¿Qué
ha pasado en Nayaf?
Por
Carlos Varea (*)
Rebelión, 01/02/07
Fuentes
informativas árabes han empezado a dar una visión bien distinta de
lo que pudo haber ocurrido en las proximidades de Nayaf el pasado
domingo, 28 de enero, una masacre que ha costado la vida a 263
supuestos miembros de un denominado “Ejército del Cielo”, a los
que hay que añadir otros 502 detenidos, la mitad de ellos heridos,
muchos mujeres y niños, todo ello según un portavoz del ministerio
de Defensa iraquí [1] .
Inicialmente
las fuerzas de ocupación de EEUU se limitaron a afirmar que se
trataba de un enfrentamiento con insurgentes, término comodín
de los medios de comunicación occidentales. Fuentes colaboracionistas
en Nayaf —su gobernador— y Bagdad fueron aportado posteriormente
las más variadas explicaciones sobre los hechos y sus protagonistas,
amalgamando en varias combinaciones todas ellas extravagantes a shiíes
heréticos con seguidores de Al–Qaeda y baazistas, además de con
combatientes “vestidos al modo afgano y paquistaní”. Además, los
medios de comunicación han —literalmente— barajado los nombres
del supuesto líder de lo que ha sido presentado como una secta mesiánica
del shiísmo iraquí, contraria a la doble vinculación a Irán y a
los ocupantes de los líderes religiosos shiíes y de los grupos políticos
confesionales ad–Dawa y Consejo Supremo de la Revolución Islámica
en Iraq.
La
confusión es aún mayor debido a que las fuerzas de ocupación y de
seguridad iraquíes han cerrado a los medios de información el área
de los supuestos enfrentamientos, y han impedido a aquéllos el acceso
al medio millar de detenidos, entre los que hay mujeres y niños.
Portavoces del ejército iraquí han descrito el lugar de los combates
como fuertemente fortificado y socavado de túneles, y han informado
de la captura de un importante arsenal. Es difícil imaginar que a
pocos kilómetros de la ciudad santa de Nayaf (ya bajo control
exclusivo de fuerzas gubernamentales iraquíes) pudiera haber tal
bastión de un grupo disidente.
Ejército
del Cielo
Finalmente
se ha impuesto la explicación oficial de que un numeroso contingente
de miembros del mencionado Ejército del Cielo pretendía secuestrar o
eliminar en la ciudad santa de Nayaf, coincidiendo con la conmemoración
de la Ashura, a los máximos líderes de la jerarquía shií, incluido
el gran ayatolá as–Sistani.
Siempre
según fuentes oficiales del Pentágono o del gobierno iraquí, una
filtración determinó el asalto por parte de fuerzas de la Guardia
Nacional (el nuevo ejército iraquí) y de brigadas especiales de la
policía (en concreto, la Escorpión) de la zona conocida como
“Granjas de Kufa”, en el distrito de az–Zarka, a pocos kilómetros
al norte de Nayaf. Estas mismas fuentes han descrito los
enfrentamientos como muy duros, hasta el punto que determinaron la
intervención de fuerzas aéreas y terrestres de EEUU a lo largo de la
noche, mientras que aviones de Reino Unido bombardearon la zona [2]
. Es razonable aventurar que el énfasis puesto en la espectacular
capacidad militar del grupo y en la dureza de los enfrentamientos (se
afirma que fue derribado un helicóptero de combate de EEU) se deba a
la necesidad de justificar tal matanza, que también ha incluido a niños
y mujeres
El
lunes portavoces gubernamentales iraquíes informaban de la muerte
durante los enfrentamientos del líder del grupo, Ahmed Hasán al–Yamani,
si bien otras fuentes próximas a éste negaban tanto la implicación
de los seguidores de este clérigo con el Ejército del Cielo como que
hubiera muerto [3] .
De
cierto hay en todo ello que la comunidad shií no es, ni mucho menos,
como tal colaboracionista y que hay prominentes figuras de la jerarquía
shií iraquí que rechazan al tiempo el compromiso con los ocupantes y
la tutela iraní de otros ayatolás, con as–Sistani a la cabeza.
