Informe de ‘Global
Policy Forum’ (III) (*)
Los ocupantes han
mantenido a miles de detenidos iraquíes en cárceles clandestinas
Detenciones y cárceles:
absoluta indefensión de los presos
Global Policy Forum,
marzo de 2007
IraqSolidaridad,
07/05/07
Traducido por Felisa
Sastre
“Decenas de
miles de personas inocentes han sido objeto de detenciones abusivas,
separadas de sus familias y mantenidas incomunicadas durante largos
periodos de tiempo. Esta política ha aterrorizado a la población
iraquí, ha producido graves daños y ha violado gravemente la
legislación internacional.”
“Son como perros
y si les dejas creer en algún momento que son algo más que perros
entonces pierdes el control sobre ellos.” (General Geoffrey Miller
[1])
EEUU y sus socios del
gobierno iraquí mantienen a miles de ciudadanos iraquíes en prisión
sin un proceso legal [2]. Son presos a los que no se acusa de delitos
ni pueden defenderse contra las acusaciones o tener un juicio ante un
tribunal. En lugar de policías, son soldados armados hasta los
dientes quienes llevan a cabo las detenciones. Con frecuencia, son
tropas estadounidenses que hablan inglés y cuyas órdenes pueden no
ser comprendidas por los iraquíes afectados. Los soldados
habitualmente se llevan a mucha gente a la vez: durante barridos de
barrios y registros en casas, en puestos de control y en todo tipo de
redadas. Las detenciones se producen casi siempre sin autorización
judicial o pruebas de delito.
El Comité
Internacional de la Cruz Roja ha descrito las detenciones en viviendas
de la forma siguiente: las autoridades que llevan a cabo las
detenciones entran en las casas, por lo general de noche, echan abajo
las puertas, despiertan a sus habitantes bruscamente, dando órdenes a
gritos, obligando a los miembros de la familia a reunirse en una
habitación. vigilados por guardias militares, mientras siguen
registrando el resto de la vivienda, destrozando puertas, armarios y
otros enseres. Arrestan a los sospechosos, les atan las manos a la
espalda con tiras de plástico, los encapuchan y se los llevan. A
veces detienen a todos los varones adultos que se encuentran en la
casa, incluidos los ancianos, los minusválidos y los enfermos. El
trato, por lo general, incluye empujones, insultos, apuntarles con
rifles, patadas y golpes con los fusiles. A las personas habitualmente
se las lleva con lo puesto en el momento de la detención –a veces,
en pijama o en ropa interior– y se les niega la oportunidad de
recoger unas pocas pertenencias básicas como ropa, útiles de
higiene, medicinas o gafas” [3]. La Cruz Roja ha recogido, asimismo,
muchas denuncias por robos de pertenencias personales, entre ellas
dinero y coches, perpetrados por las tropas que realizan los arrestos
[4]. En 2004, la Cruz Roja señaló que entre el 70 y el 90% de los
mantenidos bajo arresto parecía que habían sido detenidos “por
error” [5].
Desde los primeros días
de la ocupación, miles de iraquíes fueron detenidos arbitrariamente
y las tropas estadounidenses han mantenido bajo arresto a miles de
iraquíes por razones de “seguridad”. En enero de 2004, la lista
oficial de detenidos era de 8.500, pero muchos creían que el número
real era bastante superior [6]. A finales de 2005, las operaciones de
detenciones masivas en vísperas de las elecciones aumentaron todavía
más el número de presos [7]. Aunque se anunciaron un gran número de
liberaciones durante el verano de 2006, a finales de diciembre el número
de presos de la Coalición reconocidos oficialmente llegaba a los
14.500 [8]. Además de estas cifras oficiales, EEUU y sus aliados
mantenían muchos centenares en centros de retención inicial, donde
ni estaban registrados ni se contabilizaban [9]. Otros, es probable
que estuvieran, como en el pasado, en cárceles secretas, lugares de
interrogatorio de la CIA y otras instalaciones “fantasmas” [10].
Entre los presos se
encontraban mujeres, ancianos e incluso doscientos menores según la
estimación del Boletín de IRIN de julio de 2006 [11]. Algunos
informes hablan de niños de sólo 10 años retenidos durante largos
periodos [12]. Muchos han sufrido graves traumas como secuela de su
experiencia carcelaria [13]. La general estadounidenses Janis
Karpinski, ex comandante de los vigilantes de prisiones en Iraq,
declaró a investigadores militares que se encontró a un muchacho en
una cárcel estadounidense a quien se había registrado como de once años
pero parecía más cerca de los ocho. El chico gritaba, afirmó, y
llamaba a su madre [14].
Debido a las
regulares puestas en libertad y nuevas detenciones, las fuerzas
estadounidenses han privado de libertad a un gran número de iraquíes
y los han sometido a un duro régimen carcelario desde que se inició
la ocupación. Nadie ha contabilizado el total de presos pero Amnistía
Internacional comenta que en conjunto “[…] decenas de miles de
presos han sido retenidos durante semana y meses, y miles por más de
un año” en una arbitraria y extrajudicial detención [15].
Transferencia de
las detenciones a las autoridades iraquíes
En la segunda mitad
de 2004, una vez que la Coalición [de fuerzas de ocupación]
transfirió oficialmente la soberanía al nuevo gobierno iraquí, las
autoridades iraquíes pidieron el control sobre todos los presos. La
Coalición no estaba de acuerdo pero los ocupantes empezaron a
transferir algunos presos a la autoridad iraquí. Tras el escándalo
de Abu Ghraib, instancias políticas y judiciales impusieron límites
a las prácticas de detención de los militares en Iraq [16].
