Entrevista
a Tariq Ali
¿Qué
se viene en Irak?
Publicada
en Socialist Worker, ISO de EEUU, 09/04/04
Traducción
de Socialismo o Barbarie
Tariq
Ali es un veterano activista político desde los años 60, director de
cine, novelista y autor. Sus libros más recientes son El choque de
los fundamentalismos y Bush en Babilonia: La recolonization de
Irak. Tariq habló con Eric Ruder del Socialist Worker
sobre los objetivos de la ocupación norteamericana y la creciente
resistencia iraquí.
¿Cuáles
son los motivos de la ocupación norteamericana? La administración
Bush proclama que ha derrocado a un malvado dictador y que está
promoviendo la democracia y la libertad.
No
pienso que muchas personas fuera de EEUU crean eso. Incluso en países
que tienen tropas allí, la población está contra la guerra y la
ocupación.
Con
cada día que pasa, queda más claro que el objetivo principal del
EEUU al invadir y ocupar Irak tenía muy poco que ver con la
democracia o con voltear un dictador, sino con hacer un ejercicio de
poder imperial, demostrarle a la región y el resto del mundo cómo
trabaja el imperialismo moderno, que EEUU no puede ser desafiado y
que, si se lo desafía, se reserva el derecho de castigar ese reto.
Irak
era el país dónde esto iba a ser demostrado. Otra razón principal
era apoderarse del mercado iraquí, del petróleo de Irak y repartírselo
con algunos de los países occidentales, como fue el caso hace muchos
años, cuando Irak era gobernado por los británicos.
Pero
esta ocupación se produce ahora en un contexto internacional muy
distinto. Es una ocupación del siglo XXI. Tiene lugar en el contexto
de la economía neoliberal y de una ofensiva global del capitalismo
corporativo.
Y
otro rasgo de esta ofensiva global es el permanente esfuerzo por parte
del EE.UU. de no permitir a los países de distintas partes del mundo
desarrollar alianzas regionales. Todos deben tratar bilateralmente con
EEUU. Esto es lo que ha hecho en el Lejano Oriente, en el Sudeste de
Asia y en Medio Oriente. Y es lo que también imponen en América
Latina.
Cualquier
intento por crear una alianza regional fuerte podría desafiar la
hegemonía neoliberal, entonces EEUU trata de aplastarlo. Irak era
económicamente y políticamente un país fuera de su control, y ellos
quisieron "ponerlo derecho."
Hay,
además otra razón, aunque no pienso que sea la principal. El régimen
de Israel quería sacar del camino a Irak. Sentía que era el único
país que tenía el potencial de detener las atrocidades de Israel
contra Palestina. No es que este Irak habría hecho eso. Pero podía
hacerlo. ¿Por qué, entonces, no despejar totalmente ese riesgo?
Ésas
eran las razones principales para la invasión norteamericana. Si
usted lo ve ahora a nivel económico, lo qué está pasando es muy
claro. Toda la economía iraquí ha sido privatizada. Las
corporaciones norteamericanas se han instalado allí.
A
los surcoreanos y japoneses les han prometido concesiones y contratos
si envían tropas. El presidente de Corea del Sur ha dicho más o
menos lo siguiente, después de haber logrado unos cien contratos
fabulosos: “Vean ustedes que si hubiéramos enviado tropas, no habríamos
conseguido estos contratos”. Lo reconoce honestamente. Ésa es la
razón por la cual varios de esos países enviaron las tropas, además
de los gobiernos de Europa Oriental que simplemente quieren ser satélites
norteamericanos.
Pero
el presidente de Polonia ahora está poniendo obstáculos. Pretende
estar irritado, diciendo que no sabía que no había ninguna arma de
destrucción en masa en Irak. Es que Polonia consiguió contratos muy
pequeños. Incluso el gobierno británico, que respaldó completamente
a Bush, no ha conseguido muchos contratos.
Es
interesante que los británicos consiguieron el contrato para
reconstruir el sistema de alcantarillado. Es muy apropiado porque ése
es el papel que juega Blair. Es el limpiador de las cloacas del
Imperio norteamericano. Es bastante cómico. Quien lo haya decidido en
el Pentágono, debe tener sentido del humor.
