió en Haití) ni Francia, ni España, ni Alemania,
hoy países "críticos" a la política militar de ocupación
de Irak, podrían negarse a integrar una "coalición de
paz", aún sabiendo que detrás de ella se encuentra la mano de
Washington y del Pentágono.
En
ese escenario, con la guerra civil como telón de fondo, Bush y
los halcones seguirían controlando la administración, el petróleo,
y los negocios de Irak, mediante un gobierno títere y la supremacía
de su fuerza militar sobre la OTAN y las potencias
"aliadas".
Las
actuales declaraciones de senadores y generales norteamericanos sobre
el "peligro de guerra civil" no estaría exenta de una
maniobra de la Casa Blanca para pedir en el Consejo de Seguridad de la
ONU la intervención de una fuerza multinacional en Irak, una manera
de delegar en los países europeos la responsabilidad de la ocupación
de Irak, que le posibilitaría a las tropas invasoras salir de Irak evitándole
a la administración Bush el "sindrome Vietnam".
Ese
objetivo, y las elecciones legislativas de noviembre con Irak como eje
central, serían las razones del "súbito" descubrimiento de
la "guerra" por los jefes militares y el Senado con mayoría
republicana. Que según los sondeos, podría pasar a mayoría demócrata
en noviembre.
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