Plan colonialista
I
La “Iniciativa para un Amplio
Oriente Medio y Norte de África”
La Cumbre del G-8 aprueba un vasto
plan estadounidense de transformación política, económica, social y
educativa de la región
Por Loles
Oliván
CSCAweb, 14/06/04
"Es precisamente la quiebra
del proyecto estadounidense de control unilateral de Iraq lo que ha
exigido a la Administración Bush integrar en la estrategia de
dominación de ese nuevo espacio ahora denominado "Amplio Oriente
Medio y Norte de África" a esos grandes bloques que ostentan
cierto poder en las estructuras económicas, financieras y también
militares internacionales"
El pasado 9 de junio EEUU presentó
en la Cumbre del G-8 [reunión de los gobiernos de EEUU, Reino Unido,
Francia, Alemania, Italia, Japón, Canadá y Rusia] celebrada en Sea
Island (Georgia, EEUU), y ante terceros representantes oficiales de
Afganistán, Argelia, Bahrein, Jordania, Túnez, Turquía, Yemen, así
como el recién designado nuevo “presidente” de Iraq, la
“Asociación para el Progreso y el Futuro Común” con los países
de un área geográfica definida como un “Amplio Oriente Medio y
Norte de África” (véase “Plan colonialista de EEUU – II”)
y cuyos objetivos son "[...] avanzar en la libertad, la
democracia y la prosperidad en la región".
Esta propuesta estadounidense se ha
formalizado en el seno de la Cumbre del G-8 con la aprobación por
parte de sus miembros de la denominada Iniciativa para un Amplio
Oriente Medio y Norte de África, que establece un basto Plan
del G-8 de apoyo a la reforma para llevar a cabo transformaciones
internas en los ámbitos políticos, económicos, sociales y
educativos de los países de la región [1].
La iniciativa es el resultado
modificado de una previa promovida igualmente por al Administración
Bush y presentada el pasado 9 de febrero en un ambicioso plan lanzado
por EEUU bajo el nombre de "Plan para el Gran Oriente Medio"
(Greater Middle East Plan), destinado a promover un cambio
sustancial -político, económico, social e ideológico- a través de
la implantación de un "proceso de reformas" presentado en
un formato en el que en nombre de la "democracia", los
"derechos humanos", el "Estado de derecho", la
"sociedad civil" o el "avance de la mujer" en un
espacio que se define genérica y globalmente como "islámico"
y al cual se asocia con "inestabilidad",
"terrorismo", "armas de destrucción masiva",
"pobreza" y "subdesarrollo" [2].
Remodelar un espacio regional desde
el Iraq ocupado
El proyecto estadounidense, ahora
adoptado por el G-8, de remodelar política, económica, social y
culturalmente el conjunto de Oriente Medio y Norte de África, y por
extensión de la región árabe, además de Pakistán, Afganistán, e
Irán, forma parte de un plan estratégico de largo alcance diseñado
para establecer un nuevo marco de dominación colonial en el que la
invasión y el mantenimiento del control de Iraq a través de la
ocupación militar extranjera era una condición sine qua non,
pues de la desestructuración del Estado de Iraq y de la aniquilación
de su proyecto de soberanía e independencia nacional árabe dependía:
1) la reestructuración de toda una
región en la que se concentran no solo las grandes reservas de petróleo
del mundo sino el gran potencial de más de dos millones de posibles
consumidores cuya capacidad de consumo reactivaría los engranajes de
la producción de la economía capitalista del mundo industrializado
de manera inigualable;
2) la consolidación de la hegemonía
regional militar, económica e ideológica del sionismo a través de
la normalización política, económica y cultural del Estado
de Israel en la región; y,
3) la disolución progresiva de los
referentes de la arabidad en la zona a través de la uniformización
de sus sociedades mediante la transformación de sus estructuras
identitarias socio-económicas y culturales, con el patrón del mundo
globalizado en el que descansa el sistema liberal contemporáneo en
sus vertientes política, económica e ideológica.