Centenares de presos fueron transferidos a los ministerios iraquíes
de Defensa, Justicia e Interior, este último muy militarizado, con
poca experiencia de policía civil y una atroz reputación sectaria
[17].
Los presos iraquíes
no estaban legalmente bajo la custodia de EEUU ni bajo
la responsabilidad de la Coalición, pero todavía en gran
medida seguían bajo el control y la influencia estadounidense [18].
Montones de asesores estadounidenses trabajaban con las autoridades
iraquíes, incluidos los centros de detención. En los interrogatorios
iraquíes, podían estar presentes funcionarios del servicio de
espionaje estadounidense e incluso desempeñar el papel de
supervisores aunque lo negaran [19]. Las fuerzas militares y de
seguridad iraquíes, por supuesto, llevaban a cabo sus propias
detenciones mientras las de la Coalición continuaban a buen ritmo. El
resultado fue que el número de presos se duplicó desde abril de 2005
a abril de 2006 [20].
Se ha informado de
que las cárceles bajo control iraquí están atestadas y funcionan
con escaso respeto a las normas legales. Las autoridades iraquíes no
han permitido visitas de inspección a esas instalaciones e incluso
han negado el acceso a la Cruz Roja [21]. Aunque se supone que, de
conformidad con las leyes vigentes en Iraq el Ministerio del Interior
no mantiene presos, continúa haciéndolo. Durante 2006, varios escándalos
han revelado que las cárceles iraquíes son excepcionalmente
brutales. Human Rights Watch ha afirmado que, de acuerdo con la
información de la que disponen, los numerosos asesores
estadounidenses no han hecho nada para promover los derechos de los
presos en ese ambiente de maltratos [22].
A mediados de 2005,
los iraquíes tenían unos 5.000 presos, y en febrero de 2006
alrededor de 8.000 [23]. En mayo de 2006, según el ministerio de
Derechos Humanos iraquí, las autoridades iraquíes mantenían en
prisión a 13.000 personas [24], un aumento que originaba condiciones
de hacinamiento y maltrato. En diciembre de 2006, los presos iraquíes
superaban los 15.000 [25], mientras EEUUvtenía cerca de 15.00 en
instalaciones de la Coalición, lo que suponía un total de
aproximadamente 30.000 presos a final de año [26].
Ambigua situación
legal
EEUU mantiene a casi
todos sus prisioneros en una ambigua situación legal, sin definir sus
derechos. Las autoridades estadounidenses han utilizado términos
vagos: “combatientes enemigos”, “detenido por razones de
seguridad”, “internos de seguridad” y “personas bajo
custodia”. La Coalición se ha negado a usar la terminología estándar
de “prisioneros de guerra” o “presos comunes”, ya que sus
derechos legales están claramente especificados en el derecho
internacional, las leyes nacionales y la doctrina militar. En efecto,
las autoridades carcelarias no reconocen los derechos de quienes
mantienen arrestados. En esta tierra de nadie legal, los presos iraquíes
no pueden recurrir ni tienen forma de exigir sus derechos ni manera de
probar su inocencia o de obtener su libertad.
Las autoridades
estadounidenses raramente plantean acusaciones o llevan a los
detenidos a juicio ante un tribunal iraquí. Las cifras oficiales de
la Coalición desde noviembre de 2005 informan de que desde el
principio de la ocupación sólo 1.301 detenidos habían sido juzgados
[27], probablemente menos del 1 por ciento del total de presos. EEUU
insiste en su derecho a retener indefinidamente a esos prisioneros,
basándose en lo que ha decidido denominar “necesidades militares”
o “imperativas razones de seguridad”. Esos términos han sido
extraídos del Derecho Internacional donde por lo general tienen un
significado concreto, de corta duración en emergencias en tiempos de
guerra. Es completamente inverosímil que al encarcelamiento de miles
de personas sin cargos ni juicios pueda aplicarse esos términos.
Para responder a las
quejas sobre las detenciones arbitrarias, la Coalición estableció un
sistema de revisión que, en teoría, daba a todos los presos la
posibilidad de que su caso fuera revisado. The Combined Review and
Release Board (CRBD), creado en agosto de 2004, está formado por
representantes iraquíes y de la Coalición, pero sólo tiene carácter
consultivo y no es vinculante para la Coalición [28]. Está previsto
que la situación de los presos sea revisada al menos cada seis meses.
El sistema para los retenidos por las fuerzas del Reino Unidos es
similar.
Aunque las revisiones
son más frecuentes, ningún funcionario iraquí forma parte del comité
de revisión. Los presos jamás comparecen ante ninguno de esos comités
y no tienen derecho a estar representados ante ellos, ni las
revisiones están sometidas a procedimiento legal de ningún tipo. De
manera que los comités no cumplen remotamente las prácticas
ordinarias de las leyes nacionales estadounidenses o británicas o del
Derecho Internacional [29].
Muchas autoridades
judiciales e instituciones internacionales de derechos humanos creen
que un largo periodo de encarcelamiento sin proceso legal, en
particular en instalaciones secretas y sin contacto con las familias,
constituye en sí mismo un maltrato ilegal [30]. Las familias sufren
también preocupaciones, angustia y, por lo general dificultades, económicas.
Los responsables de
la Coalición de vez en cuyo liberan a la mayoría de los presos tras
meses de encarcelamiento terrible, interrogatorios e incertidumbre.
