Informe
de ‘Global Policy Forum’ (VII) (*)
Más
de la mitad de la población iraquí vive por debajo del umbral de la
pobreza
Desplazados
y mortalidad: una aguda crisis humanitaria
Global
Policy Forum, marzo de 2007
IraqSolidaridad,
27/05/07
Traducido
por Consuelo Delgado
“La
violencia y la creciente pobreza han provocado en Iraq un movimiento
de población sin precedentes. En abril de 2007 se habían desplazado
más de cuatro millones de iraquíes, alrededor del 14 % del total de
la población nacional. De esa cifra, en torno a 1,9 millones de iraquíes
eran desplazados internos y más de 2,2 millones habían emigrado a
otros países. ACNUR habla de su ‘[...] creciente preocupación por
el rápido deterioro de la situación humana a la que se enfrentan
cientos de miles de desplazados iraquíes, tanto dentro como fuera de
su país’.”
“Os
ayudaremos a construir un nuevo Iraq, próspero y libre.” (George W.
Bush, presidente de Estados Unidos, 17/03/07)
En
marzo de 2003 la invasión de Iraq por la Coalición [dirigida por
EEUU] produjo muchas muertes de civiles, pero no provocó una gran
crisis humana ni migraciones en masa. Pronto, sin embargo, las
operaciones contra la resistencia, incluidos los ataques masivos a
ciudades como Faluya, Nayaf y Tal Afar, condujeron a un considerable
aumento de la mortalidad y a grandes desplazamientos, que afectaron a
cientos de miles de personas [1]. También el desempleo y la pobreza
se incrementaron espectacularmente, a medida que las instituciones del
Estado se deterioraban o desaparecían.
A
comienzos de 2006 los enfrentamientos sectarios empeoraron y la
violencia entre comunidades produjo un incremento de muertos y
heridos, así como nuevos desplazamientos a gran escala. El sistema de
ayuda internacional no ha sido capaz de responder a los crecientes
retos humanitarios. Las ONG humanitarias se han retirado hace mucho
tiempo y los gobiernos donantes han permanecido al margen. Las
agencias internacionales de ayuda se han enfrentado por sí solas a
graves problemas para llegar hasta los iraquíes en peligro y para
reunir fondos para una crisis cada vez más profunda [2].
Los
desplazados
La
violencia y la creciente pobreza han provocado en Iraq un movimiento
de población sin precedentes [3]. En abril de 2007 se habían
desplazado más de cuatro millones de iraquíes, alrededor del 14% del
total de la población nacional. De esa cifra, en torno a 1,9 millones
de iraquíes eran desplazados internos y más de 2,2 millones habían
emigrado a otros países [4].
El
Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) habla
de su “[...] creciente preocupación por el rápido deterioro de la
situación humana a la que se enfrentan cientos de miles de
desplazados iraquíes, tanto dentro como fuera de su país” [5].
La
Agencia para los refugiados prevé que muchas personas vulnerables que
aún no ha huido terminarán abandonando sus casas en un futuro próximo
a medida que la violencia y la lucha entre comunidades aumente [6].
Muchísimas personas necesitan urgentemente ayuda, alimentos y un
techo. La magnitud del problema y la dificultad de llegar hasta los
desplazados hacen muy ardua la tarea del sistema de ayuda
internacional.
Las
operaciones de la Coalición
Desde
2003, muchos iraquíes se han visto desplazados debido a las
operaciones militares de la Coalición estadounidense. Estas
operaciones, que incluyen intensos bombardeos aéreos y terrestres,
han obligado a los habitantes a abandonar en masa sus hogares. Más de
200.000 personas huyeron durante los ataques de Faluya en 2004 [7], y
cientos de miles más se desplazaron con los ataques a otras ciudades.
Muchas familias no han podido regresar [a sus hogares] debido a la
inseguridad existente, a las continuas ofensivas militares, a la falta
de agua, electricidad y servicios sanitarios y porque han destruido
sus viviendas y lugares de trabajo [8]. A comienzos de 2006, según cálculos
del Proyecto de reconstrucción de Faluya, alrededor de 65.000
personas de esa ciudad seguían estando desplazadas [9].
La
violencia sectaria
Mientras
que en 2006 las operaciones militares obligaban a la gente a dejar sus
casas, la principal causa del desplazamiento [actual] ha pasado a ser
la violencia sectaria, especialmente en Bagdad.
ACNUR
calcula que entre febrero de 2006 y marzo de 2007 unas 730.000
personas han huido de sus hogares debido a la violencia sectaria
[generada] tras el ataque al santuario al–Askari en
Samarra [10]. Los iraquíes se han visto amenazados por su
afiliación religiosa o su profesión. Milicias sectarias y grupos
armados han atacado las mezquitas, los mercados y los pueblos de sus
rivales. Los barrios mixtos se han ido polarizando cada vez más.
Las
minorías y los profesionales
Las
comunidades minoritarias están especialmente en peligro. Los informes
parecen indicar que la persecución religiosa ha llevado al
desplazamiento de cristianos, turcos, asirios y sabeo–mandeos, entre
otros. Los sabeo–mandeos, una comunidad muy antigua, han disminuido
desde los 13.500 en 2001 hasta apenas 4.000 en 2006 [11]. La mitad del
millón y medio de asirios que vivían en Iraq antes de 2003 han
abandonado el país y los 750.000 restantes se están trasladando
hacia “zonas seguras” en Zako y el norte de Nínive [12]. Muchos
cristianos han huido a Siria y Jordania, y un número significativo
también ha buscado refugio en la zona iraquí del Kurdistán [13].
Los
palestinos refugiados en Iraq tienen que hacer frente a condiciones de
vida muy difíciles y son víctimas de continuas amenazas y ataques.
Los medios de comunicación palestinos informan de que se han
producido más de 655 ataques contra palestinos y han muerto al menos
186 [14]. En Bagdad, los palestinos temen en extremo por su vida y han
expresado su deseo de marcharse en cuanto puedan [15]. Pero para
muchos palestinos abandonar Iraq no es una opción, ya que no poseen
documentos válidos para viajar [16]. ACNUR calcula que alrededor de
850 palestinos de Iraq están atrapados en la frontera con Siria [17].