Establecido en el principio de la
aplicación de la fuerza militar para imponer los cambios requeridos
en las estructuras económicas, políticas y socio-culturales tal y
como exige su hegemonismo imperial, EEUU se sirve a la vez de un
discurso y un lenguaje articulado en torno a los grandes principios
universales que la práctica del liberalismo ha pervertido, o a nuevos
conceptos que ha inventado como el de la denominada y nunca definida
"sociedad civil": así, la "democracia", los
"derechos humanos", el "desarrollo", la
"educación" o la "participación de las mujeres"
y la propia "sociedad civil" -ejes centrales que vertebran
la Iniciativa del G-8- se han transmutado en conceptos degradados por
el uso obsceno que el liberalismo ha hecho de ellos para justificar
políticas restrictivas que operando a favor de la exclusión, atentan
contra la verdadera democratización y la justicia social de los
pueblos en todos los escenarios internacionales donde intervienen,
incluido el propio "primer mundo" del que parten.
Claves de la Iniciativa
Desde una concepción que exacerba
los rasgos del nuevo imperialismo capitalista, la Iniciativa se sirve
de un proceso de "institucionalización de la política del
cambio en la región" que, en contra de satisfacer las
aspiraciones de cambio necesario y desarrollo de los pueblos a los que
afectará, contribuirá a modificar sus estructuras identitarias [3] y
moldeará, en un ejercicio de ingeniería de la intervención y a través
de programas específicos de reforma política, económica pero
igualmente cultural e ideológica, al conjunto de las sociedades que
conforman esa denominación por lo demás arbitraria y neocolonial de
Oriente Medio y Norte de África que sigue ocultando el referente de
identidad más extendido y caracterizador, la arabidad [4].
Si bien la presentación del
borrador previo introducía la cuestión de la "reforma"
asociando a la comunidad internacional a los principios de la paz y la
estabilidad en la región, a la resolución del conflicto
palestino-israelí, afirmando que éste no debe ser un obstáculo para
llevar a cabo las reformas, afirmando el compromiso del G-8 con la
estabilización de Iraq y a través del apoyo al "proceso político"
que ha asumido Naciones Unidas (NNUU) [5], el Plan finalmente aprobado
no incluye ninguna referencia a todas estas cuestiones.
La Iniciativa establece la creación
de un Foro para el Futuro que estará integrado por los dirigentes del
G-8 y de gobiernos, empresas y una no definida y aséptica
"sociedad civil" para discutir las cuestiones relativas al
proceso de reformas globales que se pretenden imponer por parte del
G-8 a partir del otoño de 2004. Igualmente, adopta un Plan de Apoyo
para ofrecer "ayuda" para que los gobiernos de la región
pongan en marcha iniciativas diseñadas para "promover
instituciones democráticas" así como "para proporcionar préstamos
a las empresas", "formar maestros para combatir el
analfabetismo" o "formar a mujeres emprendedoras".
Igualmente, la Iniciativa establece
un "Servicio de Desarrollo Empresarial Privado para un Amplio
Oriente Medio y Norte de África en la Corporación Financiera
Internacional para que ayude en los esfuerzos regionales para mejorar
el clima de negocios e inversiones y aumente las opciones financieras
de las pequeñas y medianas empresas ". Este Servicio estará
dotado de 100.000 millones de dólares. Asimismo, se creará una
Fuerza Especial sobre Inversión (Task Force on Investment),
integrada por empresas líderes del G-8 y de la región,
incluyendo del Consejo Empresarial Árabe, para favorecer las
inversiones de capital extranjero en la región.
Se trata de moldear globalmente
todos los sectores de cada país de la región con el fin de asegurar
que los resortes políticos, económicos y sociales se adapten y
avancen en el proceso de liberalización conducido desde el exterior
así como acompañen los procesos políticos presentes y futuros que
se abran en la zona.
En lo político, se establece el
concepto de reforma para modificar los sistemas de gobierno atendiendo
al referente del modelo de la democracia parlamentaria occidental.
Igualmente, se propone modificar las administraciones públicas y las
legislaciones de los Estados en materia económica y judicial.