Las liberaciones son en general tan arbitrarias como lo fueron las
detenciones. Un detenido puede ser liberado transcurrido un mes, otro
tras seis meses, otro después de un año o más tiempo, sin que
existan diferencias claras entre unos y otros casos, y sin explicación
alguna, disculpas o compensación por los meses de cárcel. Incluso la
forma de ponerlos en libertad puede ser punitiva. Las fuerzas
estadounidenses han liberado a algunos prisioneros heridos o enfermos
debido a los malos tratos. En Campoo Nama, cerca de Bagdad, tras
semanas de interrogatorios de castigo, algunos presos fueron
trasladados al interior del desierto iraquí y liberados allí de
noche [31].
Archipiélago
secreto
Las leyes
internacionales exigen que los ocupantes militares registren a los
prisioneros rápidamente, permitan las visitas de la Cruz Roja e
informen a las familias y amigos de su paradero. Esas normas prohíben
la “detención incomunicada”, porque la ausencia de una supervisión
independiente, por lo general, conduce a malos tratos y condiciones
deplorables [32]. Sin embargo, los responsables de la Coalición
frecuentemente han ignorado estas exigencias y vulnerado las leyes. No
han mantenido y puesto al día un registro central de prisioneros con
garantías y no han publicado regularmente los nombres de los presos
[33]. Han mantenido a centenares, y quizás a miles, de detenidos
ocultos y sin registrar en cárceles locales o en centros secretos de
interrogatorio donde los presos han permanecido incomunicados e
invisibles durante semanas o incluso meses, en una práctica
directamente contraria a la doctrina del ejército estadounidense que
establece en doce horas el plazo límite de detención antes de que un
preso sea registrado [34]. Incluso en cárceles como la Abu Ghraib,
los interrogadores han mantenido “presos fantasma” trasladándolos
para evitar cualquier encuentro con los inspectores de la Cruz Roja
[35]. Algunos detenidos se dice que han sido trasladados fuera de Iraq
a centros secretos de interrogatorio en localidades extranjeras [36.]
En un caso,
documentado por el gabinete del primer ministro británico, una
anciana iraquí “se perdió” tras ser arrestada en una redada al
principio de la guerra. Al final, tras muchos meses en lo que Downing
Street ha admitido era “un agujero negro” de detención invisible,
la mujer fue “encontrada”– todavía bajo arresto– y liberada
de una cárcel dirigida por EEUU, donde había sufrido maltratos físicos
y psicológicos [37].
Los mandos militares
han rechazado la entrada de organizaciones de derechos humanos a prácticamente
todas las cárceles en Iraq, a pesar de varias solicitudes de visita
[38]. Asimismo, han rechazado las peticiones de expertos en derechos
humanos de NNUU para visitar las cárceles de la Coalición [39]. Y
han denegado de forma selectiva la entrada de la Cruz Roja a los
centros de detención que no fueran las prisiones centrales, entre
ellos, según se informa, instalaciones locales, centros especiales de
interrogatorio y otros lugares donde los presos corrían más riesgos
[40]. En marzo de 2005, un abogado de Human Rights First expresó su
gran preocupación sobre los campos de prisioneros donde “las
condiciones eran terribles”, se producían los “peores
maltratos” y el acceso de la Cruz Roja es “limitado o
inexistente” [41].
Las cárceles de la
Coalición
Las fuerzas de la
Coalición mantienen prisioneros en docenas de lugares de Iraq y
tienen muchas tipos de instalaciones. Algunos están en edificios con
largos corredores de celdas, otros en lugares escuelas y cuarteles
acondicionados, pero la mayoría se encuentran en campos de
prisioneros con tiendas de campaña, rodeadas de alambradas y torres
de vigilancia. La mayoría de los presos han estado detenidos en cinco
principales instalaciones [42].
– La prisión de
Abu Ghraib, conjunto de edificios cerca de Bagdad, fue una de las más
conocidas cárceles del régimen anterior. Abu Ghraib se convirtió en
el principal centro de interrogatorios estadounidense y también en el
símbolo mundial del maltrato de los presos y de condiciones
inhumanas. Sus bloques de celdas de piedra y sus extensos campamentos
de tiendas han sido descritos como insalubres, gravemente hacinados y
carentes de espacios adecuados para los presos [43]. Un soldado
estadounidense destinado como vigilante en Abu Ghraib escribió en una
carta que los interrogadores militares “nos han instruido para que
coloquemos a un preso en una celda de aislamiento con escasa o ninguna
ropa, ni retrete o agua corriente, sin ventilación ni ventana, hasta
durante tres días” [44]. El 24 de mayo de 2004, en el momento álgido
del escándalo de las torturas, la Casa Blanca anunció que los
edificios de la cárcel de Abu Ghraib serían demolidos pronto [45],
pero por el contrario han seguido en servicio y se ha informado que en
noviembre de 2005 tenían unos 4.700 presos [46]. Los edificios
principales de la prisión se dice que finalmente fueron desalojados a
lo largo del verano de 2006 y transferidos a las autoridades iraquíes
el 2 de septiembre [47]. Algunos presos fueron trasladados a Campo
Bucca y los que quedaban– estimados en 3.000– se ha informado de
que fueron llevados a una nueva prisión estadounidense en Campo
Cropper [48]
– Campo ‘Bucca’,
el mayor centro de detención, es un campamento de prisioneros de más
de 400.000 metros cuadrados en el desierto cercano a Umm Qasr, al sur
del país. Campo Bucca fue sometido a la primera investigación
oficial militar estadounidense sobre los maltratos y la tortura. La
investigación se puso en marcha en mayo de 2003, sólo dos meses
después del inicio de la ocupación y poco después de instalarse el
campamento [49]. Inicialmente, los planificadores estadounidenses
pensaron en unas instalaciones para acoger entre 2.000 y 2.500
prisioneros [50]. Pero en marzo de 2006 se estimaba que allí había
8.500 iraquíes [51]. Amnistía Internacional informó en 2003 de que
los presos de Campo Bucca estaban siendo “[…] alojados en tiendas
con un calor extremo y no se les facilitaba suficiente agua potable ni
instalaciones higiénicas adecuadas. Les obligaban a usar como
retretes zanjas abiertas y no se les daba ropa para cambiarse, incluso
tras llevar detenidos dos meses” [52]. En 2006, algunas tiendas había
sido reemplazadas por barracas con techo de hojalata y los servicios
sanitarios habían mejorado algo, pero este enorme complejo en el
caluroso desierto, sometido a tormentas de arena, seguía siendo una
agujero infernal para los prisioneros. El complejo está dividido en
diez “recintos”, cada uno de ellos rodeado de alambradas y torres
de vigilancia, que albergaban aproximadamente 800 presos. Los
prisioneros se habían amotinado en varias ocasiones para protestar
por el maltrato, por las malas condiciones y por los insultos de carácter
religioso de los carceleros. En enero de 2005, los guardias abrieron
fuego desde las torres de vigilancia durante una de las protestas,
matando a cuatro de los detenidos e hiriendo a seis más [53].
