La
amenaza de guerra civil como excusa para mantener la ocupación
Por
Gareth Porter (*)
Asia Times Online, 27/07/06
IraqSolidaridad, 19/09/06
Traducción del inglés para IraqSolidaridad de Loles Oliván
"La falta de
voluntad del Ejército estadounidense para intervenir en los ataques
sectarios contra civiles arrojan una nueva luz sobre el argumento
principal de la Administración Bush y sus aliados contrarios a fijar
una fecha para la retirada: que la presencia de las fuerzas de ocupación
de EEUU es lo único que impide un aumento de la guerra civil sectaria
y del caos."
EEUU ha quedado
reducido al papel de espectador pasivo al haberse iniciado una nueva
fase de la guerra civil confesional en Iraq, marcada por los
asesinatos masivos perpetrados por unidades militares fuertemente
armadas [1].
La sangrienta masacre
de Mahmudiya [2] ha ilustrado tanto las nuevas cotas de violencia
sectaria como el papel de EEUU como observador pasivo, al reconocer
incluso el gobierno del presidente George W. Bush que el principal
problema en Iraq es la violencia sectaria y no la resistencia.
"La violencia sectaria se ha convertido en la actualidad en el
reto más significativo para el futuro de Iraq", declaraba el 13
de julio el embajador estadounidense Zalmay Jalilzad ante el Comité
de Relaciones Exteriores del Senado.
El
ejemplo de Mahmudiya
Sin embargo, la falta
de voluntad del Ejército estadounidense para intervenir en los
ataques sectarios contra civiles arrojan una nueva luz sobre el
argumento principal de la Administración Bush y sus aliados
contrarios a fijar una fecha para la retirada: que la presencia de las
fuerzas de ocupación de EEUU es lo único que impide un aumento de la
guerra civil sectaria y del caos.
Anteriormente, las
milicias sectarias habían llevado a cabo masacres mediante el
secuestro de personas en barrios sunníes o shiíes, y ejecutándolos
posteriormente. Pero la masacre de shiíes a manos de hombres armados
sunníes en Mahmudiya del 17 de julio, en la que al menos asesinaron a
58 personas e hirieron a 90 más, fue un ataque militar contra civiles
llevado a cabo por sunníes que usaron armamento pesado transportado
en camionetas, así como granadas autopropulsadas. Los atacantes
pertenecían, aparentemente, a una nueva milicia sunní autodenominada
"Defensores del pueblo sunní", aunque muchos de los
efectivos vestían el uniforme de las fuerzas de seguridad iraquíes.
El grupo que se hizo responsable declaró que el ataque se realizó
por venganza por la matanza de al menos 40 civiles sunníes en Bagdad
a manos de pistoleros shiíes enmascarados perpetrada durante varias
horas el pasado 9 de julio.
Ni las fuerzas de
seguridad iraquíes ni el batallón de la División Aerotransportada
estadounidense 101 estacionadas en las proximidades de Mahmudiya,
hicieron nada por detener la masacre o por perseguir a los criminales,
a pesar de que tropas estadounidenses estaban lo suficientemente cerca
como para oír las detonaciones y los disparos (según ha narrado
Basem Mrue, de [la agencia] Associated Press) y de que el ataque
durase 30 minutos (según ha informado Ellen Knickmeyer, del
Washington Post). La incapacidad estadounidense para responder ante la
evidencia de un ataque o para perseguir a los atacantes no es un
incidente asilado. Según la versión de Associated Press, "las
tropas iraquíes son responsables de la seguridad en Mahmudiya y los
soldados estadounidenses no intervienen a menos que sean requeridos
por los iraquíes".
'Prevenir
la guerra civil'
De acuerdo con las
cifras de Naciones Unidas publicadas en julio, 14.338 civiles [iraquíes]
han sido asesinados en actos de violencia durante los primeros seis
meses del año, y el promedio mensual ha aumentado rápidamente desde
los 1.778 asesinados en enero. El informe indica que en mayo fueron
asesinados 2.669 [iraquíes] y otros 3.149 en junio [3].
