Tras
los pasos de EEUU: corrupción y violencia sectaria
Las
formaciones confesionales shiíes pugnan por el control del petróleo
de Iraq
Por
Sabah Ali
IraqSolidaridad, 28/09/06
Traducido del inglés por Beatriz Morales
"Cada
uno de estos partidos quiere controlar la industria petrolífera para
garantizar el poder financiando a sus milicias a través de la
riqueza, lo que significa que los combates continuarán hasta que
estas milicias no estén controladas por un poder central. Hasta el
momento, el gobierno de al–Maliki y las fuerzas de ocupación han
demostrado ser incapaces de negociar con ellas, suponiendo que lo
quieran hacer."
Bagdad.-
La tarde del 2 de mayo de 2006 dos plantas del descomunal edificio del
ministerio del Petróleo fueron presa del fuego que devoró dos
importantes departamentos: las plantas de los archivos y ordenadores
donde se guardaban todos los registros, documentos, libros de
contabilidad y contratos. Excepto los guardias y los servicios de
protección de las instalaciones, no había empleados en el edificio.
Dos
días antes de este incidente, el Inspector General de Iraq, Ali
al–Allaq, había publicado el informe Contrabando de crudo y
derivados del petróleo: segundo Informe de transparencia (Smuggling
Crude Oil and Oil Products: Second Transparency Report) [1], en el que
exponía minuciosamente los catastróficos hechos y cifras en relación
con la corrupción en el sector petrolífero en Iraq: contrabando,
robo, fraude, mercado negro, que han ocasionado grandes pérdidas de
dinero y de recursos. Por su parte, el ex ministro del Petróleo,
Ibrahim Bahr al–Olúm, afirmó que el pasado año Iraq había
perdido, al menos, 4.000 millones de dólares debido al contrabando de
petróleo, en una referencia a la implicación de altos funcionarios
del gobierno en escándalos de contrabando y corrupción. Muchos análisis
políticos consideraron que el mencionado incendio fue un intento de
ocultación de las pruebas sobre la corrupción.
El
incendio se produjo pocos días antes de que el nuevo gobierno iraquí
[de Nuri al–Maliki] tomara posesión, tras un retraso de seis meses
de retraso debido a los conflictos entre los partidos del bloque shií
[mayoritario en el nuevo Parlamento surgido de las elecciones de
diciembre de 2006] Alianza Unida Iraquí (AUI) relativos al reparto de
cargos en el gobierno. El ministerio del Petróleo era uno de los
ministerios en disputa, especialmente entre el Consejo Supremo de la
Revolución Islámica en Iraq (CSRII) y el partido al–Fadila, ambos
de la AUI [2]. Cualquiera que esté familiarizado con los nuevos políticos
iraquíes sabe que lo primero que hace cada nuevo gobierno iraquí es
exponer los escándalos de corrupción del gobierno precedente.
Finalmente, el ministerio del Petróleo y el ministerio de Finanzas se
entregaron a dos personas bien conocidas por ser las más cercanas a
Irán dentro de la Alianza shií [3].
Otro
accidente: en Zafaraniya, un distrito pobre del sur de Bagdad, con
mezcla de shiíes y sunníes, una tremenda explosión mató e hirió a
más de 250 civiles la tarde del sábado del 12 de agosto. El ministro
iraquí del Interior afirmó que había sido un coche bomba, pero
fuentes estadounidenses y testigos lo negaron: en realidad, se trató
de una explosión de gas que ocasionó otras muchas explosiones en
cadena.
Corrupción
y negocios fraudulentos
Unos
días después, los periódicos de Bagdad hablaban de un negocio
corrupto por el cual el ministerio del Petróleo había importado gas
desde Irán para uso doméstico. Los negocios sucios –importar
productos derivados del petróleo que no tienen la misma calidad que
la estipulada en los contratos de compra– fueron uno de los graves
problemas de corrupción mencionados en el Segundo informe de
transparencia. La cuestión es por qué el ministerio del Interior
encubriría la corrupción relacionada con el petróleo.
