La pesadilla de los refugiados de Iraq
Casi cuatro millones de iraquíes se han
convertido en refugiados o desplazados internos
Por Ashley Smith (*)
Socialist
Worker, 19/01/07
IraqSolidaridad,
07/01/07
Traducido del inglés para IraqSolidaridad por
Beatriz Morales Bastos
"Los refugiados del interior de Iraq
viven en una miseria terrible. Afrontan la vida en ciudades de tiendas
[de campaña] dentro de sus comunidades étnicas, ocupan edificios
abandonados o se apiñan en las fronteras de Iraq con la esperanza de
huir hacia la seguridad. Según el Programa Mundial de Alimentos, los
refugiados representan un desproporcionado nueve por ciento de iraquíes
que están indiscutiblemente desnutridos."
La ocupación estadounidense de Iraq está
generando una de las mayores crisis de refugiados desde hace décadas.
Informes de Refugees International, Human Rights Watch y del Alto
Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) documentan
con detalles espeluznantes las desesperada y difícil situación de
los iraquíes obligados a huir de sus casas. Cerca de dos millones de
iraquíes ya han huido del país y el índice de éxodo -actualmente
de al menos 100.000 al mes- muestra signos de aumentar [1].
Eso no es más que la punta del iceberg. La
violencia sectaria ha obligado a otros 1.700.000 iraquíes a dejar sus
casas en zonas integradas para vivir en una comunidad étnicamente
pura dentro de Iraq. Esta población desplazada en el interior aumenta
a razón de 50.000 personas al mes y ACNUR predice que para finales de
2007 puede llegar a las 2.700.000 personas [2].
En total, casi cuatro millones de personas de una
población que antes de la guerra era de 26 millones se han convertido
en refugiados o en desplazados internos. Casi uno de cada seis iraquíes
ha huido de sus casas desde que EEUU invadió Iraq en 2003. Según
ACNUR, "[...] el éxodo actual es el mayor movimiento de población
a largo plazo desde el desalojo de los palestinos tras la creación de
Israel en 1948".
Miseria terrible
Kenneth Bacon, presidente de Refugees
International, afirma que Iraq representa "[...] la crisis humana
del mundo que más deprisa crece. EEUU y sus aliados provocaron el
actual caos en Iraq, pero están haciendo muy poco para mejorar la
crisis humana".
Los refugiados del interior de Iraq viven en una
miseria terrible. Afrontan la vida en ciudades de tiendas [de campaña]
dentro de sus comunidades étnicas, ocupan edificios abandonados o se
apiñan en las fronteras de Iraq con la esperanza de huir hacia la
seguridad [3]. Según el Programa Mundial de Alimentos [de Naciones
Unidas, NNUU], los refugiados representan un desproporcionado nueve
por ciento de iraquíes que están indiscutiblemente desnutridos.
Las condiciones son igualmente terribles para los
refugiados que han huido a los países circundantes. Human Rights
Watch afirma que "[...] los iraquíes por todo Oriente Medio
siguen sin estar censados, se sigue sin saber cuántos son, están
desasistidos y desprotegidos". Cerca de un millón ha encontrado
refugio en Siria, otros 700.000 están en Jordania -donde ahora
constituyen una quinta parte de la población- y varios cientos de
miles más están desperdigados por otros países.
Entre los refugiados existe una fuerte división
de clase. Los iraquíes ricos y de clase media han sido capaces de
comprar una forma de vida relativamente sana y salva. Pero la clase
trabajadora y los pobres sufren una extrema pobreza y opresión. No se
les trata como refugiados sino como visitantes temporales, sin derecho
a trabajar o a los servicios sociales, atención sanitaria o educación.
En esas condiciones, las mujeres iraquíes se han visto forzadas a
prostituirse para proporcionar ingresos a sus familias.
Siguiendo el ejemplo de cómo EEUU trata a sus
inmigrantes indocumentados, los diferentes gobiernos de la región están
usando a los refugiados iraquíes como chivos expiatorios de los
problemas económicos y sociales de sus países.