Desde el punto de vista económico,
se prioriza al sector privado y con el fin de garantizar la inversión
de capital extranjero, se pretende favorecer sistemas financieros
fuertes en los que, demás de crear instrumentos para detectar las prácticas
anticorrupción, "de lavado de dinero" y de "financiación
del terrorismo" puedan establecerse economías competitivas
previa eliminación de las barreras a las inversiones extranjeras;
insertar las economías nacionales en la economía internacional
globalizada y recompensar a quienes lo logren con el ingreso en la
Organización Mundial del Comercio (OMC).
Desde el punto de vista social, se
establece la reforma de los medios de comunicación a través de la
formación de medios y profesionales del periodismo, se aboga por el
fortalecimiento de la "sociedad civil" especialmente a través
de las ONG, y por un nuevo sistema educativo que contempla junto a la
adquisición de la tecnología de la información, la edición de
nuevos libros de texto, la elaboración de nuevos programas educativos
y la formación del profesorado conforme a prácticas y métodos
proporcionados por los países del G-8.
A todo el proceso de reforma se le
une, en cada una de sus facetas, la inclusión de la mujeres.
Reparto de influencias en un nuevo
orden colonial
A pesar de ser una estrategia
promovida en sus inicios unilateralmente por EEUU, la realidad es que
el callejón sin salida en el que la Administración Bush se ha
situado tras invadir y ocupar Iraq, ha dado al traste con una
iniciativa que pretendía obviar a las restantes potencias económicas
internacionales (Francia, Rusia, China, Alemania y Japón) y que al
final han resultado necesarias para poder hacer frente a la primera
constatación: que EEUU no puede llevar a cabo su plan de control de
Iraq ni militar ni económicamente sin contar con el respaldo de los
instrumentos que el propio sistema de la globalización liberal ha
creado para su expansión: sin más efectivos militares y sin más
recursos económicos para apuntalar la ocupación, la Administración
Bush no será capaz de contener a la resistencia armada y popular de
Iraq que presagia con su determinación un nuevo episodio histórico
de lucha ardua por la liberación nacional. Es por ello que la
Administración Bush se ha visto obligada a reclamar la asistencia de
otros sujetos internacionales, formalizando su retorno al marco del
Consejo de Seguridad de NNUU por medio de la nueva resolución, la
1546 [6].
La coincidencia en el tiempo de la
nueva resolución del CS que legitima la ocupación y el proceso de
"transferencia de poder" en Iraq con la presentación y
aprobación de la Iniciativa para un Amplio Oriente Medio y Norte de
África no es casual ni improvisada. Antes al contrario, es obvio que
si en la primera subyace la necesidad estadounidense de recibir apoyo
de terceras partes para la imprescindible ejecución del nuevo marco
de dominación de Iraq, con la segunda se trata de dar solución a un
contencioso competitivo que desde la década de los 80 no ha podido
resolverse entre las grandes potencias económicas internacionales: el
del reparto de influencias de los grandes bloques económicos que
representan EEUU, la Unión Europea (UE) y Japón. Desde mitad de la década
de los años 80, tanto la UE como EEUU han intentado establecer
instrumentos de penetración económica (Europa a través del marco de
la Asociación Euro-Mediterránea, y EEUU a través de la Asociación
de Libre Comercio con Oriente Medio) con la concurrencia de una
tercera potencia, Japón, en un espacio enorme en sus dimensiones
geográficas y económicas, y por ello sujeto a la influencia y a la
competitividad de los bloques económicos que dominan la economía
capitalista globalizada.
Es precisamente la quiebra del
proyecto estadounidense de control unilateral de Iraq lo que ha
exigido a la Administración Bush integrar en la estrategia de
dominación de ese nuevo espacio ahora denominado "Amplio Oriente
Medio y Norte de África" a esos grandes bloques que ostentan
cierto poder en las estructuras económicas, financieras y también
militares internacionales. Que EEUU haya tenido que rebajar en
contenido y forma su propuesta de penetración global en el Mundo Árabe
abriéndola a la participación del grupo de países más
industrializados del mundo -al G-8 y no al marco de la UE, lo cual
demuestra la debilidad del proyecto europeo [7]- no solo da cuenta de
la interdependencia de las redes del capitalismo globalizado sino de
la necesidad de ceder espacio de intervención a quienes tienen la
capacidad, aunque sea subsidiariamente o de manera negociada, de
contribuir a la remodelación estratégica de una zona del mundo en la
que todos, EEUU y resto de G-8, confluyen por idénticos intereses e
idéntica pretensión de rehabilitar la penetración colonial en la
era del capitalismo globalizado.
