¿Quiénes son los verdaderos terroristas en Iraq?
Por
Steve Watson
Inforwar.net, 05/02/07
La Haine, 23/05/07
Traducido por Felisa Sastre
Existen pruebas contundentes de que
fuerzas especiales británicas están reclutando y entrenando a
terroristas para aumentar las tensiones étnicas. Una unidad de elite
de las SAS con un sangriento pasado trabaja impunemente y suministra
explosivos de avanzada tecnología. Se culpa a los iraníes de algunos
atentados.
Un artículo en el Sunday Telegraph de
este fin de semana [febrero de 2007] presenta pruebas de que una
unidad secreta de elite del ejército británico participa activamente
en el reclutamiento y entrenamiento de miembros de la resistencia y de
terroristas en Iraq para que actúen como agentes dobles, lo que
confirma algo sobre lo que muchos vienen especulando desde hace
tiempo: que Gran Bretaña y EEUU están implicados hasta las cejas en
los atentados en Iraq que posteriormente se atribuyen bien sea a la
resistencia sunní bien sea a misteriosas células terroristas como
las de “al–Qaeda en Iraq”. En este artículo del Telegraph
se dice lo siguiente::
En el núcleo de la “Zona Verde” (el
extraordinariamente fortificado complejo administrativo de Bagdad) se
esconde uno de los secretos mejor guardados de la guerra de Iraq. Se
trata de una célula de una pequeña y anónima unidad del ejército
británico que opera con el nombre, deliberadamente carente de
sentido, de Joint Support Group (JSG) que ha demostrado ser una de las
más letales y efectivas armas de la lucha contra el terrorismo.
Sus miembros– oficiales de todas las
graduaciones, hombres y mujeres, reclutados de los tres ejércitos–
han sido entrenados para convertir a terroristas sin piedad en espías
de la Coalición sirviéndose para ello de métodos desarrollados en
las calles del Ulster durante el último periodo de violencia, cuando
el Ejército consiguió infiltrarse en el IRA a casi todos los
niveles. Desde que estalló la guerra en Iraq en 2003, han sido
responsables de organizar decenas de agentes dobles iraquíes.
Una ojeada a la historia del misterioso JSG o
Force Research Unit (FRU), nombre tapadera con el que operó en
Irlanda del Norte, revela hasta qué punto el gobierno británico
apoya y se implica en actos terroristas con el fin de llevar adelante
sus planes en territorios ocupados. Iraq, tal como parece, no es una
excepción inesperada.
El FRU es la misma célula ultra secreta de las
SAS (1), cuyas actividades criminales en Irlanda del Norte fueron
investigadas por el ex comisionado de Scotland Yard, Sir John Stevens,
durante más de una década, durante la cual se descubrió que la
unidad estuvo implicada en el asesinato de civiles en Irlanda del
Norte.
Según los investigadores, ‘Los servicios de
espionaje militar se confabularon con los terroristas para ayudarles a
asesinar supuestos “objetivos legítimos”, entre ellos a
republicanos activos...muchas de las víctimas de aquellos escuadrones
de la muerte apoyados por el Gobierno fueron inocentes civiles.’
“ A principios de los años 1980, los muy
secretos FRU fueron enviados a Irlanda del Norte para reclutar y
entrenar a agentes dobles para trabajar en el seno de los grupos
paramilitares”, escribe Michael S. Rose.
“ El FRU combatió el terrorismo del IRA
mediante el pago a confidentes, chantajes, celadas y otros métodos
ilegales prohibidos por la Convención de Ginebra. En el peor de los
casos, oficiales británicos decidieron que cuando fuera difícil
llevar ante los tribunales por medios legales a supuestos terroristas
del IRA, el FRU podría contratar a grupos guerrilleros al margen de
la ley, dispuestos y con medios para asesinar a los hombres del IRA.