– ‘Fort Suse’,
antiguos cuarteles del ejército iraquí situados cerca de Suleimaniya
3n el norte, fue reconstruido y abierto en 2005 para acomodar al
creciente número de prisioneros de la Coalición [54]. A finales de
2005 tenía unos 1.200 internos [55]. Fue transferido a las
autoridades iraquíes en septiembre de 2006.
– Campo ‘Crooper’,
cerca de Bagdad fue un importante centro de interrogatorio durante los
primeros meses de la ocupación y la Cruz Roja informó a principios
de julio de 2003 de “[…] al menos 50 casos de maltratos” [56].
La prisión es más conocida por tener presos de “gran valor”,
principalmente políticos de alto nivel y jefes militares del régimen
anterior [57] que han sido mantenidos en aislamiento, privados de luz
solar, en condiciones que la Cruz Roja considera “graves
violaciones” de las Convenciones de Ginebra [58]. En agosto de 2066,
el mando estadounidense llevó a cabo una ampliación por valor de 60
millones de dólares y las instalaciones ahora pueden acoger a varios
miles de internos. Según se informa, 3.000 fueron trasladados desde
de Abu Ghraib durante el verano de 2006 [59].
– Campo ‘Shuaiba’,
recinto penitenciario situado en una de las principales bases británica
al sur de Basora, por lo general ha tenido menos de 200 presos. En
agosto de 2006 se informó de que tenía sólo 85 [60]. Aunque la
cifra es relativamente baja comparada con las cárceles controladas
por las autoridades estadounidenses, los británicos no tienen un buen
historial como carceleros. En 2003, la orden de un oficial de
“trabajar duro con los presos” dio origen a graves maltratos de
los presos en un lugar cercano [61], y allí se llevaron a cabo varias
investigaciones y tuvieron lugar tribunales de guerra por el maltrato
a los prisioneros. A finales de 2005, hubo informaciones sobre huelgas
de hambre y “disturbios” provocados por los internos en Campo
Shuaiba en protesta por las palizas de los vigilantes y por
mantenerlos sin juicio[62]. En esa misma época, las familias
bloquearon la carretera del recinto como protesta a la falta de
visitas familiares [63]. También se ha informado de intentos de
suicidio de presos desesperados [64].
– Otros lugares,
entre los que se encuentran seis instalaciones relativamente grandes,
una de ellas conocida como MNF Center y cinco cárceles mantenidas por
las fuerzas estadounidenses en brigadas y divisiones [65]. Las fuerzas
de la Coalición han tenido docenas de pequeños centros, incluidos
los centros secretos para interrogatorios como el antiguo Campo Nama
cerca de Bagdad. En Nama se obligaba a los detenidos a permanecer
durante días en contenedores de carga bajo el sol ardiente con
temperaturas de hasta 135 grados Fahrenheit, desnudos y sin dejarles
dormir [66]. Campo Diamondback, situado en el aeropuerto de Mosul, al
norte del país, es otro lugar secreto de notorias malas condiciones
[67].
Además, se retiene a
presos en campos provisionales de prisioneros, centros de agrupamiento
y otros centros de detención locales, incluidas la mayoría de las
sesenta “bases avanzadas de operaciones” cercanas al escenario de
operaciones militares [68].
Condiciones de las cárceles
Aunque la tortura y
los maltratos han sido los peores aspectos de las cárceles de la
Coalición, sus responsables han sometido también a los detenidos a
condiciones inaceptables e inhumanas de encarcelamiento que violan los
estándares internacionales de derechos humanos. Ha habido
informaciones que hablaban de la pobre comida y mala calidad del agua,
de presos expuestos a temperaturas extremas, de celdas hacinadas y de
sistemas de saneamiento gravemente inadecuados [69]. El general Paul
Mikolashek informó de que en Abu Graib, la basura y las aguas fecales
cubrían la superficie de los campos al aire libre, las instalaciones
de baño eran mínimas, el agua fresca se suministraba escasamente y
las comidas de los presos estaban con frecuencia contaminadas con
basura y excrementos de ratones [70]. Para presionar a los detenidos y
“ablandarlos” para los interrogatorios, se ha sabido que los
guardias en muchas de las instalaciones les han cortado o reducido
enormemente el acceso a la comida o al agua, les han limitado como
castigo las salidas a las letrinas, les han confinado en celdas de
aislamiento fétidas, y les han quitado sus colchones, sábanas y ropa
[71].
