Eric
Ruder (*) entrevista a Nir Rosen (**)
"Es
nuestro crimen: Somos los únicos responsables de la destrucción de
Iraq"
Socialist
Worker, 08/12/06
IraqSolidaridad, 21/12/06
Traducido por Felisa
Sastre
"Incluso
la percepción de los estadounidenses sobre Iraq era diferente de la
de los iraquíes. Nunca había existido la noción de un 'triángulo
sunní' [al oeste y norte de Bagdad], o de un sur shií o de regiones
geográficas con una identidad étnica. Ha sido una imposición
estadounidense sobre Iraq con la que los iraquíes no estaban
familiarizados. Pero se ha convertido en algo totalmente asumido, en
especial ahora que se ha convertido en realidad debido a la
violencia."
Eric
Ruder (P): George Bush todavía habla de que EEUU
permanecerá en Iraq hasta que "que termine el trabajo". ¿Es
posible alcanzar las previsiones de victoria de Bush?
Nir
Rosen (R): La previsión de Bush nunca fue realizable. Ésta
es una guerra basada en la fe. Ni él ni sus consejeros sabían
siquiera cómo era Iraq. Lo único que buscaban era imponer su ideología.
¿Qué
es lo que va a hacer ahora? Tiene que quedarse en Iraq porque si no lo
hace pasará a la historia como el presidente que perdió Iraq. Si
permanece allí, al menos, será el presidente que aguantó y luchó
para después pasar el problema a su sucesor. En cuanto a su herencia,
él se ha atornillado cueste lo que cueste, pero yo preferiría ser el
tipo que pierde la guerra en lugar del tipo que evade sus
responsabilidades si yo fuera él, algo que no puedo imaginar.
La
guerra en sí misma y la caída de Sadam Husein eran obviamente fáciles
de ganar. Pero Iraq por toda la serie de acontecimientos ocurridos, se
perdió en realidad el día que EEUU consiguió la victoria. Quizás
nunca fue posible que se produjera ningún otro resultado, pero está
claro que [los dirigentes estadounidenses] han cometido errores
catastróficos y criminales. Al no llevar suficientes tropas, han
permitido que se produjera el saqueo, por lo que Iraq enseguida se
quedó sin infraestructuras ni Estado. Nunca reemplazaron el Estado,
permitiendo así que el vacío se llenara con todo tipo de bandas
[mafiosas], y una persistente sensación de anarquía se extendió por
Iraq, anarquía de la que el país nunca se ha recuperado. Después
echaron a todos los funcionarios [iraquíes durante el proceso de
desbaazificación [1]], lo que ha originado más y más enemigos.
Cada
uno de los pasos dados en Iraq ha sido criminal, por no mencionar el
mismo hecho de la ocupación, que fue una experiencia traumática y
brutal para la mayoría de los iraquíes, con Abu Ghraibs cotidianos,
con miles de horribles historias de asesinatos, palizas y
humillaciones de gentes inocentes [2].
Iraq
se ha perdido por completo. Pero no sólo se ha destruido Iraq sino la
región en su totalidad. Costará décadas recuperarse de lo ocurrido,
y la magnitud de la catástrofe no se percibirá con claridad hasta
que pasen años, pero creo que la violencia al final se extenderá por
todo el mundo árabe.
Una
guerra múltiple
P:
En los medios de comunicación, en el ejército y entre la clase política
estadounidenses, se está produciendo un debate sobre el carácter del
conflicto en Iraq y sobre si debería denominarse "guerra
civil". ¿Cuál es su opinión?
R:
Existen fuerzas organizadas que luchan por el poder. Ciertamente, en
el grupo de la Shía hay milicias importantes que precisamente es eso
lo que están haciendo. Y hay una coalición de varias milicias sunníes
que tratan de derribar al gobierno [iraquí] y se enfrentan a las
milicias shiíes. Así que es evidente que hay una guerra civil: la
mayoría del país está en guerra consigo misma.
Los
medios de comunicación se sienten muy orgullosos porque de repente
han empezado a utilizar la denominación de "guerra civil",
pero la guerra civil ha sido algo evidente para cualquiera que
estuviera sobre el terreno desde, cuando menos, la transferencia de
poder en junio de 2004. La guerra civil no se inició a partir del
atentado contra el santuario de Samarra en febrero de 2006: llevaba
dos años fraguándose.
