Los Hermanos Musulmanes
ya tienen garantizados 76 escaños, una cifra récord. Los islamistas
no han hablado de alta política, sino que prometieron su ayuda para
aliviar la amarga vida cotidiana
Concluyen las
elecciones con ocho muertos en barrios donde la policía impidió el
voto islamista
Por Tomás Alcoverro
Corresponsal de La Vanguardia, 08/12/05
El presidente egipcio
convocó elecciones legislativas en tres rondas, pero acabó enviando
a las fuerzas de seguridad para impedir el acceso a los colegios. Seis
personas murieron ayer por disparos de la policía. A pesar de todo,
los Hermanos Musulmanes ya tienen garantizados 76 escaños, el mejor
resultado de su historia.
Las elecciones
legislativas egipcias, que el régimen de Hosni Mubarak, fiel aliado
de Estados Unidos, quería presentar como una muestra de democratización,
concluyen con ocho muertos, alrededor de 1.400 islamistas detenidos,
innumerables incidentes violentos en torno a los colegios en los que
habían sido instaladas las urnas, y toda suerte de fraudes e
irregularidades. En este mes electoral, iniciado el 9 de noviembre en
esta gran aldea que es El Cairo y en otras populosas provincias de la
república, en un ambiente relajado y casi festivo, con niños que
recorrían las calles de las barriadas tras los convoyes de los
candidatos, con niños que pregonaban sus nombres o distribuían sus
octavillas, las elecciones fueron haciéndose más violentas y
sangrientas.
En la segunda vuelta en
Alejandría, donde antes de los comicios hubo un enfrentamiento de
simpatizantes de los Hermanos Musulmanes con cristianos coptos -
minoritarios en el país-, se produjeron las primeras víctimas. A
medida que aumentaba el apoyo popular a esta histórica cofradía
integrista, la represión de los matones del gubernamental Partido
Nacional Democrático (PND) y de los agentes de las fuerzas de
seguridad fue agravándose.
Pero, pese a la
violencia y las amenazas, los Hermanos Musulmanes ya han conseguido 76
escaños en un Parlamento formado por 454 diputados, alcanzando la
mayor fuerza jamás obtenida desde su fundación en 1928 por Hassan El
Banna.
En esta última jornada
electoral, tres habitantes de Damieta, en el delta del Nilo,
perecieron a causa de los disparos de la policía. Según testigos
presenciales de los Hermanos Musulmanes, agentes de la seguridad
abrieron fuego ante un colegio electoral cuando los vecinos trataron
de acercarse a las urnas.
Otro joven de 25 años
murió por disparos de la policía en Abu Hammad, al norte de El
Cairo, y otros dos fallecieron en la misma región.
En las tierras del
delta, donde viven muchos simpatizantes de la cofradía, la policía
impidió su acceso a colegios electorales vitales. La organización
egipcia de derechos humanos denunció el cierre de 335 lugares
habilitados para votar y la sola presencia de elementos del PND.
En Al Aziziya, otra
localidad del delta del Nilo, se produjo una rebelión de las piedras
cuando simpatizantes islamistas las arrojaron a piquetes de la policía
que les impedían el acceso a las urnas. Las fuerzas de seguridad
respondieron lanzando granadas lacrimógenas sobre los manifestantes.
Aprovechando una pausa en la reyerta, un grupo de lugareños pudo
votar. Un juez que supervisaba el escrutinio se lamentó de que muy
poca gente había podido entrar. Una mujer exclamó al salir: "¡El
islam es la solución!", lema utilizado por los Hermanos
Musulmanes, arraigados desde hace medio siglo en el Egipto profundo.
La primera fuerza política
de la oposición al régimen de Mubarak había organizado su propia
red de observadores para supervisar la votación. El Gobierno de El
Cairo rehusó la presencia de observadores internacionales, tanto en
estas legislativas como en las presidenciales del pasado septiembre,
en las que, por vez primera, pudieron presentarse otros candidatos
además del rais Mubarak. Desde hace 25 años Mubarak va renovando su
mandato como presidente de la república.
El avance del apoyo
popular a los Hermanos Musulmanes se debe, ante todo, a la frustración
de los egipcios ante un régimen corrompido, de base militar, y a la
acción de asistencia social y de beneficencia de esta cofradía, como
ocurre con otros grupos islamistas. Sus candidatos no han abordado
temas de alta política, sino que prometieron su ayuda para mejorar
los servicios de recogida de basuras, el funcionamiento de los
servicios de agua y electricidad o la construcción de dispensarios,
escuelas y viviendas para aliviar la amarga vida cotidiana.
Los partidos de
tendencia laica han sido los grandes perdedores de estas elecciones,
en las que, como se preveía, el PND continuará dominando la Asamblea
Nacional. Únicamente cuatro mujeres y un cristiano copto obtuvieron
escaño. Y sólo un promedio del 25% del censo electoral acudió a las
urnas.
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