Uso de la fuerza contra Teherán
podría tener costos muy altos para todos los involucrados
La desastrosa ‘opción
militar’de Estados Unidos en Irán
Por Amin Saikal
(*)
International Herald Tribune / rodelu.net, 02/10/05
Experto considera urgente que
avancen las negociaciones entre la Unión Europea, EEUU e Irán sobre
el programa nuclear iraní, pero partiendo de una base política que
incluya compromisos concretos de parte de la Casa Blanca, para
establecer una nueva forma de relacionarse con Teherán y con el resto
de los países del Medio Oriente.
Canberra.–Irán y Estados Unidos
están a punto de colisionar. A pesar de las advertencias provenientes
de Estados Unidos y Europa, quienes temen que Irán está
desarrollando armas nucleares, Irán está empeñado en reanudar el
enriquecimiento de uranio (aunque postergó la decisión hasta
noviembre), y su nuevo Presidente de línea dura, Mahmoud Ahmedinejad,
insiste que el país tiene el derecho de hacerlo con fines civiles según
el Tratado de No Proliferación Nuclear.
El Presidente George W. Bush ha
reaccionado declarando que están todas las alternativas abiertas,
incluida la acción militar, lo que ha provocado una dura crítica no
sólo de Teherán sino que del Canciller alemán Gerhard Schröder,
uno de los aliados de Estados Unidos en este tema. Se rumorea que
Israel también tiene planes de atacar las instalaciones nucleares de
Irán. Pero el uso de fuerza contra Irán podría tener un costo
demasiado alto para todos los involucrados. Teherán cuenta con la
capacidad de responder de distintas formas militares y no militares en
caso de una confrontación.
Irán podría cerrar el altamente
estratégico Estrecho de Hormuz, a través del cual transita la mayor
parte del crudo exportado por los países del Golfo. Además, ese país
posee importantes destacamentos militares y navales en el norte,
preparados para efectuar acciones bélicas destinadas a hacer estallar
o hundir una serie de buques a fin de obstaculizar el estrecho.
La manera más eficaz que tendría
EEUU para mantener abierto el estrecho sería desplegar tropas en
terreno iraní, lo que significaría una guerra terrestre, una acción
que los iraníes recibirían sin problemas, pero que los
estadounidenses quisieran evitar, sobre todo tras la dura experiencia
de Irak.
Teherán también podría usar el
petróleo para ejercer presión. Una reducción sustancial o una parálisis
total de la producción de crudo iraní, que actualmente alcanza
cuatro millones de barriles diarios, inflaría el precio del crudo de
forma dramática, lo que tendría consecuencias económicas y políticas
devastadoras para EEUU y sus aliados, especialmente tras la crisis
generada por los huracanes Katrina y Rita en el Golfo de México.
Una acción de este tipo también
sería altamente nociva para Irán, aunque varios legisladores del país
han señalado extraoficialmente que si se trata de la supervivencia
del régimen islámico, estarían dispuestos a usar cualquier arma.
Además, Teherán es capaz de
hacerle la vida mucho más difícil a las fuerzas estadounidenses y a
sus aliados en Irak. Hasta la fecha, Irán ha actuado de forma
prudente respecto de su vecino, bajo la esperanza de que si EEUU logra
establecer la democracia esto brindaría poder político a los aliados
chiítas de Irán en ese país. Pero en caso de un ataque
estadounidense o israelí contra Irán, toda prudencia se dejaría de
lado.
Se podría esperar que los iraníes
no sólo impulsen a sus aliados en Irak a que luchen con más fuerza
contra las tropas estadounidenses, sino que envíen miles de soldados
e incluso voluntarios suicidas (que aunque no son reconocidos y dicen
no ser apoyados por el Gobierno de Teherán, no son perseguidos) para
apoyar a Irak. También podría contar con el apoyo de múltiples
grupos de activistas chiítas dentro de sus redes islámicas
regionales, para atacar blancos estadounidenses e israelíes y sus
intereses a través de la región entera. Además, Irán podría usar
sus extensos vínculos fronterizos con Afganistán para socavar la frágil
estabilidad de ese país.
El régimen islámico también
tiene la capacidad de tomar represalias militares. Posee una
formidable máquina militar, equipada con misiles Shihab de mediano y
largo alcance capaces de producir grandes destrozos a blancos
estadounidenses e israelíes a distancias de 2.000 kilómetros. En
tanto que Irán no es capaz de igualar el poder militar
estadounidense, las fuerzas iraníes podrían contrarrestar esto en
cierto grado con su fanatismo religioso y nacionalista.
