Nueva ley
petrolera iraquí permitirá saqueo de las reservas a compañías
extranjeras
Entrevista de
Amy Goodman
Democracy
Now!, 21/02/07
Cuba debate, 02/03/07
Traducido por
Yamiraiky Miranda y revisado por Mabel
El periodista iraquí y autor
de blogg, Raed Jarrar, consiguió una copia de la ley petrolera
propuesta y la tradujo al inglés. Raed debate sobre la nueva ley con
Antonia Juhasz, autora de “The Bush Agenda: Invading the World One
Economy at a Time” (“La agenda de Bush: Invadiendo el Mundo,
Economía Por Economía”).
En uno de los
primeros estudios sobre la opinión pública iraquí después de la
invasión dirigida por los Estados Unidos en marzo de 2003, la firma
de sondeos Gallup preguntó a los iraquíes sus opiniones con relación
a los motivos de la administración Bush para ir a la guerra. El uno
por ciento de los encuestados dijo que el motivo era establecer la
democracia. Sólo un poco más, un cinco por ciento, dijo que era para
ayudar al pueblo de Iraq. Sin embargo, la respuesta mayoritaria
representada por el 43 por ciento fue "para robar el petróleo de
Iraq."
Ahora bien,
cuando falta menos de un mes para que se cumplan cuatro años de la
guerra en Iraq, la respuesta pudiera hacerse mucho más explícita.
Después de un largo proceso de negociaciones con funcionarios
estadounidenses, el gobierno iraquí está considerando presentar una
nueva ley petrolera que establecería un marco para la gestión de la
reserva de petróleo en Iraq, considerada la tercera mayor del mundo.
¿Qué
representaría esta nueva ley para Iraq? Ahora con nosotros desde
Washington DC, Raed Jarrar, director del proyecto iraquí para el
intercambio global. Raed obtuvo una copia de la ley petrolera
propuesta, la tradujo del árabe y la publicó en su sitio web. Además,
Antonia Juhasz está con nosotros vía telefónica. Antonia ha escrito
mucho sobre el aspecto económico de la ocupación estadounidense en
Iraq y es la autora del libro, “The Bush Agenda:
Invading the World One Economy at a Time”. Antonia es Miembro
Tarbell en Oil Change International. ¡Les damos la bienvenida a
Democracy Now!
AMY
GOODMAN: Se encuentra ahora en Washington con nosotros, Raed Jarrar.
Raed es el director del proyecto iraquí para el intercambio global y
ha conseguido una copia de la ley petrolera propuesta, la cual tradujo
del árabe y publicó en su sitio web, raedinthemiddle.blogspot.com.
Antonia
Juhasz también se encuentra con nosotros vía telefónica. Ha escrito
mucho sobre el aspecto económico de la ocupación estadounidense en
Iraq y es autora del libro, The Bush Agenda: Invading the World One
Economy at a Time. Antonia es actualmente Miembro Tarbell en Oil
Change International. ¡Les damos la bienvenida a Democracy Now!
Raed Jarrar,
en primer lugar, ¿cómo consiguió este documento?
RAED JARRAR: El
documento fue filtrado por el profesor Fouad Al–Ameer y apareció
publicado en el sitio web al–ghad.org. Después se filtró a otros
importantes sitios web como niqash.org y otros. Hay diferentes formas
de… diferentes copias. Algunas de ellas están escaneadas y otras
provienen del documento original, pero apareció en Internet la semana
pasada.
AMY
GOODMAN: Explique lo que dice el documento, ahora que usted lo ha
terminado de traducir.
RAED JARRAR:
Dice muchas cosas. No creo que podamos resumirlo mucho porque es un
documento muy extenso que tiene aproximadamente 30 páginas. No
obstante, en esencia, hay tres puntos principales que considero
debemos analizar. Desde el punto de vista financiero, legaliza
formatos de contratos muy injustos que pondrían a Iraq a cumplir
contratos a largo plazo que pueden durar hasta 35 años y causar a los
iraquíes pérdidas de cientos de miles de millones de dólares sin
motivo alguno.