Un grupo de 365 viven en tierra de nadie, entre las fronteras de Iraq
y Siria, y se niegan a regresar a Iraq al tiempo que el gobierno sirio
les ha denegado su entrada [18]. Países vecinos como Jordania,
Kuwait, Arabia Saudí y Siria se niegan a admitirlos [19] y el regreso
a los territorios palestinos no es una alternativa. Sólo alrededor de
15.000 de los 34.000 palestinos que se cree que había en Iraq [antes
de la invasión] permanecen en el país [20].
Muchos
profesionales se han convertido en un objetivo [militar] debido a su
trabajo; es el caso de académicos, educadores, profesores, médicos,
periodistas, políticos, abogados y jueces [21]. A muchos los han
arrestado, secuestrado, matado o forzado a huir para proteger su vida
y las de sus familias. Según el ministerio de Sanidad iraquí, entre
abril de 2003 y mayo de 2006 han asesinado a 102 médicos y a 164
ayudantes sanitarios y, en los dos últimos años, han secuestrado a
unos 250 médicos [22]. Según el índice de datos sobre Iraq de la
Brookings Institution, desde 2003 han sido asesinados 2.000 médicos
iraquíes y unos 12.000 han abandonado el país [23]. El efecto
negativo de la violencia ejercida contra los profesionales ha afectado
sustancialmente a los sistemas educativo, judicial y sanitario del país.
Desplazados
internos
Se
calcula que unos 730.000 iraquíes huyeron de sus casas hacia otros
lugares de Iraq desde los bombardeos de Samarra, y ACNUR calcula ahora
que el ritmo [de los desplazados] ha aumentado hasta llegar a los
50.000 al mes [24].
La
mayoría de estos desplazados internos han buscado refugio en casas de
familiares o en mezquitas, en edificios públicos vacíos o en
campamentos de tiendas [25]. Con escasez de alimentos, servicios
sanitarios, educación y empleo, los desplazados internos viven en
condiciones muy míseras [26]. Los edificios públicos son
especialmente insalubres; a menudo están abarrotados de gente,
carecen de agua potable, de una higiene adecuada y de unos servicios básicos
en condiciones que favorecen especialmente las enfermedades
infecciosas [27]. Además, sus ocupantes están constantemente bajo la
amenaza de ser expulsados, sin que se les proporcione un alojamiento
alternativo. Los que viven en campamentos a menudo tienen que elegir
entre estar lejos de las operaciones militares o de otros objetivos
[de la ocupación], o estar cerca de centros educativos y sanitarios.
Familiares
y conocidos han alojado a sus parientes desplazados y comparten con
ellos sus limitadas provisiones, pero según ACNUR esto ha creado una
“[…] creciente tensión entre las familias por la escasez de
recursos” [28].
Las
agencias de ayuda humanitaria se enfrentan a grandes dificultades para
auxiliar a los desplazados internos. Las operaciones de NNUU están en
su mayoría dirigidas desde Amán y Kuwait. La falta de seguridad y
las restricciones impuestas por los militares han impedido llegar a
las personas que necesitan asistencia y protección. Las fuerzas de la
Coalición han negado a los grupos de ayuda locales el acceso hasta
las comunidades de desplazados [29]. Los grupos de ayuda son también
víctimas de la intimidación por parte de las milicias por ayudar a
familias desplazadas de otras creencias religiosas [30].
Los
refugiados en los países vecinos
Además
de los 1,9 millones de desplazados internos, más de 2,2 millones de
iraquíes han buscado refugio en otros países. Al menos 1,2 millones
de iraquíes han huido a Siria y unos 750.000 a Jordania. Asimismo,
hay más de 100.000 iraquíes refugiados en Egipto, 54.000 en Irán,
40.000 en Líbano, 10.000 en Turquía, unos 200.000 en los Estados del
Golfo Pérsico y alrededor de 200.000 han huido a Europa, Estados
Unidos [EEUU] y Nueva Zelanda [31]. Un informe de ACNUR señala que
las solicitudes de asilo de los iraquíes en países industrializados
aumentaron hasta el 77% en 2006, convirtiendo Iraq en el primer país
de solicitantes de asilo en 2006 [32].
En
los países vecinos, las tensiones van en aumento ya que los servicios
públicos están desbordados por el elevado número de refugiados.
Siria se ha vuelto más restrictiva; ahora cobra la asistencia
sanitaria y ha reducido la duración de los visados de entrada de seis
a tres meses, lo que obliga a los refugiados a salir del país para
renovarlos [33]. Líbano ha cerrado sus fronteras a los refugiados
iraquíes y las autoridades libanesas han incrementado las detenciones
por residencia ilegal, forzando a los refugiados a elegir entre la cárcel
o la deportación [34]. Jordania, preocupada por los riesgos de
inestabilidad, ha endurecido sus leyes de inmigración y ahora exige
que los iraquíes posean un nuevo tipo de pasaporte [35]. La nueva
medida ha aumentado la sensación de inseguridad experimentada por
muchos iraquíes en Jordania. Amán ya ha cerrado sus fronteras a los
hombres jóvenes, lo que empuja a las familias a separarse [36] y
dificulta la asistencia de los niños iraquíes a los colegios públicos
[37]. [La ONG] Refugees International informa de que en algunos casos
los responsables de aduanas han emitido visados de tránsito que
expiran a los pocos días, con lo que abocan a los iraquíes a la
deportación [38].
Crisis
de larga duración y de graves consecuencias
Cientos
de miles de desplazados iraquíes —tanto dentro como fuera del país—
necesitan ayuda de manera acuciante: alojamiento, sanidad, educación,
asistencia legal, alimentos y medicinas. ACNUR pronostica que la
crisis humana de Iraq durará años [39]. La agencia de NNUU está
especialmente preocupada porque los desplazamientos perdurarán en el
tiempo y prevé que para la mayoría de los desplazados internos:
“[...] Esto no es un desplazamiento temporal” sino “[...] un
desplazamiento permanente” [40]. Este desplazamiento tiene
consecuencias que traspasan las fronteras del país, pues afecta a
Siria, Jordania, Egipto, Turquía, Irán y otros países de fuera de
la región.
