Los
mil y un corazones rotos
Por
Ali al–Fadhily (*)
Corresponsal
en Iraq
Inter
Press Service, junio de 2007
Bagdad.–
La ocupación de Iraq liderada por Estados Unidos ingresó en su
quinto año sin un final a la vista para la violencia. Mientras, miles
de parejas rotas lamentan sus pérdidas y se preguntan qué hubiera
sucedido sin esta guerra.
Iraq
fue conocido en Medio Oriente por las épicas historias de amor de
"Las mil y una noches". Los poetas de este país son pródigos
en conmovedores relatos románticos. Y los iraquíes tienen fama de
llegar a sacrificar la vida por sus seres amados, de ser necesario.
La
guerra acribilló las relaciones personales de los iraquíes del mismo
modo que lo hizo con todos los otros aspectos de la vida.
"Estábamos
comprometidos. Nos íbamos a casar cuando terminara la guerra",
dijo a IPS Hussam Abdulla, un ingeniero de 28 años, de Bagdad.
"Creímos
que la guerra no iba a durar más de un mes y planeamos la boda para
mayo de 2003, pero las cosas salieron mal. Estuve dos años preso y la
familia de mi novia huyó a Egipto porque su padre, un alto oficial
del ejército, fue amenazado de muerte, primero por las fuerzas de la
ocupación y luego por los escuadrones de la muerte", relató
Abdulla.
Al
igual que muchos iraquíes, el compromiso matrimonial de Abdulla no
terminó en la boda que él esperaba.
Oficiales
del ejército, médicos, periodistas, artistas y muchos otros fueron
blanco de los escuadrones de la muerte, casi desde el principio de la
invasión y ocupación. Los que pudieron sobrevivir, huyeron del país
enseguida, otros murieron o fueron detenidos.
"Pensé
que el hombre del que estaba enamorada me había abandonado",
relató una joven de 25 años que pidió ser llamada Arwa. "Me
había dicho que me iba a llevar a Jordania en cuanto consiguiera
trabajo en ese país, pero desapareció y su familia no sabía nada de
él", continuó.
Con
tristeza, Arwa contó a IPS que después descubrió que el hombre con
el cual pensaba casarse algún día había sido detenido por fuerzas
estadounidenses cerca de la frontera con Jordania.
Cuando
quiso conocer su paradero, "las autoridades estadounidenses le
informaron que su nombre no estaba en los archivos. Esperaré que
aparezca así me lleve toda la vida", enfatizó Arwa.
Decenas
de miles de iraquíes supuestamente detenidos no figuran en los
archivos militares de Estados Unidos, sin que sus familias sepan si
están vivos o muertos.
"Le
dije a mi novia que consiguiera otro marido", dijo a IPS Khalik
Obeidy, de 32 años, quien llegó de visita a Bagdad desde Faluya.
"Perdí
mi puesto en el ejército y la casa de mi familia fue acribillada
durante el sitio estadounidense a Faluya en abril de 2003, nuestro
casamiento parece casi imposible", señaló.
"Casarse
en estas circunstancias es una agonía y criar hijos, más que difícil.
La loca de mi novia tiene esperanzas de que la situación mejorará y
dice que esperará", añadió Obeidy.
Historias
como esas de compromisos rotos, bodas pospuestas y amargas
separaciones abundan en Bagdad.
"En
2006 mandé a mi esposa y mis dos hijas a Jordania para trabajar, yo
iba a ir después de vender el automóvil y los muebles", contó
a IPS Tariq Khalaf, un profesor de 40 años, de Bagdad.
"Las
cosas salieron mal porque mi padre murió y tuve que quedarme a cuidar
al resto de mi familia. Ahora no sé qué hacer, si traerlas al
infierno iraquí o seguir separados", añadió.
Jassim
Alwan acaba de hacer el peligroso viaje de 90 kilómetros desde
Samarra a Bagdad.
"Tenemos
a Abdullah, de 23 años, que con su barba desaliñada vaga por las
calles de Samarra", indicó a IPS.
"Abdullah
es más conocido que el alcalde de la ciudad. Era un joven hermoso
antes de que su novia muriera a causa de disparos efectuados por
solados iraquíes y estadounidenses en un puesto de control. El pobre
no pudo superar el trauma", relató Alwan.
"El
país de 'Las mil y una noches' y de la bella poesía ya no es bueno
para el amor", dijo a IPS el politólogo Maki al Nazzal.
"La
poesía iraquí bajo la ocupación trata de muerte y separación. Las
historias de amor agonizan y la desesperación marca el más oscuro
periodo de violencia y odio", remarcó.
Hasta
ahora no hay cifras exactas de cuántos hombres y mujeres perdieron a
sus esposas y maridos en Iraq.
"Bagdad
se convirtió en una ciudad de humo, sangre y muerte y dejó de ser un
santuario de amor y belleza", añadió Al–Nazzal.
La
revista médica británica The Lancet publicó en octubre un estudio
según el cual 655.000 iraquíes habrían muerto a causa de la invasión
y ocupación encabezadas por Estados Unidos.
La
investigación se realizó en julio del año pasado, por lo que la
cifra actual debe ser muy superior en uno de los años más
sangrientos de la ocupación.
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