En Jordania, el gobierno toleró en un principio
a los refugiados, pero desde los atentados con bomba contra varios
hoteles de la capital, Amán, en noviembre de 2005, ha restringido
duramente la entrada al país y ha limitado los derechos de los que
admite. "[...] Póngase en mi lugar", señala un iraquí que
trabaja en una base militar estadounidense en Jordania, que en enero
del año pasado estuvo ocho horas días en medio del frío de enero
esperando en la frontera con su mujer y su hijo. "[...] Te llevas
a tu familia a otro país y te entrevistan como si fueras un
terrorista".
Desde noviembre de 2005 Jordania también ha
denegado a los iraquíes los servicios sociales, el acceso a la
educación y el derecho a trabajar. Ha empezado a arrestar y deportar
refugiados que o no pueden pagar los visados o han superado el plazo máximo
de estancia. Peor aún, el gobierno está culpando a los iraquíes de
la subida del precio de la vivienda y de la inflación, fomentando,
por consiguiente, la intolerancia en relación con los refugiados.
"[...] Los estadounidenses controlan este país", afirma el
refugiado Abu Husein: "¿Por que no se indignan por cómo nos
tratan?".
Siria, hasta ahora, ha mantenido las fronteras
abiertas a los iraquíes en nombre del panarabismo. Pero Refugees
International informa que "[...] Siria empezó imponiendo
restricciones a los refugiados iraquíes; ahora cobra los servicios
sanitarios que eran gratuitos. Igualmente, hasta hace poco se expedían
visados por seis meses a los iraquíes. Los recientes cambios en la
política limitan ahora el visado de los iraquíes a tres meses y los
obligan a emprender viajes caros para salir del país y renovar los
visados".
En el resto de Oriente Medio los iraquíes sufren
una persecución similar. En Líbano, por ejemplo, que tiene unos
40.000 refugiados, el gobierno de Siniora, respaldado por EEUU, ha
cerrado sus fronteras a los iraquíes y ha vuelto a detener y deportar
a los que están dentro del país.
La destrucción de Iraq
Como Kristele Younes de Refugees International ha
afirmado ante los periodistas, "[] Se empieza a tratar a los
iraquíes como palestinos". La ocupación estadounidense es
directamente responsable de la creación de este éxodo de Iraq.
Las sanciones estadounidenses, la guerra y la
ocupación han destruido la economía iraquí y han llevado a la gran
mayoría de la población a una pobreza desesperada. Se calcula que el
desempleo llega a un 70 por ciento, cinco millones de iraquíes viven
por debajo del umbral de pobreza y el 31 por ciento no tienen
asegurada la alimentación [4]. Y, lo peor de todo, EEUU alimentó una
guerra civil enfrentando a los tres grupos étnicos y religiosos más
importantes de Iraq -sunníes, shiíes y kurdos. Hay muy pocos
precedentes en la historia de Iraq de estas divisiones sectarias, pero
ahora se han disparado y están fuera de control, y han llevado a sunníes,
shiíes y kurdos a utilizar milicias unos en contra de otros.
La combinación de desesperación económica,
guerra civil y la subsiguiente limpieza étnica ha provocado la crisis
de refugiados. Los sunníes han huido a zonas de mayoría sunní y a
los países vecinos de población mayoritariamente sunní. Los shiíes
han hecho lo mismo en las zonas donde estaban amenazados. Un escritor
iraquí captó la desesperada situación cuando escribió "[...]
los iraquíes que no pueden huir del país están ahora en la cola,
esperando su turno para morir".
Sin embargo, tras haber causado la catástrofe en
Iraq, EEUU está faltando a su deber con estos nuevos refugiados -como
antes lo hizo con los haitianos y con otras víctimas del
imperialismo. "[...] EEUU y Reino Unido, que dirigieron la invasión
de Iraq", escribe Human Rights Watch, "[...] apenas han
prestado atención a las secuelas causadas en la región por su
intervención. Ningún país ha acogido a más de un puñado de
refugiados iraquíes procedentes de Jordania o de Siria". De
hecho, EEUU cerró sus fronteras a todos los refugiados tras los
atentados del 11 de septiembre. Finalmente, y a regañadientes, el
gobierno Bush volvió a permitir la entrada de los refugiados al país,
pero sólo admitió un total de 42.000 en 2005.