En
enero de 2007, ACNUR hizo un llamamiento solicitando 60 millones de dólares
para financiar sus programas durante este año [41], un aumento
significativo con respecto a los 29 millones de dólares de 2006. Sin
embargo, “[…] incluso los 60 millones de dólares no dan para
mucho” [42], advierte Andrew Harper, director de las operaciones
[humanitarias] de ACNUR en Iraq. Cubrir todas las necesidades humanas
de Iraq a largo plazo supondría manejar “[…] cientos de millones
de dólares, si no miles de millones”, añade. “[…] Ésta es una
operación [humanitaria] que va a tener que durar años” [43]
Mortalidad
El
índice de mortalidad en Iraq ha aumentado sustancialmente desde la
invasión. Las encuestas demográficas, el balance de los muertos
utilizando la información diaria de la prensa, los datos de los depósitos
de cadáveres y de los hospitales y los estudios epidemiológicos,
todo ello demuestra que la población iraquí ha pagado un altísimo
precio. Desde marzo de 2003, a muchísimas personas se les ha privado
del derecho a la vida.
Los
gobiernos de EEUU y Reino Unido han insistido públicamente en que
ellos “[…] no contabilizan los muertos”, y de esta forma no hay
cálculos fiables de las muertes de civiles o de militares iraquíes
[44]. No obstante, varios estudios han intentado registrar el número
de muertos en Iraq durante la ocupación [contando con las siguientes
fuentes]:
–
Las cifras que da el ministerio de Sanidad iraquí de los cadáveres
llevados a los depósitos y los hospitales [45].
–
Los informes bimensuales sobre derechos humanos de UNAMI [Misión de
Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas para Iraq], que proporciona datos
basados en “[…] el número de muertos registrados por el
ministerio de Sanidad a partir de las cifras de los hospitales de todo
el país y del Instituto Médico–Forense de Bagdad” [46].
–
Los informes trimestrales que el ministerio de Defensa de EEUU
presenta ante el Congreso, que proporcionan datos aproximados del
promedio de iraquíes muertos y heridos [47].
–
Iraq Body Count, una base de datos pública e independiente donde se
recogen las muertes de civiles reseñadas en fuentes periodísticas de
habla inglesa [48].
–
Iraq Coalition Casualty Count, una página web que recoge básicamente
las bajas de las fuerzas de la Coalición, pero también los muertos
iraquíes, sobre la base de una recopilación de informes de las
agencias de noticias [49].
–
El estudio de las condiciones de vida en Iraq [50], un estudio del
Programa de Desarrollo de NNUU que evalúa las condiciones de vida en
Iraq entre abril de 2002 y abril de 2004.
–
Dos encuestas realizadas por la Escuela de Salud Pública Bloomberg de
la Universidad Johns Hopkins y publicadas en The Lancet, la revista médica
más prestigiosa de Reino Unido. El primer estudio [51] apareció en
2004 y calculaba el aumento de muertes producidas entre marzo de 2003
y septiembre de 2004 [respecto al período inmediatamente anterior a
la invasión]. El estudio Hopkins más reciente [52] se publicó en
octubre de 2006 y cubría el periodo mucho más largo que va de marzo
de 2003 a junio de 2006.
Las
encuestas Hopkins de 2004 y 2006 son los dos únicos estudios que se
han elaborado exclusivamente para analizar la evolución de la
mortalidad total en Iraq desde la invasión [53]. Por ejemplo, el
estudio de las condiciones de vida en Iraq se diseñó para analizar
las condiciones generales de vida en Iraq. Como parte de las
conclusiones el estudio incluía un apartado sobre las muertes en los
hogares, que determinó que entre marzo de 2003 y abril de 2004 se
produjeron 24.000 muertes relacionadas con la guerra [54]. Los
informes bimensuales de UNAMI cubren un amplio abanico de temas
relacionados con los derechos humanos en Iraq, entre ellos el número
de muertos civiles consecuencia de actos violentos durante los dos
meses analizados.
Los
dos estudios Hopkins suscitaron gran controversia porque sus cifras
eran altas y porque señalaban la violencia [de las fuerzas] de la
Coalición como la responsable de un gran número de muertes. El
primer estudio Hopkins calculó que en los 18 meses que van de marzo
de 2003 a septiembre de 2004 se habían producido 98.000 muertes más
(por encima de la tasa de mortalidad anterior a 2003). El estudio
llegaba a la conclusión de que “[…] la violencia fue la primera
causa de muerte” desde la invasión, “[…] atribuida
principalmente a las fuerzas de la Coalición” [55]. Los resultados
del estudio habrían alcanzado niveles aún más altos si el equipo
investigador no hubiera excluido un grupo de estudio en Faluya que
evidenciaba un número sumamente elevado de muertes violentas incluso
antes del segundo y más mortífero ataque a la ciudad, [acaecido] en
noviembre de 2004 [56].
El
segundo estudio Hopkins calculaba que durante la ocupación desde
marzo de 2003 hasta junio de 2006se habían producido 655.000 muertes
por encima de la media, una cifra tremendamente alta [57]. La
investigación se basó en un amplio muestreo de 1.849 hogares en 47
puntos diferentes seleccionados al azar y que representaban a todas
las regiones del país. El estudio preguntaba a los encuestados por
las muertes habidas en la familia y verificaba las respuestas pidiendo
los certificados de defunción, que se entregaron en el 92 % de los
casos [58]. Las conclusiones del estudio mostraron un incremento de
las muertes por la violencia en todos los lugares y un giro
proporcional hacia los actos violentos realizados por fuerzas
distintas de las de la Coalición. Sin embargo, la violencia [de las
fuerzas] de la Coalición seguía siendo la principal fuente de
violencia: un 31 % de todas las muertes [59].
Como
era de esperar, los dos estudios Hopkins han sido duramente
contestados por la Casa Blanca, Downing Street y muchos otros
defensores de la guerra y la ocupación. El presidente Bush soltó el
segundo estudio sobre la mesa diciendo: “[…] No lo considero un
informe creíble. Ni tampoco lo creen el general Casey ni las
autoridades” [60]. Cuando le preguntaron después por el informe, el
presidente dijo que el número de los que habían muerto en Iraq
durante la ocupación había sido de “30.000, más o menos”, sin
dar ninguna prueba que corroborase esa cifra [61]. Posteriormente,
Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, anunció que la cifra que
había dado el presidente “[…] no era una estimación oficial del
gobierno” [62]. Otros críticos, incluidos algunos que se oponen a
la ocupación, han cuestionado la fiabilidad y la metodología del
estudio Hopkins. Han formulado preguntas, por ejemplo, sobre la
selección de muestras y si los entrevistadores tuvieron el tiempo
suficiente para hacer todas las preguntas y obtener el consentimiento
informado de los entrevistados [63].