Según Stevens Three, el FRU ayudó a terroristas protestantes para
llevar a cabo lo que, en realidad, fueron asesinatos por encargo de
católicos. Para fraguar semejantes alianzas, los oficiales británicos
tuvieron que pasar por alto el hecho de que los intereses de los
escuadrones de la muerte protestantes no eran los mismos que los del
Reino Unido y de su Gobierno.”
Más tarde, el FRU quedó al descubierto cuando
Kevin Fulton, un antiguo miembro del grupo, decidió tirar de la
manta.
Fulton trabajó para el FRU durante la mayor
parte de su carrera y se infiltró en el IRA. En su papel de agente
británico del FRU en el seno del IRA, se le dijo que “hiciera lo
que fuera’ para ganarse la confianza del grupo terrorista. Fulton lo
contó así al Sunday Herald:
“Mezclé explosivos y ayudé a desarrollar
nuevos tipos de bombas. Trasladé armas. Si me pregunta ‘¿Maté a
alguien?’ le diré que no. Pero si me pregunta si los materiales que
manipulé mataron a alguien, entonces tendré que contestarle que
algunos de los materiales que ayudé a elaborar sí lo hicieron.
Reitero que mis contactos sabían todo lo que hacía.
Nunca se me dijo que no hiciera algo que había sido decidido. ¿Cómo
puede uno fingir que es terrorista y no comportarse como tal? No es
posible. Se tiene que hacer lo que ellos hacen. La gente con la que
estaba era contundente, había cometido muchos asesinatos. Si no podía
ser bueno para ellos entonces tampoco resultaba útil para el ejército.
Si algo en lo que hubiera intervenido hubiera fracasado entonces habría
sido hombre muerto. La idea era que la única manera de golpear al
enemigo era introducirse en su seno y actuar como él. En aquella época,
no tuve problemas con esta forma de pensar.”
Fulton reveló que sus superiores le dijeron que
sus operaciones tenían ‘la aprobación en las alturas... señalando
directamente al primer ministro. El primer ministro conoce lo que está
haciendo.’
Todos los principales atentados del IRA en
Inglaterra e Irlanda del Norte han tenido la impronta del gobierno
británico y del FRU.
Antes de que se produjera el atentado de agosto
de 1998 en Omagh (que ocasionó la muerte de 29 personas), los
servicios de seguridad tuvieron información del plan y a pesar de
ello no interceptaron al grupo terrorista. ¿Por qué? Porque uno de
los miembros del grupo estaba trabajando para los servicios de
espionaje del Ejército y para el M15(2). Por ello, se permitió que
el atentado siguiera adelante.
Kevin Fulton afirma que telefoneó a sus
contactos en la policía de Irlanda del Norte (Royal Ulster
Constabulary, RUC, en sus siglas inglesas) 48 horas antes del atentado
de Omagh para avisar de que el IRA estaba preparando un atentado y dio
información de uno de los componentes del grupo que lo iba a llevar a
cabo y de la matrícula del coche.
Los documentos, presentados como parte de un
proceso judicial contra el gobierno británico planteado por un agente
descontento de los servicios del espionaje militar, revelaron también
que un comandante del FRU era el oficial de contacto del agente más
infame del ejército británico infiltrado en el IRA: un hombre cuyo
seudónimo era Stakeknife.
Stakeknife fue uno de los dirigentes de la rama
radical del IRA de Belfast. Sus contactos militares le permitieron
llevar a cabo un gran número de asesinatos terroristas con el fin de
proteger su infiltración en el IRA.
El London Observer, además, reveló algunos de
los métodos utilizados por el FRU en Irlanda del Norte, incluida la técnica
de la “bomba humana”, que consistía en “obligar a civiles a
dirigir vehículos cargados con explosivos contra los controles
militares”.
Ello esclarece, al menos. uno de los incidentes
de los que se ha informado en Iraq, ocurrido hace algo más de un año,
en el que agentes británicos de las SAS disfrazados con atuendo árabe
fueron sorprendidos intentando organizar un atentado terrorista.
