La
monarquía saudita: entre sus compromisos con Estados Unidos y los
intentos reformistas
Por
Jaile Maleta (*)
CEAMOnitor,
25/05/05
CSCAweb,
30/05/05
"La
continuidad de la alianza estadounidense-saudita y el incipiente
proceso de reformas políticas en Arabia Saudita, imprimen nuevas dinámicas
en el contexto interno de la monarquía durante los primeros meses del
2005"...
Los
resultados del encuentro sostenido a fines de abril, entre el Príncipe
Heredero y Primer Ministro saudita, Abdullah Bin Abdulaziz al-Saud, y
el Presidente de EE.UU., G. W. Bush, apuntan hacia un arreglo de las
fisuras en las relaciones bilaterales, iniciadas tras el 11 de
septiembre y evidenciadas tras la negativa saudita a que se empleara
su territorio para la agresión a Iraq. Algunos columnistas resaltaron
que en la cita, prevaleció el trato diferenciado y amistoso, aunque
otros satirizaron el "rostro tierno de Bush y la sonrisa
complacida de Abdullah" (1).
La
visita a EE.UU. del heredero saudí estuvo precedida por una reunión
en París con J. Chirac, durante la cual el Reino concertó la
adquisición de 48 aviones de combate, en los próximos meses (2). Al
revisar el estado de las relaciones bilaterales, el mandatario galo
expresó: "en una región donde la estabilidad se mantiene
precaria, una consulta regular entre Francia y Arabia Saudita es de
importancia capital"(3). Por su parte, el príncipe saudita
manifestó: "Para aquellos que anuncian un choque de
civilizaciones, observen a Francia y Arabia Saudita y comprenderán cómo
se profundiza una muestra de amistad entre las civilizaciones"
(4).
En
el encuentro con el Presidente estadounidense se analizaron varios
temas, de los cuales se destacaron: la inestabilidad en el mercado
petrolero, la lucha contra el terrorismo y el proceso de reformas en
el Reino (5).
Sobre
el primer aspecto, Abdullah presentó un plan para aumentar la
producción de petróleo saudita durante los próximos años, ante la
insistencia de Bush sobre la elevada cotización de ese producto que
fluctúa entre los 50 y los 55 dólares el barril en la Bolsa de Nueva
York (6). Así, la delegación que acompañó al Primer Ministro,
detalló que para el próximo decenio Arabia Saudita podría
incrementar su capacidad de producción hasta 15 millones de barriles
diarios (mbd), de una producción actual de 9,5 mbd. La contraoferta
norteamericana fue la de invertir 50 mil millones de dólares para
contribuir a ese incremento. En resumen, el Príncipe Heredero
garantizó que su país está comprometido para tratar de equilibrar
el mercado energético (7).
En
el segundo aspecto, la lucha antiterrorista, ambos líderes emitieron
un comunicado donde renovaron la cooperación a partir de la creación
de un comité conjunto, encabezado por sus respectivos cancilleres,
para tratar cuestiones estratégicas de interés común (8).
Hay
que destacar que en los últimos dos años, las fuerzas de seguridad
sauditas lanzaron una fuerte ofensiva contra los grupos terroristas
islámicos dentro de su territorio, en especial contra Al-Qaeda. Según
el Estado Mayor, la táctica empleada contra esos grupos es el sistemático
acoso. De hecho, a principios de abril se desmanteló uno de los
principales núcleos de Al-Qaeda en la zona norte del país, con la
muerte de 15 militantes radicales, entre ellos, el marroquí, A. al-Mejjati,
presunto cerebro de los atentados de Madrid y Casa-blanca (9).
Desde
el inicio de la contraofensiva contra el terrorismo, la ola de
atentados en Arabia Saudita ha cobrado 90 muertes y más de 200
heridos, en su mayoría occidentales (10).
El
tercer aspecto, el ritmo de los cambios democráticos en el reino de
corte absolutista, resulta el más controvertido y el de más difícil
pronóstico. En el mes de febrero, durante su discurso sobre el
"Estado de la Unión", el Presidente Bush pidió a Riad que
"demostrara su liderazgo en la región extendiendo la voluntad
popular en la determinación de su futuro" (11). Otras figuras
neoconservadoras, por ejemplo, R. Perle y D. Frum, en el libro, "An
End to Evil: How to Win the War on Terror", proponen la creación
de un Estado independiente en la región de Hasa, reservorio de los
principales enclaves petroleros (12). No obstante, el consenso que
prevalece en Washington se inclina por la alianza con la familia Saud,
pero presionándola para que emprenda reformas políticas. El temor a
lo que venga después de los Saud parece ser todavía demasiado fuerte
en la mayoría de los círculos neoconservadores de EE.UU.
A
lo interno, la Arabia Saudita de hoy no es la misma de hace cinco años.
Las consecuencias de la Segunda Guerra del Golfo, el deterioro de la
situación socio-económica, la influencia del nuevo "modelo político"
iraquí, las contradicciones entre los miembros de la familia reinante
y el fenómeno del terrorismo, le han impreso nuevos matices a la
realidad económica y política de la monarquía. A una velocidad,
impensable años atrás, han ocurrido algunas transformaciones que
empiezan a quebrantar el esquema político que defiende los pilares
del poder absoluto de los Saud. Las elecciones municipales y la
apertura al proceso de naturalización de los extranjeros residentes
en el país, serían los dos primeros ejemplos de ello, pero no
parecen ser los últimos.