Las condiciones en
las cárceles de la Coalición se veían gravemente empeoradas por la
barrera del idioma entre los vigilantes y los presos, lo que daba
lugar a lo que la Cruz Roja ha llamado “frecuentes malentendidos,
[…] basados en una extendida actitud de desprecio por parte de los
guardias” [72]. La Cruz Roja informó además de que “un error en
comprender o malinterpretar órdenes dadas en inglés los vigilantes
lo interpretaban como resistencia o desobediencia”, lo que provocaba
castigos abusivos [73].
En Campo Nama, centro
de detención temporal situado en el aeropuerto internacional de
Bagdad, dirigido por una unidad secreta del ejército estadounidenses
denominada Task Force 6–26, los detenidos eran introducidos por
docenas en pequeñas celdas, abrumados por el hedor de los excrementos
humanos y habitualmente obligados a agacharse o acurrucarse para
dormir dadas las condiciones de hacinamiento [74]. En [la ciudad de]
Tal Afar, una comisaría de policía bajo la supervisión directa de
la fuerzas estadounidenses, “[…] cuarenta y siete presos fueron
apiñados en una celda tan estrecha que tenían que hacer turnos para
dormir; otros cuatro o cinco fueron introducidos en las letrinas”
[75]. En esta cárcel, “[…] uno de los presos tenía 22 años,
otro era un profesor, arrestado tras la explosión de una bomba en la
calle, detonada cerca del taxi que había alquilado. Nunca vio a un
abogado” [76].
Los prisioneros han
protestado una y otra vez, se han amotinado, han hecho huelga de
hambre y han tomado otras medidas para llamar la atención sobre sus
inaceptables condiciones en la cárcel. El informe del general Antonio
Taguba de marzo de 2004 deja bien claro que las prisiones de la
Coalición estaban gravemente atestadas y que durante 2003 ya se habían
producido muchas protestas a las que los vigilantes habían respondido
abriendo fuego contra los presos [77]. El 24 de noviembre, en uno de
esos incidentes en Abu Ghraib, los guardias mataron a tres e hirieron
a nueve [78].
Dos de las más
prestigiosas revistas médicas del mundo, The Lancet y The New England
Journal of Medicine, han publicado artículos detallando el
comportamiento inmoral e ilegal del personal médico militar en las cárceles
de la Coalición [79]. Los médicos, enfermeras y demás personal
sanitario fracasaron en la vigilancia y en la corrección de las
insanas condiciones sanitarias y en la inadecuada aportación de
alimentos y de alojamiento [80]. Lo más grave es que no atendieron
razonablemente a las necesidades médicas de los presos. No sólo habían
fallado en llevar a cabo los reconocimientos rutinarios sino que no
habían curado las heridas de los prisioneros, las llagas, las
fracturas y otras situaciones graves [81]. El personal médico militar
también había dejado de informar sobre la situación médica o había
cumplimentado falsos informes y certificados de defunción [82]. No
habían facilitado a los prisioneros las medicinas necesarias [83] y
habían entregado las historias clínicas de los presos a los
interrogadores para permitirles que se aprovecharan de los puntos débiles
de los detenidos [84].
Pocos médicos
militares de la Coalición o médicos profesionales se han prestado a
atestiguar estas graves violaciones de la ética médica y de las
leyes internacionales, aunque los delitos han sido bien documentados
por investigadores médicos civiles. Ni un solo médico militar ha
sido llevado ante los tribunales por estos actos tan nocivos para los
presos puestos bajo su cuidado.
Hechos
condenables
En septiembre de
2005, el ministro de Justicia iraquí, Abdul Hussein Shyal, afirmó:
“Ningún ciudadano debería ser detenido sin una orden judicial.
Existen violaciones [de los derechos humanos] en las detenciones
supervisadas por la Fuerza Multinacional que el ministerio de Justicia
no control” [85]. El [anterior] secretario general de Naciones
Unidas, Kofi Annan, llamó la atención en repetidas ocasiones sobre
la política de encarcelamientos arbitrarios de la Coalición, y en
2005 se refería a “[…] la detención de miles de personas sin el
procedimiento debido”. Annan también señaló que “[…] las
detenciones prolongadas sin acceso a abogados y jueces están
prohibidas por las leyes internacionales, incluidas las realizadas en
estado de emergencia” [86]. En marzo de 2006, Annan reiteraba una
vez más estas preocupaciones, haciendo una manifestación rotunda
respecto a que los argumentos de la Coalición sobre seguridad eran
“inaceptables” [87]. La Alta Comisionada de NNU para los Derechos
Humanos, Louise Arbour, hizo las mismas afirmaciones y la misión de
asistencia de Naciones Unidas en Iraq ha criticado con frecuencia las
operaciones de arrestos masivos y el gran número de detenidos sin
acceso a una apelación judicial [88].
Conclusión
Las Convenciones de
Ginebra y el Convenio Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos
establecen estándares claros sobre el estatuto legal y el trato de
los prisioneros de guerra y presos comunes. De acuerdo con estos estándares,
es ilegal mantener arbitrariamente a personas retenidas e
incomunicadas. Todos los detenidos tienen garantizado el derecho a
consejo legal y a un proceso conforme con la ley. Tienen derecho a un
trato decente y a unos estándares humanos de encarcelamiento; tienen
derecho a establecer contacto con la Cruz Roja y no deben ser
maltratados. Las leyes internas de EEUU, Reino Unido y otros miembros
de la Coalición, y las leyes de Iraq, también garantizan protección
contra las detenciones arbitrarias, extrajudiciales e incomunicadas.
