El
petróleo iraquí pasará a control extranjero y de grupos
sectarios
colaboracionistas
Nueva
ley de hidrocarburos: Sangre y petróleo
Por
Kamil Mahdi (*)
The Guardian, 16/01/07
IraqSolidaridad,
25/01/07
Traducido
por Nadia Hassan
"Un
gobierno que fracasa en la protección de la vida de sus ciudadanos no
debiera embarcarse en una controvertida legislación que ata de pies y
manos a los futuros dirigentes iraquíes, y que amenaza con
despilfarrar el precioso y agotado recurso iraquí en una orgía de
derroche, corrupción y robo".
Iraq
sigue hoy bajo la ocupación, y el abismo que separa a los dirigentes
y al pueblo está lleno de sangre. El gobierno [de Nuri al–Maliki]
está en deuda con las fuerzas de ocupación, que son las responsables
de una catástrofe humanitaria y de un impass político. Mientras se
asesina a capricho a los ciudadanos indefensos, el gobierno continúa
con su tarea de protegerse a sí mismo, de recaudar los ingresos del
petróleo, de hacer favores, de justificar la ocupación y de presidir
el fracaso de la [situación de] seguridad, del bienestar económico,
de los servicios básicos y de la administración pública. Por encima
de todo, el estado de derecho no ha hecho sino desaparecer siendo
reemplazado por divisiones sectarias bajo una fachada parlamentaria.
El sectarismo promovido por la ocupación está dividiendo la sociedad
civil, las comunidades locales y las instituciones públicas, y está
dejando a la población a merced de autodenominados líderes
comunales, sin ninguna protección legal.
El
calendario de los ocupantes
El
gobierno iraquí está fallando en el cumplimiento adecuado de sus
obligaciones y responsabilidades. Sin embargo, resulta incongruente
que el gobierno, con la ayuda de la USAID [la agencia gubernamental de
EEUU para la ayuda al desarrollo], el Banco Mundial y Naciones Unidas,
esté presionando para promulgar una extensa ley del petróleo en una
fecha próxima a la fecha límite que el Fondo Monetario Internacional
(FMI) impuso para finales del año pasado [1].
Una
vez más, un calendario impuesto desde fuera tiene prioridad sobre los
intereses iraquíes. Antes de embarcarse en medidas controvertidas
como esta ley que favorece las empresas de petróleo extranjeras, el
parlamento y el gobierno iraquí deben demostrar que son capaces de
proteger la soberanía del país y los derechos e intereses de su
pueblo. Un gobierno que fracasa en la protección de la vida de sus
ciudadanos no debiera embarcarse en una controvertida legislación que
ata de pies y manos a los futuros dirigentes iraquíes, y que amenaza
con despilfarrar el precioso y agotado recurso iraquí en una orgía
de derroche, corrupción y robo.
Responsables
gubernamentales, incluido el vicepresidente Barham Salih, han
anunciado que el borrador de la ley del petróleo está listo para
presentarse ante el gabinete para su aprobación. Salih era un
entusiasta de la invasión de Iraq liderada por EEUU, y la
administración dirigida por la milicia kurda que él representa ha
firmado acuerdos ilegales sobre petróleo que ahora pretende que se
legalicen [2]. Debido a que el parlamento no se reúne regularmente,
es probable que la legislación se apruebe rápidamente tras un
acuerdo pactado bajo los auspicios de la ocupación estadounidense.
La
industria petrolífera, arruinada
La
industria petrolífera iraquí se encuentra en una situación
alarmante como resultado de las sanciones [aprobadas contra Iraq en
agosto de 1990], las guerras y la ocupación. El propio gobierno, a
través del inspector general del ministerio del Petróleo, ha emitido
informes condenatorios del tremendo grado de corrupción y robos en
todo el sector petrolífero. Muchos técnicos competentes han sido
despedidos o degradados, y la empresa estatal de comercialización
[exterior] del petróleo [SOMO] ha tenido varios directores.