Eso
es lo que ahora está pasando. El sistema de salud, de vivienda, el
sistema educativo, todo se está privatizando. El 30 de junio, con el
“traspaso de poderes” esperan implantar un gobierno títere.
Entonces van a negociar también el petróleo.
No
hay duda que la gran exigencia a Ahmed Chalabi y los demás los títeres,
es que el petróleo sea entregado a las compañías extranjeras. El
argumento que usarán los títeres y EEUU, es que las inversiones
necesarias para modernizar los yacimientos iraquíes y reparar los
destrozos no puede realizarlas un estado devastado por la guerra. Sólo
pueden venir de las compañías extranjeras.
Ése
es el plan. Pero hay que preguntarse: ¿este plan se está llevando a
cabo eficazmente? Y todos los días podemos leer en la primera plana
de los Los Angeles Times y del New York Times que no es
efectivo. Ahora la resistencia ha tomado como blanco a los negocios
extranjeros. Esto plantea serios problemas a los planes políticos,
militares y económicos de EEUU.
Militarmente,
están en un enredo. Si los líderes del sur de Irak deciden entrar
abiertamente en rebelión, eso sería, desde mi punto vista, el fin de
la primera fase de la ocupación y el surgimiento de un gran
movimiento de liberación nacional. Eso no ha pasado hasta el momento,
pero todos los indicios van en ese sentido.
El
gobierno de Bush decía que la resistencia la hacían los leales a
Saddam, y los extranjeros; es decir los islamistas llegados del
exterior. También pretendió que la captura de Saddam Hussein iba a
desorientar a la resistencia. ¿Pero
cuál es la realidad?
La
resistencia, como hemos dicho nosotros, estaba allí desde el
principio de la ocupación. Si usted confronta la resistencia iraquí
—su escala, su tamaño, su efectividad— con la resistencia en
Francia o Bélgica contra la ocupación alemana durante la Segunda
Guerra Mundial, o en Italia contra la dictadura fascista, no hay punto
de comparación.
A
la resistencia francesa le tomó varios años alcanzar la fase que la
resistencia iraquí logró desde la primera semana. La resistencia
iraquí a la ocupación extranjera ha partido de un nivel mucho más
alto, en términos de planificación militar, que la resistencia
francesa, italiana y belga en la Segunda Guerra Mundial.
Pienso
que el error principal de EEUU fue el de creer —si, en verdad, lo
creyó— que la resistencia estaba orientada por Saddam. Pero, desde
el principio, toda la información que venía de Irak demostraba que
Saddam estaba fuera de la resistencia. La resistencia era
descentralizada, basado en ciudades individuales, pueblos, y sectores
del país. No hay manera de que una persona sola pudiese controlarla.
Esto
es lo que dije —mucho antes de la captura de Saddam— a Christoper
Hitchens en el programa de la radio Democracy Now! Sostuve que
no se podía tomar en serio la idea de que la captura de Saddam acabaría
con la resistencia. Hitchens ahora está de acuerdo conmigo en eso.
Pero la mayoría de los otros partidarios de Bush pensaba otra cosa.
Creían que la captura de Saddam sería el final de la resistencia.
Cuando,
Howard Dean, el ex precandidato demócrata a la presidencia, declaró
en su momento que la captura de Saddam no resolvería el problema, fue
denunciado por la gran prensa por haberse atrevido a decir eso. Pero
Dean tenía razón.
Nosotros,
por el contrario, decíamos que, de hecho, la captura de Saddam podría
reforzar la resistencia. Es que mucha gente no quería dar un paso
adelante, temiendo que el ala de Saddam del Partido Baath pusiese
resurgir. Y eso es exactamente lo que pasó.
La
resistencia ha crecido. Todos los días vemos los ataques a las
fuerzas de ocupación y no sólo a los norteamericanos. También en el
sur de Irak hay un crecimiento relativo de la resistencia. Los
soldados británicos ahora están bajo fuego. Hasta han sido atacados
por los niños, en las calles de Basora.
Ahora
hay una conexión real entre la ocupación de Palestina y la ocupación
de Irak. Israel está aconsejando el Pentágono hacer lo mismo que en
Palestina: “quédense en sus propias bases militares, y salgan a
golpear desde allí, cuando ellos quieran atacar”.