Los
autores del informe han defendido cumplidamente su estudio y han señalado
que el Departamento de Estado de EEUU ha utilizado satisfactoriamente
encuestas sobre la mortalidad en conflictos realizadas por los mismos
investigadores y utilizando la misma metodología [64]. Muchos
expertos en epidemiología, salud pública y estadística de
instituciones prestigiosas, entre ellas el Departamento de Desarrollo
Internacional de Reino Unido, han afirmado que este estudio estaba
bien elaborado y era fiable y que, a pesar de las difíciles
circunstancias [en que se realizó], es sumamente verosímil [65]. Sir
Roy Anderson, el jefe de asesores científicos del ministerio de
Defensa británico, defendió el diseño del estudio calificándolo de
“sólido” y afirmó que los métodos de la encuesta eran “muy
buenos” [66].
No
es éste el lugar apropiado para seguir enumerando los debates en
torno a los estudios Hopkins, pero es evidente que no se pueden
comparar directamente con fuentes alternativas como Iraq Body Count,
el estudio del Programa de Desarrollo de NNUU y las estadísticas
publicadas bimensualmente por UNAMI, ya que estas fuentes calculan de
forma distinta el número de muertes y contabilizan diferentes grupos
de personas. Iraq Body Count, por ejemplo, sólo cuenta a los no
combatientes que hayan muerto en los enfrentamientos y que hayan sido
registrados en al menos dos fuentes periodísticas de habla inglesa
[67]. Según sus datos de enero de 2007 han muerto entre 54.000 y
60.000 civiles iraquíes por las operaciones militares de la Coalición;
las cifras de UNAMI se basan en los datos de los depósitos de cadáveres
y en la información que proporciona el ministerio de Sanidad iraquí.
En su informe de derechos humanos de noviembre–diciembre de 2006,
UNAMI calcula que durante 2006, más de 34.000 civiles fueron
asesinados, con lo cual el promedio anual de civiles muertos es de 94
al día [68]. Estos métodos de “medición pasiva” son útiles
pero suministran datos que suelen ser incompletos, especialmente
durante los enfrentamientos, y por ello probablemente subestiman el
verdadero número de muertes, como el propio Iraq Body Count y otras
fuentes de medición pasiva reconocen [69]. Además, los estudios de
UNAMI y del Programa de Desarrollo de NNUU abarcan periodos de tiempo
mucho más cortos.
Los
críticos han utilizado de las diferentes estimaciones de muertos para
argumentar que los resultados de todos estos estudios son
inconsistentes. Pero todas estas estimaciones reflejan una elevada y
creciente tendencia de la mortalidad cada año de ocupación. El que
la cifra de muertos en el periodo de 39 meses [de marzo de 2003 a
septiembre de 2006] sea 655.000 o 500.000, o incluso inferior, es lo
de menos; la realidad aplastante es que las fuerzas de ocupación no
han protegido a los civiles iraquíes de la violencia, tal y como están
obligados por las Convenciones de Ginebra [70]. No se ha publicado ni
una sola estadística de mortalidad que muestre que el bienestar de
los iraquíes haya mejorado desde el comienzo de la operación
Libertad iraquí.
Las
causas de muerte
La
falta de datos hace difícil saber con precisión las causas del
aumento de muertes en el Iraq posterior a la invasión, incluidos
factores tales como el conflicto armado, las infraestructuras dañadas,
las limitaciones de agua y alimentos, las enfermedades y los
desplazamientos internos. La invasión de 2003 destruyó
infraestructuras vitales para el [abastecimiento de] agua, comida y
servicios sanitarios, ya de por sí debilitadas por la Guerra del
Golfo de 1991 y por los 13 años de sanciones [71]. Sin embargo, la
violencia armada es claramente la principal causa de la
sobremortalidad desde 2003, ya sean debidas a operaciones militares de
la Coalición, operaciones de la resistencia o, más recientemente
sobre todo, a la violencia de las milicias sectarias armadas, de los
escuadrones de la muerte y de grupos criminales. El informe de UNAMI
de septiembre–octubre de 2006 señala, por ejemplo, “[…] un gran
número de asesinatos premeditados e indiscriminados” [72], y más
adelante sigue diciendo que, “[…] según el ministerio de Sanidad
iraquí, 7.054 civiles fueron asesinados violentamente (durante ese
periodo), de los cuales no menos de 4.984 [lo fueron] en Bagdad, la
mayoría de ellos como resultado de heridas de bala” [73].
La
desintegración del sistema sanitario de Iraq ha sido un factor
agravante. Los servicios médicos iraquíes, que en otra época fueron
los mejores de la región, se han deteriorado hasta tal extremo que ya
no pueden satisfacer las necesidades de la población. Según un artículo
de [la revista] British Journal of Medicine, “más de la mitad” de
los que mueren en hospitales de Iraq se podrían haber salvado si
hubiera habido personal cualificado disponible y si las condiciones de
los hospitales hubieran sido las adecuadas [74].
Muchos
médicos iraquíes han abandonado el país debido a la falta de
seguridad [75], y los hospitales se han quedado con personal no
cualificado o con médicos que “[…] no tienen la experiencia o los
conocimientos adecuados para atender casos de urgencia” [76]. Los
hospitales y los centros sanitarios también carecen del material médico
esencial, como son equipos y medicamentos [77]. EEUU anunció al
principio de la ocupación que reconstruiría y volvería a equipar
los hospitales y los centros primarios de salud de Iraq. Pero los
retrasos, la mala planificación y la corrupción que envuelve los
proyectos de reconstrucción han hecho que esta promesa no se haya
cumplido [78].