Dado los costos de una confrontación,
es esencial que Irán y sus tres socios negociadores, Gran Bretaña,
Francia y Alemania, establezcan un acuerdo mutuo. Sin embargo, para
que este acuerdo se materialice, las partes involucradas tendrán que
tratar asuntos más allá del tema nuclear a fin de discutir las
condiciones que han llevado a los iraníes a vivir con el miedo
constante provocado por EEUU e Israel, y a estos dos países a
sospechar cada vez más de las intenciones nucleares de Irán.
Una solución viable a este
conflicto nuclear depende en alto grado de cómo las partes
involucradas logren un acuerdo político mutuo. Si Washington
reconociera el régimen islámico de Teherán, dejara de
constantemente amenazar a Irán, y acordara un control de las armas de
destrucción masiva en la región entera, lo que tendría que incluir
a Israel, podría avanzar sustancialmente en cuanto al problema
nuclear. Pero, Washington nunca ha deseado que Israel se vea obligado
a someterse a las misma restricciones que rigen a los árabes e iraníes.
(*) Profesor de ciencias políticas
en la Universidad Australiana Nacional de Canberra, y director del
Centro de Estudios Árabes e Islámicos de dicha Universidad.
Irán amenaza con llevar el crudo a
US$ 400 el barril si es atacado por USA o Israel
[Geo–Politic], 04/10/05
El rumor ya circula, en persa, por
internet; y las autoridades iraníes se han limitado a negarlo pero el
comentario pareció una confirmación. ¿Irán se encuentra dispuesto
a dinamitar sus instalaciones petroleras para destruirlas en caso de
ser atacado, y así provocar el colapso de la economía global?
Posiblemente Hugo Chávez Frías no estaba tan errado cuando él
vaticinó un nuevo ascenso en el precio del crudo: el escenario
mundial es tan frágil como peligroso.
Irán hará subir el barril a US$
400 si es atacado por USA o Israel. La sombría advertencia circula
desde anoche por varias páginas web en persa y procede de alguno de
los altos jefes de los Guardianes de la Revolución, cuya vinculación
al presidente Mahmud Ahmadinejad es conocida.
Aplicando la vieja táctica del
"policía bueno, policía malo", el presidente Ahmadinejad
ha aprovechado la prensa local para mandar simultáneamente el mensaje
de que no tiene fundamento la versión de que Teherán restringirá de
forma brutal las exportaciones de petróleo, si el caso de su programa
nuclear ilegal es llevado ante al Consejo de Seguridad de la ONU. la
noticia apareció ayer con grandes titulares en el diario 'Jaleej
Times'.
"El Presidente 'nunca ha
mantenido una entrevista, ni de manera oral ni escrita con el diario 'Jaleej
Times'", afirmó la oficina de Ahmadinejad, en un comunicado
hecho público esta madrugada. El diario, con base en la capital de
Emiratos Arabes Unidos, se ha hecho eco d eunas supuestas
declaraciones del preisdente iraní y cita palabras
–aparentemente– textuales.
En la entrevista que niega ahora Irán,
el presidente Ahmadinejad asegura que 'si el caso de Irán es enviado
al Consejo de Seguridad, responderemos de muchas maneras, por ejemplo
reteniendo las ventas de petróleo o limitando las inspecciones a
nuestras instalaciones nucleares'
La oficina de Ahamadinejad asegura
que dicha afirmación 'no es más que una mera invención'. Irán, con
más de cuatro millones de barriles al día, es el segundo productor
de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) después
de Arabia Saudí.
Una restricción de las
exportaciones de crudo iraníes provocaría un alza en los precios en
el mercado mundial y daría lugar a una importante crisis económica
en Teherán, que recibe el 80% de sus ingresos de la venta de petróleo.
'Hemos cooperado extremadamente,
hemos tenido más de 1.200 peticiones de inspecciones, hay cámaras de
control por todas partes en nuestras instalaciones', indicó
presuntamente el presidente al diario, tras ser preguntado sobre la
posibilidad de que la ONU permita a países extranjeros y a compañías
privadas participar en el programa de enriquecimiento de uranio en Irán.
'Pero lo que realmente me pregunto
es cómo es que los ocupantes de Jerusalén han conseguido cabezas
nucleares, y no hay absolutamente informaciones sobre controles en
este país', agregó Ahmadinejad, refiriéndose a Israel. 'No hay
información sobre controles en países donde ya existen armas
nucleares, así que pensamos que todo esto hacia Irán es sólo político',
afirmó.