Otro
problema serio y escandaloso respecto al control de la producción de
petróleo es la incapacidad del ministerio de reinstalar el
equipamiento para medir la producción de petróleo, después de que
dejara de funcionar a principios de 2005 [4]. Según el informe del
Consejo Internacional de Asesoramiento y Control de Naciones Unidas,
publicado el pasado mes de agosto, no hay manera de saber cuánto petróleo
se exporta oficialmente. El informe afirma que 241 millones de dólares
procedentes del petróleo fueron a parar a cuentas no identificadas de
ministerios y que 221 millones de dólares se ingresaron en cuentas no
identificadas de la Organización Estatal de Comercialización del
Petróleo (SOMO, en sus siglas en inglés), cuyo director es íntimo
amigo del anterior ministro de Petróleo, como es bien sabido.
Estos
son sólo unos pocos de los muchos ejemplos recientes que indican
claramente que el gobierno, o miembros de él, están implicados en
escándalos de corrupción directamente y mediante su conexión con
las milicias armadas, concretamente las del ejército de al–Mahdi
–de la corriente de as–Sáder–, y la Organización Badr –del
CSRII–, ambos ahora con fuerte y efectiva representación en el
gobierno iraquí. Estas milicias controlan la producción y
comercialización corrupta del petróleo (ministerio del Petróleo) y
controlan la seguridad o, más bien, inseguridad en Iraq
(ministerios de Interior y Defensa) [5].
Un
diputado afirmó recientemente que las milicias políticas son ahora
realmente más fuertes que el gobierno, y un asesor de la oficina del
primer ministro describió a algunas de las fuerzas de seguridad como
milicias terroristas pagadas por el gobierno, por no mencionar los
espléndidos sobornos, según el asesor. Afirmó que muchos de los
funcionarios que denuncian la corrupción son ellos mismos corruptos y
que están estrechamente vinculados con las milicias sectarias. Para
demostrarlo, afirmó, 15 jueces iraquíes han sido asesinados,
especialmente aquellos que trabajaban en secreto con la denominada
Comisión de Integridad Pública (CIP) de Iraq. Sin embargo, en
Basora, con la total ayuda y protección iraní, estas milicias
controlan el contrabando de petróleo junto con el de drogas y armas
suministradas por los iraníes en todas las regiones del sur iraquí.
En
sus declaraciones del 10 de septiembre de 2006, la CIP declaró que el
número de altos funcionarios iraquíes implicados en casos de
corrupción financiera había aumentado a 73, 15 de los cuales son
ministros y el resto, viceministros, directores generales, diputados y
dirigentes de partidos. Todos ellos gozan de inmunidad.
La
CIP, que está directamente vinculada al Consejo de la Presidencia,
anunció que tiene 1.852 casos de corrupción que suponen miles de
millones dólares y que está tratando de modificar la ley, obviamente
para tener más poder en los casos de [corrupción de] los altos
funcionarios. La ironía es que a mediados de 2004, un comité de
inspección de Naciones Unidas que estuvo trabajado durante los seis
primeros meses del año descubrió que no se habían contabilizado
6.000 millones de dólares del Fondo de Desarrollo en Iraq de lo
cuales, aproximadamente, 2.000 millones están relacionados con [la
gestión] de Talabani, el actual presidente iraquí [6].
El
director de la CIP, Radhi Hamza al–Radhi, repite en público y en
privado que sufre
muchas
presiones por parte del gobierno "[...] para ralentizar las cosas
y tomárselo con calma", y que se enfrenta a muchos obstáculos.
Por ejemplo, el ministerio del Interior no acató las 164 órdenes de
arresto de destacados funcionarios acusados de corrupción ni cien órdenes
de investigación concernientes a corrupción administrativa y
financiera dentro del propio ministerio del Interior. Por su parte, el
portavoz de la Comisión afirmó que al menos hay 234 casos de
corrupción en este ministerio a la espera de ser revisados por el
comité jurídico. Entre los funcionarios citados para responder a las
preguntas de la Comisión están los ex–primeros ministros iraquíes
Allawi y al–Yaafari, relacionados con casos de robo de dinero,
aceptación de sobornos y asignación de millones de dólares a
contratos fantasma de reconstrucción que sólo existían en el papel.
