El
eje del naufragio
Los
neoconservadores dispuestos a sacrificar
a los republicanos
Por
Jürgen Cain Külbel (*)
Red
Voltaire, 27/11/06
Como
ya anticipaban la derrota de los republicanos, los neoconservadores y
sus patrocinadores realizaron de antemano un cambio táctico de
alianza denunciando la política de la administración Bush, aunque
ellos mismos habían sido los inspiradores de esa política, y
apoyando al bando demócrata de forma más o menos tácita. Jurgen
Cain Kulbel analiza ese ajuste político oportunista y nos recuerda
que, cualesquiera que sean sus aliados, los neoconservadores están
huyendo hacia delante.
Durante
las recientes elecciones legislativas, nada podía haber salido peor
para el presidente George W. Bush, títere de los señores de la
extrema derecha estadounidense –los "neoconservadores"–.
Su partido, que se las daba de puritano, está recogiendo los frutos
de sus actos aventureros, como la situación en Irak, convertido en un
segundo Vietnam. Este partido tendrá que rendir cuentas por la
corrupción flagrante y los espectaculares escándalos del cabildero
Abramoff y del gobernador de Ohio, Bob Taft. Por primera vez en 12 años,
el partido de Bush sufrió una grave derrota y perdió la mayoría en
el poderoso Senado estadounidense así como en la Cámara de
Representantes.
En
efecto, se ha producido un viraje en el plano internacional: el
presidente del país más poderoso del mundo, George W. Bush, es
considerado hoy por los habitantes del mundo como un "chico
malo". El hombre que en el año 2002 todavía presentaba
pomposamente a Cuba, Libia, Siria, Irán, Irak y Corea del Norte como
países del "Eje del Mal" representa hoy, según un sondeo
telefónico de opinión realizado a pedido del diario The Guardian
(Reino Unido) [1] y los periódicos Toronto Star y La Presse (ambos de
Canadá), La Reforma (México) y Ha'aretz (Israel), un serio peligro
para la paz mundial, prácticamente en el mismo plano que los grandes
terroristas como Osama Ben Laden. El 87% de las personas interrogadas
considera que el muy "virtual" Ben Laden es peligroso para
la paz mundial mientras que George W. Bush recoge un 75%. La
"opinión pública occidental" considera por tanto al actual
presidente de Estados Unidos más peligroso que el presidente iraní
Mahmud Ahmadinejad (69%) y más peligroso que el jefe de Estado
norcoreano Kim Jong Il, o que el jefe de Hezbollah, Hasan Nasrallah
(65%), despreciado por las "democracias occidentales".
Otro
sondeo realizado por vía telefónica (a pedido de la Comisión
Europea) entre el 8 y el 16 de octubre de 2003 en los 15 países de la
Unión Europea mostraba ya en aquel entonces que el 59% de las
personas consultadas, ciudadanos de la UE, consideraban a Israel como
el mayor peligro para la paz mundial. En el segundo lugar aparecía un
"eje del mal" ligeramente modificado que se componía de Irán,
Corea del Norte y... ¡Estados Unidos! (53%). [2]. El entonces
presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, ignoró tan
significativo resultado [3] como consecuencia de las arrogantes críticas
de Israel [4], ya que sabía que el sondeo no reflejaba "la opinión"
de la Comisión Europea y que tampoco tendría influencia alguna sobre
la política de esta en el Medio Oriente. Así que el sondeo fue
relegado al olvido para que Israel pudiera escapar a la crítica. Lo
que sí está fuera de duda es que la reputación de la administración
estadounidense cayó a su nivel más bajo.
La
economía estadounidense da la espalda a los neoconservadores
La
pregunta crucial que se plantea hoy es ¿qué rumbo seguirá en lo
adelante esta camarilla alucinados, esa banda de neoconservadores que
quería saquear el planeta y exportar su democracia por el mundo
invocando el pretexto de "la guerra contra el terrorismo",
una guerra que es en realidad "una guerra contra sociedades y
contra comunidades, una guerra que cínicamente planeada para destruir
países y pueblos enteros "? Esa "pandilla de
monstruos", como la llamó en 2005 Yusef Aschkar, historiador y
antropólogo libanes, "un Estado dentro del Estado " [5] que
se impuso en todos los puestos claves más elevados en Estados Unidos,
en la sociedad, en los medios de difusión, en las asociaciones
religiosas, en el seno del Pentágono y del Departamento de Estado a
los que dicta sus planes y proyectos.