Por
supuesto, la Administración Bush tiene que negar que se trate de una
guerra civil porque de no hacerlo EEUU habría perdido Iraq. Pero la
mayoría del país está en guerra consigo mismo, y no sólo por
motivos sectarios, como en Bagdad. Existen además enfrentamientos
tribales y étnicos: kurdos contra árabes, kurdos contra turcos,
cristianos perseguidos. Cualquiera en Iraq se ha convertido en
objetivo por una razón o por otra: por el hecho de ser sunní, shií,
cristiano, kurdo, laico; por el hecho de ser médico o artista, por
ser rico, por haber estado en el gobierno anterior, por ocupar un
puesto en el gobierno actual. De manera que si esto no es una guerra
civil entonces se trata de algo mucho peor que una guerra civil [3].
P:
Según los propios militares estadounidenses, la inmensa mayoría de
los ataques armados en Iraq van dirigidos a las fuerzas
estadounidenses, a la policía y al ejército iraquíes, aunque la
violencia sectaria está causando más víctimas. ¿Cree usted que esa
es la situación ahora y cómo definiría la resistencia a las fuerzas
estadounidenses?
R:
La resistencia todavía existe y tiene bastante fuerza, ya que los
estadounidenses están sufriendo las peores bajas en estos dos últimos
meses [4], pero yo considero que este es un asunto secundario y lo
viene siendo al menos desde hace un año, cuando la guerra civil se
convirtió en el tema principal.
En
la provincia de al-Anbar, bastión de los sunníes, no existen los
factores para una guerra civil, ya que tienen una composición homogénea.
Y salvo que algunas tribus luchen entre ellas o diferentes grupos sunníes
lo hagan también, sus ataques van dirigidos contra los
estadounidenses. También se producen ataques shiíes contra los
estadounidenses, y siempre ha habido una resistencia shií, por lo que
no deberíamos pensar que la resistencia es exclusivamente sunní.
Pero
no se producen ataques contra la policía, por ejemplo, como algo al
margen dela guerra civil, ya que la policía, controlada por las
milicias shiíes, es parte de la propia guerra civil. Son sus
integrantes quienes realmente asesinan a civiles sunníes. Por ello,
los atentados contra la policía no son necesariamente ataques contra
ella porque colabore con los estadounidenses sino porque los policías
para muchas personas en Iraq son los "malos de la película".
El
gobierno [de al-Maliki] es parte también de la guerra civil, y entre
ellos luchan unos contra otros tal como comprobamos hace pocas semanas
cuando fuerzas del ministerio del Interior asaltaron el ministerio de
Educación. Este tipo de sucesos está ocurriendo: unos ministerios
enfrentados con otros.
El
único cambio que estamos presenciando es que mientras los shiíes
pudieron ser las principales víctimas de los atentados sectarios en
otra época, desde que asumieron el gobierno en 2005 son los
principales responsables. Ahora, los sunníes son realmente una
especie en peligro en Iraq, al menos en Bagdad y en muchas zonas de
población mixta.
P:
¿Cree que EEUU ha desempeñado un papel significativo en promover las
divisiones y en alimentar la violencia que ha llevado a Iraq a esta
situación?
R:
Sí. No se hubiera producido una guerra civil en Iraq si no hubiera
sido por la presencia estadounidense. Desde el principio, dividieron
el país. Para ellos, los sunníes eran los malos y los shiíes y
kurdos, los buenos. La forma elegida por EEUU para la formación de un
gobierno interino [en 2003] se basó en un sistema de cuotas, algo
nuevo para los iraquíes, con cierto número de sunníes y cierto número
de shiíes. Incluso el [secretario general del] Partido Comunista
Iraquí fue incluido no por que representara [una formación] laica,
sino porque era shií.
EEUU
tomó entonces como objetivo enemigo a la población sunní en su
conjunto. Los funcionarios estadounidenses consideraron al Partido
Baaz como un "partido sunní", lo que está lejos de ser
cierto; es más, es posible que en el Partido Baaz hubiera más shiíes
que sunníes. A los baazistas shiíes se les permitió por ejemplo
rehabilitarse en las milicias de esta confesión mientras que se
excluyó a los sunníes.
