Paz
en Medio Oriente, claman miles en EEUU
Resistirse
a la guerra: “un deber”
Por
David Brooks
Corresponsal en EEUU
La Jornada, 16/09/07
Washington, 15 de
septiembre.- Veteranos de las guerras de Irak y de Vietnam y
familiares de soldados caídos en esos conflictos encabezaron una
manifestación de repudio a la política bélica gubernamental;
marcharon de la Casa Blanca al Capitolio, donde realizaron un acto de
desobediencia civil en el cual cientos de personas se tiraron al suelo
para representar un funeral masivo.
La multitud fue
encabezada por una fila de veteranos de la guerra en sus uniformes de
camuflaje de desierto y botas, con el primero de ellos llevando una
bandera estadounidense hacia abajo, lo que es la señal militar de que
existe una emergencia.
Lo seguían otros
veteranos llevando banderas negras, cada una con el nombre de una
empresa beneficiada por la guerra (Halliburton, Lockheed Martin,
Blackwater y Bechtel, entre otras).
También llevaban un
ataúd cubierto con la bandera nacional, y sobre ella las botas del marine
Alexander Arredondo, hijo de un migrante costarricense, que regresó
en esa caja desde Irak.
Seguía a este grupo
un amplio contingente de los veteranos de Irak, y después otro más
de ex combatientes en Vietnam.
A su alrededor había
familiares de soldados ahora en Irak y Afganistán, y familias de caídos
en ambas naciones. “Regresen a las tropas ahora”, coreaban.
Unos 10 mil
manifestantes llegaron de varios puntos del país (y desde 100
ciudades, según los organizadores), entre ellos estudiantes,
sindicalistas, representantes de organizaciones de la izquierda
fragmentada estadounidense y, como siempre, la guerra fue ligada a un
mosaico de causas (Nueva Orleáns, los prisioneros políticos, el
desastre ambientalista, etcétera).
“Ustedes
representan una gran mayoría del pueblo estadounidense que desea
vernos fuera de Irak”, afirmó Ralph Nader, líder del movimiento de
protección de consumidores y varias veces candidato presidencial
independiente.
“Esta guerra es sólo
para hacer más ricas a las empresas petroleras, rendir más ganancias
a las empresas (...) Hay que detenerla, pero para eso nos necesitamos
multiplicar”, afirmó.
Piden
clausurar Washington
Entre los oradores
estaban figuras nacionales como el ex procurador general en tiempos de
Kennedy, Ramsey Clark; también, Cindy Sheehan; Adam Kokesh, de
Veteranos de Irak contra la Guerra; Michael McPhearson de Veteranos
por la Paz; Medea Benjamin, de Código Rosa, y el reverendo Lennox
Yearwood, del Hip Hop Caucus.
“Yo renuncié en
protesta contra esta guerra hace más de cuatro años y medio. Ni un
sola cosa ha cambiado (...) Tenemos que detener esta guerra ahora”,
declaró la ex coronel Ann Wright, quien dimitió de un alto puesto
del Departamento de Estado.
Sheehan, quizá la
figura más conocida del movimiento contra la guerra desde que murió
su hijo Casey en Irak, declaró: “es hora de que todos en este país
pongan sus cuerpos en la línea y digan: ‘ya basta’. Es hora de
que los estudiantes clausuren sus universidades. Es hora de que
clausuremos esta capital. Necesitamos la desobediencia civil en escala
masiva”.
A su vez, el ex
procurador Clark acusó: “esta es una guerra con un objetivo
criminal, de ocupar la cuna de la civilización occidental durante un
futuro indefinido”. Advirtió: “no se le puede crear ni una sola
palabra a este gobierno”.
“Necesitamos
rescatarnos a nosotros mismos de esta guerra”, afirmó un
combatiente que acaba de volver de Irak. “Necesitamos dar fin a esta
ocupación ilegal. Ahora, resistir es un deber”. Otro de los
veteranos participantes en la marcha llevaba una mochila decorada con
un un botón con la frase “El Che vive” y la imagen universalmente
conocida de éste.
“Irak es Vietnam en
árabe”, decía una pancarta, a la que rodeaba un mar de mantas con
mensajes antiguerra y en demanda de la destitución del presidente
George W. Bush, mientras se escuchaban batucadas y se coreaban
consignas.
En un trecho de unas
cuatro cuadras, barricadas separaron a unos 200
“contramanifestantes” que gritaron, insultaron y llamaron
traidores a los opositores a la guerra, coreando: “¡Estados Unidos,
Estados Unidos!”
Ondearon banderas
nacionales y enarbolaron pancartas con frases como: “Comunistas
fuera de Washington” y “Mamá, no dejes que tus bebes crezcan y se
vuelvan comunistas”, expresando así algún tipo de nostalgia por la
guerra fría.
La marcha llegó ante
el Capitolio, y decenas de personas, incluyendo varios veteranos,
participaron en un die-in, en el que la multitud se acostó
sobre los accesos públicos al Congreso simulando muertes masivas.
Poco a poco esas
personas fueron arrestadas pacíficamente por la policía al rehusar
responder a las órdenes de despejar ese acceso o por intentar cruzar
barreras, mientras los demás coreaban: “esta casa (el Capitolio) es
nuestra, esta casa es del pueblo”, o al ser detenidos algunos decían:
“Todo el mundo te está viendo”.
Alguien
hizo sonar una grabación de la versión del himno nacional de Jimi
Hendrix.
Este evento,
organizado por la coalición ANSWER (que ha organizado varias
manifestaciones de este tipo en los últimos años), es el primero de
una serie de acciones de protesta programadas para este semana en
Washington, incluyendo actos de desobediencia civil, desfiles por los
pasillos del Congreso de los veteranos de guerra y las mujeres de Código
Rosa, así como intentos de ocupar oficinas legislativas.
En varios momentos
brotó el canto de la acción masiva de Seattle: “Esto es a lo que
se parece la democracia” (This is what democracy looks like). Los
ecos de Vietnam se mezclan con los de Seattle y ahora contra el
movimiento opuesto a esta guerra.
Aunque no fue una
megamarcha, sí había algo que indicaba algo diferente: ahora esta
expresión de repudio por los activistas representa la opinión de la
gran mayoría de este pueblo. Tal vez hay algo como un regreso al
futuro.
“Uno no necesita un
pronosticador de clima para saber en qué dirección sopla el
viento”, cantó Bob Dylan hace unos 40 años.
|