Uno
de los problemas del grupo que rodea a Bush es que, desde finales de
octubre de 2006, los trusts y las federaciones industriales y económicas
ya contaban con una victoria de los demócratas, razón por la cual
reexaminaron sus propias relaciones con el establishment político y
redujeron, por precaución, sus entregas de fondos a los republicanos
de Bush. El New York Times reportó que "los cabilderos parecen
muy ocupados en reclutar a los futuros políticos prometedores en las
filas de los demócratas" [6] . Según este diario, entre el 1ero
y el 18 de octubre los gastos destinados a los candidatos republicanos
habían disminuido en alrededor de un 11% a favor de los demócratas.
Se trata de un cambio nunca visto desde 1994. Hasta el gigante del
armamento Lockheed Martin, que entrega el 70% de sus donaciones a los
republicanos, redujo esas entregas durante los primeros días de
octubre favoreciendo así a los demócratas, que recibieron entonces
el 60% de las donaciones de Lockheed Martin.
No
es por tanto sorprendente que algunos de los neoconservadores que
aprobaron, en 2003, las justificaciones políticas de la guerra contra
Sadam Husein hayan abandonado precavidamente, a principios de
noviembre de 2006, el barco de guerra de George W. Bush, que ahora se
hunde.
Richard
Perle, principal vocero de la guerra contra Irak, declaró hipócritamente
a la revista Vanity Fair que "él no hubiera apoyado la guerra
contra Sadam Husein de haber sabido lo mal que el gobierno Bush iba a
manejarla. Después de todo, el Presidente es el responsable de esta
debacle" [7]. Kenneth Adelman, consejero político del gobierno
en materia de seguridad, estimó incluso que la administración Bush
dio muestra "de una incompetencia evidente; lo nunca visto desde
la Segunda Guerra Mundial". David Frum, ex autor de los discursos
de Bush, quien participó en la concepción del discurso sobre
"el Eje del Mal", empezó a criticar abiertamente al ex jefe
para el que antes trabajó con tanta devoción. Declaró que: "El
Presidente pronunció sus discursos, pero parece que no entendió el
sentido de las palabras ".
Norman
Podhoretz (nacido en 1930), leyenda viviente del neoconservadurismo y
uno de sus padres fundadores, no quiere saber absolutamente nada de
todo esto. En su artículo del mes de septiembre, publicado en
Commentary, afirma que la doctrina de Bush vivirá aún por mucho
tiempo; todo no es más que un malentendido, una apreciación
incorrecta sobre la persona del Presidente. El neoconservadurismo
vive, aunque sigan desapareciendo cada vez más colaboradores [8].
Podhoretz se opone a la crítica según la cual la doctrina Bush
funcionó mal en Irak, crítica a la que responde con un argumento
falaz: "Al menos se liberó a Irak de uno de los peores tiranos
del Medio Oriente; hubo tres elecciones; se adoptó una constitución
razonable; hay allí un gobierno en funciones; los ciudadanos gozan de
libertades, anteriormente inexistentes ." ¿Cómo es que los éxitos
que enumera Podhoretz han desembocado en un fracaso? Según él, la
resistencia en Irak no es otra cosa que la consecuencia del éxito de
la estrategia estadounidense. Si los miembros de la resistencia
estuvieran convencidos de que "la democratización ya es un
fracaso, ¿para qué seguirían combatiendo entonces tan ferozmente
contra esa presencia? " A pesar de todos los errores políticos y
estratégicos de Bush, Norman Podhoretz, extrañamente, sigue apoyándolo
en su aventura iraquí. Podhoretz parece no darse cuenta de la pérdida
de poder de Estados Unidos, ni del cansancio del ejército, ni del
deseo del pueblo estadounidense de que regresen los soldados; en
cuanto a la política exterior de la administración Bush, está
totalmente derrotada.