El presidente iraní amenaza en su
entrevista con responder 'de muchas maneras' si el caso es enviado al
Consejo de Seguridad de la ONU, como por ejemplo 'reteniendo las
ventas de petróleo o limitando las inspecciones' a las instalaciones
nucleares.
Por otro lado, tras rechazar las
acusaciones de que Irán respalda el terrorismo, señaló que muchos
de los más importantes líderes de Irán murieron a manos de un grupo
terrorista. 'Incluso nuestro presidente y uno de nuestros primeros
ministros en el pasado fueron asesinados por un grupo terrorista. Así
que, ¿cómo podemos nosotros ser patrocinadores del terrorismo?',
indicó.
'Hemos cooperado extremadamente,
hemos tenido más de 1.200 peticiones de inspecciones, hay cámaras de
control por todas partes en nuestras instalaciones', aseguró, tras
ser preguntado sobre la posibilidad de que la ONU permita a países
extranjeros y a compañías privadas participar en el programa de
enriquecimiento de uranio en Irán.
'Pero lo que realmente me pregunto
es cómo es que los ocupantes de Jerusalén han conseguido cabezas
nucleares, y no hay absolutamente informaciones sobre controles en
este país', agregó Ahmadinejad, refiriéndose a Israel. 'No hay
información sobre controles en países donde ya existen armas
nucleares, así que pensamos que todo esto hacia Irán es sólo político',
afirmó.
El Presidente iraní amenazó en su
entrevista con responder 'de muchas maneras' si el caso es enviado al
Consejo de Seguridad de la ONU, como por ejemplo 'reteniendo las
ventas de petróleo o limitando las inspecciones' a las instalaciones
nucleares.
Tras rechazar las acusaciones de
que Irán respalda el terrorismo, señaló que muchos de los más
importantes líderes de Irán murieron a manos de un grupo terrorista:
'Incluso nuestro presidente y uno de nuestros primeros ministros en el
pasado fueron asesinados por un grupo terrorista. Así que, ¿cómo
podemos nosotros ser patrocinadores del terrorismo?"
Ahmadinejad, el desafiante
Por Saloumeh Peyman
Inter Press Service (IPS), 20/10/05
Teherán. Mientras en la ONU se
analizan posibles sanciones a Irán por su programa nuclear, el
conservador presidente Mahmoud Ahmadinejad se consolida como héroe
nacional y símbolo de resistencia a Occidente.
Los aplausos en Irán al
"ingeniero", como Ahmadinejad es conocido, se redoblaron el
sábado, cuando reivindicó en la Asamblea General de la ONU
(Organización de las Naciones Unidas) el "inalienable
derecho" de su país al desarrollo nuclear con fines pacíficos.
El mandatario iraní realizó esa
declaración pocas horas después de la Cumbre Mundial 2005, que había
concluido el viernes en ese mismo recinto. Su pronunciamiento tuvo
consecuencias inmediatas.
Los tres países que han negociado
con Irán en nombre de la Unión Europa (UE) –Alemania, Francia y
Gran Bretaña–, solicitaron a la Agencia Internacional de Energía
Atómica (AIEA) que presente el caso ante el Consejo de Seguridad de
la ONU esta misma semana.
El grupo negociador europeo,
conocido por las siglas UE–3, ha mantenido una posición
conciliatoria frente a la intransigencia de Estados Unidos, pero
parece haber perdido la paciencia. Su último paso podría derivar en
sanciones contra Teherán.
De todos modos, una multitudinaria
concentración recibió a Ahmadinejad en el aeropuerto de Teherán
como un héroe. Muchos coincidieron en que el recibimiento les hacía
recordar los honores ofrecidos hace 60 años a otro estadista muy
popular.
El entonces primer ministro
Mohammed Mossadegh había regresado a Teherán tras defender con éxito
en un tribunal de La Haya los derechos de su país sobre el petróleo,
enfrentado con importantes compañías británicas.
El lunes, Ahmadinejad afirmó en la
televisión estatal iraní que su gobierno no está preocupado por un
eventual informe de la AIEA al Consejo de Seguridad de la ONU.
"Ellos hacen lo que tienen que
hacer y nosotros hacemos lo que tenemos que hacer. Nuestra posición
permanecerá incambiada. El pueblo de Irán defenderá sus derechos y
no le pasará nada", declaró.