Otro funcionario corrupto, quien actualmente se encuentra en prisión,
es el Alto Comisionado para las Elecciones, Adil Allami, acusado de
fraude y de sobornos millonarios [7].
En
su último informe, Evaluación de la Estabilidad y Seguridad en Iraq
de Agosto de 2006 [8], el Departamento estadounidense de Defensa, [es
decir] el Pentágono, declaraba que "[...] muchas de las
facciones políticas de Iraq tienden a ver los ministerios del
gobierno y los presupuestos asociados a ellos como fuentes de poder,
patrocinio y financiación para sus partidos. Los ministros sin
fuertes vínculos con los partidos a veces tienen poco control sobre
las personas nombradas políticamente o relacionadas con los partidos
y que trabajan a sus órdenes"
Violencia
sectaria y conflicto intershií
El
problema de la corrupción está directamente relacionado con lo que
se ha llamado el problema de la violencia sectaria. Sería útil
destacar que durante 2005–2006, ambos problemas, idénticos, se
fueron incrementando al mismo tiempo de manera evidente. Cada
"mes anterior" era el más mortífero en Iraq [9], al tiempo
que [la organización] Transparencia Internacional situaba a Iraq en
el primer puesto de la lista de niveles de corrupción.
Testigos
oculares de los ataques de las milicias en diferentes partes de Iraq,
especialmente en las afueras de Bagdad, mencionan siempre coches
modernos y caros, y nuevo armamento que incluyen lanzagranadas y armas
pesadas, aparte de las armas ligeras, y cientos de hombres jóvenes en
cada asalto. Por supuesto, no existe una cifra declarada sobre las
milicias, pero con toda seguridad se puede decir que hay cientos de
miles en cada una de ellas. Es bien sabido que estas personas están
extraordinariamente bien pagadas.
Los
informes oficiales estadounidenses insisten en afirmar que el
terrorismo es el principal problema del sector petrolífero en Iraq,
que los "ataques terroristas" contra los oleoductos son el
principal obstáculo para normalizar la industria petrolífera en
Iraq, dando a entender con ello que la resistencia es responsable de
privar al pueblo iraquí del 95% de sus ingresos nacionales. Los
estadounidenses también atribuyen el fracaso del programa de
reconstrucción a lo que ellos llaman terrorismo [10].
Sin
embargo, el Inspector General Iraquí, Ali al–Allaq, sitúa los
ataques contra los oleoductos como el quinto problema detrás de otros
cuatro problemas más peligrosos del país: enorme diferencia en los
precios de producción del petróleo de Iraq y de los países vecinos,
inadecuado control y supervisión del tráfico y comercialización de
los productos petrolíferos, lasas medidas judiciales contra
infractores y delincuentes, y mayor dependencia de los productos
petrolíferos importados. Cada uno de estos problemas es una historia
tremenda en sí mismo –detalladas en el mencionado informe de
transparencia–, pero los ataques a los oleoductos son de especial
interés. Fuentes bien informadas del ministerio del Petróleo y un
testigo ocular afirman que la explosión de un oleoducto puede crear
un lago de crudo. El ministerio vende el petróleo contendido en estos
embolsamientos muy barato a ciertos individuos, que a su vez lo venden
a clientes fuera de Iraq. Estos individuos suelen ser altos
funcionarios del gobierno o de los partidos políticos que lo
controlan, y los clientes son normalmente iraníes. Otro testigo
ocular en Basora afirma que hay oleoductos que van directamente a Irán
desde Iraq, y que hay decenas de puntos de venta ilegal de crudo iraquí
exportado que se carga en barcos con bandera iraní.