Respecto a los iraquíes, en todo 2005 EEUU aceptó
un total de 198 personas. Este número ascendió a 202 personas en
2006 y el gobierno promete sólo 500 plazas para refugiados en 2007. Y
la mayoría de esos refugiados habían solicitado su admisión antes
de la invasión estadounidense. Human Rights Watch informa de que el
gobierno Bush ha admitido el elevado número de 12 refugiados de la
actual crisis.
Como cabía esperar, EEUU no ha gastado prácticamente
nada en ayuda a los refugiados. Sólo destinó 35 millones en 2006,
una gota en el océano comparado con los ocho mil millones al mes que
le cuesta la ocupación. "[...] No conozco a nadie en el gobierno
[Bush] que considere esto un tema prioritario", afirma Livinia
Limon, presidente del Comité Estadounidense para los Refugiados e
Inmigrantes.
Sin salida
Los iraquíes desesperados no pueden ni siquiera
solicitar el estatuto de refugiado en Bagdad, por no hablar de
Jordania o Siria. "[...] Ni siquiera estamos cumpliendo con
nuestras obligaciones básicas con los iraquíes que han estado en
peligro por trabajar para el gobierno estadounidense", declara
Kirk Johnson, quien en 2005 trabajó para la Agencia Estadounidense
para el Desarrollo Internacional [USAID]. Esto ha encendido el
resentimiento incluso entre los iraquíes que colaboraron con la
ocupación. Un intérprete iraquí, Amar, se quejaba de la negligencia
estadounidense: "[...] No han dicho nada a favor de los iraquíes",
afirma; "[...] nos sentimos como una maldita basura".
EEUU no sólo ha financiado apenas su propio
programa de refugiados sino que en realidad ha recortado su apoyo a
ACNUR desde los 19,9 miles de millones de dólares en 2005 a 7,9 miles
de millones de dólares en 2006. Por lo tanto, también NNUU ha sido
incapaz de afrontar la crisis de refugiados. Sólo dispone de un
presupuesto de 700 mil dólares para ayuda de los refugiados iraquíes
en Siria, menos de un dólar al año para cada refugiado. Como
documenta Refugees International, "[...] la falta de recursos
impide además a ACNUR controlar los flujos futuros [de refugiados] y
ayudar a los más vulnerable. Con equipos básicos en Jordania, Líbano
y Siria, ACNUR no puede registrar a los refugiados que llegan a los
puestos fronterizos".
Para tratar de mejorar la funesta situación,
NNUU lanzó una campaña dirigida a recaudar 60 millones de dólares
para ayudar a los 200 mil refugiados más vulnerables. Pero esto no es
más que una gota en el océano de iraquíes que huyen de la ocupación
y de la guerra civil.
Se debe añadir la creciente crisis de refugiados
de Iraq a la larga lista de crímenes que EEUU está cometiendo con su
ocupación. El movimiento contra la guerra debe exigir no sólo un
inmediato fin de la ocupación y las compensaciones para Iraq, sino
también que EEUU financie el reasentamiento de los refugiados y
admita a todos y cada uno de los refugiados que buscan asilo en EEUU.
Notas de
IraqSolidaridad:
(*) Ashley Smith es redactor de
'Socialist Worker'.
1. Véase en IraqSolidaridad: Iraq: la mayor
crisis de refugiados mundial actual. Según NNUU, 2,3 millones de
iraquíes han huido de su país desde el inicio de la ocupación y
enlaces relacionados.
2. No todos los desplazados internos lo son como
consecuencia de la violencia sectaria. Varias decenas de miles de
personas han sido desplazadas o se encuentran sin hogar en la
provincia de al-Anbar por los operativos de EEUU contra la resistencia
a lo largo sobre todo de 2004 y 2005 contra las ciudades de Faluya,
Ramadi, Hadiza y al-Qaim.
3. Sobre los refugiados palestinos de Iraq, véase
en IraqSolidaridad: Los palestinos de Iraq: Refugiados por segunda
vez. Cientos de palestinos huidos de Iraq se encuentran abandonados en
el desierto y enlaces relacionados.
4. Véase en IraqSolidaridad: Jeff Leys: Iraq y
el Fondo Monetario Internacional: 'Guerra económica'. Draconianas
condiciones del Acuerdo Temporal con el FMI para la liberalización
económica y enlaces relacionados.
|