"Guerra
desigual": la derrota de EEUU en Iraq
Los
ocupantes cercan Bagdad para intentar impedir los movimientos de la
resistencia
Por
Paul Rogers
IraqSolidaridad,
05/10/06
Traducido
por Paloma Valverde
"A
pesar de todo su poder y los cientos de miles de millones de dólares
de presupuesto de Defensa, EEUU se enfrenta finalmente a una guerra
desigual mientras sus enemigos explotan una vulnerabilidad que habría
parecido ridícula apenas hace cinco años."
El
plan de Estados Unidos de "cerrar" Bagdad resalta la
desigualdad entre la ineficaz estrategia militar de una "guerra
larga y cara" y una resistencia barata y devastadora. Las bajas
del Ejército estadounidense en Iraq son un pequeño número comparado
con los cientos de iraquíes que son asesinados cada semana. En términos
humanos la desigualdad es dura, pero en términos de fría estrategia
es menos significativa que el hecho de que las bajas estadounidenses
sigan aumentando de forma constante [1]. En términos reales la
tendencia es altamente preocupante porque las fuerzas estadounidenses
están muy lejos de aumentar en número, las bases militares pequeñas
son más vulnerables que en 2004 y las bases grandes, como Campo
Anaconda al norte de Bagdad, se consolidan progresivamente [2].
En
las primeras tres semanas de septiembre de 2006, otros 50 soldados
estadounidenses fueron muertos [3]; en las cuatro semanas, hasta el 19
de septiembre, más de 700 [soldados estadounidenses] han resultado
heridos en combate. Esta última cifra hace un total de más de 20.000
heridos en combate desde que comenzó el conflicto en marzo de 2003 y
un número adicional de heridos fuera de combate que excede los
10.000.
Entre
tanto, las declaraciones de la seguridad [militar estadounidense]
interna (lo que incluye un informe filtrado realizado por el coronel
Peter Devlin) indican que las fuerzas de ocupación estadounidenses y
las propias fuerzas del gobierno iraquí han perdido, de hecho, el
control de la gran provincia de al–Anbar, que abarca desde Bagdad
hasta la frontera siria [y jordana]. Cada vez con más fuerza, el
acento ahora se pone en intentar aportar algo de seguridad a la propia
Bagdad.
Cercar
Bagdad
Una
nueva operación de seguridad que debe iniciarse en octubre de 2006
tiene como objetivo principal el de controlar todo el movimiento de
combatientes de la resistencia y de armas que entran y salen de la
capital iraquí. [EEUU y el gobierno iraquí] acordonarán todo el perímetro
de la ciudad (96 kilómetros de extensión) [4] y establecerán 28
controles militares para inspeccionar todos los vehículos. Un sistema
de trincheras bloqueará el resto de carreteras y caminos, lo que
incluye las carreteras nacionales que atraviesen la ciudad.
La
falta de fuerzas estadounidenses en número suficiente significa que
el grueso del personal que custodia el nuevo perímetro será personal
de seguridad iraquí. La cuestión de su confianza en el proyecto es
razón suficiente para dudar de su viabilidad. Pero, en cualquier
caso, lo que se está intentando en Bagdad es repetir a gran escala lo
que ya se demostró resultar infructuoso en Faluya y Ramadi.
El
segundo asalto de Faluya en noviembre de 2004, mató a miles de
personas y destruyó o causó daños a más de la mitad de las 39.000
viviendas de la ciudad [5]. Tras ello, las tropas estadounidenses
rodearon la ciudad y construyeron barricadas dejando solo cuatro
puntos de entrada y salida. Todos los hombres y jóvenes varones eran
susceptibles de registro; a muchos de ellos se les obligó a esperar
cuatro horas [para el registro] y había toque de queda desde las
siete de la tarde [6]. A pesar de esas medidas y de los miles de
soldados estadounidenses para llevarlas a la práctica, la resistencia
permaneció activa en Faluya hasta el punto de ser capaces de fabricar
coches bomba dentro de lo que se suponía era una "ciudad
cerrada".