Los soldados lanzaron un coche hacia un grupo de
la policía iraquí y empezaron a disparar. Según el gobernador de
Basora, Mohammed al–Waili, uno de los policías resultó muerto y
otro herido.
Los primeros informes provenientes del Servicio
Mundial de Radio de la BBC afirmaron que el vehículo utilizado contenía
explosivos.
A la vista de ello, resulta pertinente plantear
la pregunta: ¿se está asesinando a civiles en Iraq como “objetivos
legítimos”?
Hemos informado previamente con detalle de la
teoría basada en la “strategy of tension" (“estrategia de la
tensión”) o “order out of chaos" (“del orden a partir del
caos”), citando documentos del Pentágono, de investigadores
prestigiosos y del testimonio de congresistas y embajadores.
Todos ellos coinciden en que es totalmente
plausible sugerir que los gobiernos estadounidense y británico están
utilizando una estrategia secreta que sirve para mantener al país
sumido en el caos con el fin de justificar la presencia continuada de
las fuerzas de ocupación.
En muchos casos, las pruebas sugieren que el
papel de las fuerzas armadas consiste en incitar a las células
terrorista para que actúen, de forma que se expongan a ataques de
“respuesta inmediata”. Las revelaciones sobre el reclutamiento,
entrenamiento y equipamiento de los terroristas en Iraq por parte del
FRU así lo confirman.
Pero viene a la mente una pregunta todavía más
alarmante: ¿Están muriendo diariamente soldados en atentados de los
que sus superiores o bien tienen conocimiento o bien han sido
coordinados por ellos?
Recientemente ha habido informes sobre soldados
estadounidenses asesinados por miembros de la resistencia con
uniformes militares estadounidenses. Los funcionarios iraquíes dicen
que los pistoleros encubrieron sus operaciones con uniformes, chalecos
antibalas estadounidenses, armas y un convoy de al menos siete vehículos
todo terreno de los que utilizan normalmente los oficiales
estadounidenses en Iraq.
Es posible que la resistencia haya podido
conseguir un par de uniformes, pero ¿de dónde ha sacado un convoy
completo de vehículos?
Otros interesantes esclarecimientos de los hechos
se producen cuando se tiene en cuenta que los explosivos utilizados en
muchos de los atentados con bombas situadas al borde de las
carreteras, y en los coches bomba, ha quedado demostrado que han
utilizado tecnología avanzada, detonados por flashes de cámaras
fotográficas, una tecnología empleada por el IRA hace unos 15 años,
después de que los agentes británicos formaran a los terroristas
irlandeses sobre su uso.
Una vez más, Kevin Fulton proporcionó información
de vital importancia sobre el tema al revelar cómo el M15 ayudó a
comprar en EEUU componentes de bombas y tecnología que posteriormente
el FRU utilizó en Irlanda del Norte, y en la actualidad ha llegado a
las manos de los combatientes de la resistencia en Iraq.
“A finales de 1993 y principios de 1994, fui a
Estados Unidos acompañado de oficiales del M15, el FRU y la unidad
especial del RUC. Ellos habían establecido ya los contactos en Nueva
York a través de sus relaciones con colegas del FBI,” contó Fulton
al Sunday Tribune en junio de 2002. El viaje de Fulton fue confirmado
por el FBI, según Matthew Teague del Atlantic. El Independent del
domingo “ha hablado también con un republicano, miembro destacado
del IRA a principios de los años 1990, quien confirmó que Fulton había
iniciado al IRA en las nuevas tecnologías y que el IRA las compartió
con ‘organizaciones extranjeras del mismo tipo.’”
No puede haber pruebas más contundentes de que
nuestras fuerzas especiales están reclutando, entrenando y armando a
la resistencia iraquí.