Conclusión
Iraq
se enfrenta a una creciente y acuciante crisis humana. A partir de
abril de 2007, los cálculos de NNUU indicaban que hasta ocho millones
de personas vulnerables necesitaban asistencia inmediata [79]. Cientos
de miles de iraquíes se han visto obligados a huir de sus casas y
cientos de miles más han muerto o han sido heridos a causa de la
violencia. El sistema educativo está desmantelado [80]. El desempleo
ha alcanzado el 60% [81] y la tasa de inflación anual llegó al 70%
en julio de 2006 [82]. Se calcula que un 54% de la población iraquí
vive por debajo del umbral de pobreza, con menos de un dólar al día
y, de ellos, el 15 % vive en extrema pobreza [83]. El sistema de salud
pública se resiente y pierde capacidad [84]. El suministro de
electricidad es escaso [85]. Sólo el 32 % de los iraquíes disponen
de agua potable [86]. El racionamiento de comida del sistema público
de distribución ha dejado de funcionar en ciertas zonas del país, lo
que ha dejado a cuatro millones de iraquíes en situación de extrema
vulnerabilidad a la escasez de alimentos [87]. Entre 2003 y 2005, se
han duplicado los casos de desnutrición grave [88].
La
situación de emergencia de Iraq ha alcanzado una cota comparable con
el de algunas de los desastres más graves del mundo.
Notas
de los autores y de IraqSolidaridad:
(*)
Séptima parte del
informe de marzo de 2007 “War and Occupation in Iraq”, elaborado
por ‘Global Policy Forum’ como balance de los cuatro primeros años
de ocupación de Iraq. Las partes I, II, III,
IV, V y V de este informe fueron publicadas en las ediciones de
SoB del 6 y el 20 de mayo y el 3 de junio pasados.
1.
Véase el capítulo sobre Ciudades, de este mismo informe, para
conocer más detalles sobre los desplazamientos.
2.
Véase, por ejemplo, ACNUR, “Iraq Displacement”, 3 de noviembre de
2006.
3.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006, p.
3.
4. ACNUR, Statistics on Displaced Iraqis around the
World, abril de 2007. Véase
en IraqSolidaridad: 'Refugees International': Iraq: la mayor crisis de
refugiados mundial actual. Según NNUU, 2,3 millones de iraquíes han
huido de su país desde el inicio de la ocupación .
5.
Ron Redmont, portavoz de ACNUR en las informaciones de prensa sobre
los desplazados de Iraq, 13 de octubre de 2006.
6. ACNUR, Iraq: A Humanitarian Crisis that Will Go for
Years, 2 de febrero de 2007. ACNUR
predice que hacia finales de 2007 habrá de 2,4 a 2,7 millones de
iraquíes desplazados.
7. Naciones Unidas, Emergency Working Group –Fallujah
Crisis, “Update Note”, 13 de noviembre de 2004.
8. Internal Displacement Monitoring Center/Norwegian
Refugee Council, Iraq: Sectarian Violence, Military Operations Spark
New Displacement, as Humanitarian Access Deteriorates, 23 de mayo de
2006.
9.
Citado en Redes Integradas de Información Regional de NNUU, “Iraq:
Fallujah Situation Improving Slowly”, 21 de marzo de 2006.
10. ACNUR, Press Briefing by UNHCR Spokesperson Ron
Redmond, 20 de marzo de 2007.
11.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006, p.
13.
12.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, noviembre–diciembre de 2006, p.
13.
13.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006, p.
13.
14. ACNUR, Iraq: UNHCR Deeply Disturbed by Security
Forces Raid in Palestinian Area, 16 de marzo de 2007. Véase
en IraqSolidaridad: Nota Informativa de la CEOSI: Los palestinos de
Iraq: Refugiados por segunda vez Cientos de palestinos huidos de Iraq
se encuentran abandonados en el desierto y Manifiesto internacional en
defensa de los palestinos de Iraq 536 refugiados palestinos de Iraq se
dieron por desaparecidos o fueron asesinados en 2006 .
15. ACNUR, UNHCR Appeals to Countries to Provide
Humanitarian Solution for Palestinians Fleeing Iraq, 14 de diciembre
de 2006.
16.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006, p.
14.
17. ACNUR, Iraq: UNHCR Deeply Disturbed by Security
Forces Raid in Palestinian Area, 16 de marzo de 2007.
18. ACNUR, Palestinians in Iraq: More Fleeing,
Statement by Jennifer Pagonis, 30 de enero de 2007.
19. Human Rights Watch, Nowhere to Flee: The Perilous
Situation of Palestinians in Iraq, septiembre de 2006.
21.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006. Véase
en IraqSolidaridad: Lista de docentes universitarios asesinados en
Iraq durante el período de ocupación .
22.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, mayo–junio de 2006, p. 6.
23. Brookings Institutions, Iraq Index, 19 de marzo de
2007, p. 40.
24. ACNUR, Press Briefing by UNHCR Spokesperson Ron
Redmond, 20 de marzo de 2007.
25.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, julio–agosto de 2006, p. 13.
26. International Medical Corps, Iraqis on the Move:
Sectarian Displacement in Bagdad, enero de 2007.
27. Internal Displacement Monitoring Center/Norwegian
Refugee Council, Iraq: Sectarian Violence, Military Operations Spark
New Displacement, as Humanitarian Access Deteriorates, 23 de mayo de
2006.
28.
ACNUR, Briefing Notes, 3 de noviembre de 2006.
29. Internal Displacement Monitoring Center/Norwegian
Refugee Council, Iraq: Sectarian Violence, Military Operations Spark
New Displacement, as Humanitarian Access Deteriorates, 23 de mayo de
2006.
30.
Informe de UNAMI, julio–agosto de 2006.
31. ACNUR, Statistics on Displaced Iraqis around the
World, abril de 2007.
32. ACNUR, Asylum Levels and Trends in Industrialised
Countries, 2006 (23 de marzo de 2007).
33.
Refugees International, Iraqi Refugee Crisis: International Response
Urgently Needed, 5 de diciembre de 2006.
34.
Ibid.
35.
Los nuevos pasaportes “G” son difíciles de conseguir, ya que sólo
se han emitido desde 2006 y deben obtenerse en Bagdad. “Jordan
Tightens Iraqi Immigration”, BBC, 28 de febrero de 2007.
36.
Refugees International, Iraqi Refugee Crisis: International Response
Urgently Needed, 5 de diciembre de 2006.
37.