De
esta forma, EEUU estableció una competencia entre quienes estaban a
favor de la ocupación y quienes estaban en contra; entre quienes se
beneficiaron de la ocupación y quienes la sufrieron, y los sunníes
siempre quedaron al margen.
Incluso
la percepción de los estadounidenses sobre Iraq era diferente de la
de los iraquíes. Nunca había existido la noción de un "triángulo
sunní" [al oeste y norte de Bagdad], o de un sur shií o de
regiones geográficas con una identidad étnica. Ha sido una imposición
estadounidense sobre Iraq con la que los iraquíes no estaban
familiarizados. Pero se ha convertido en algo totalmente asumido, en
especial ahora que se ha convertido en realidad debido a la violencia.
P:
En la actualidad, muchos demócratas y republicanos
responsabilizan a los iraquíes de la violencia en su país. Afirman
que la Administración Bush ha 'mimado' a Iraq y que nada se puede
mejorar mientras los iraquíes rechacen la democracia y quieran
matarse entre ellos. ¿Qué piensa sobre esto?
R:
Es algo que últimamente me tiene enfurecido. Nunca hemos mimado a los
iraquíes: los hemos estado castigando desde el principio. Desde el
primer día de la ocupación, los iraquíes pidieron elecciones, pedían
democracia, pero nosotros dijimos que no: "No vais a tener
elecciones, no estáis preparados para ellas", y les impusimos un
dictador: [el administrador civil de la ocupación] Paul Bremer.
Quizás
temíamos que los shiíes y los kurdos tomaran el poder, o que los
antiguos miembros del Partido Baaz ganaran. En el fondo, los
estadounidenses tenían miedo de que los mismos que terminaron ganando
las elecciones dos años más tarde, tras el baño de sangre y la
violencia, fueran quienes hubieran ganado desde el principio.
La
gente que ha apoyado la guerra y ahora se da cuenta de que es un
enorme lío, en lugar de culpabilizarse a sí mismos o a los
estadounidenses, que son los criminales, han decidido culpar a los
iraquíes por no querer la democracia o por no elegir ser demócratas.
Dicen: "No podemos hacerlo por ellos, son ellos quienes tienen
que hacerlo por sí mismos". Pero en realidad lo hicimos nosotros
para ellos.
Iraq
era un país estable antes de que EEEUU llegara. No tenía una
historia de guerras civiles ni de ningún tipo de violencia sectaria
como ocurre hoy. Es obvio que había tensiones y que probablemente se
hubieran producido reajustes de poder tras la guerra, pero nada
parecido a lo ocurrido. Es nuestro crimen. EEUU ha maquinado -puede
que accidentalmente- la guerra civil en Iraq, y EEUU ha dado poder a
los grupos sectarios y religiosos que no lo tenían en el pasado:
Somos los únicos responsables de la destrucción de Iraq.
A
los demócratas les gusta la idea de amenazar a los iraquíes diciéndoles
que nos vamos a marchar si no consiguen ponerse de acuerdo [5]; pero
los iraquíes llevan un par de años pidiéndonos que nos vayamos: la
mayoría de los iraquíes han estado exigiendo un calendario para la
retirada.
Así
que no se trata de que estemos haciéndoles un favor, o de que les
amenacemos con irnos sino que ellos quieren que se acabe la ocupación,
han estado pidiéndolo y exigiéndolo, y han estado luchando por ello.
As-Sáder
y la resistencia
P:
¿Hasta qué punto ha existido colaboración entre las fuerzas de la
resistencia iraquí por encima de las divisiones sectarias? ¿Es
posible en este momento restaurar esa colaboración?
R:
Creo que hemos llegado a un punto de inflexión en el que esa
colaboración ahora es una esperanza vana. Iraq nunca podrá volver
atrás: en parte porque millones de personas han sido desplazadas [6].