El naufragio del Project for a New American Century
Y
sin embargo, todo anda mal. En Washington DC, los cajones de mudanza
comienzan a llenarse en el quinto piso del número 1150 de la 17th
Street NV. Durante más de nueve largos años varias decenas de
neoconservadores deliraron aquí sobre el Project for New American
Century(PNAC). Este importante think tank, que producía sin descanso
"estudios" y "documentos estratégicos", ha dejado
de funcionar, por falta de dinero.
Pero
el verdadero problema es Irak. El proyecto central del PNAC, la
"transformación democrática de Mesopotamia ", se desarrolló
en dirección equivocada y aplicó hasta el absurdo las teorías de
mesa de los neoconservadores. La tesis que consistía en imponer la
democracia en Irak mediante la intervención de los militares
estadounidenses y en ofrecer hamburguesas y Coca Cola al pueblo de ese
país con la esperanza de producir un efecto de dominó en la región
gracias a la atracción que debía ejercer la democracia al estilo
yanqui resultó errónea.
¡Todo
había empezado tan bien! Robert Kagan, uno de los guías de los
neoconservadores, había creado el PNAC, en 1997, a la sombra de la
futura administración Bush, junto a William Kristol, uno de los
neoconservadores más delirantes. El proyecto estipulaba el control
absoluto de Estados Unidos sobre los acontecimientos mundiales (la Pax
Americana) en el marco de un "nuevo siglo americano" y la
implantación del liderazgo estadounidense sobre el resto del mundo
mediante "un poder militar, un aporte diplomático y devoción
por los principios morales ". Como "el mundo multipolar no
garantiza la paz sino que siempre ha llevado a la guerra, el gobierno
de Estados Unidos debería capitalizar su superioridad tecnológica y
económica para alcanzar la superioridad total mediante una intervención
por todos los medios –incluyendo la vía militar ". En caso de
que la diplomacia resultara infructuosa, "acciones militares serán
un medio aceptable e incluso necesario". El PNAC desea que se
establezcan bases militares mundiales y permanentes que hagan
inatacable a Estados Unidos, país que ve –según su
autorrepresentación– como un "policía mundial" encargado
de garantizar el respeto del derecho y de la ley en un mundo caótico
"hobbesiano" en el que cada cual lucha contra los demás,
papel que Estados Unidos desempeñará –por supuesto– sin
consultar para nada a sus aliados, sin respetar organizaciones
internacionales, tratados u otras organizaciones legales.
Últimos
estertores: la supremacía espacial
El
dominio del planeta Tierra no resultaba suficiente para los
extravagantes alardosos despóticos del PNAC. Hace años que venían
exigiendo el control "de las nuevas esferas comunitarias
internacionales, del espacio y del mundo virtual" y la creación
de una nueva rama militar: las US Space Forces con la misión de
"controlar el espacio, de liberarlo ". Bush ofreció
recientemente garantías en ese sentido y confirmó así la tesis de
Podhoretz según la cual su doctrina sigue viva y al servicio de los
neoconservadores. El 7 de octubre de 2006, sobre las 5 de la tarde, el
gobierno estadounidense publicó, calladamente en Internet, la nueva
"National Space Policy" [9] aprobada por el presidente, en
la que Bush se arrogó, por así decirlo, el rango de "dirigente
del universo" al proclamar como política oficial el control del
espacio por Estados Unidos. Washington se opondrá, según la
"doctrina espacial", a todo futuro acuerdo de control de
armamentos que pueda reducir el margen de maniobra de Estados Unidos
en el espacio. El acceso al espacio debería en cambio estar bloqueado
a las naciones que no se comporten de acuerdo a los intereses de
Washington: "La libertad de acción en el espacio es para Estados
Unidos tan importante como las acciones en el aire o en el mar.