ACNUR, “Update on the Iraq Situation”, noviembre de 2006.
38.
Refugees International, Iraqi Refugee Crisis: International Response
Urgently Needed, 5 de diciembre de 2006.
39.
Noticias de NNUU, “Iraq Faces Dire And Long–Term Humanitarian
Crisis. UN Official Warns”, 5 de febrero de 2007.
40. ACNUR, Q&A: Iraq: A Humanitarian Operation that
Will Go on for Years. Interview with Andrew Harper, Senior Operations
Manager for UNHCR’s Iraq Operation Unit, 2 de febrero de 2007.
41. ACNUR, Supplemental Appeal Iraq Situation Response,
enero de 2007.
42. ACNUR, Q&A: Iraq: A Humanitarian Operation that
Will Go on for Years. Interview with Andrew Harper, Senior Operations
Manager for UNHCR’s Iraq Operation Unit, 2 de febrero de 2007.
43.
Ibid.
44.
Por ejemplo, la respuesta escrita dada por Kim Howells, diputado,
Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, House of Commons, 13
de diciembre de 2005; la respuesta escrita dada por Bill Rammell,
diputado, Ministerio de Asuntos Exteriores de Reino Unido, House of
Commons, 11 de enero de 2005; la afirmación de responsables del Pentágono
citada en Helen Thomas, “Who's Counting the Dead in Iraq”, Miami
Herald, 5 de septiembre de 2003. El Pentágono ha publicado cifras
sobre el número de civiles y soldados iraquíes asesinados y heridos,
únicamente por la resistencia, entre enero de 2004 y octubre de 2005
([un total de] 25.902), pero no han citado su fuente: Sabrina
Tavernise, “US Military Now Quietly Tracking Iraqi Deaths”, New
York Times, 30 de octubre de 2005. También [el Pentágono], en un
informe trimestral encargado por el Congreso, ha publicado cifras
aproximadas de la media de iraquíes asesinados y heridos, que indican
que la media diaria de muertos y heridos iraquíes civiles, soldados y
policías aumentó de 26 al día en 2004 a casi 120 diarios en agosto
de 2006 (ministerio de Defensa de EEUU, Measuring Stability and
Security in Iraq). Véase en IraqSolidaridad: Expertos mundiales en
Salud Pública exigen a EEUU y Reino Unido una investigación completa
e independiente sobre el número de víctimas relacionadas con la
guerra en Iraq "El fracaso en el recuento de las víctimas iraquíes
es una grave irresponsabilidad" y Carlos Varea: Ocupación y
resistencia: las bajas propias y ajenas de la guerra de Iraq EEUU habría
dado muerte o detenido a 50.000 iraquíes en los últimos siete meses
.
45.
La publicación de los cálculos oficiales iraquíes ha sido una
cuestión política. En abril de 2007, la UNAMI deploró públicamente
el hecho de que [el ministerio de] la Sanidad iraquí dejara de
aportar cifras de mortalidad a Naciones Unidas sin una explicación o
justificación sólida. Tras la publicación del anterior informe de
UNAMI, el gabinete del primer ministro Nouri al–Maliki acusó a
Naciones Unidas de exagerar las cifras —una acusación rechazada de
contundentemente por Naciones Unidas, que insiste en que las cifras
“[...] eran, de hecho, cifras oficiales recogidas y aportadas por un
ministerio del Gobierno”. Véase el Informe de Derechos Humanos de
UNAMI, enero–marzo de 2007, p. 5.
46.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, 1 de septiembre al 31 de octubre
de 2006. Reproducidos regularmente en IraqSolidaridad.
47.
Informes del ministerio de Defensa de EEUU al Congreso, presentados en
la sección titulada “Measuring Stability and Security in Iraq”
del informe House Conference Report 109–172 que acompaña al H.R.
1268, Emergency Supplemental Appropriations Act for Defense, the
Global War on Terror, and Tsunami Relief, 2005, Public Law pp.
109–113.
48. Iraq Body Count, http://www.iraqbodycount.net
49. Iraq Coalition Casualty Count,
http://icasualties.org/oif/default.aspx
50. “Iraq Living Conditions Survey” (ILCS, 2004).
El
estudio fue realizado por el Organismo Central de Estadística e
Información Tecnológica de Iraq con la colaboración del programa de
desarrollo de NNUU y el Instituto Fafo de Estudios Internacionales
Aplicados.
51. Roberts, L., Lafta, R., Garfield, R., Khudhairi,
J., Burnham, G., “Mortality Before and After the 2003 Invasion of
Iraq: Cluster Sample Survey”, The Lancet, vol. 364, issue 9448, 20
de noviembre de 2004, pp. 1.857–1.864.
52. Burnham, G., Lafta, R., Doocy, S., Roberts, L.,
“Mortality after the 2003 Invasion of Iraq: a Cross–Sectional
Cluster Sample Survey”, The Lancet, vol. 368, issue 9545, 21 de
octubre de 2006, pp. 1.421–1.428.
53. Iraq Analysis Group, Other Mortality Estimates.
Véase
en IraqSolidaridad: Nicolas
J. S. Davies: Enterrar el informe 'Lancet'... y con él a las víctimas
civiles de Iraq. Entre 120.000 y 500.000 iraquíes habrían sido
asesinados por las fuerzas de ocupación y
Nota Informativa de la CEOSI: 650.000 iraquíes muertos a
consecuencia de la ocupación, el 2,5% de la población Nuevo informe
de las universidades Johns Hopkins de EEUU y al–Mustansiriya de
Bagdad .
54. UNDP, “Iraq Living Conditions Survey” (ILCS,
2004), vol. II, p. 55.
55. Roberts, L., Lafta, R., Garfield, R., Khudhairi,
J., Burnham, G., “Mortality Before and After the 2003 Invasion of
Iraq: Cluster Sample Survey”, The Lancet, vol. 364, issue 9448, 20
de noviembre de 2004, pp. 1.857–1.864.
56. Ibid.
57. Burnham, G., Lafta, R., Doocy, S., Roberts, L.,
“Mortality after the 2003 Invasion of Iraq: a Cross–Sectional
Cluster Sample Survey”, The Lancet, vol. 368, issue 9545, 21 de
octubre de 2006, pp. 1.421–1.428.