Este puede que sea el trasfondo de lo ocurrido. Peregrinos de las
tribus locales shiíes de al–Kazail y al–Hawatim se dirigían
hacia Nayaf para unirse a la ceremonia de la Ashura cuando fueron
interceptados en controles por fuerzas de seguridad bajo control de la
Organización Badr, milicia del Consejo Supremo de la Revolución Islámica
en Iraq. La muerte de uno de los líderes tribales y de su esposa por
miembros de la brigada especial de la policía Escorpión dio
paso a un enfrentamiento, ya de noche, que se saldó con la muerte de
casi trescientos peregrinos y de los guardianes que les protegían.
Los
habitantes de la zona de la matanza son seguidores de Hasán al–Sarkhi
(confundido con el supuesto líder del Ejército del Cielo), opuesto a
la línea colaboracionista de los religiosos que se atribuyen la
representatividad de la comunidad shií iraquí, incluido Moqtadar
as–Sáder, de cuyo padre al–Sarkhi fue discípulo, pero que
considera a su hijo un colaboracionista más. La matanza de las
Granjas de Kufa habría sido así un ajuste de cuentas de las fuerzas
colaboracionistas contra sus seguidores locales. El diario iraquí az–Zaman
recoge estos días declaraciones de residentes en la zona que
apuntalan tal hipótesis.
Matanza
de peregrinos
Mientras
la confusión perdura, los ocupantes y el gobierno colaboracionista de
al–Maliki ya han sido capaces de dar la vuelta internacionalmente a
lo que probablemente ha sido una simple matanza de peregrinos: mostrar
ante la opinión pública interior y exterior su determinación
en combatir a cualquier grupo armado “sea sunní o shií”, lema
publicitario que justifica el nuevo incremento de tropas de EEUU en
Iraq decidido por el presidente Bush [4] . Un regalo inesperado
derivado quizás de un incidente casual.
El
pasado jueves, 25 de enero Abdul–Hussein Kaabai, portavoz de as–Sáder
y máxima autoridad municipal del barrio de Medina as–Sáder de la
capital, ratificaba el apoyo de esta corriente al nuevo plan de
seguridad de EEUU y del gobierno al–Maliki [sic] [5] ,
que incluye el incremento de hasta 17.500 soldados estadounidenses en
Bagdad. Ante lo que parece ser por parte de as–Sáder una nítida
estrategia de desactivación del enfrentamiento directo con EEUU [6]
, los sucesos de Nayaf permiten a ocupantes y colaboracionistas
mostrar su supuesta intolerancia frente a cualquier milicia,
sea cuál sea su adscripción comunitaria, presentando en forma de
tres centenares de muertos la cabeza de una peligrosa secta herética
precisamente shií.
Mientras
tanto, la milicia de as–Sáder, el Ejército del Mahdi, hoy por hoy
la principal cantera de los escuadrones de la muerte, puede
seguir impunemente secuestrando, torturando y asesinado a 100 personas
cada día en Bagdad, exterminando a los palestinos de la capital y
bombardeando barrios insurrectos (siete niñas muertas el domingo en
el de Ramadi, 20 vecinos muertos el día 30 en Adamiya), todo ello
ante las narices —complacientes— de los estadounidenses: trabajo
sucio que les evitan, al fin y al cabo.
Notas:
(*)
Carlos Varea es coordinador de la Campaña Estatal contra la Ocupación
y por la Soberanía de Iraq.
1.
Reuters, 30 de enero, 2007.
2.
The New York Times, 30 de enero, 2007.
3.
Reuters, 30 de enero, 2007.
4.
Véase en IraqSolidaridad: http://www.iraqsolidaridad.org/2007/docs/ocup_12–01–07_varea.html.
5.
Los Angeles Times, 27 de enero, 2007.
6.
Véase en IraqSolidaridad: http://www.iraqsolidaridad.org/2007/docs/analisis_9–01–07_varea.html.
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