Estados Unidos se opondrá a la elaboración de nuevos convenios jurídicos
o de otras restricciones que traten de impedir o de limitar su acceso
[al espacio] o su utilización "
Algunos
expertos ven en esto, según la opinión de Theresa Hitchens, la
directora del Center for Defense Information de Washington, una nueva
etapa que apunta al desarrollo de armas espaciales. Esa política abre
"la puerta un poco más a una estrategia de guerra en el
espacio". Para poder proseguir la lucha contra "el
mal", los estadounidenses ya se están entrenando actualmente en
el marco del proyecto "Star Wars". Como informaba, el 28 de
octubre de 2006, el sitio informativo alemán Spiegel–Online, la
fuerza aérea estadounidense podría estar experimentando ya con la
espada de luz voladora, "un Airborne Laser o láser
aerotransportado instalado en la nariz de un Jumbo–jet que debe ser
capaz de destruir los misiles atómicos balísticos que los
"Estados renegados" pudieran lanzar contra Estados
Unidos". El general de división Henry "Trey" Obering
se mostraba eufórico durante la presentación del láser: "Creo
que estamos desarrollando las fuerzas del bien para golpear a las
fuerzas del mal. Vencemos una gran etapa para dar al pueblo americano
su primera espada de luz". ¡Y dicen que ya nadie le hacía caso
a los neoconservadores!
Victoria
de Hezbollah sobre los paladines del imperio
El
Imperium Americanum es un fantasma que susurra desde hace décadas en
el cerebro de los neoconservadores de derecha. Este Imperium nunca
existió en la realidad, ni existirá por mucho que Charles
Krauthammer, cronista del Washington Post y representante mediático
de la camarilla neoconservadora mejor apertrechada en el plano
financiero, se obstine en querer abandonar el legado constitucional
estadounidense y en autoproclamarse heredero del Imperio Romano, como
pudimos leerlo en The Guardian en septiembre de 2002: "La gente
(los estadounidenses) sale lentamente de su escondite y utiliza de
nuevo la palabra imperio. El hecho es que en la historia mundial ningún
país, desde la época del imperio romano, ha estado nunca a un nivel
cultural, económico, tecnológico y militar tan dominante ". Ya
en 1999 Krauthammer afirmaba que "desde que Roma destruyó
Cartago ninguna otra superpotencia alcanzó tanta grandeza como la
nuestra ".
Muchos
imperios y reinos han existido desde los tiempos más remotos. En la
Antigüedad existieron reinos como los de los egipcios, los hititas,
los israelitas, los asirios, los babilonios, los persas, los
macedonios, los romanos, los bizantinos, los sasánidas, el Califato,
los cruzados, Saladino, los mongoles, los otomanos y la época
colonial europea. El Viejo Mundo sabía que cada imperio, cada
Imperium era temporal y tenía una duración limitada, conocía además
las razones de las caídas de los imperios. El imperio romano, por
ejemplo, se destruyó por causa de sus dimensiones, de las catástrofes
naturales, inundaciones, sismos, incendios, debido a los daños
causados por las guerras y por culpa de la sinrazón, de la
indiferencia y de la decadencia de sus propios ciudadanos.
El
arrogante deseo de los estadounidenses de desarrollar un Imperium que
desprecia a hombres, países y culturas puede no solamente ser
declarado hoy en día como un lamentable fracaso sino que podía haber
sido considerado desde el principio como un intento absurdo que se
emprendió con medios absurdos. Las guerras contra Afganistán e Irak
están costándole muy caro a Estados Unidos, tanto en dinero como en
términos de imagen en el plano internacional. A pesar de ello, la
administración Bush persigue aún el objetivo de imponer la
"democracia" de Marruecos en Pakistán. Para lograrlo,
impone el proyecto geopolítico "Greater Middle East",
elaborado precisamente por estos neoconservadores a ultranza y que
prevé una "destrucción creativa", o sea cambios de
gobierno mediante la fuerza. Se suponía que Irak fuese el precursor
de ese tipo de "democratización" pero, viendo la peligrosa
situación que allí se ha creado, el entusiasmo de Washington por
emprender nuevos experimentos bélicos disminuyó rápidamente. Bush
reaccionó globalmente a los crecientes reclamos que exigen el
abandono de las intervenciones militares brutales y elevó a
Condoleezza Rice al rango de secretaria de Estado. Proclamó que Rice
proseguirá la "guerra global contra el terrorismo",
"pondrá fin al conflicto arabo–israelí" y extenderá
"la democracia por el Medio Oriente ".