Bajo
esta perspectiva, el nuevo proyecto de seguridad de Bagdad parece
desesperado, especialmente cuando las fuentes del Ejército
estadounidense han confirmado que cualquier expectativa sobre un
descenso del número de tropas en Iraq ha sido desestimada. Esto está
en claro contraste con las declaraciones seguras, a finales de 2005,
dando por hecho la reducción [de tropas], lo que incluye que el Pentágono
estima que el número podría disminuir en alrededor de 100.000 a
finales de 2006.
Actualmente
hay 147.000 tropas estadounidenses en Iraq, lo cual representa un
incremento de alrededor de 20.000 en los últimos tres meses, que se
hizo necesario por el aumento del grado de violencia, especialmente en
el [área metropolitana del] gran Bagdad [7]. Un componente añadido
es el retraso en el regreso a EEUU de la 172 Brigada Striker del Ejército
estadounidense en Iraq afecta a una retirada en julio pasado. Fuentes
militares en Iraq ahora afirman que la Brigada saldrá, pero que el número
de tropas seguirá siendo de unos 140.000 hasta la primavera de 2007;
en realidad, el jefe del comando central estadounidense, general John
Abizaid, incluso manifestó que solicitará más tropas si fuera
necesario [8].
Cuando
el 19 de septiembre se le preguntó al general Abizaid si EEUU estaba
ganando en Iraq replicó: "Con tiempo ilimitado y apoyo ilimitado
ganaremos la guerra". Sus comentarios forman parte de un nuevo
patrón de declaraciones muy incisivas y a menudo pesimistas que
provienen de fuentes militares en la región y secundan la filtración
de un informe de un marine de inteligencia sobre la situación de
seguridad en la provincia de al–Anbar [9].
Un
error de mil millones de dólares
Sin
embargo, otros dos indicadores de fuentes bastante diferentes son
igualmente reveladores sobre los apuros de EEUU en Iraq. El primero
proviene de la exigencia del Ejército estadounidense de un sustantivo
incremento presupuestario para el año fiscal 2008 [10]. Esto implica
12 meses desde octubre de 2007 y, por tanto, es paralelo al último año
presidencial antes de las elecciones de 2008, [último año] en el que
el Ejército puede pedir apoyo a los principales partidos políticos.
Muchos
veteranos oficiales del Ejército aún sienten rencor por la forma en
la que sufrieron lo peor de lo que algunos analistas han definido como
"las guerras de Rumsfeld", debido especialmente a que la
intención inicial del secretario de Defensa Donald Rumsfeld era
reconfigurar el Ejército estadounidense hacia un modelo de Ejército
mucho más pequeño, evitar con todas sus fuerzas un gran número de
"tropas sobre el terreno" y depender muchísimo más de las
fuerzas de combate a largo plazo y de las fuerzas especiales.
Por
el contrario, más tropas desplegadas es exactamente lo que el Pentágono
ha logrado y el Ejército agotado por años de guerra en dos
escenarios: Iraq y Afganistán está llevando la mayor parte de la
carga. Para asumir el coste de reemplazar el equipamiento perdido,
arreglar equipos desgastados y comprar gran cantidad de artillería,
al mismo tiempo que se modernizan los sistemas, se dice que el Ejército
está intentando incrementar en un 26% su presupuesto de 111,8 miles
de millones de dólares (su petición para 2006) hasta los 141 miles
de millones de dólares en 2008.
El
segundo indicador es incluso más revelador. Se trata de un informe de
requerimientos tecnológicos a los que se ha de enfrentar el Ejército
estadounidense. Aquí, desde siempre, la fuerza potencial ha sido el
requisito fundamental para que EEUU mantuviera un liderazgo efectivo
en tecnología militar sobre el resto de los países; como se ve, este
es el único camino seguro para mantener la dominación del superpoder
militar. Esto ha sido una característica a largo plazo planificada
por el Ejército estadounidense durante más de 6 años. Se inició
con el Proyecto Manhattan [11] cuyo resultado final fue la bomba atómica,
y sigue con la producción de misiles balísticos intercontinentales y
más recientemente con el avión de combate secreto, como el estratégico
bombardero B–2, y los nuevos aviones de combate F–22 y F–35.