58. Ibid.
59. Ibid.
60. La Casa Blanca, Press Conference by the President,
11 de octubre de 2006.
61. Peter Baker, “Bush Estimates Iraqi Death Toll in
War at 30,000”, Washington Post, 12 de diciembre de 2005.
62.
Citado en “Bush: Iraqi Democracy Making Progress”, CNN, 12 de
diciembre de 2005.
63. Véase Madelyn Hsiao–Rei Hicks, “Mortality
after the 2003 invasion of Iraq: were valied and ethical field methods
used in this survey”, Households in Conflict Network, Institute for
Development Studies, Universidad de Sussex, 2006.
64. Medialens, Burying the Lancet, Part 2, 6 de
septiembre de 2005.
65. Iraq Analysis Group, Reactions to the Study: What
have scientific experts said about the study?
66.
Citado en Owen Bennett–Jones, “Iraqi Deaths Survey Was Robust”,
BBC, 26 de marzo de 2007.
67. Iraq Body Count.
68.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, noviembre–diciembre de 2006.
69. Iraq Body Count afirma: “[…]
Lo
que intentamos hacer es proporcionar un archivo fiable de civiles
muertos de los que se haya dado noticia en fuentes [periodísticas]
solventes. Por consiguiente, nuestra máxima son las muertes
informadas: sólo éstas son muertes reales, a menos que se dé por
sentado que se informa de la muerte de todos los civiles. Seguramente
muchas bajas civiles, si no la mayoría, no llegan a notificarse a
través de los medios de comunicación”. Véase también la declaración de Iraq Coalition Casualty Count e Iraq
Analysis Group, Why Is the Number of Deaths Found by the Lancet so
much Larger than Other Estimates Commonly Quoted?
70. Convention (IV) relative to the Protection of
Civilian Persons in Time of War, Ginebra, 12 de augosto de 1949, Artículo
27: “Protected persons… shall at all times be humanely treated,
and shall be protected especially against all acts of violence or
threats thereof”.
71. Burnham, G., Lafta, R., Doocy, S., Roberts, L.,
“Mortality after the 2003 Invasion of Iraq: a Cross–Sectional
Cluster Sample Survey”, The Lancet, Vol. 368, Issue 9545, 21 de
octubre de 2006. Apéndice E: “Health in Iraq”.
72.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006.
73.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, septiembre–octubre de 2006.
74. Bassim Irheim Mohammed Al Sheibani, Najah R. Hadi y
Tariq Hasoon, “Iraq Lacks Facilities and Expertise in Emergency
Medicine”, British Medical Journal, 21 de octubre de 2006.
75. Véase Medact, Iraq Health Update, primavera de
2006.
76. Bassim Irheim Mohammed Al Sheibani, Najah R. Hadi y
Tariq Hasoon, op.cit.
77.
Medact, Iraq Health Update, primavera de 2006.
78.
Véase [en este informe] capítulo 10 (pendiente de publicarse en
IraqSolidaridad).
79.
Equipo del país [Iraq] de NNUU, citado en UNAMI, Informe de Derechos
Humanos, enero–marzo de 2007, p. 20.
80.
Federación Internacional de la Cruz Roja y Sociedades del Creciente
Rojo, Iraq: Response to Humanitarian Crisis, 12 de febrero de 2007.
81.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, enero–marzo de 2007, p. 21. Véase
también James A. Baker III y Lee H. Hamilton et al., “The Iraq
Study Group Report”, Vintage Books, New York,
diciembre de 2006, p. 23.
82.
Oficina Central de Estadística de Iraq, agosto de 2006, según se
cita en UNAMI, Informe de Derechos Humanos, enero–marzo de 2007, p.
21.
83.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, enero–marzo de 2007, p. 20.
84.
Medact, Iraq Health Update, primavera de 2006; UNAMI, Informe de
Derechos Humanos, enero–marzo de 2007, p. 20; Federación
Internacional de la Cruz Roja y Sociedades del Creciente Rojo, Iraq:
Response to Humanitarian Crisis, 2 de abril de 2007.
85.
Según [la publicación semanal] Weekly Iraq Status del Departamento
de Estado de EEUU, 17 de enero de 2007, “[…] durante la semana del
11 al 17 de enero el suministro de electricidad alcanzó un promedio
de 4,4 horas al día en Bagdad y de 7,7 horas a nivel nacional”.
86.
Gobierno de Iraq / UNICEF, 2007–2010 Country Program Action Plan,
según se cita en UNAMI, Informe de Derechos Humanos, enero–marzo de
2007, p. 21. Véase también Federación Internacional de la Cruz Roja
y Sociedades del Creciente Rojo, Iraq: Response to Humanitarian
Crisis, 12 de febrero de 2007.
87.
UNAMI, Informe de Derechos Humanos, enero–marzo de 2007, p. 20. Véase
también Programa Mundial de Alimentos, Food Security and
Vulnerability Analysis in Iraq, 11 de mayo de 2006, y UNAMI, Cluster
6: Food Security.
88.
Ibíd. Véase en IraqSolidaridad: James Cogan: Las medidas del Fondo
Monetario Internacional causan estragos en el pueblo iraquí La tasa
oficial de inflación saltó en enero del 5,8% al 22%, y el precio
medio de los alimentos aumentó un 24%.
Informe
de la Misión de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas para Iraq (II)
Ocho
millones de iraquíes, en situación de extrema vulnerabilidad
UNAMI,
01/01/07 al 31/03/07
(*)
IraqSolidaridad,
28/05/07
Traducido
del inglés para IraqSolidaridad por Felisa Sastre
“Alrededor
de unos 432.000 niños necesitan ayuda inmediata. La tasa de inflación
anual aumentó en julio de 2006 hasta el 70% y el índice de desempleo
ha crecido hasta cerca del 60%; sólo el 32% de los iraquíes tienen
agua potable y los centros sanitarios carecen de medicinas y
equipamientos básicos.”
“[…]
Situación humanitaria
60.
Desde 2005, la situación humanitaria en Iraq se ha deteriorado; [el
país] necesita apoyo y que [esta situación] se reconozca de
inmediato. Cerca de ocho millones de personas están catalogadas de
vulnerables [1] y, por ello, necesitadas de asistencia inmediata: se
calcula que dos millones de iraquíes son refugiados o solicitantes de
asilo en el extranjero; el número de desplazados internos se calcula
en 1,9 millones y se supone que cuatro millones son sumamente
vulnerables a causa de la escasez de alimentos.