En
todos estos casos, todo ocurre bajo la protección de las milicias shiíes,
especialmente de Badr del CSRII. Según Ali al–.Allaq, el año
pasado la cantidad de petróleo de contrabando que se vendió a través
de puntos de venta ilegales fue el equivalente a mil millones de dólares.
El
conflicto entre las formaciones shiíes CSRII, al–Fadila y la
corriente de as–Sáder que tuvo lugar este verano en Basora es una
prueba flagrante de la conexión entre la corrupción y las milicias
sectarias. Para empezar, los partidos políticos shiíes cuyas
milicias controlan el contrabando de petróleo no consideran que robar
los ingresos del crudo iraquí sea un delito. Al contrario, consideran
los campos de petróleo del sur como un derecho natural concedido por
Dios y que anteriores gobiernos centrales caracterizados como sunníes
les han privado de este derecho durante décadas. De hecho, es en eso
en lo que consiste la prevista área federal shií del sur.
Pero
cada uno de estos partidos quiere controlar la industria petrolífera
para garantizar el poder financiando a sus milicias a través de la
riqueza, lo que significa que los combates continuarán hasta que
estas milicias no estén controladas por un poder central. Hasta el
momento, el gobierno de al–Maliki y las fuerzas de ocupación han
demostrado ser incapaces de negociar con ellas, suponiendo que lo
quieran hacer.
Es
bien sabido que el mercado negro del petróleo dentro de Iraq está
controlado por la milicia de as–Sáder. Se dice que después de que
salieran a la luz tantos escándalos el propio Muqtada as–Sáder
ordenó a sus paramilitares que se mantuvieran al margen del mercado
negro del petróleo. De nuevo muchos testigos oculares hablaron de
grandes camiones cisterna protegidos por hombres armados que cargaban
secretamente petróleo desde almacenes o gasolineras. Hace unos meses,
uno de los generales británicos destacado en Basora afirmó en un
documental que diariamente son testigos del contrabando de petróleo,
pero que los soldados británicos no quieren hacer nada al respecto
porque "[] no queremos que al día siguiente nos caiga una lluvia
de bombas".
Irónicamente,
después de que en julio –gracias al mercado negro– el petróleo
subiera de precio un 374% respecto al mes anterior, la única solución
que se le ha ocurrido al nuevo ministro del Petróleo, Shehristani,
para combatir la corrupción y el contrabando es privatizar el
comercio de productos derivados del petróleo, un procedimiento que
abre de par en par las puertas a las mafias políticas y a los
poderosos dirigentes de las milicias para que roben el mercado
legalmente y, por supuesto, todos los contratos irán a parar a Irán
que es lo que ahora ya está ocurriendo [11].
El
legado de la ocupación
La
corrupción financiera y administrativa como un fenómeno extendido y
sin freno es algo nuevo en Iraq. Antes de la ocupación, el Estado
iraquí nunca había conocido tal fenómeno. Por supuesto, había
casos individuales como en cualquier parte del mundo, pero pocos
funcionarios se habrían atrevido a implicarse con el dinero público.
Forma parte de la cultura social y política de Iraq considerar la
malversación de los fondos públicos como el peor de los delitos que
daña la integridad personal. Esto no es una defensa de Sadam Husein,
pero todos los iraquíes saben que un funcionario corrupto sería
tratado muy cruelmente por considerarlo una ofensa personal y una
traición contra el propio presidente.
En
este sentido, al igual que otras enfermedades mortales, la corrupción
llegó a Iraq con la ocupación. Hay una lista interminable de los
robos y de los escándalos de fraude de las autoridades
estadounidenses; probablemente el mayor de ellos sea la historia de
los nueve mil millones de dólares que desaparecieron cuando el
gobernador estadounidense de Iraq, Paul Bremer, abandonó el país.
Cuando los estadounidenses invadieron Iraq en 2003 heredaron más de
30.000 millones de dólares en activos congelados y procedentes del
[programa] "Petróleo por alimentos" de Naciones Unidas, por
no hablar de las propiedades iraquíes por valor de 26 millones de dólares
secuestradas por las autoridades de [12].