Iraq y la OTAN, a la espera de la
Cumbre de Estambul
Para afianzar la transformación de
la dominación capitalista en el mundo árabe con un programa que
requiere un firme control político, económico, militar y social,
EEUU, desde su posición de fuerza hegemónica internacional, necesita
el respaldo internacional que no solo legitime la puesta en
marcha y desarrollo de este plan sino, fundamentalmente, que sustente
los medios militares y económicos que se necesitarán para
desarrollarlo y mantenerlo. La lección del desastre de la ocupación
iraquí es lo suficientemente elocuente al demostrar las limitaciones
del unilateralismo de la gran potencia.
Por ello, la perseguida vinculación
de la OTAN en el marco de la ocupación de Iraq, en primer término,
es esencial a este proyecto de uniformizar a la fuerza que abriría
las puertas, además, al establecimiento de la intervención global de
la estructura militar occidental en todo el Mundo Árabe. Nicholas
Burnt, representante permanente de EEUU en el Consejo de la Alianza,
ya puso en evidencia hace unos meses la conexión directa entre la
ocupación de Iraq, "la amenaza del terrorismo global",
"las armas de destrucción masiva" con "la nueva misión"
de la OTAN del futuro en Oriente Medio [8].
La Administración Bush ha
intentado inútilmente por el momento (al menos hasta esta última
Cumbre del G-8) vincular a la OTAN en la ocupación de Iraq. Incluso
tras la aprobación de la última resolución sobre Iraq, Francia y
Alemania han descartado el envío de tropas a Iraq, incluso bajo
cobertura de la OTAN. No obstante, no es descartable alguna implicación
de la Alianza en Iraq tras el 30 de junio o a medio plazo,
especialmente si, como está previsto, la próxima Cumbre de la
Alianza, a celebrarse en Estambul a finales de junio de 2004, sea el
escenario donde se formalice un nuevo plan de intervención de la OTAN
en la región (eufemísticamente denominado Iniciativa de cooperación),
justificado -de nuevo-en el discurso antiterrorista.
El propio asesor del secretario
general de la Alianza para Asuntos Políticos y de Seguridad,
Altenburg lo expresaba así en Qatar: "Es absolutamente posible
adaptar nuestra cooperación a las circunstancias específicas
nacionales o regionales" [9]. Desde el 11-S, EEUU ha presionado a
los aliados de la OTAN para establecer una asociación con Israel y
algunos países árabes bajo el manto de la lucha contra el terrorismo
más allá de las fronteras y para ampliar las funciones de la OTAN en
las cuestiones de seguridad en toda la región fundamentalmente a través
del desarrollo del ya existente Diálogo Mediterráneo de la OTAN
[10].
La resolución del dilema pudiera
ser implicarse en la región centro-sur de Iraq, donde se concentran
los países de la Alianza presentes en Iraq (la mayoría de la
veintena con contingentes en el país y que suman unos 20.000
efectivos en total), tras el relevo del mando polaco.
Un nuevo siglo de dominación
La Iniciativa para un Amplio
Oriente Medio y Norte de África no es sino una reedición de lo que
fueron los planes establecidos por las potencias coloniales europeas
para el Mundo Árabe a comienzos de los años 20 del siglo pasado.