La
falta de protección y las violaciones de los Derechos Humanos, la
escalada de la violencia, la carencia de servicios básicos, el
creciente desempleo y la inflación galopante, son todos ellos
factores que contribuyen al descenso del nivel de vida, lo que aumenta
del número de iraquíes vulnerables, en especial entre los
desplazados, las mujeres y los niños.
La
violencia ha tenido un impacto especial sobre las mujeres y los niños
ya que le pérdida del cabeza de familia, que se refleja generalmente
en las cifras sobre víctimas, no enumeran a las mujeres y niños
afectados por ello. Se puede calcular que por cada hombre asesinado,
un mínimo de cinco familiares se vuelven vulnerables debido a la
ausencia del cabeza de familia. Las mujeres que se hacen cargo de la
casa se enfrentan a particulares dificultades puesto que las mujeres
no pueden conseguir ingresos en determinados ambientes culturales. La
situación de los niños huérfanos también es precaria; sin un
adulto que se ocupe de ellos cada vez encuentran menos apoyo, incluida
del resto de su familia más allá de su núcleo familiar inmediato.
61.
La obtención de información veraz y apropiada sobre las necesidades
humanitarias del pueblo iraquí ha supuesto un reto por las
condiciones de inseguridad. Sin embargo, todo el mundo reconoce que la
situación no es la misma en todo el país: las provincias más
afectadas son las de las zonas centro y sur de Iraq. El coordinador de
Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas para Iraq está dirigiendo a la
comunidad [de organizaciones de ayuda] humanitaria para crear un único
marco estratégico para las acciones humanitarias. Este marco global
abarcará los retos, los problemas y
la capacidad de respuesta de los diversos actores y
cooperantes, y servirá de guía para la movilización de los recursos
así como para la coordinación de la planificación [de los
proyectos], la respuesta, la recopilación de información y la
supervisión.
Deterioro
de las condiciones de vida
62.
La comunidad internacional ha donado miles de millones de dólares
para la reactivación de los programas de desarrollo para Iraq, pero
muchos de ellos no se han puesto en marcha debido al deterioro de las
condiciones de seguridad. Las cifras que se dan a continuación
demuestran que las condiciones de vida han empeorado a pesar de los
esfuerzos realizados en el ámbito de la reconstrucción. Se calcula
que el 54% de la población iraquí vive con menos de un dólar al día,
de los cuales el 15% vive en extrema pobreza (menos de medio dólar
diario); según los últimos datos disponibles, entre 2003 y 2005 la
desnutrición aguda ha aumentado rápidamente, desde el 4,4% al 9%. Se
ha informado de que alrededor de unos 432.000 niños necesitan ayuda
inmediata [2]. La tasa de inflación anual aumentó en julio de 2006
hasta el 70% [3] y el índice de desempleo ha crecido hasta cerca del
60%; sólo el 32% de los iraquíes tienen agua potable [4] y los
centros sanitarios carecen de medicinas y equipamientos básicos. Según
la Brookings Institution, desde 2003, 12.000 de los 34.000 médicos
[que había en Iraq] han abandonado el país; 250 han sido
secuestrados y 2.000 asesinados [5]
63.
Simultáneamente a la agudización de la crisis humanitaria, la
violencia ha seguido obstaculizando la capacidad del gobierno iraquí
para proveer de servicios básicos a los segmentos más necesitados de
la población iraquí, y el sistema público de distribución de
alimentos [cartillas de racionamiento] se ha interrumpido en ciertas
regiones —como la de al–Anbar—, o sólo funciona parcialmente en
zonas donde prosperan la criminalidad y los robos. La gravedad de la
situación, que afecta a muchas familias, no se conocerá en su
totalidad hasta que las organizaciones humanitarias y el gobierno
iraquí sean capaces de reunir de forma sistemática los datos y
llegar a un número cada vez mayor de zonas [ahora] inaccesibles. La
seguridad de su personal sigue siendo una prioridad para NNUU y las
ONG en Iraq.
64.
Las amenazas de secuestro, asesinato y violencia generalizada siguen
obstruyendo el trabajo de las organizaciones humanitarias no
gubernamentales, nacionales e internacionales, haciéndoles
extremadamente difícil llegar a algunos de los segmentos de la
población más vulnerable. Como consecuencia, las organizaciones
internacionales han mantenido una presencia reducida sobre el terreno,
teniendo sus sedes operativas en países vecinos. Desde 2003, al menos
han asesinado a 82 cooperantes —iraquíes e internacionales—,
secuestrado a 80 y herido a 245 [6]. Dos sucesos acaecidos en enero
ponen de relieve los peligros actuales que afrontan los cooperantes
allí destacados. El 9 de enero, asesinaron en su coche en Bagdad a un
miembro de UNICEF iraquí. El Creciente Rojo iraquí reanudó su
trabajo en Bagdad —tras el secuestro, el 17 de diciembre de 2006, de
unos 35 visitantes y empleados— a pesar de que 11 de sus empleados
siguen en paradero desconocido.
Notas
de UNAMI y de IraqSolidaridad:
1.
Este cálculo está basado en información recopilada por el equipo
nacional [iraquí] de Naciones Unidas. Véase en IraqSolidaridad:
Violencia generalizada, 30.000 presos y éxodo masivo Nuevo informe de
NNUU sobre la situación de los Derechos Humanos en Iraq .
2. UNDP, Iraq Living Conditions Survey 2004 (volumen
II). Véase
en IraqSolidaridad: IRIN: La infancia en Iraq: drogas, prostitución y
mendicidad La ocupación hunde en la marginalidad a miles de niños y
niñas en el país y enlaces relacionados.
3. Iraq’s Central Office for Statistics (COSIT),
agosto de 2006.
4. Government of Iraq/UNICEF 2007–2010 Country
Programme Action Plan.
5.
Campbell, J.H., O’Hanlon, M.E, 22 de febrero de 2007. Brooking
Institution Iraq Index, pág. 22.
6.
Según el informe del Comité de Coordinación de ONG (NCCI), 1 de
febrero de 2007, pág. 4.
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