Desde
que el rey Abdelaziz Ibn Saud conquistó en 1924 la provincia de Hiyaz
(donde se encuentran las ciudades santas de La Meca y Medina), no se
habían autorizado elecciones locales. En las recién finalizadas tres
etapas de los comicios, realizados entre febrero y abril, casi la
mitad de los 1,200 consejos locales fueron elegidos en las 13
provincias del país, la otra mitad se designa por el gobierno (13).
Estas elecciones no permitieron el voto femenino, asunto ya resuelto
en otras monarquías del Golfo, como Bahrein, Qatar y, más
recientemente, Kuwait. En un Estado donde la mitad de la población es
femenina, las autoridades prefirieron no abrir el debate entre
"islamistas" y "liberales". Finalmente, el
gobierno garantizó que las mujeres podrían votar en los próximos
escrutinios, en el 2009 (14).
La
información detallada sobre los resultados de las elecciones escasea
en los medios de información disponibles. No obstante, un balance
preliminar indica cierto predominio de los sectores religiosos de la
oposición. Sus triunfos fueron relevantes en la capital comercial del
Reino, Gedda (los siete candidatos elegidos), Burayda, capital de la
tradicional provincia "conservadora" de Qassem (cinco de los
seis candidatos); en la ciudad santa de Medina, en Taef y en Riad,
donde los Hermanos Musulmanes se alzaron con importantes triunfos
(15).
En
la actualidad, la oposición en Arabia Saudita se manifiesta en tres
direcciones o tendencias principales: la "línea pacífica",
cuya agrupación insignia es el Movimiento para la Reforma Islámica
en Arabia (MIRA) con sede en Londres y que aspira a lograr una reforma
política en el país, pero bajo los preceptos de la Sharia; "los
seculares", agrupados en una coalición de múltiples tendencias
ideológicas, con representación femenina y chiíta que rechazan el
monopolio religioso y político del wahabismo; la "línea
violenta", que agrupa a movimientos como al-Qaeda y las Brigadas
de Al-Haramain, cuyos objetivos se desmarcan de las reformas políticas
demandadas por los otros grupos de oposición, y cuya postura parece
encaminada a profundizar la inestabilidad y aprovecharla para llegar
al poder.
El
otro cambio importante fue la ley de naturalización de los residentes
extranjeros en Arabia Saudita, que entró en vigor el 1 de mayo último.
Las primeras exigencias para beneficiarse de dicha ley son: haber
residido más de 10 años en el país, hablar y escribir el árabe y
disponer de un empleo acorde con las necesidades profesionales que
exige el desarrollo del Reino (16). Para los 7 millones de expatriados
de origen árabe o asiático instalados en territorio saudita
(palestinos, jordanos, yemenitas, paquistaníes, filipinos, etc.), la
medida representa una oportunidad inesperada. Ser ciudadano de uno de
los Estados más cerrados del mundo significa también adquirir
privilegios de propiedad, derechos, empleo público, mejores salarios,
ascenso profesional, préstamos bancarios sin intereses y acceso a la
Universidad, derechos que gozan los nacidos en Arabia Saudita.
El
Reino saudita, por su peso geopolítico en la zona, ocupa un espacio
destacado en las proyecciones de EE.UU. hacia la región. La difícil
situación socio-económica que atraviesa constituye uno de los
principales desafíos internos. Sin embargo, en materia política,
coexisten por el momento, dos acontecimientos que favorecen los
intereses sauditas de no transitar por un proceso acelerado de
reformas: su ofensiva antiterrorista que contribuye al diseño de la
arquitectura de seguridad regional promovido por Washington, y el
inestable escenario de la posguerra iraquí que aleja por el momento
las posibilidades de maniobra contra la monarquía.
Notas:
(*)
Jaile Maleta es investigador del Centro de Estudios sobre África y
Medio Oriente, La Habana (Cuba). El CSCA ha alcanzado un acuerdo de
colaboración mútua con este centro para el intercambio de artículos
y análisis.
(1) CBS News: "Abdullah-Bush Stroll Strikes Nerve",
04-27-05.
(2) Alexandre, F.: "Ryad pourrait acheter 48
"Rafale"", RFI, 15-04-05.
(3) Benaichouche, T.: "Chirac et le prince
Abdallah affichent leur entente", RFI, 14-04-05.
(4)
Idem.
(5)
Gélie, P.: "Bush inquiet des fragilités saoudiennes", Le
Figaro, 25-04 05.
(6) Stockman, F.: "Saudis Offer Little Gas Price
Relief Bush, Abdullah Meet in Texas", Globe
Staff, 04-26-05.
(7) DPA: "Saudis Agree to Increase Oil
Output", 04-26-05.
(8) Almaeena, K.: "Abdullah and Bush Reaffirm
Historic Ties", Arab News, 04-27-05.
(9)
Colly, A.: "Le régime saoudien assure avoir liquidé le noyau
dur d'al-Qaïda", RFI, 12-04-05.
(10)
Ídem.
(11) CBS News: "Bush's State of the Union Speech",
02-02-05.
(12) Frum, D. and R. Perle: "An End to Evil: How
to Win the War on Terror", Ballantine Books, October 2004.
(13) Al-Jazeera: "Islamists lead in Saudi polls",
04-23-05.
(14)
Ayad, C.: "Les femmes écartées", Libération, 22-04-05.
(15)
Djedda, P.: "Les islamistes, vainqueurs des municipales en Arabie
saoudite", Le Figaro, 25-04-05.
(16)
Colly, A.: "Devenir Saoudien", RFI, 04-05-05.
|
|