Si el denominado Acuerdo Sykes-Picot
(1916) sentó las bases del reparto colonial entre Gran Bretaña y
Francia y la posterior aprobación de la Declaración Balfour (1917)
consintiendo en la creación ilegal de "un Hogar judío en
Palestina" a través del sionismo y el Estado de Israel en el
corazón del Mundo Árabe, el Amplio Oriente Medio y Norte de África
que propugna EEUU con el respaldo del G-8 no es sino el relevo de la
imposición colonial a los pueblos árabes en la nueva era del
neoliberalismo hegemónico estadounidense, impuesto a través de la
fuerza militar, consolidando la presencia de Israel y su proyecto de
expansión sionista, una vez neutralizado el principio de soberanía y
habiendo sometido a su dominación las estructuras nacionales árabes
poscoloniales que fundaron sus Estados [11]. Lejos de avanzar hacia
una transformación y democratización reales que garantice sus
derechos económicos, sociales y de autodeterminación, a las
sociedades árabes, como a los demás pueblos de la zona, no les
espera otra futuro que no sea el del sometimiento o el de la
resistencia como los ejemplos de Iraq y Palestina indican.
Apéndice
“Hoja informativa del
Departamento de Estado sobre la Iniciativa del G-8 para un Amplio
Oriente Medio y Norte de África” (*)
Departamento de Estado de EEUU,
09/06/04
Traducción para CSCAweb, de Loles Oliván
"[...] EEUU ha adoptado una
nueva política, una estrategia avanzada de libertad para Oriente
Medio. La estrategia requiere la misma persistencia, energía e
idealismo que hemos demostrado anteriormente. Y conducirá a los
mismos resultados. Como en Europa, en Asia y en cada región del
mundo, el avance de la libertad conduce a la paz" (Presidente George B. Bush, 6 de noviembre de 2003,
Washington D.C.)
Acción presidencial
Hoy el presidente Bush ha conducido
al G-8 al establecimiento de una histórica Asociación para el
Progreso y el Futuro Común con el Amplio Oriente Medio y Norte de África
con el fin de apoyar los esfuerzos para avanzar en la libertad, la
democracia y la prosperidad en le región. Los dirigentes del G-8 se
han reunido con los dirigentes de Afganistán, Argelia, Bahrein,
Jordania, Turquía, Yemen y con el nuevo presidente de Iraq para
discutir los retos a los que la región hace frente.
Llamamiento a la reforma
En noviembre de 2003, el presidente
Bush anunció una "estrategia avanzada para la libertad"
para avanzar en la libertad y la democracia en el Gran Oriente Medio.
Desde entonces, el mundo ha sido testigo de un momento de concurrencia
para la reforma en la región: empresarios y dirigentes de la sociedad
civil han efectuado declaraciones reforma en Acaba, Sana'a y Alejandría,
donde han declarado que "la reforma es necesaria y urgentemente
requerida". En la Cumbre de la Liga Árabe de 22 y 23 de mayo,
los dirigentes árabes han declarado su determinación de
"establecer firmemente las bases para la democracia".
Asociación para el Progreso y el
Futuro Común
El presidente Bush ha dirigido a
los líderes del G-8 para lanzar la histórica Asociación para el
Progreso y el Futuro Común con el fin de apoyar la reforma política,
económica y social en el Amplio Oriente Medio y Norte de África. Con
ese fin, el G-8 ha acordado:
- Establecer un Foro para el Futuro
que "unirá en un mismo foro a ministros de Asuntos Exteriores,
de Economía y de otros ministerios de [los países] del G-8 y de la
región para [mantener] discusiones regulares sobre la reforma con
dirigentes empresariales y de la sociedad civil que participarán en
diálogos paralelos". La reunión inaugural del Foro se celebrará
en otoño de 2004.
- Adoptar un Plan de Apoyo que
ofrecerá asistencia a través de nuevas iniciativas:
- El Diálogo para la Ayudar a la
Democracia, que unirá las bases de la democracia, a los grupos de la
sociedad civil y a los gobiernos del G-8, de la región y de otros países,
para promover y fortalecer las instituciones democráticas, coordinar
y compartir información de programas sobre democracia, iniciar nuevos
programas de democracia y patrocinar intercambios. Turquía, Yemen e
Italia copatrocinarán el Diálogo para Ayudar a la Democracia y
coalojarán el primer encuentro en 2004.