Se
supone que estas fortunas se han gastado en la reconstrucción a través
del Fondo de Desarrollo Iraq [establecido por el Consejo de Seguridad
tras el inicio de la ocupación]. El dinero desapareció pero el país
siguió en ruinas. Entonces y ahora se publicaron y aparecen en los
medios de comunicación estadounidenses muchas noticias sobre fraude
que hablaban de miles de millones de dólares de la reconstrucción
iraquí que se malversaron, robaron o perdieron o que no fueron
contabilizados. Miles de millones del dinero iraquí fueron
malversados por Bremer, que dictó cien resoluciones económicas
desastrosas. El 80% de los grandes contratos se concedió a compañías
estadounidenses corruptas y sólo se concedió el 2% a los iraquíes.
De
este dinero, millones de dólares fueron a parar directamente a
funcionarios de determinados ministerios, no a través del ministerio
de Finanzas o del Banco Central Iraquí. Un ejemplo: el pasado mes de
junio la CIP estaba investigando sobornos por 300 millones de dólares
en la compra de "[...] helicópteros defectuosos y antiguos,
ametralladoras y transporte blindado" efectuada por un ex jefe de
compras del ministerio de Defensa. Otro alto funcionario de este
ministerio fue condenado por recibir sobornos por valor 400.000 dólares.
Los
funcionarios estadounidenses describen a los iraquíes como una
sociedad corrupta y sin ley. Cualquier iraquí cuya casa haya sido
asaltada por los soldados estadounidenses cuenta cómo los soldados
roban dinero, joyas, armas personales y cualquier objeto valioso, además
de documentos. Un abogado de al–Qaim entregó, en 2005, a los
soldados estadounidenses 300 archivos de documentación sobre estos
casos de robos durante asaltos: cuando volvió a la base
estadounidense para preguntar por los archivos se encontró con que
los objetos robados y los documentos habían desaparecido.
En
2003 y 2004 los iraquíes se preguntaban por qué muchos ladrones y
criminales condenados a prisión por jueces iraquíes habían sido
liberados por los estadounidenses. Yo fui personalmente testigo de un
caso en el que un ladrón de un coche fue puesto en libertad en un
ataque estadounidenses a la comisaría en la que estaba detenido; tres
días después, el juez iraquí lo encarceló en Dora, [un barrio] al
sur de Bagdad. Uno de los famosos contrabandistas de petróleo fue
detenido en abril de 2006 en el desierto del noroeste, pero ahora un
comandante estadounidense pide que sea puesto en libertad. Los libros
de contabilidad, recibos, documentos financieros y cualquier prueba de
operaciones financieras anteriores a que los iraquíes cedieran la
autoridad se destruyeron o desaparecieron en lugar de ser entregados
al ministro de Finanzas.
La
Administración Bush se niega a enjuiciar a las compañías
estadounidenses acusadas de corrupción, una negativa que, según un
alto funcionario de las autoridades de ocupación en Iraq, está
convirtiendo a Iraq en una "zona de franca fraude". Si los
estadounidenses se libran de sus delitos, por qué no los iraquíes,
dado que los funcionarios iraquíes de ahora se les ha educado y
entrenado en Estados Unidos.
Notas
del autor y de IraqSolidaridad:
1.
Informe de 'Commission of National Integrity in Iraq'
2.
Véase en IraqSolidaridad: Pedro Rojo y Carlos Varea: ¿Está jugando
Irán a la 'resistencia' en Basora?
3.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Nuevo gobierno en Iraq:
inestable reparto sectario – La lista del nuevo gobierno
4.
Véase en IraqSolidaridad: ¿Cuánto petróleo ha exportado Iraq? (BTC
News) – El vicepresidente de Iraq marca el compromiso de las nuevas
autoridades con la liberalización de la economía
5.