El segundo
punto se relaciona con la soberanía de Iraq. Iraq no podrá controlar
los niveles… los límites de producción, lo que significa que Iraq
no podrá continuar siendo miembro de la OPEP. Además, Iraq
establecerá una institución muy complicada que lleva por nombre
Consejo Federal de Petróleo y Gas, la cual tendrá representantes de
compañías de petróleo extranjeras en su junta directiva. Por
ejemplo, representantes de ExxonMobil, Shell y British Petroleum estarían
en la junta federal de Iraq y aprobarían sus propios contratos.
El tercer punto
está relacionado con mantener la unidad en Iraq. Muchos analistas
iraquíes consideran que la ley acarreará una división de los fondos
en Iraq. La ley dará poder legal a todas las autoridades regionales y
de las pequeñas provincias para decir la última palabra en cuanto a
las negociaciones con el petróleo y no así al gobierno federal
central. De ese modo, propiciaría la división de Iraq en tres
regiones o incluso hasta tres estados en un futuro muy cercano.
AMY
GOODMAN: Antonia Juhasz, ¿qué significaría todo esto para las compañías
petroleras occidentales?
ANTONIA
JUHASZ:
Bien, pienso que la ley ciertamente abrirá las puertas a las compañías
petroleras estadounidenses y la administración Bush logrará gran
parte de su objetivo para ir a la guerra contra Iraq, al menos lo
logrará en papeles. La ley reproduce casi palabra por palabra todo el
contenido de la recomendación de la Comisión Baker–Hamilton, que
analicé anteriormente en tu show y que, en esencia, pretende cambiar
el sistema nacionalizado de la explotación de petróleo en Iraq, que
es el modelo por el que se rige el 90% del petróleo mundial, o sea,
convertir este sistema nacionalizado petrolero en un sistema comercial
completamente abierto a las inversiones de compañías extranjeras en
términos que aún no se han decido. Por consiguiente, no queda muy
clara la importantísima cuestión acerca de qué tipos de contratos
utilizará el gobierno iraquí. Pero lo que sí queda bien claro es
que básicamente cada nivel de la industria petrolera estará abierto
a las compañías extranjeras privadas.
Además, como
dijo Raed, esta ley introduce este modelo muy singular en que la
decisión definitiva con respecto a los contratos está en manos del
nuevo consejo que se creará en Iraq, y ese consejo estará conformado
por representantes ––ejecutivos más bien–– de las compañías
petroleras, tanto extranjeras como nacionales. Además, aunque sí
conserva a la Compañía Nacional del Petróleo de Iraq, no le concede
casi ninguna preferencia. En casi todos los aspectos, no es más que
una compañía de petróleo más entre muchas otras compañías,
incluidas las compañías petroleras estadounidenses. Y este consejo,
el nuevo consejo de petróleo y gas, va a ser el órgano encargado de
decidir qué tipo de contrato pueden firmar los iraquíes, y todos los
modelos de contrato siguen sobre el tapete, sin determinarse aún.
Considero que esto ha quedado vago o abierto, de modo que las muy
necesarias críticas a las versiones anteriores de la ley, que contenían
específicamente acuerdos de producción compartida, pudieran ser
silenciadas.
No obstante, la
ley establece definitivamente un sistema muy peligroso para la futura
estabilidad y desarrollo económicos
de Iraq y ciertamente crea el marco para una mayor hostilidad y
violencia contra los efectivos estadounidenses que se encuentran en
Iraq, que son vistos como los ejecutores de esta apropiación del petróleo.
AMY
GOODMAN: Antonia, ¿qué puede decir sobre los argumentos que esgrimen
los defensores de la idea de que las compañías occidentales tengan
que venir a Iraq para impulsar el desarrollo del petróleo?
ANTONIA
JUHASZ:
En realidad, el desarrollo del petróleo en Iraq ha ido marchando
bastante bien desde la invasión, bajo la dirección de los propios
iraquíes. Antes de la guerra, Iraq producía 2,5 millones de barriles
de petróleo diariamente. Desde que comenzó la guerra, ha estado
produciendo aproximadamente 2,2 millones de barriles de petróleo
diariamente. Sin dudas, la producción ha decaído más recientemente
debido a la intensa violencia imperante en Iraq en los últimos
tiempos. De igual forma, se han sucedido acciones dirigidas contra el
sistema petrolero, así como manifestaciones de oposición a la
ocupación. Por eso creo que hay concretas y sobradas razones para
decir que lo mejor que puede hacer Iraq ahora, para cuidar la
seguridad de su infraestructura petrolera y que se explote el petróleo
a un nivel razonable, es poner fin a la ocupación estadounidense.