Condoleezza
Rice, esta dama del puño de hierro en un guante de seda, hablaba
precisamente de "los dolores del parto de un Nuevo Medio Oriente
" en el momento en que Israel, potencia atómica, bombardeaba el
Líbano, durante este verano, y utilizaba contra la población civil
de ese país armas prohibidas por el derecho internacional. Un
comportamiento tremendamente cínico de parte de esa bestia feroz de
aspecto chic que ignoró asquerosamente las masacres y la sangre de niños
que allí corría a raudales.
"La
guerra contra el Líbano efectivamente hizo florecer un nuevo Medio
Oriente", dijo el presidente sirio Bachar al Assad en su
declaración de principios del 15 de agosto. Pero –prosiguió– no
precisamente el que Estados Unidos e Israel quieren desde hace tanto
tiempo. Los árabes hablan abiertamente de una verdadera victoria
militar, y [lo hacen] por primera vez en su historia reciente. Claro
está, Estados Unidos e Israel no están dispuestos a reconocer ese
hecho". En efecto, una pequeña entidad, el Hezbollah libanés,
logró poner de rodillas a Tsahal –un ejército al que se puede
considerar con toda justicia como el ejército satélite de Estados
Unidos– y logró infligirle una histórica derrota. Al igual que los
antiguos griegos, de ser cierto lo que cuenta Platón, cuando
vencieron, hace más de 9 mil años, al legendario reino de Atlántida.
Si el filósofo griego viviese aún, y hubiese asistido a este hecho
histórico, creería, al compararlo con su anterior relato sobre Atlántida,
escrito hace alrededor de 400 años antes de nuestra era en los monólogos
de "Timeo" y de "Critias", estar asistiendo a una
repetición de la historia.
La
poderosísima Atlántida había conquistado todos los países de la
cuenca del Mediterráneo. Los griegos de la antigua Atenas eran los únicos
que podían enfrentarla y obligarla a retroceder. "Hubo una época,
antes de la gran destrucción causada por las aguas, en que la ciudad
que hoy es la de los atenienses", decía un sacerdote egipcio al
viajero Solón, "era, entre todas, la mejor en la guerra y se
caracterizaba por ser la más refinada en todos los sentidos. En ella
tuvieron lugar las más grandes hazañas y en ella existieron las
mejores formas de organización política. En efecto, los monumentos
escritos dicen que vuestra ciudad destruyó en el pasado a una inmensa
potencia que marchaba insolentemente por toda Europa y por Asia,
proveniente de otro mundo situado en el Océano Atlántico. [...] Así
llegó el día en que aquella potencia, reuniendo todas sus fuerzas,
se lanzó a someter de una vez a vuestro país, al nuestro y a todos
los pueblos de este lado del estrecho. Fue entonces, Solón, que el
poderío de vuestra ciudad hizo brillar ante los ojos del mundo su
valor y su fuerza. Como sobrepasaba a todas las demás en coraje y en
todas las artes de la guerra, fue ella la que tomó el mando de los
helénicos; pero, reducida a luchar únicamente con sus propias
fuerzas debido a la defección de las demás y encontrándose así en
la más crítica situación, venció a los invasores, enarboló un
trofeo, protegió de la esclavitud a los pueblos que aún no habían
sido sometidos, y devolvió generosamente la libertad a todos los que,
como nosotros, viven de este lado de las columnas de Heracles".