Hay más de dos millones de refugiados fuera de Iraq que nunca van a
regresar. Hay centenares de miles de iraquíes desplazados en el
interior del país. La situación demográfica de Iraq ha sido
alterada. Y las gentes no sectarias o laicas de antes se han visto
obligadas a adoptar una identidad sectaria para sobrevivir. El miedo
es total. El lenguaje ha cambiado. Por primera vez, la gente quiere
saber si la persona con la que están tratando es sunní o shií,
porque se asesina a las personas por el simple hecho de tener un
carnet de identidad sunní o shií.
P:
En un reciente reportaje de portada, 'Newsweek' decía de Moqtada as-Sáder
que era "el hombre más peligroso de Iraq". ¿Por qué?
R:
Yo creo que el hombre más peligroso de Iraq es el soldado
estadounidense, pero los estadounidenses precisan de un malo,
necesitamos un rostro horrible a quien culpabilizar de nuestros
problemas. Sadam [Husein] ya no está, así que ahora conviene
inventarse esa colaboración entre as-Sáder y Hizbulá, de manera que
tengamos al nuevo tipo malo. Hay muchas razones para que a uno no le
guste, hablando ideológicamente, pero es una de las personas más
poderosas de Iraq.
Sin
embargo, él no tiene un control directo sobre las milicias [7], es más
una figura simbólica. Siempre fue el líder nacionalista shií. Su
alternativa es el ayatolá Ali as-Sistani, nacido en Irán y líder
religioso, por lo que no se le podía identificar como un "líder
iraquí". As-Sistani tiene una influencia capital en el seno del
Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Iraq, pero son gentes
que han estado exiliados en Irán durante tantos años que no se los
asocia con haber vivido en Iraq y haber sufrido con los demás shiíes
iraquíes. Moqtada as-Sáder siempre ha utilizado un discurso
nacionalista y habla con acento coloquial iraquí de forma que llega a
las masas pobres de la Shía.
Y
en efecto, durante los primeros dos años, fue el líder shií más
popular entre la resistencia sunní, porque no era explícitamente
sectario, atacaba a los estadounidenses, apoyaba a la resistencia y
utilizaba la palabra árabe para resistencia. Realmente, lucharon
juntos [la corriente de as-Sáder y la resistencia], [as-Sáder] envió
refuerzos en ayuda de los sunníes contra los estadounidenses durante
la primera batalla de Faluya en abril de 2004, y los combatientes sunníes
enviaron gente para ayudar a sus correligionarios que combatían en
las áreas shiíes [durante los enfrentamientos con los ocupantes en
Nayaf y Kárbala en el verano de 2004]. Hubo un momento en que se pensó
que podría producirse la unidad de sunníes y shiíes, al menos para
resistirse a la ocupación estadounidense.
Pero
no sucedió, en parte porque los sunníes, al dar refugio a gentes
comprometidas en atentados sectarios, se alejaron de los shiíes. Y
Moqtada [as-Sáder] nunca fue un líder no sectario sino un dirigente
shií, por lo que no podía dirigirse directamente a los sunníes.
Creo que éstos nunca estuvieron realmente dispuestos a aceptar el
hecho de que los shiíes constituyen la mayoría en Iraq.
Una
de las cosas que de hecho provocó la ruptura fue el que, aunque
Moqtada apoyó a los sunníes en la primera batalla de Faluya, los shiíes
no hicieron nada durante el segundo ataque a la ciudad, cuando fue
borrada del mapa en noviembre de 2004. También sucedió porque los
shiíes ya habían soportado suficiente: estaban siendo masacrados
diariamente [por las organizaciones vinculadas a Al Qaeda en Iraq].
Cuando empezó el ciclo de limpieza sectaria, Moqtada as-Sáder pidió
a los dirigentes sunníes que denunciaran a Abu Musab al-Zarqawi tras
su declaración de guerra contra los shiíes, pero los sunníes
estaban demasiado asustados para hacerlo [8]. Así que, en un momento
determinado, Moqtada as-Sáder decidió que ya era suficiente y que
los sunníes eran sus enemigos.
Una
retirada inmediata
P:
Algunos pacifistas dudan en pedir la retirada inmediata de EEUU porque
creen que ello empeoraría el conflicto. ¿Qué piensa usted?