Como extraer el
petróleo de Iraq sólo cuesta menos de un dólar por barril y el petróleo
se está vendiendo a más de 50 dólares el barril, los iraquíes ya
están obteniendo enormes ganancias con su petróleo. El riesgo
consiste en que conforme con los diferentes modelos de contratos
petroleros presentados para las negociaciones, los iraquíes perderían
la gran mayoría de las ganancias ante las compañías petroleras
extranjeras.
Ahora, en muy
poco tiempo, los iraquíes han perdido una buena parte de su pericia y
conocimientos técnicos debido al avance de la tecnología en los últimos
once años y al hecho de que los dejaron fuera a causa de las
sanciones que les fueron impuestas. La respuesta a eso se encuentra en
los modelos presentados por sus vecinos, Kuwait, Arabia Saudita e Irán,
los cuales son contratos de servicios técnicos que los países firman
con compañías extranjeras para obtener conocimientos y pericia, pero
en virtud de plazos de tiempo limitados y que reportan beneficios económicos
muy específicos para las compañías y para el país, y no esos
contratos de 35 años, como dijo Raed, y la posibilidad de que el país
pierda grandes ganancias.
AMY GOODMAN:
Raed Jarrar, ¿cuál es la respuesta de los iraquíes, del pueblo de
Iraq?
RAED JARRAR:
Nadie en Iraq conoce de esta ley. Han tratado de que la ley pase
desapercibida, y el gobierno ha desarrollado una gran campaña
propagandística para intentar dar la imagen de que la ley es correcta
y justa para el pueblo de Iraq, una ley que convertirá a Iraq en un
paraíso terrenal, porque atraerá todo tipo de inversiones
extranjeras. Ni siquiera los parlamentarios del gobierno iraquí,
aquellos que decidirán si se aprueba esta ley o no, han recibido una
copia de dicha ley. Les envié una copia hace unos tres o cuatro días
y envié una copia también a muchos de los demás autores de bloogs y
periodistas iraquíes porque considero que es muy importante que se
tenga conciencia de lo que ello representa e insistir en el tema. El
gobierno de Iraq y la administración Bush están tratando de que la
ley pase desapercibida para los iraquíes. Creo que ellos están
planeando sorprender a los parlamentarios una mañana de estas y hacer
que voten por la ley sin tener conocimiento de lo que representa en
realidad.
AMY
GOODMAN: Raed Jarrar, ¿podría hablar sobre el control, la polémica
acerca del control federal o regional del petróleo en Iraq?
RAED JARRAR: La
mayor parte del control estará a cargo de las autoridades regionales
y provinciales. Ellas tienen toda la autoridad para controlar e
incluso mediar en pequeños conflictos. Ahora bien, hay un consejo más
grande que es muy complejo y muy burocrático. Este consejo está
facultado para vetar las decisiones de las autoridades regionales y
provinciales. De modo que en el caso de que el consejo se mantuviera
callado, todo puede marchar sin ninguna interrupción. Como pueden
darse cuenta este consejo también está de cierto modo controlado por
las compañías extranjeras, por lo que las posibilidades de que el
consejo vete las decisiones a nivel regional serán muy reducidas. De
este modo, terminaremos teniendo una situación en la cual los iraquíes
de las diferentes provincias comenzarán a firmar contratos
directamente con las compañías extranjeras y a competir entre ellos
mismos, entre las diferentes provincias iraquíes, para lograr que las
compañías petroleras vayan allí sin ninguna forma centralizada de
controlar esta situación y tener en cuenta los intereses de los iraquíes
y la protección del país.
AMY
GOODMAN: ¿Este documento traducido por usted al inglés fue
originalmente escrito en árabe?
RAED JARRAR:
No, el documento estaba escrito originalmente en inglés. Fue enviado
al ministerio iraquí del petróleo y se cambiaron algunas de sus
partes, se editaron unas tantas y se añadieron otras. Por esa razón,
cuando traduje el documento hice mi traducción basada en una copia en
inglés que se había filtrado anteriormente, que es la versión
original de esta ley. La copia en inglés se filtró a mediados de
2006. Por ese motivo, la versión en árabe se basa completamente en
esa copia. Hay, creo, de las 29 ó 30 páginas, aproximadamente seis o
siete páginas completamente nuevas, y hay también nuevas secciones
dispersas.
