Iraq

 

El "Servicio de Protección de Instalaciones" del gobierno acoge a 
los "escuadrones de la muerte"

El 70% de las fuerzas de la policía iraquí está infiltrado por milicias sectarias y mafias

Por Dahr Jamail y Ali al-Fadily
Antiwar, 08/11/06
IraqSolidaridad, 23/11/06
Traducido por Beatriz Morales

"La mayoría de las infiltraciones proceden de las dos grandes milicias shíes, la Organización Badr, que es el ala armada del pro-iraní Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, y el Ejército del Mahdi, la milicia del clérigo shií Moqtada as-Sáder. Shaw afirma que en torno al 70 por ciento de las fuerzas de policía iraquíes han estado infiltradas y que los agentes de policía tienen mucho miedo de patrullar bastantes zonas de la capital. 'Ninguno de los policías iraquíes está trabajando para mejorar su país', declaró recientemente a los periodistas el general de Brigada Salah al-Ani, jefe de policía del oeste de Bagdad: '[...] trabajan para las milicias o para llenarse los bolsillos'."

El Servicio de Protección de las Instalaciones (SPI) [1], creado tras la invasión de Iraq en 2003, se ha convertido en el principal asentamiento de escuadrones de la muerte en Iraq, afirman altos dirigentes iraquíes. "El primer logro de Paul Bremer [ex administrador civil estadounidense] en Iraq fue disolver el ejercito iraquí y todos las instituciones de seguridad", declara anónimamente un asesor de un ministro iraquí. "Su presidente [Bush] le concedió la más alta condecoración por un trabajo bien hecho".

Las autoridades de la ocupación estadounidenses y los dirigentes iraquíes que trabajan con ellas establecieron un nuevo ejército y unas nuevas fuerzas policiales bajo la supervisión de las Fuerzas Multinacionales. Se decidió que cada ministerio podría establecer su propia fuerza de protección al margen del control de los ministerios de Interior y Defensa. El SPI se estableció según la orden número 27 de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) el 10 de abril de 2003, al día siguiente de la caída de Bagdad. Este documento estipula:

"El SPI también puede estar compuesto por empleados de las empresas privadas de seguridad que estén contratados para realizar servicios para los ministerios o órganos de gobierno a través de contratos, siempre y cuando estas empresas privadas de seguridad y sus empleados obtengan permiso del ministerio del Interior y sean autorizadas por éste."

Global Security [2], un grupo estadounidense de investigación sobre seguridad, afirma:

"El SPI trabaja para todos los ministerios y agencias gubernamentales, pero el ministerio del Interior establece y hace cumplir sus normas. También se puede contratar de forma privada. El SPI tiene la tarea de proteger lugares establecidos de edificios ministeriales, gubernamentales o privados, las instalaciones y el personal."

La propia página web del SPI:

"La mayor parte del personal del SPI está formado por antiguos miembros del ejército y antiguos guardias de seguridad. El Servicio no protegerá instalaciones públicas tales como hospitales, bancos y centrales eléctricas en sus barrios. Una vez entrenados, los guardias trabajan con las fuerzas militares estadounidenses para proteger lugares cruciales como escuelas, hospitales y centrales eléctricas."

El general Harith al-Fahad, miembro del anterior ejército iraquí, afirma que el SPI ha resultado no ser tal cosa. "De hecho, todas las fuerzas creadas eran milicias, no fuerzas organizadas, porque fueron formadas según el cupo de poder concedido a cada partido", declara a IPS en un café de Bagdad, con el ruido de fondo del eco de las explosiones. "[...] Aquellos políticos metieron a sus seguidores en las llamadas fuerzas de seguridad. Otros aceptaron sobornos de entre 500 y 700 dólares por cada solicitud aceptada sin tener en cuenta los requisitos", añade.

