Blackwater,
Inc. y la privatización de la maquinaria bélica de Bush
Los
mercenarios de USA en Iraq
Por
Jeremy Scahill (*)
CounterPunch,
25/01/07
Rebelión,
01/02/07
Traducido
por Germán Leyens
Mientras
el presidente Bush tomaba el podio para hacer su discurso sobre el
Estado de la Unión el martes, cinco familias USamericanas recibían
el tipo de noticias que se ha hecho demasiado común: Sus seres
queridos habían sido muertos en Iraq. Pero en este caso, los muertos
no eran ni “civiles,” como proclamaron las noticias, ni eran
soldados de USA. Eran mercenarios altamente entrenados enviados a Iraq
por una sigilosa compañía militar privada basada en Carolina del
Norte: Blackwater USA.
La
compañía llegó a los titulares a comienzos de 2004 cuando cuatro de
sus soldados fueron emboscados y quemados en el centro suní de Faluya
– cuatro cuerpos carbonizados, sin vida, que quedaron colgados
durante horas de un puente. Ese incidente marcó un punto crucial en
la guerra, provocó múltiples cercos USamericanos de Faluya y ayudó
a estimular la resistencia iraquí que persigue a la ocupación hasta
hoy.
Ahora
Blackwater vuelve a hacer noticia, recordándonos lo privatizada que
se ha vuelto la guerra. El martes, uno de los helicópteros de la
compañía fue derribado en una de las áreas más violentas de
Bagdad. Los hombres que murieron proveían seguridad diplomática bajo
el contrato por 300 millones de dólares de Blackwater con el
Departamento de Estado, que data de 2003 y el contrato inicial sin
licitación de la compañía para proteger al administrador L. Paul
Bremer III en Iraq. El actual embajador de USA, Zalmay Khalilzad, que
también es protegido por Blackwater, dijo que había ido a la morgue
a ver los cuerpos de los hombres, afirmando que las circunstancias de
sus muertes no estaban claras debido a “la niebla de la guerra.”
Bush
no mencionó el derribo del helicóptero durante su discurso sobre el
Estado de la Unión. Pero encaró el tema mismo que ha convertido la
privatización de la guerra en un eslabón central de su política en
Iraq – la necesidad de más soldados. El presidente llamó al
Congreso a autorizar un aumento de unos 92.000 soldados en servicio
activo durante los próximos cinco años. Luego introdujo, a la
ligera, la mención de una importante iniciativa que representaría un
acontecimiento significativo en la maquinaria de reacción ante
desastres/reconstrucción/guerra de USA: un Cuerpo de Reserva Civil.
“Un
cuerpo semejante funcionaría de modo muy similar a nuestra Reserva
militar. Reduciría la carga sobre las fuerzas armadas al permitir que
contratemos a civiles con pericias esenciales para que sirvan en el
exterior cuando USA los necesite,” declaró Bush. Es precisamente lo
que el gobierno ya ha hecho, en gran parte tras las espaldas del
pueblo USamericano y con poca participación del Congreso, con su
revolución en los asuntos militares. Bush y sus aliados políticos
utilizan dólares del contribuyente para operar un laboratorio de
subcontratación. Iraq es su monstruo de Frankenstein.
Los
contratistas privados ya constituyen la segunda “fuerza” por su
tamaño en Iraq. Según las últimas cifras, había unos 100.000
contratistas en Iraq, de los cuales 48.000 trabajan como soldados
privados, según un informe de la Oficina de Responsabilidad
Gubernamental [GAO, por sus siglas en ingles]. Estos soldados han
operado casi sin supervisión o restricciones legales efectivas y
constituyen una expansión no declarada de la dimensión de la ocupación.
Muchos de estos contratistas ganan hasta 1.000 dólares al día, mucho
más que los soldados en servicio activo. Lo que es más, esas fuerzas
son políticamente convenientes, ya que los contratistas muertos no
son registrados en la cifra oficial.
La
idea del Cuerpo de Reserva Civil propuesto por el presidente no fue sólo
suya. Una versión privatizada del mismo fue lanzada hace dos años
por Erik Prince, el sigiloso megamillonario conservador, propietario
de Blackwater USA, que por años ha servido como el flautista de Hamelín
de una campaña para reempacar a los mercenarios como fuerzas legítimas.
A inicios del año 2006, Prince – un financista importante del
presidente y de sus aliados – propugnó la idea de una conferencia
militar de una “brigada contratista” para suplementar a las
fuerzas armadas oficiales. “Existe consternación en el [Pentágono]
sobre el aumento del tamaño permanente del Ejército,” declaró
Prince. Los funcionarios “quieren agregar 30.000 personas, y hablan
de costes de entre 3.600 y 4.000 millones de dólar para hacerlo.
Bueno, según mis cuentas, eso sale a unos 135.000 dólares por
soldado.” Agregó: “Ciertamente podemos hacerlo más barato.”
Y
Prince no es sólo un hombre con una idea: es un hombre con su propio
ejército. Blackwater comenzó en 1996 con un campo privado de
entrenamiento militar “para cumplir con la demanda anticipada de
subcontratación gubernamental.” En la actualidad, sus contactos van
desde profundamente al interior de las fuerzas armadas y de las
agencias de inteligencia a los niveles superiores de la Casa Blanca.
Ha asegurado una condición de guardia pretoriana de la elite para la
guerra global contra el terror, con la mayor base militar privada del
mundo, una flota de 20 aviones y 20.000 soldados preparados.
Desde
Iraq y Afganistán a las calles asoladas por el huracán de Nueva
Orleans, a reuniones con el gobernador Arnold Schwarzenegger sobre la
reacción ante desastres en California, Blackwater se ve ahora como el
Federal Express de las operaciones interiores de seguridad. Un poder
semejante en manos de una compañía, dirigida por un neo–cruzado
financista del presidente, encarna el “complejo
militar–industrial” contra el que advirtió el presidente
Eisenhower en 1961.
Una
ulterior privatización de la maquinaria bélica del país – o la
invención de nuevas puertas traseras para la expansión militar con
nombres de fantasía como Cuerpo Civil de Reserva – representará un
golpe devastador para el futuro de la democracia USamericana.
(*)
Jeremy Scahill es Miembro Escritor de la Fundación Puffin en el
Instituto The Nation y autor de "Blackwater: The Rise of the
World's Most Powerful Mercenary Army." que será publicado próximamente.
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