Sin embargo,
las principales diferencias, como había mencionado, se refieren a las
autoridades que pueden controlar el petróleo y se muestra muy
claramente los planes de los líderes iraquíes, quienes tienen
influencias y pueden controlar estas leyes. Además se evidencia que
existen líderes separatistas iraquíes de mucha influencia quienes
tratan de usar esta ley para financiar el proyecto separatista y para
dividir Iraq en tres estados.
De hecho, una
de las cosas que hice cuando traduje el documento fue dejar algunos
rastros del original y les pasé una raya, como tachándolos, para que
las personas pudieran ver las pequeñas diferencias, por ejemplo, cuántas
de las autoridades que se suponía estuviesen en el gobierno central y
en el ministerio, ahora ejercen como autoridades regionales. Esta es
una de las cosas más interesantes que ocurrió en los cambios. No
obstante, en términos generales, es una ley promocionada por el
gobierno de Bush y el FMI. No es para nada un punto urgente en la
agenda de Iraq. Es un punto urgente en la agenda de Bush y el FMI.
AMY
GOODMAN: Finalmente, Antonia, ¿quién posee las mayores reservas de
petróleo en el mundo, dígame los tres primeros países?
ANTONIA JUHASZ:
Arabia Saudita es el primero. Iraq es el segundo. Irán es el tercero.
Pienso que en esa lista, se puede ver claramente que, en especial,
Iraq e Irán continuarán siendo objetivos claves de la Administración
Bush en los años que le quedan en el poder.
AMY
GOODMAN: ¿Cree usted que este actual aumento de la atención sobre Irán,
esté relacionado con un posible ataque de los Estados Unidos contra
Irán?
ANTONIA JUHASZ:
Sí, lo más seguro. Te explico, el petróleo tiene que ver con muchas
cosas. El petróleo tiene que ver con ganancias, y tiene que ver con
el dinero que se pueda obtener de los intereses del petróleo en los
Estados Unidos, que por supuesto incluye también a los miembros del
gobierno de Bush.
Ahora bien,
controlar a la segunda y tercera mayores reservas de petróleo del
mundo tiene muchísimo que ver con el dominio imperial y la supremacía
mundial que persigue el gobierno de Bush. Controlar ese petróleo es
negárselo a otros países interesados en él como a China y a la
India, países que el gobierno de Bush ahora ve como rivales.
Además el
gobierno de Bush tendría el control de un recurso que evidentemente
se está agotando y del que ellos se quieren apoderar. No solo los
miembros de la Administración Bush, sino también el gobierno de los
Estados Unidos, han sido bastante obvios en su dedicación por
apoderarse del petróleo del Oriente Medio para los Estados Unidos, y
esa agenda ha avanzado con rapidez con esta administración, donde los
intereses corporativos y petroleros forman parte integral de los
intereses del gobierno.
Definitivamente,
pienso que si nosotros en los Estados Unidos queremos terminar la
guerra en Iraq y queremos evitar otra guerra en Irán, tenemos que
retirar este velo que cubre a la palabra, "petróleo" y
poner al descubierto la agenda del gobierno. El cuarto aniversario de
la guerra, que se conmemorará el 19 de marzo, es una oportunidad de
suma importancia para hacerlo, y mientras llega el aniversario,
podemos centrar nuestra atención en exigir a los miembros del
Congreso que dejen de financiar la guerra y concentremos nuestros
esfuerzos y la energía de nuestra protesta en revelar esta agenda con
relación al petróleo. Con ese propósito, Oil Change International,
la organización con la cual trabajo, estará en las próximas semanas
trabajando con nuestros aliados para reunir algunas listas precisas de
las actividades y acciones que las personas pueden hacer,
especialmente para dar a conocer la ley petrolera de Iraq. Por lo
tanto, los insto a que visiten nuestro sitio web para obtener mayor
información al respecto.
AMY
GOODMAN: Quiero agradecer por habernos acompañado a Antonia Juhasz,
Miembro Tarbell en Oil Change International, autora del libro The Bush
Agenda: Invading the World One Economy at a Time. Raed Jarrar en
Washington DC, es el director del proyecto iraquí para el intercambio
global. Su bloog se encuentra en raedinthemiddle.blogspot.com.
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