Más aún, en un intento de desviar la
responsabilidad de las fuerzas especiales británicas y
estadounidenses, el gobierno de EEUU ha tratado de echar la culpa a Irán
por el uso de esta tecnología avanzada de bombas detonadas mediante
rayos infrarrojos:
“Según datos del ejército estadounidense, 198
soldados estadounidenses y británicos ha resultado muertos y más de
600 heridos por artefactos explosivos de tecnología avanzada,
fabricados en Irán y pasados de contrabando a través de las zonas
pantanosas del sur del país y a lo largo del río Tigris. Según el
ex subsecretario de Estado, Martin Indyk, se han llevado a cabo
intentos de acabar con esas redes, combinados con la decisión de
enviar un segundo portaviones al golfo Pérsico como advertencia a Irán,
lo que de manera significativa incrementa los riesgos.”
En consecuencia, tenemos pruebas concluyentes de
que Gran Bretaña y Estados Unidos reclutan terroristas en Iraq, los
entrenan, les suministran explosivos y tecnología avanzada para la
detonación y después responsabilizan de los atentados a Irán,
aumentando así las posibilidades de extender la guerra al otro lado
de la frontera iraní.
El FRU es, tal como se ha dicho antes, una rama
de las SAS. Un repaso superficial de algunas de las actividades
secretas de las SAS, junto a sus colegas de las fuerzas Delta
estadounidenses, implicando a grupos terroristas, pone de manifiesto,
una vez más, el hecho de que los dirigentes británicos y
estadounidenses no están comprometidos en la guerra contra el
terrorismo: la están perpetuando como parte de su agenda total.
Las fuerzas especiales británicas y
estadounidenses es evidente que facilitaron el camino para la entrada
de mujahidines islámicos y armas en los Balcanes a principios de los
años noventa, y los entrenaron para combatir a los serbios durante el
conflicto bosnio.
Asimismo, las SAS, de acuerdo con una estrategia
conjunta del M15 y los servicios de espionaje de la Defensa
estadounidense, como es sabido, entrenaron después a los terroristas
del ejército de Liberación de Kosovo en los Balcanes desde mediados
a finales de los años noventa, lo que han corroborado varias
investigaciones.
El KLA (Ejército de Liberación de Kosovo, en
sus siglas inglesas) se sabe que estaba infiltrado en aquella época
por“Al Qaeda” o mujahidines relacionados con Osama Bin Laden,
quien había declarado “la guerra total contra Estados Unidos”.
Incluso se llegó a afirmar que Bin Laden había financiado
directamente al grupo, mientras EEUU y Gran Bretaña seguían adelante
entrenando al KLA en secreto.
Entonces, se utilizó al KLA para aumentar las
tensiones étnicas y para desestabilizar la región, exactamente igual
de lo que está sucediendo ahora en Iraq. Los atentados del KLA
sirvieron para justificar la intervención occidental en los Balcanes.
Existen además muchas pruebas de que las fuerzas
especiales británicas y estadounidenses ayudaron a crear, apoyaron y
entrenaron células terroristas albanas desde las que se transfirieron
grandes cantidades de dinero hacia las finanzas del KLA.
Es preciso investigar de inmediato las
actividades del FRU en Iraq. Tenemos una unidad del Ejército actuando
al margen de la ley y de la Convención de Ginebra en una zona en
guerra. Más aún, esa unidad tiene un extremadamente sucio pasado que
comprende el haber llevado a cabo atrocidades terroristas para
responsabilizar de ellas a personas o grupos de los que quiere
librarse.
El proyecto director en Iraq es el establecer
bases permanentes y desde allí controlar Oriente Próximo. Así que
se permite que la guerra prosiga con furia para mantener a nuestras
fuerzas allí.
Las pasadas actuaciones del FRU, asimismo,
demuestran claramente que el gobierno británico no está comprometido
en una verdadera guerra contra el terrorismo sino que se sirve de métodos
terroristas para encubrir sus grandes proyectos de conquista y control
allí donde les venga en gana, y las fuerzas Delta de Estados Unidos
trabajan en estrecha connivencia con esta unidad de las SAS con el
mismo objetivo.
Notas:
1. N.T. : Fuerzas especiales del ejército británico:
The Special Air Service Regiment (SAS).
2.
N.T. El M15 es el servicio de espionaje británico.
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