Pero, tiempo después, se produjeron espantosos temblores de tierra y
cataclismos. En el espacio "de un solo día y de una terrible
noche la tierra se tragó de un golpe a todo vuestro ejército y, al
mismo tiempo, la isla de Atlántida se hundió en el mar y desapareció
". [10] Aquella derrota militar fue un castigo de los dioses a la
sed de poder y de riquezas de los habitantes de Atlántida. Zeus había
decido acabar con la decadencia. Después de este paréntesis,
volvamos a la actualidad que tanto nos preocupa. No cabe duda de que
una batalla crucial por un "Nuevo Medio Oriente" se está
desarrollando en el Líbano. La cuestión es saber quién logrará
definirla y a qué precio. Resulta evidente que, en ese "Nuevo
Medio Oriente" de resistencia y autodeterminación, la Siria
laica y semisocialista está llamada a ocupar un lugar decisivo.
Después
de la paliza que Hezbollah le propinó a los enemigos israelíes, la
secretaria de Estado estadounidense llegó precipitadamente al Cairo,
el 3 de octubre de 2006, en ocasión de la conferencia de los seis
Estados miembros del Gula Cooperation Council (GCC), para acercarse al
bando árabe y tratar, según escribiera entonces Rami Khuri, redactor
jefe del diario libanés Daily Star, "de comercializar la idea,
bonita pero poco realista, de que Washington puede ayudar a "los
moderados" en el mundo árabe a actuar de conjunto contra los
"extremistas". Tan ingenuo enfoque es la prueba –según
Khuri– del desconocimiento de cuál es la tendencia dominante en el
Oriente árabe, "donde la opinión pública y algunas direcciones
políticas se movilizan ahora activamente para oponer resistencia a
las concepciones de Estados Unidos e Israel y hacer frente a los
amigos árabes de Estados Unidos y a sus títeres ". Una nueva
"guerra fría" regional puede estar desarrollándose y las
direcciones políticas prooccidentales se verían enfrentadas a estos
movimientos, que se opondrán a los objetivos de
"Occidente", objetivos impuestos en la región por Estados
Unidos e Israel. Recordemos, en este punto, las exigencias del
Hezbollah, del general Aun y de su Movimiento Patriótico Libre a
favor de un nuevo diálogo nacional en el Líbano. La resistencia del
Oriente árabe ante los intereses de los hegemonistas estadounidenses,
británicos, franceses e israelíes ha echado a andar y nada podrá
detenerla.
Notas:
(*)
Ex investigador de la policía criminal de la RDA (1974–1988), Jürgen
Cain Külbel es periodistas y escritor independiente.
[1] "British believe Bush is more dangerous than
Kim Jong–il: Which leader poses a danger to world peace?: US allies
think Washington is a threat...", The Guardian, 3 de noviembre de
2006.
[2] "Un sondage européen range les États–Unis
parmi les pays dangereux pour la paix dans le monde", Le Monde,
1ero de noviembre de 2003.
[3] "Sondage des Européens sur Israël – Romano
Prodi se dit "très préoccupé"", AFP, 4 de noviembre
de 2003; "Israël, une menace pour la paix? Malaise autour d'un
sondage européen" y "Sondage de la discorde entre l'Europe
et Israë ", Le Temps, 5 de noviembre de 2003; "Embarras à
Bruxelles après le sondage désignant Israël comme fauteur de
guerre", Le Monde, 6 de noviembre de 2003.
[4] "Le centre Simon Wiesenthal dénonce un sondage
européen sur Israël" y "Sondage de l'UE – dans le
"seul but de dénigrer Israël" (ambassadeur)", AFP,
1ero y 3 de noviembre de 2003. "Accusation d'antisémitisme",
Le Figaro, 3 de noviembre de 2006; "Israël "outragé"
par les résultats d'un sondage auprès des Quinze", Le Temps, 3
de noviembre de 2006.
[5]
"Palestinians will never surrender", entrevista realizada
por Silvia Cattori a Sattar Kasem, 12 de septiembre de 2006. La
traducción de esa entrevista al francés aparece aquí .
[6] "Democrats Get late Donations From
Business" por Jeff Zeleny y Aron Pilhofer, New York Times, 28 de
octubre de 2006.
[7]
"Neo Culpa" por David Rose, Vanity Fair, 3 de noviembre de
2006.
[8] "Is the Bush Doctrin Dead?", por Norman
Podhoretz, Commentary, septiembre de 2006.
[9]
Documento para bajar .
[10]
Timeo, Platón.
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