Pero el martes, el negociador iraní
Alí Larijani dijo a la prensa en Teherán que, si la AIEA resuelve la
intervención del Consejo de Seguridad, se negará el acceso de los
inspectores de la agencia a las instalaciones nucleares.
Hassan Daqiqi, un ingeniero
retirado, dijo a IPS que "Ahmadinejad no está haciendo nada
especial", sino "sólo lo que haría cualquier patriota iraní".
"No pregunte mi nombre. Soy sólo
uno de los tantos millones de iraníes, musulmanes, seculares o
nacionalistas de diversos sectores sociales. El presidente Ahmadinejad
levantó nuestro espíritu y estamos orgullosos de él", dijo,
por su parte, un anciano de Teherán.
El fervor popular se extenderá
seguramente hasta este domingo, cuando se celebre el natalicio de
Mohammed Al Mahdi, el duodécimo imán (máximo líder religioso
chiita) quien, según la tradición de esta rama de la fe musulmana,
regresará como libertador para salvar el mundo e instaurar una
sociedad islámica justa.
El régimen islámico iraní es
conciente de que se avecinan tiempos difíciles, pero parece haber
consenso en la población, incluidos reformistas y seculares, de que
vale la pena pagar el precio de defender el derecho a desarrollar
energía nuclear con fines pacíficos.
UE–3 había advertido a Irán que
promovería sanciones en el Consejo de Seguridad de la ONU si Teherán
no revertía su decisión de reabrir las instalaciones de
enriquecimiento de uranio, cuya actividad estuvo ocho meses
interrumpida.
A pesar de esta advertencia, y
mientras las autoridades de la AIEA todavía discutían las medidas a
tomar, Irán rompió los sellos que había colocado esa agencia de la
ONU en 2004, cuando Teherán acordó suspender su programa nuclear.
El uranio enriquecido puede
utilizarse para fines civiles, como la generación de electricidad,
pero también para fabricar bombas nucleares.
Irán niega que tenga el propósito
de fabricar armas e insiste en que sus actividades están de acuerdo
con los términos del Tratado de No Proliferación Nuclear, pero
Estados Unidos y algunos países europeos sospechan de las intenciones
de Teherán.
En un esfuerzo por resolver el
conflicto a través del diálogo, Irán suspendió su programa de
enriquecimiento de uranio y abrió sus instalaciones a la inspección
de la AIEA en noviembre de 2003. Desde entonces, ha negociado con
UE–3.
Irán retiró los sellos de la
central después de que la AIEA instalara su sistema de inspección,
que incluye cámaras de vigilancia y otros dispositivos y que, sin
embargo, "no implica la aprobación de la reanudación del
enriquecimiento y conversión de uranio", según aclaró la
agencia.
En una conferencia de prensa, el
canciller Hamid Reza Asefi recomendó el domingo a UE–3 y a la AIEA
no tener una actitud intransigente.
"Los europeos y la AIEA deben
ver el caso de Irán con lógica y evitar un lenguaje amenazante y de
presión, pues eso no dará frutos", señaló.
"Nuestro consejo a la agencia
es que revise el caso iraní de una forma lógica y realista, para
evitar que la situación se complique aun más", añadió.
Asefi profundizó, además, el tono
desafiante de Irán al declarar que su gobierno no dudará en
enriquecer uranio.
El lunes, la prensa iraní aplaudió
la actitud del canciller y trató de minimizar las amenazas
occidentales.
"Presentar el caso iraní ante
el Consejo de Seguridad de la ONU no implica que vaya a producirse un
ataque militar contra Irán", señaló el diario Aftabyazd.
No obstante, Teherán busca apoyo
de países asiáticos y africanos, pero especialmente de China y
Rusia, que junto a Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña son
miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, con poder de
veto sobre las decisiones del órgano.
"La disputa sobre el caso
nuclear iraní podría extenderse hasta la próxima sesión de la
Asamblea General de la ONU en 2006, ya que Estados Unidos no ha
logrado ganar el apoyo indio contra Teherán", sostuvo, por su
parte, el diario Sharq, en su editorial.
India y otros países nucleares no
occidentales, como Rusia y China, dudan de la conveniencia de que el
Consejo de Seguridad analice el caso iraní.
Las 35 naciones que integran la
AIEA discuten a puertas cerradas en Viena la solicitud de UE–3, y
una decisión podría demorar al menos una semana.
Mientras, las celebraciones
religiosas del próximo fin de semana podrían servirle a Ahmadinejad
para movilizar el apoyo popular que necesitará para un enfrentamiento
con Occidente, y en especial con Estados Unidos.
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