Las normas
estadounidenses actuales de compromiso [de lucha] respecto a la
violencia sectaria fueron establecidas dentro de las amplias líneas
políticas adoptadas por la Administración Bush a principios de marzo
como mínimo. El secretario de Defensa Donald Rumsfeld afirmó ante el
Comité de Asignaciones Presupuestarias del Senado el 9 de marzo que
"[...] el plan es evitar la guerra civil, y en el caso de que
fuera a ocurrir, a suceder [...] las fuerzas de seguridad iraquíes se
ocuparan de ello hasta donde sean capaces de hacerlo". Rumsfeld,
después, rectificó ligeramente al declarar: "Está muy claro
que las fuerzas iraquíes podrán manejar [la situación de una guerra
civil], pero lo harán con nuestra ayuda".
Esas fuerzas no van a
combatir en ningún caso para sofocar la violencia sectaria. Como
Jalilzad reconoció en un discurso en Washington el 11 de junio,
"[...] desgraciadamente, ha habido ejemplos en los que las
fuerzas iraquíes dieron dado paso o incluso cooperaron con las
milicias sectarias".
Es probable que no se
pueda confiar en que la principal brigada del Ejército [iraquí], la
1ª Brigada, integrada completamente por shiíes, que es responsable
[del control] de toda la parte de Bagdad al oeste del río Tigris,
combata a las milicias shiíes. Tal y como informaba Tom Lasserter, de
Knight Ridder en octubre "[...] el punto de vista de oficiales y
tropas sobre la venganza contra los sunníes no difiere del de la
mayoría de los integrantes de las propias milicias shiíes".
Los responsables
estadounidenses han seguido hablando como si EEUU estuviera
determinado a acabar con la violencia de las milicias. Antes de que
Nuri al-Maliki fuera finalmente elegido primer ministro en abril, la
Secretaria de Estado, Condoleezza Rice, declaró tras una visita [a
Iraq] de dos días que "[...] continuamente hemos enviado
mensajes muy, muy contundentes [...] de que una de las primeras cosas
es que se van a controlar las milicias [...]. Esto va a ser una de las
principales prioridades". Pero la contundencia de Rice al hablar
de forzar una acción contra el problema de las milicias sectarias
tiene poco que ver con la realidad. "No creo que podamos hacer
mucho al respecto", declaró un asesor del Pentágono que pidió
no ser identificado: "El hecho es que nos estamos convirtiendo en
actores marginales en la escena política iraquí".
Quedarse
en Iraq
Sin embargo, el
Administración Bush sigue citando la amenaza de la futura guerra
civil como argumento para mantener una presencia militar a largo plazo
en Iraq [4], al tiempo que niega que exista ya una guerra civil. En su
discurso del 11 de julio, Jalilzad afirmó: "No creo que lo que
esté ocurriendo se pueda describir como [...] guerra civil".
Jalilzad sugirió que una retirada "precipitada" de EEUU
podría determinar una guerra sectaria. Aunque él mismo utilizó el
conocido argumento de la guerra civil, Jalilzad insinuó que EEUU está
dispuesto solo a ir poco más allá para hacer algo sobre el problema.
Por los riesgos de "[...] una estrategia de retirada", dijo,
"necesitamos hacer todo lo que prudentemente podamos para ayudar
[a las autoridades iraquíes] a que se valgan por sí mismas en la
contención de la violencia".
El halcón demócrata
senador Joe Lieberman ha mantenido desde hace mucho tiempo el mismo
argumento. Oponiéndose a las enmiendas del Partido Demócrata que
exigían una fecha para la retirada, Lieberman afirmó el sábado [22
de julio] que esto "[...] daría la señal a los grupos sectarios
para rearmar a sus milicias a fin de fortalecerlas para la guerra
civil que temen seguirá a una prematura retirada
estadounidense".
Notas
de IraqSolidaridad:
1.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq
y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de
tropas en Iraq y 'reocupa' Bagdad.
2.
Localidad situada al sur de Bagdad.
3.
Los últimos datos sobre los asesinatos sectarios perpetrados en
Bagdad y otras ciudades en julio y agosto pueden leerse en
IraqSolidaridad en: 3.500 personas asesinadas en Bagdad en julio y
agosto por paramilitares. Los 'escuadrones de la muerte' causan nueve
veces más víctimas que los atentados atribuidos a Al Qaeda y Nermeen
al-Mufti: Arde Bagdad. Casi seis millones de iraquíes han huido a
Siria y Jordania desde el inicio de la ocupación.
4.
EEUU sigue aumentando el número de sus efectivos en Iraq, hasta
140.000 este verano, la cifra más alta en 2006. Véase en
IraqSolidaridad: El número de ataques de la resistencia se ha
duplicado en 2006. Resistencia iraquí: Más ataques, nuevas tácticas.
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