Según el ministerio del Interior, los cuatro ministerios bajo control
de la corriente de as–Sáder controlan 70.000 hombres armados y
uniformados que forman parte del Servicio de Protección de las
Instalaciones. El mando militar estadounidense reconoce que la agencia
ha crecido rápidamente hasta más de 140.000 hombres. Un ex alto
mando miliar estadounidense afirmó que los combatientes de las
milicias que están en el Servicio de Protección de las Instalaciones
están vinculados con secuestros, asesinatos tipo ejecución y otros
crímenes. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Iraq, Estado de
terror. 146.000 iraquíes integran ejércitos privados sin control
alguno – Amenazados de muerte 461 intelectuales en una nueva lista
negra y Dan Murphy: La milicia de as–Sáder afianza su dominio sobre
la Sanidad – Asesinado tras ser torturado el secretario general del
Sindicato de Trabajadores de la Salud de Iraq
6.
Véase en IraqSolidaridad: Jeff Lincoln: Iraq, 'Zona de
libre–fraude' (Nuevas revelaciones sobre la corrupción
estadounidense en Iraq) y Dave Whyte: El pillaje de las corporaciones
empresariales de EEUU en Iraq
7.
Uno de las tristes historias sobre corrupción cuenta que los gastos
de comida del personal de protección solo del ministro de Finanzas,
Bayan Jabr Solagh, asciende a 40.000 dólares al mes. Otra cuenta que
el ministro del Petróleo, Shehristani, cobraba 25.000 dólares al mes
cuando era vicepresidente de la Asamblea Nacional, pero que este
dinero no era su sueldo, sino un complemento. También echó mano de
uno de los palacios de Sadam Husein y le concedieron 100.000 dólares
para arreglarlo y 50.000 para amueblarlo. Se compró tres coches
blindados por valor de 300.000 dólares cada uno y consiguió 50
hombres armados para que lo protegieran. Esta información se envió
en una carta al gran Ayatolah as–Sistani para que hiciera algo al
respecto. Hasta el momento as–Sistani no lo ha hecho. Véase en
IraqSolidaridad: Zaid al–Ali: La corrupción y la mala administración
están detrás de la quiebra de la economía La catástrofe económica
de Iraq
8.
"Measuring Stability and Security in Iraq"
9.
Véase en IraqSolidaridad: 3.500 personas asesinadas en Bagdad en
julio y agosto por paramilitares. Los 'escuadrones de la muerte'
causan nueve veces más víctimas que los atentados atribuidos a Al
Qaeda
10.
Véase en IraqSolidaridad: Scott Johnson y Michael Hastings: El
descalabro del petróleo iraquí – Diez ataques contra la red petrolífera
del norte desde el inicio de 2006 | Las exportaciones de petróleo
iraquí alcanzan su punto más bajo en noviembre de 2005 – Heiko
Flottau: El acceso al petróleo iraquí: Objetivo frustrado de la
invasión de EEUU a Iraq – Brian Conley y Omar Abdullah: Iraq: Tanto
petróleo y tan poco | Miriam Amie: Crudos propósitos. EEUU considera
que la producción de petróleo iraquí permanecerá estrangulada
durante años – La compañía noruega 'DNO' perfora en tres nuevos
campos petrolíferos del Kurdistán | Mike Whitney: Guerra de
guerrillas por el petróleo iraquí – Joshua Frank: Crédito del
Fondo Monetario Internacional para Iraq
11.
Véase en IraqSolidaridad: Kevin Zeese: Las corporaciones de EEUU se
apoderan de la economía iraquí – El nuevo ministro de Petróleo
anuncia la apertura del sector a las compañías extranjeras y ¿Cuánto
petróleo ha exportado Iraq? (BTC News) – El vicepresidente de Iraq
marca el compromiso de las nuevas autoridades con la liberalización
de la economía
12.
Véase en IraqSolidaridad: Mike Whitney: Guerra de guerrillas por el
petróleo iraquí – Joshua Frank: Crédito del Fondo Monetario
Internacional para Iraq. Véase también (en inglés):
www.iraqrevenuewatch.org
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