Ministerios
y organizaciones públicas están operando cada vez más como feudos
de los partidos, y las perspectivas privadas, sectarias y étnicas,
prevalecen sobre los intereses nacionales. Este estado de cosas ha
dado resultados negativos para todos, a excepción de aquellos que son
corruptos y sin escrúpulos y de las voraces compañías petrolíferas
extranjeras. La versión oficial del borrador de la ley no se ha
publicado, pero no hay duda de que será diseñado para entregar la
mayoría de los recursos petrolíferos a multinacionales extranjeras
bajo acuerdos compartidos de exploración y producción a largo plazo.
Es
probable que la ley de petróleo abra las puertas a esas corporaciones
en un momento en el que la capacidad de Iraq de regular y controlar
sus actividades esté gravemente limitada. [LA ley] permitiría dejar
la responsabilidad de proteger los intereses vitales del país en
manos de unos pocos tecnócratas vulnerables, en un ambiente donde la
sangre y el petróleo fluyen unidos y en abundancia. El sentido común,
la justicia y el interés nacional de Iraq indican que no se debiera
permitir que el borrador se aprobara en estos momentos
extraordinarios, y que los contratos de larga duración, de 10, 15 o
20 años, no se firmaran antes de que se restablezca la paz y la
estabilidad, ni antes de que los iraquíes puedan asegurar que sus
intereses estén protegidos.
Esta
ley se discutió a puerta cerrada durante la mayor parte del año
pasado. El gobierno estadounidense ha revisado y dado su opinión
sobre borradores secretos, pero no se han dado a conocer al público
iraquí ni tampoco a todos los parlamentarios. Si la ley se impone en
esas circunstancias, el proceso político quedará aún más
desacreditado. Los contactos con fuerzas sectarias moderadas parecen
destinados más que nada a facilitar la aprobación de la ley y la
venta [del petróleo] a las corporaciones petrolíferas [3].
EEUU,
el FMI y sus aliados utilizan el temor para proseguir con sus planes
de privatización y venta de los recursos petrolíferos de Iraq. El
efecto de esta ley será marginalizar la industria petrolífera de
Iraq y socavar las medidas de nacionalización puestas en marcha entre
1972 y 1975. [La nueva ley] está diseñada para derogar la Ley Número
80, de diciembre de 1961, que recuperó gran parte del petróleo iraquí
de las manos de un cártel extranjero. Iraq pagó muchísimo por esa
valiente acción: el entonces primer ministro, general Qasim, fue
asesinado 13 meses después en un golpe de Estado liderado por los
baazistas, que fue apoyado por muchos de los que ahora forman parte de
la actual alianza de gobierno, incluido EEUU. No obstante, la política
nacional del petróleo no se derogó en aquel momento, y los iraquíes
no aceptarán nunca su anulación bajo la ocupación estadounidense.
*
Kamil Mahdi es profesor iraquí de Economía de Oriente Medio en la
Universidad de Exeter, Reino Unido.
Notas:
1.
Véase en IraqSolidaridad: Jerry White: Ultimada la nueva Ley de
hidrocarburos de Iraq. El régimen iraquí, listo para entregar las
reservas de petróleo a las multinacionales energéticas y enlaces
relacionados.
2.
Referencia al Partido Democrático del Kurdistán del presidente de la
región autónoma kurda, Barzani. Véase en IraqSolidaridad: Philip
Thornton: El petróleo de Iraq, botín de guerra – El PDK y la
petrolera noruega 'DNO' alcanzan un acuerdo de perforaciones en Zakho
y Miriam Amie: Crudos propósitos. EEUU considera que la producción
de petróleo iraquí permanecerá estrangulada durante años – La
compañía noruega 'DNO' perfora en tres nuevos campos petrolíferos
del Kurdistán
3. Referencia a partidos minoritarios del parlamento de
filiación confesional sunní.
|