Irán
vota en contra del status quo
Por
Frances Harrison
BBC,
Teherán, 25/06/05
Los
resultados de las elecciones en Irán fueron sorprendentes. La mayoría
de los observadores no pensaron nunca que Mahmoud Ahmadinejad pasaría
de la primera vuelta de hace una semana. Después,
todos vaticinaban un cabeza a cabeza con su rival, el ex presidente
Akbar Hashemi Rafsanjani.
Ahora
el alcalde de línea dura de Teherán desafió todos los pronósticos
con una cómoda victoria sobre el más conocido y moderado Rafsanjani.
Pero
la verdad es que la mayoría de sus electores no lo eligieron por su
ideología. De hecho muchos ni siquiera la tuvieron en cuenta.
El
punto clave fue que Ahmadinejad apeló a la clase baja. Y es que pese
a que Irán goza de una gran riqueza petrolera, también posee una
alta taza de desempleo, para no mencionar el aumento de los últimos años
en la diferencia entre ricos y pobres.
Los
menos favorecidos ven con suspicacia cómo crecen el consumismo y los
gastos de la élite de Teherán, mientras que ellos no ven los
beneficios del boom petrolero.
Por
eso parece que el electorado votó en contra del status quo, que no es
más que un sinónimo de la profunda frustración económica que hay
en el país.
Y
es que el ex presidente Rafsani es visto por muchos como una figura
del establishment, un veterano clérigo que siempre ha estado en la cúpula
de la revolución.
Quizás
por eso los electores decidieron escoger una alternativa, un hombre
joven que emplea el discurso tradicional de la revolución de
distribuir la riqueza petrolera y renacionalizar otros recursos.
Pero
para los liberales, el triunfo de Ahmadinejad es preocupante. Se
espera que cuando asuma las riendas del país dará marcha atrás a
algunas de las libertades sociales introducidas por los reformistas
del gobierno anterior y que asuma una postura mucho más dura en las
negociaciones nucleares con occidente.
Con
su victoria todos los órganos del estado iraní quedan en manos de la
línea ultra-conservadora del país.
El
legado de Jatamí
Redacción
BBC Mundo, 25/06/05
Ya
está confirmado que el ultra-conservador Mahmoud Ahmadinejad se
convertirá en el noveno presidente de Irán y reemplazará al
moderado Mohammed Jatamí.
En
los últimos años, Jatamí ha sido considerado como un mandatario
incapaz pues muchas de sus reformas fueron bloqueadas por los
extremistas que controlan casi todos los niveles de poder en Irán.
El
nuevo presidente tomará las riendas de los países más poblados de
Medio Oriente, donde dos tercios de los habitantes tienen menos de 30
años.
La
brecha entre ricos y pobres se ha ampliado, y el índice oficial de
desempleo es de alrededor del 10%, aunque algunos piensan que es mucho
mayor. Son
estas las grandes preocupaciones de los iraníes.
Empleo
y apertura
Pero
aunque los jóvenes buscan trabajo desesperadamente, muchos también
piden una más amplia reforma social.
Durante
sus ocho turbulentos años en el poder, el presidente Jatamí luchó
por una mayor apertura y libertad de expresión. El
establishment contraatacó cerrando numerosos diarios reformistas y
arrestando a muchos periodistas y disidentes.
Sin
embargo, los seguidores de Jatamí afirman que su énfasis en la
libertad de expresión y la democratización del país cambió para
siempre la mentalidad política de la sociedad iraní y que esto no
puede ser revertido.
Y
afirman que, por ello, muchos de los candidatos presidenciales se
vieron en la obligación de reinventarse como reformistas para atraer
a los votantes desilusionados.
Con
todo, la victoria de Ahmadinejad también pone de relieve que el
estado de la economía y los valores islámicos tradicionales siguen
siendo cruciales para la mayoría de los iraníes.
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