EEUU y Reino Unido
han alegado poco convincentemente que tienen autorización según un
documento anejo a la resolución 1546 del Consejo de Seguridad de NNUU,
para retener a presos en razón de las “necesidades militares” o
de “exigencias imperativas de seguridad”. El Consejo [de
Seguridad] podría no haber previsto una interpretación tan abusiva
de estos términos. El Secretario General Kofi Annan ha rechazo esta
interpretación.
Decenas de miles de
personas inocentes han sido objeto de detenciones abusivas, separadas
de sus familias y mantenidas incomunicadas durante largos periodos de
tiempo. Esta política ha aterrorizado a la población iraquí, ha
producido graves daños y ha violado gravemente la legislación
internacional.
(*) Tercera
parte del informe de marzo de 2007 “War and Occupation in Iraq”,
elaborado por ‘Global Policy Forum’ como balance de los cuatro
primeros años de ocupación de Iraq. Las partes I y II de este
informe fueron publicadas en la edición de SoB del 6 de mayo pasado.
Notas de los
autores e IraqSolidaridad:
1. Citado por la
general de Brigada Janis Karpinski, en el informe del noticiario de la
BBC “Iraq Abuse Ordered From the Top”, 15 de junio de 2004.
2. Este capítulo
trata el tema de las detenciones pero no la tortura. Para la tortura,
véase el capítulo X, traducido en IraqSolidaridad: Informe de
‘Global Policy Forum’ (IV): Desde el comienzo de la ocupación,
han muerto decenas de iraquíes bajo detención. Malos tratos y
torturas a prisioneros <01_05_07_Informe%20–Global_III.html> .
3.
“Report of the International Committee of the Red Cross (ICRC) on
the Treatment by the Coalition Forces of Prisioners of War y Other
Protected Persons by the Geneva Conventions in Iraq durig Arrest,
Internement y Interrogation”, International Committee of the Red
Cross, February, 2004 ["ICRC Report"], p. 7.
4. ICRC Report, pp.
21–22–
5. El ICRC informó
de que esta estimación fue dada por los oficiales del servicio de
espionaje militar de la Coalición, ibid., p.8.
6.
Amnesty International, “Beyond Abu Ghrain”, marzo, 2006, p. 17.
7.
UN Assistance Mission for Iraq (UNAMI), Human Rights Report 1 November–31
December 2005. Véase también Will Dunham. "US Holds Bulging
Prisoner Population in Iraq", Reuters,. 28 de diciembre de
2005.
8. UNAMI 1 November–31
December, 2006, p.18.
9. Véase más abajo
el debate sobre esas instalaciones y sobre el lento proceso de
registro. En marzo de 2005, se estimaba que 1.300 personas estaban
retenidas en instalaciones de paso (Edward Wong, “US Jails in Iraq
are Bursting with Detainees". The
New York Times, 4 de marzo de 2005).
10. Human Rights
Watch, "No Blood, No Foul", julio de 2006, ofrece una
información exhaustiva sobre dos de esas instalaciones secretas–
Campo Nama y Campo Diamondback– que estaban en funcionamiento en
2005.
11.
IRIN (UN), "Child Prisoners Left Without Suppor", 30 de
Julio de 2006. Véase también "The Other Prisoners",
The Guardian, 20 de mayo de 2004, artículo que presenta mucha
información sobre las mujeres presas.
12.
Neil Mackey, "Iraq's Child Prisoners", Sunday Herald, 1de
agosto de 2004.
13.
IRIN (UN), "Child Prisoners".
14.
“US Held Youngsters at Abu Ghraib", BBC News Site, 11 de marzo,
2005.
15.
“Beyond Abu Ghraib”, p. 16. Janis Karpinski, responsable de
los vigilantes de la cárcel en 2003, cree que los presos se renovaban
como media cada 4–6 meses, lo que sugeriría que el total de presos
estaría por encima de los 100.000 (comunicación privada de enero de
2007).
16. En octubre de
2004, por ejemplo, el Congreso de EEUU aprobó una ley por la que se
requería al Departamento de Defensa para que informara regularmente
del número de personas retenidas bajo custodia del ejército. ("Behind the Wire" pp. i y ii). En esa misma época, el
Tribunal Supremo estadounidense tomó una importante decisión en el
caso Raisul vs Bush que influyó también en la política de
detenciones.
17.
Human Rights Watch, "The New Iraq", enero de 2005, pp.
6–7.
18.
"Beyond Abu Ghraib", pp. 8–9.
19. Ibíd., pp. 6 y
9.
20. Véase nuestro
cuadro de cifras. Consideramos que el total ascendió de unos 13.000 a
alrededor de 20.000 en ese periodo.
21. Desde 2004, el
Comité Internacional de la Cruz Roja ha mantenido negociaciones con
las autoridades iraquíes para conseguir el acceso [a los presos] y
existen varios informes en los que se dice que el acceso pudo empezar
en 2007, aunque no se sabe en qué términos y con qué limitaciones.
22.
"The New Iraq", p. 3.
23.
UNAMI, "1 January–28 February, 2006", p. 6.
24.
UNAMI, "1 July–31 August, 2006", p. 14.
25.
UNAMI, "1 November–31 December, 2006", p. 18.
26. Ibíd. Los
informes de UNAMI pueden encontrarse traducidos en IraqSolidaridad, el
último, en su apartado relativo a detenidos. Véase: UNAMI: Aumenta
el número de presos en Iraq hasta 38.000 personas.