- Iniciativa de Microfinanzas para
ayudar a que más de dos millones de emprendedores escapen de la
pobreza mediante préstamos de microfinanzas durante los cinco próximos
años. Jordania alojará un Centro de Formación para Prácticas Óptimas
de Microfinanzas y Yemen alojará el primer proyecto piloto de
microfinanzas.
- Iniciativa de Alfabetización
para ayudar en los esfuerzos de la región para reducir la mitad la
tasa de analfabetismo en la próxima década, incluyendo la formación
de un cuerpo de 100.000 maestros para 2009. Afganistán y Argelia
copatrocinarán esta iniciativa.
- Iniciativa de Formación de
Empresas y Empresariado para ayudar al menos a 250.000 jóvenes
empresarios, especialmente mujeres, a que amplíen sus oportunidades
de empleo. Bahrein y Marruecos copatrocinarán esta iniciativa.
- Servicio para el Desarrollo
Empresarial Privado en la Corporación Financiera Internacional (CFI)
para invertir 100 millones de dólares en la financiación de pequeñas
y medianas empresas.
- Red de Foros para coordinar el
trabajo de desarrollo de instituciones e instituciones financieras
internacionales que trabajen en la región, y
- Fuerza Especial sobre Inversión
para ayudar a los esfuerzos de la región para mejorar el clima de los
negocios.
El Plan de Apoyo compromete
igualmente al G-8 a trabajar en asociación con los gobiernos,
dirigentes empresariales y sociedad civil de la región para
"intensificar y extender" los programas existentes centrándose
en promover la democracia, mejorar la educación y crear empleo y
crecimiento económico."
Notas:
(*) Este texto ha sido publicado el 9
de junio de 2004 en la página web del Departamento de Estado bajo el
título 'Fact Sheet: Broader Middle East and North Africa Initiative'.
1. Véase a continuación: 'Hoja
informativa del Departamento de Estado sobre la Iniciativa del G-8
para un Amplio Oriente Medio y Norte de África'. El texto
completo en castellano de la iniciativa podrá verse en Nación Árabe,
núm. 52, Año XVII, Verano de 2004.
2. The Washington Post, 9 de
febrero de 2004
3. Véase en CSCAweb: Ibrahim
Alloush: Jordania y la estrategia sionista en el Mundo Árabe.
4. En una conferencia titulada
"The United States Partnership Initiative" en la Heritage
Foundation el 12 de diciembre de 2002, Colin Powell presentó los
fundamentos para poner en marcha un proyecto de reformas
fundamentalmente en el Mundo Árabe. Véase en inglés en: www.heritage.org
5. Véase: www.usatoday.com/news/world/sherpa.pdf
6. Véase en CSCAweb: El Consejo
de Seguridad aprueba en una nueva resolución el fraude de la
"transferencia de poder" en Iraq - Resolución 1546 del CS
de NNUU sobre Iraq aprobada el 8 de junio 2004
7. Merece la pena destacar en este
punto que el gobierno alemán conectó la aprobación de este Plan en
el G-8, así como su buena disposición hacia el plan de
"transferencia de poder" en Iraq que aprobó la resolución
1.546 del CS con la condición de que a finales de 2004 se reformule
la composición del CS y Alemania pase a ser miembro permanente del
mismo.
8. Véase en CSCAweb: EEUU
fuerza la aprobación por el Consejo Gubernativo iraquí de un
borrador de Constitución, mientras alienta la implicación de NNUU y
la OTAN en la ocupación
9. Jordan Times, 20 de abril
de 2004. En el curso de una conferencia sobre "La transformación
de la OTAN y la seguridad del Golfo" celebrada en Qatar el 19 de
abril, el asistente del secretario general de la OTAN para asuntos políticos
y cuestiones de seguridad, Gunther Altenburg afirmó que la organización
militar está trabajando en una nueva iniciativa de cooperación
"entre la Alianza Atlántica y Oriente Medio"que se hará público
en la Cumbre de Estambul de junio de 2004.
10. Véase: www.state.gov/p/eur/rls/rm/2003/25602.htm
11. Véase en CSCAweb: ¿Qué es
lo que realmente está en juego?: los planes de EEUU para un nuevo
mapa de Oriente Medio.
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