Veremos
si el EE.UU. sigue al modelo de Israel castigando a Falluja para lo
que pasó la semana pasada, cuando los contratistas norteamericanos
fueron emboscados. Si sigue el consejo de Israel, EEUU bombardeará
Falluja y matará a su población para castigarla. Pero hacer eso sería
muy estúpido, totalmente contraproducente.
Esto
es lo que sucede en una situación colonial. Usted es atacado.
Entonces va y castiga a las personas que lo atacaron. Así también
asesina a mucha gente inocente. La matanza de personas inocentes
genera más rabia y, entonces, ingresa más gente en la resistencia.
Ésa es la ley de hierro de los movimientos de resistencia. Así, si
EEUU sigue los consejos de Israel y sus modelos, pienso que la situación
realizará una escalada muy rápidamente.
¿Qué
expresa el ataque en Falluja en el desarrollo de la resistencia?
Básicamente,
el número de grupos de resistencia está creciendo. Hay dos formas de
resistencia en Irak. La armada, y la resistencia desarmada que estaba
siendo llevada adelante por líderes
religiosos chiítas en el sur.
El
líder más importante allí es el Ayatolah Sistani. Está luchando
políticamente y enviando mensajes: “esto es lo que nosotros
queremos, esto es lo que no queremos”. Sistani exige elecciones
libres a una asamblea constituyente. Pero eso no lo va a conseguir.
Hasta ahora, Sistani pide cosas, le hacen algunas concesiones, y
entonces retrocede. Pero hay un límite de cuánto tiempo puede seguir
este juego.
La
transmisión del gobierno el 30 de junio de junio será una farsa
total. EEUU entregará el poder a personas de su confianza. Ha
nombrado al primer ministro del nuevo Irak, se retirará a ocho o
nueve bases militares claves (esencialmente a las viejas bases del ejército
iraquí) y dejará que los títeres traten de imponer el orden
norteamericano. Será la débil la policía y las unidades del ejército
del gobierno títere las que sufrirán los golpes de la resistencia.
Pero
esto no va cambiar nada, en mi opinión. La única cosa que podría
cambiar es que Sistani y algunos de los partidos religiosas del Sur
vean que el “traspaso” es un fraude completo y demanden elecciones
inmediatas.
Si
les niegan estas elecciones, ellos podrían romper con el Consejo de
gobierno. Y si estos grupos rompen, habrá un pandemonio en Irak, no
hay duda sobre eso. EEUU teme permitir las elecciones, porque sabe que
los títeres que han traído no ganarán.
Si
se realizaran elecciones, la ganarían los partidos que quieren que
EEUU se vaya de Irak y que el petróleo sea controlado por los iraquíes.
Dado que eso no fue el objetivo de la invasión y ocupación de Irak,
no hay manera de que el EEUU lo acepte.
Así
que lo que yo preveo es una lucha continua hasta que un gran
movimiento antibélico en EEUU haga la presión suficiente sobre el
Congreso para obligar una retirada de Irak, como sucedió en Vietnam.
Pero los tiempos actuales son muy diferentes, y no sucederá
exactamente de la misma forma.
No
obstante, lo que está en disputa en EEUU es de una enorme
importancia. La tragedia es que los demócratas han escogido a un
candidato presidencial que cambia de idea cada dos días y que no es
creíble como candidato. No se ha puesto firmemente contra la guerra.
Dice que la guerra fue equivocada. Pero, en lugar de decir que
entonces deben irse, quiere enviar más tropas para apuntalar la
ocupación.
En
esta situación, hasta que la elección haya terminado, pienso que el
movimiento contra la guerra estará como en suspenso. Pero después,
gane quien gane, la meta debe ser la de presionar realmente a la Casa
Blanca y los funcionarios para exigir el fin de la ocupación.
Hay
un crecimiento enorme de las bajas de los civiles iraquíes, y también
son muertos soldados norteamericanos y de otros países. No hay
ninguna razón en la tierra por la cual deban morir estos soldados y
civiles. Por eso, el fin a la ocupación es absolutamente necesario.
La
idea de que el pueblo iraquí es incapaz de determinar su propio
futuro es una mentira total. Son absolutamente capaces de hacer
acuerdos entre sí. Los han hecho en el pasado y los harán de nuevo.