<05–05–07Informe–UNAMI.html>
27. Multinational
Force, Central Criminal Court of Iraq, 28 de noviembre de 2005,
http://www.mnf–iraq. com/TF134/Trials.htm.
28.
"Beyond Abu Ghraib", pp. 22–24.
29.
"Beyond Abu Ghraib" pp. 22–24. El Comité del Reino
Unido es conocido como Divisional Internment Review Committee.
30.
Ibíd., pp. 37–38.
31.
Eric Schmitt y Carolyn Marshall, "In Secret Unit's 'Black Room,'
a Grim Portrait of U.S. Abuse”, The New York Times, 19 de marz0 de
2006.
32. Véase los
comentarios en "Beyond Abu Ghraib”, pp. 31, 33, y 34.
33.
Human Rights First, "Behind the Wire”, marzo de 2005, p. 7.
34.
Josh White y Scott Higham, "Army Calls Abuses `Aberrations'“,
The Washington Post, 23 de julio de 2004. En algunos casos, el
Pentágono y la CIA han secuestrado a presos de Iraq y los han llevado
a otros lugares, evidentemente a buques o países terceros, para
encarcelarlos e interrogarlos. Uno de esos presos se informó de que
fue trasladado a Egipto, otros a una cárcel secreta en la isla de
Diego Garcia, y a otros países árabes o del este de Europa.
35. Véase The New
York Times y Reuters, 17 de junio de 2004. El Informe Tabula hace
referencia a esta práctica. Véase también Human Rights First,
"Ending Secret Detentions”, junio de 2004 y ACLU, "Enduring
Abuse”, abril de 2006, esp. Section 5, pp. 45–49. Parece claro que
el Comité Internacional de la Cruz Roja ha tenido algún tipo de
acceso a los prisioneros de la Coalición, tal como el informe
filtrado en febrero de 2004 pone de manifiesto (29 visitas a 14
instalaciones), pero el acceso fue muy poco satisfactorio o incompleto
tal como el informe también pone de manifiesto.
36. "Beyond Abu
Ghraib”, abril de 2006, p. 6. Human Rights First estima que al menos
una docena de presos fueron trasladados al extranjero ("Behind
the Wire”, p. 6).
37.
Gaby Hinsliff, "Blair Envoy Reveals Plight of Iraqis Left in Jail
Maze", The Observer, 9 de abril de 2006.
38. Información
procedente de Amnesty International y Human Rights Watch. Estas
organizaciones aparentemente han tenido acceso a cárceles en Kurdistán.
A AI al parecer se le permitió al principio de la ocupación una
visita a una prisión de Mosul.
39. Cinco expertos
independientes de la Comisión de Derechos Humanos de NNUU han hecho
varias peticiones para llevar a cabo visitas. Véase "Beyond Abu Ghraib”, p. 34–35.
40. Ed Vulliamy,
"Red Cross Denied Access to PoWs", The Observer, 25 de mayo
de 2003; "Behind the Wire", Human Rights First, marzo de
2005; en 2006, Amnesty International escribía que el ICRC “[…] no
tiene acceso a las instalaciones de internamiento de brigadas y
divisiones de las Fuerzas Multinacionales–, es decir, las bases
militares donde se mantenía principalmente a los prisioneros durante
los primeros días o semanas de su detención, “Beyond Abu Ghraib”,
p. 34.
41.
Matt Kelley, "US Holds About 10,500 Prisoners in Iraq",
Associated Press, 30 marzo 2005.
42. La información
de este apartado está en gran parte sacada de Human Rights First,
"Behind the Wire”, mrazo de 2005 y "Beyond Abu Ghraib”.
43.
Véase Taguba Report, p. 38.
44.
Seymour M. Hersh, "Torture at Abu Ghraib", The New Yorker,
10 de mayo de 2004: <http://www.newyorker.com/fact/content/?040510fa_fact>.
45. George W. Bush,
discurso en la Academia de Guerra del Ejército Estadounidense,
Carlisle, Pennsylvania, 24 de mayo de 2004.
46.
"Beyond Abu Ghraib”, p. 18. Esta cifra la tomó Amnistía
Internacional de la web oficial de la Coalición Multinacional [de
ocupación] (MNF).
47.
Associated Press, "Inmates Transferred out of Abu Ghraib as
Coalition Hys Off Control”, 3 de septiembre de 2006. Véase también
Nancy A. Youssef, "Abu Ghraib No Longer Houses any Prisoners,
Iraqi Officials Say”, McClatchy Newspapers, 26 de agosto de 2006.
48.
Patrick Quinn, "US War Prisons Legal Vacuum for 14,000”,
Associated Press, 16 de septiembre de 2006.
49.
“CID Report of Investigation”, Department of the Army, 10th
Military Police Detachment, Third Military Police Group, Campo Bucca,
Um Qasr, 8 de junio de 2003.
50.
Jackie Spinner, "Remote Facility in Iraq Shows New Face of US
Prison System", The Washington Post, 21 de junio de 2004.
51.
"US Military Occupation Facilities – Umm Qasr”, Global
Security: http://www.globalsecurity.org/military/world/iraq/umm–qasr.htm.
Abril de 2006. Amnistía Internacional informó de que en
noviembre de 2005 había 7.365 prisioneros en Campoo Bucca, véase
"Beyond Abu Ghraib”, marzo de 2006, p. 18.
52.
Jackie Spinner, "Remote Facility”, op. cit.
53.
Bradley Graham, "Prisoner Uprising In Iraq Exposes New Risk for
US", 21 de febrero de 2005; Bradley Graham, "US to Expy
Prison Facilities in Iraq”, The Washington Post, 10 de mayo de 2005.