Los
IED y la "guerra desigual"
Todos
ellos son programas de miles de millones de dólares, algunos han
durado 30 años o más. Sin embargo el mayor problema al que se
enfrenta el Ejército estadounidenses es a un mecanismo que producirlo
cuesta unos pocos dólares y que está causando tremendos problemas en
Iraq y ahora en Afganistán. John Young, el director de investigación
de defensa e ingeniería en el Pentágono, afirma que el mayor
problema tecnológico al que se enfrenta el Ejército estadounidenses
es a las bombas caseras o "artefactos de fabricación
casera" (IED, en sus siglas en inglés) [12].
La
resistencia en Iraq ha desarrollado cada vez más sofisticados IED,
algunos con cargas anti–blindados; otros usan aparatos infrarrojos
de detonación. La forma de las cargas pueden ser primitivas y se
pueden construir en un pequeño almacén en un callejón y los
mecanismos detonadores pueden ser simples sistemas cogidos de teléfonos
móviles o incluso mandos a distancia para abrir las puertas de los
garajes; sin embargo han puesto patas arriba a las tropas
estadounidenses en todo Iraq y ahora se usan cada vez más en Afganistán.
En
resumen, el Ejército más poderoso y mejor equipado del mundo se
enfrenta a aparatos caseros básicos que pueden destruir grandes
tanques de combate y camiones blindados cuya fabricación cuesta
millones de dólares. Además, el conocimiento y las técnicas para
fabricar esos artefactos están proliferando rápidamente, ayudados
por la gran cantidad de experiencia lograda por las fuerzas de la
resistencia y fuerzas paramilitares transnacionales durante los últimos
tres años de guerra en Iraq.
Esto
es quizás uno de los indicios más sutiles de la forma en que
evoluciona la "larga guerra" [13] de Bush. A pesar de todo
su poder y los cientos de miles de millones de dólares de presupuesto
de Defensa, EEUU se enfrenta finalmente a una guerra desigual mientras
sus enemigos explotan una vulnerabilidad que habría parecido ridícula
apenas hace cinco años.
Notas
del autor y de IraqSolidaridad:
1.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq
y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de
tropas en Iraq y 'reocupa' Bagdad y El número de ataques de la
resistencia se ha duplicado en 2006. Resistencia iraquí: Más
ataques, nuevas tácticas
2.
Véase en IraqSolidaridad: Las bases militares de EEUU en Iraq
3.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Se multiplican por cuatro los
ataques contra los ocupantes. El incremento de la resistencia fuerza a
EEUU a un nuevo aumento de sus tropas en Iraq
4.
El 1 de octubre la capital iraquí era ya sometida a asedio completo.
Bagdad alberga a cinco millones de personas.
5.
Véase en IraqSolidaridad: Dahr Jamail y Ali Fadhil: Faluya, asediada
y sin reconstruir. Unas 65.000 personas siguen desplazadas de Faluya y
enlaces relacionados.
6.
www.opendemocracy.net/conflict/article_2444.jsp
7.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq
y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de
tropas en Iraq y 'reocupa' Bagdad
8.
www.iht.com/articles/2006/09/20/news/troops.php
9.
www.opendemocracy.net/conflict/new_terrain_3905.jsp
10.
www.military.com/features/0,15240,110349,00.html
11.
www.atomicmuseum.com/tour/manhattanproject.cfm
12.
Véase en IraqSolidaridad: El número de ataques de la resistencia se
ha duplicado en 2006. Resistencia iraquí: Más ataques, nuevas tácticas
y Carlos Varea: La resistencia perfecciona los IED, la más característica
de sus armas
13.
www.opendemocracy.net/conflict/battlefield_3251.jsp
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