R:
Quienes dicen eso tienen algo de razón. Cuando los estadounidenses se
retiren habrá un aumento de la violencia, en alguna medida porque
ellos absorben parte de la violencia. Todos los días mueren soldados
estadounidenses, continúa el razonamiento, y si los iraquíes no
estuvieran asesinando a estadounidenses, puede que matasen a más
iraquíes. Pero a su vez los estadounidenses también asesinan
diariamente a iraquíes, así que es probable que lo uno equilibre lo
otro.
Así
que mi primer razonamiento sobre por qué estoy a favor de una
retirada inmediata es que si los estadounidenses no estuvieran en Iraq
no habrían asesinado a cinco niños iraquíes en Ramadi hace pocos días.
Y no estarían asesinando iraquíes cotidianamente, ni aterrorizándoles,
ni ocupándoles ni oprimiéndoles.
Al
menos que no hagan daño, que no lastimen a la gente: una ocupación
no es algo beneficioso, es horriblemente humillante y dolorosa, en
sentido físico. Y si los estadounidenses no estuvieran allí, sus
soldados no estarían siendo asesinados ni heridos por nada
absolutamente.
Notas
de IraqSolidaridad:
(*)
Eric Ruder es redactor de 'Socialist Worker'.
(**)
Nir Rosen es periodista y ha permanecido el último año en Iraq.
Nacido en Nueva York, ha trabajado como escritor, fotógrafo y
cineasta en Iraq, Afganistán, Pakistán, Somalia y otros lugares. Colaborador
de la 'New America Foundation', su nuevo libro sobre Iraq lleva por título
In the Belly of the Green Brid: The Triumph of the Martyrs in Iraq
1.
Hasta 1,5 millones de funcionarios fueron depurados.
2.
Véase en IraqSolidaridad: Crónicas de Iraq 2006 y Crónicas de Iraq
2004-2005
3.
Y dentro del campo chií, por ejemplo por el control mafioso del petróleo
en Basora: Pedro Rojo y Carlos Varea: ¿Está jugando Irán a la
'resistencia' en Basora?
4.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Guerra abierta y más
violencia sectaria. EEUU pierde en combate en Iraq en diciembre una
media diaria de cuatro soldados - Testimonio gráfico: Ramadi, bajo
control de la resistencia
5.
Véase en IraqSolidaridad: Carlos Varea: Continuidad de la guerra. El
Grupo de Estudios sobre Iraq elude un calendario de retirada de tropas
y recomienda negociaciones con Siria e Irán | Peter Grier: Grupo de
Estudio de Iraq: Ni irse ni quedarse. El Partido Demócrata y la
Administración Bush buscan un consenso sobre la continuidad en Iraq |
Joe Kay: Demócratas y republicanos: Mantener la ocupación de Iraq.
Antes que una retirada o reducción de tropas, se prevé un incremento
de hasta 30.000 efectivos
6.
Véase en IraqSolidaridad: Iraq: la mayor crisis de refugiados mundial
actual. Según NNUU, 2,3 millones de iraquíes han huido de su país
desde el inicio de la ocupación
7.
El Ejército del Mahdi cuenta con 60.000 hombres en armas, si bien hay
dudas de que su referente inorgánico (no es un partido político), el
clérigo Moqtada as-Sáder, controle realmente las entre seis y 30
milicias internas que afirman tenerle como líder pero que actúan autónomamente
y que constituyen una impenetrable trama que entrelaza genuinas
corrientes anti-ocupación, mafias locales, escuadrones de la muerte y
redes de servicios secretos de terceros países.
8.
Las condenas de los atentados indiscriminados contra la comunidad shií
han sido permanentes desde el campo anti-ocupación, incluido la
Asociación de Ulemas Musulmanes, la máxima instancia religiosa sunní.
En al-Anbar y otras provincias se han producido enfrentamientos
armados recurrentes entre grupos de la resistencia patriótica y Al
Qaeda (véase en IraqSolidaridad: Combates en Ramadi entre la
resistencia iraquí y Al Qaeda. La resistencia rechaza la proclamación
por Al Qaeda de un Estado islámico en Iraq y enlaces relacionados).
Unos y otros tienen separadas sus estructuras de coordinación
militar.
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