Y
no se puede tampoco excluir al Partido Ba'ath de esto. Purgado de
Saddam y sus facciones que eran totalmente degenerados, el Ba'ath es
un partido legítimo, así como también los partidos religiosos o
como el Partido Comunista Iraquí, tanto el ala colaboracionista con
la ocupación norteamericana, como el ala no colaboracionista.
Si
esos sectores llegan a un acuerdo conjunto —y hay señales de que
esto puede pasar— EEUU no podrá conservar el dominio del país. Y
estará en el interés de líderes kurdos acordar también con eso. Si
los kurdos se aíslan, no habrá nadie para defenderlos contra
cualquier intrusión de Turquía.
¿Ha
fallado el esfuerzo norteamericano por ganar el apoyo de los líderes
chiítas?
Pienso
que está al borde del fracaso. Una vez que el “traspaso” se
realice habrá un forcejeo por el poder. Y Sistani y sus grupos
aliados romperán, si no les dan lo que ellos quieren.
La
consejera de Seguridad Nacional de Bush, Condoleezza Rice dijo en público:
"Nosotros queremos cambiar a la mente iraquí”. Es realmente
una declaración repugnante. Es una variedad de semifascismo. Lo que
ella está diciendo es que queremos que los iraquíes apoyen la
ocupación, y si ellos no lo hacen, los denunciaremos como partidarios
de Saddam.
Lo
que absolutamente no entiende —y esto es lo que sostengo en mi libro
Bush en Babilonia— es que hay en Irak un gran número de
personas opuestas a Saddam Hussein, a su régimen y todo que
representaba, pero que son tanto o más hostiles a EEUU por ocupar su
país.
La
idea de que la política iraquí sólo puede ser dividida en dos —o
usted está con Saddam, o está con la ocupación— es un disparate.
Es lo mismo que dijo Bush después del 11 de septiembre: si usted no
está con nosotros, está con los terroristas. Es un dicotomía
completamente falsa. Estaba equivocado el 11 de septiembre y está
totalmente equivocado en Irak.
El
hecho es que la guerra va mal para ellos. Por eso hay serias
divisiones dentro de la propia elite gobernante —como se vio con la
salida de Paul O'Neill de la Secretaría del Tesoro y a ahora Richard
Clarke que se va de la Casa Blanca denunciando al régimen con un
palabras muy duras por haber invadido Irak. Esto no habría pasado, si
no existiese la resistencia.
Los
medios de comunicación están utilizando la muerte de los
contratistas norteamericanos en Falluja como la evidencia de la
“barbarie” de los "insurrectos" iraquíes. ¿Cómo
piensas que debemos responder a esto?
En
primer lugar, es muy interesante que en la conferencia de prensa sobre
Falluja dada por el general norteamericano Mark Kimmit, dijo que hay
dos clases diferentes de violencia en Irak.
Una
es la que usan los terroristas suicidas que llevan bombas, y éste sería
principalmente el trabajo de al-Qaeda. (A propósito, no pienso que
eso sea totalmente cierto).
La
segunda forma de violencia, que él distingue del terrorismo, es la
“insurgencia”. Ahora bien, “insurgencia” es la palabra del código
que usan los militares norteamericanos para describir la resistencia.
Ésa es la palabra que han inculcado al New York Times y al resto de
los medios de comunicación norteamericanos, para que usen.
Kimmit
dijo claramente que lo que tuvo lugar en Falluja era un acto de los
insurrectos. Obviamente, lo que ocurrió fue bastante horrendo. No
estoy negando eso. Fue algo brutal que no defiendo.
Pero
lo que es interesante es que casi nada de eso fue mostrado en los
medios de comunicación occidentales. Se pasó por las redes árabes,
pero no por los medios de comunicación occidentales. Estos sólo
mostraron un automóvil explotando.
La
razón por la que nos lo muestran, es que no quieren desmoralizar a la
opinión pública norteamericana. Porque incluso las personas que
apoyan la guerra dirían: "mi Dios, nosotros no comprendimos que
iba a ser algo tan malo como esto."
Siempre he dicho que cuando usted realiza una
ocupación horrible, no puede tener una resistencia dulce. Es el carácter
y la forma de la ocupación lo que determina la naturaleza de la
resistencia.
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