Cuando la violencia sectaria se extendió por todo Iraq después de que en febrero de 2006 destruyeran el santuario shií de Samarra, "[...] parecía que el SPI era la principal fuerza que llevaran a cabo los asesinatos en Bagdad y hay pruebas de que lo hicieran por dinero". Parece que esto continúa. Oficiales estadounidenses que adiestran a la policía iraquí declararon la semana pasada a los periodistas que las infiltraciones de miembros de las milicias en unidades de policía podrían retrasar durante años el traspaso del control de las fuerzas de seguridad iraquí. "[...] ¿Cómo podemos esperar que los iraquíes de a pie confíen en la policía cuando ni siquiera nosotros confiamos en que no maten a nuestros propios hombres?", se pregunta el capitán Alexander Shaw. Shaw dirige el denominado Equipo de Transición de la Policía del Batallón 372º de la Policía Militar, una unidad con base en Washington que se ocupa de supervisar el adiestramiento de toda la policía iraquí al oeste de Bagdad: "Para ser totalmente sincero, no estoy seguro de que alguna vez vayamos a tener aquí una policía que esté libre de la influencia de las milicias".

Grupos confesionales shiíes y mafias

La mayoría de las infiltraciones proceden de las dos grandes milicias shíes, la Organización Badr, que es el ala armada del pro-iraní Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, y el Ejército del Mahdi, la milicia del clérigo shií Moqtada as-Sáder [3]. Shaw afirma que en torno al 70 por ciento de las fuerzas de policía iraquíes ha sido infiltrado y que los agentes de policía tienen mucho miedo de patrullar bastantes zonas de la capital. "Ninguno de los policías iraquíes está trabajando para mejorar su país", declaró recientemente a los periodistas el general de Brigada Salah al-Ani, jefe de policía del oeste de Bagdad: "[...] trabajan para las milicias o para llenarse los bolsillos".

El Dr. Nameer Hadi dejó hace poco su trabajo en un importante hospital de Bagdad porque se sentía amenazado por el SPI. "Los vi matar a sangre fría a una paciente cuando supieron que era la mujer de un dirigente tribal sunní", declaró a IPS. "Soy creyente shií, pero este tipo de crimen es insoportable" [4].

En Bagdad es sabido que el SPI está formado principalmente por delincuentes que saquearon bancos y oficinas del gobierno al inicio de la invasión estadounidense en abril de 2003. Muchas personas creen además que una vez que los saqueadores se gastaron el dinero que robaron necesitaron nuevas fuentes de ingresos y los poderes regionales y locales los contrataron para las campañas de crimen organizado.

El mes pasado el ministro del Interior iraquí Jauad al-Bolani rechazó las acusaciones de que soldados y policías iraquíes habían desempeñado un papel fundamental en los escuadrones de la muerte. Afirmó que el SPI, cuyos miembros calculó en unos 150.000, era el culpable de la magnitud de la violencia. "Siempre que detenemos a alguien, rara vez resulta ser un empleado de un ministerio", afirmó Bolani, "La mayoría de ellos resultan ser del SPI".

En una entrevista para el canal satélite al-Arabiya realizada el 21 de octubre, el portavoz oficial del gobierno iraquí, Ali al-Dabbagh, reconoció que las fuerzas de seguridad tenían que purificarse. Culpó de los masivos asesinatos actuales a los errores cometidos durante el "Periodo Bremer". Con el incremento de los ataques a objetivos gubernamentales, no está muy claro hasta qué punto el SPI ha sido eficaz para proteger las instalaciones.


Notas de IraqSolidaridad:

1. Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Iraq, Estado de terror. 146.000 iraquíes integran ejércitos privados sin control alguno - Amenazados de muerte 461 intelectuales en una nueva lista negra y Carlos Varea: La violencia sectaria en Iraq y la nueva guerra en Oriente Medio. EEUU incrementa el número de tropas en Iraq y 'reocupa' Bagdad.

2. Su URL es: www.globalsecurity.org.

3. Véase en IraqSolidaridad: Mahan Abedin: Badr, Irán y los nuevos cuerpos de seguridad iraquíes.

4. Véase en IraqSolidaridad: Dan Murphy: La milicia de as-Sáder afianza su dominio sobre la Sanidad - Asesinado tras ser torturado el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Salud de Iraq y Peter Symonds: Récord histórico de tortura y muertes de civiles.