Sobre revueltas en Campo Bucca, lease en IraqSolidaridad: Matt
Kelley: El número de prisioneros iraquíes alcanza los 10.500, según
el Pentágono. Aumenta el número de prisioneros a medida que se
incrementa la insurgencia contra los ocupantes <http://www.nodo50.org/iraq/2004–2005/docs/presos_7–04–05.html>
.
54.
Multinational Force, "New Theater Internment Facility Opens in
Northern Iraq”, 30 de octubre de 2005.
55.
"Beyond Abu Ghraib”, p. 18.
56.
Douglas Jehl, "Earlier Jail Seen as Incubator for Abuses”, The
New York Times, 15 de mayo de 2004.
57.
"Beyond Abu Ghraib”, p. 40. Véase en IraqSolidaridad
Kulu al–Arab: Entrevista a Abdelyabar al–Kubaysi tras su liberación.
"Varios detenidos murieron bajo tortura"
<http://www.nodo50.org/iraq/2004–2005/docs/represion_3–01–06_2.html>
58.
"ICRC Report”, p. 4.
59.
Patrick Quinn, "US War Prisons;" Bradley Graham, "US to
Expy".
60.
UNAMI, "1 July–31 August, 2006”, p. 14.
61.
Audrey Gillan, "Senior Behavior Infected Soldiers”, The
Guardian, 11 de febrero de 2005.
62.
Audrey Gillan, "Allegations of Ill–Treatment After Protest by
Iraqi Detainees”, The Guardian, 24 de diciembre de 2005.
63. Ibíd.
64. Ibíd.
65. Amnistía
Internacional contó a 650 personas retenidas en brigadas o divisiones
en una lista publicada en noviembre de 2005: "Beyond Abu Ghraib”,
p. 17.
66.
Schmitt y Marshall, "In Secret Unit's 'Black Room'";
"No Blood, No Foul”, pp. 6–24.
67.
"No Blood, No Foul”, pp. 38–47.
68.
Véase "ICRC Report”, p. 5. Además, hemos recopilado la
lista de cárceles s de los informes de Amnistía Internacional, Human
Rights Watch y Human Rights First. “Una base avanzada de
operaciones” es una base pequeña y provisional situada cerca del
escenario de operaciones. Sobre análisis de instalaciones locales, véase
White y Higham, op. cit. GlobalSecurity.org tiene una relación de las
“bases avanzadas de operaciones” en Iraq que agosto de 2006
cuantificaba en 62. Véase
<http://www.globalsecurity.org/military/facility/iraq.htm>. Véase
en IraqSolidaridad: Informe de ‘Global Policy Forum’ (I): Las
bases de EEUU en Iraq y la nueva embajada en Bagdad <http://www.nodo50.org/iraq/2007/docs/14_04_07_Informe_Global_Bases.html>
69.
Christian Peacemaker Teams, Iraq: "Report y Recommendations on
Iraqi Detainees", enero de 2004: http://www.cpt.org/iraq/detainee_summary_report.htm,
White y Higham, op. cit. Department of the Army, The Inspector
General, "Detainee Operations Inspection, July 21, 2004 [The
Mikolashek Report].
70.
White y Higham, op. cit. Department of the Army, The Inspector
General, "Detainee Operations Inspection, July 21, 2004 [The
Mikolashek Report].
71. El Informe Taguba
presenta un caso en el que personal militar encargado de los
interrogatorios en Abu Ghraib pidió a los vigilantes que quitaran los
colchones, sábanas y ropa de los presos , y además habla sobre
peticiones del MI y de la CIA para que los guardias presionaran a los
prisioneros mediante condiciones insoportables.
72.
ICRC Report”, p. 17.
73.
Ibíd.
74.
Eric Schmitt y Carolyn Marshall. "Before y After Abu Ghraib, a US
Unit Abused Detainees" The New York Times, 19 de marzo de 2006.
75.
Packer, George. "The Lesson of Tal Afar" The New Yorker, 10
de abril de 2006.
76. Ibíd.
77. Informe Taguba,
pp. 27–31. Esta relación con breves descripciones cubre el periodo
entre junio de 2003 y enero de 2004.
78. Informe Taguba,
pp. 28–29.
79.
Robert Jay Lifton, "Doctors y Torture”, New England Journal of
Medicine, 29 de julio de 2004 y Steven H. Miles, "Abu Graib: its
legacy for military medicine”, The Lancet, Vol 364 (21 de agosto de
2004), 725–729. El Journal of the American Medical
Association ha publicado, asimismo, un artículo sobre este asunto. Véase,
C. Reis et al, "Physician Participation in Human Rights Abuses in
Southern Iraq”, JAMA, Vol 291, 2004, pp. 1480–1486.
80. Miles, p. 726.
81. Ibíd.
82. Ibíd., pp. 726,
728.
83. Ibíd., p. 726.
84. Ibíd., p. 728 y
Lifton, "Doctors y Torture".
85. Citado en Mariam
Karouny y Alastair Macdonald, "Iraq Slams U.S. Detentions,
Immunity For Troops”, Reuters, 14 de septiembre de 2005.
86. UN Doc. S/2005/373,
Annan, Kofi. "Report of the Secretary–General pursuant to
paragraph 30 of resolution 1546", 7 de junio de 2005, párrafo
72.
87. UN Doc. S/2006/137, Annan, Kofi. "Report
of the Secretary General Pursuant to Paragraph 30 of Resolution
1546", 3 de marzo de 2006.
88. Todos los
informes bimestrales de UNAMI ofrecen comentarios sobre el sistema de
detención.
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