Irán

 

¿Abrirá la bolsa petrolera iraní en marzo?

Por Alfredo Jalife Rahme
La Jornada, 15/02/06

Entre quienes aseguran que la guerra anglosajona-israelí contra Irán es inevitable (incluso con armas nucleares), se desprende un subgrupo que pone de relieve como la principal causal la apertura de la bolsa petrolera iraní y su permutación de petrodólares a petroeuros para marzo.

En un enfoque geofinanciero, debido a la descomposición del sistema dolarcéntrico, esta hipótesis suena atractiva, mucho más que la muy publicitada posesión de armas nucleares (la gran pantalla de humo, a nuestro juicio) por la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán en los próximos cinco años.

Existe abundante literatura bélica financiera en cuanto a las consecuencias que tendría sobre el dólar y la economía de EU la osadía chiíta de abrir una tercera bolsa para competir con el duopolio anglosajón de las bolsas petroleras de Nueva York (el Nymex) y Gran Bretaña (el IPE). Dos artículos clásicos circulan al respecto: uno de William Clark ("Las verdaderas razones de por qué Irán es el próximo objetivo: el emergente mercado internacional petrolero denominado en euros"; globalresearch.com, 27/10/04) y otro de Krassimir Petrov ("El proyecto de la bolsa petrolera iraní", 15/1/06), quien augura que su apertura "acelerará la caída del imperio estadounidense".

Ambos abusan del pensamiento lineal maniqueo y soslayan la luminosidad de la dialéctica que puede aportar mayor esclarecimiento a fenómenos hipercomplejos, repletos de sutilezas propias del mundo mediooriental, donde los matices conceptuales constituyen matrices de vida.

Nadie menos que el británico Chris Cook, anterior director de la bolsa petrolera londinense (IPE), desde su inigualable conocimiento de las entrañas del Moloch energético anglosajón esclarece su verdadera dimensión ("Percepción y realidad: lo cierto del tema nuclear", Asia Times, 21/1/06).

Cook es el inventor conceptual de la bolsa petrolera iraní y a su paso por la omnipotente bolsa petrolera londinense (el IPE) había llegado a la conclusión de que la "estructura de los mercados petroleros favorece en forma masiva a los intermediarios y en particular (sic) a los bancos de inversión (¡súper sic!), y tanto los consumidores como los productores, como Irán, se encuentran adversamente afectados". Este es justamente uno de los axiomas a los que llega nuestro libro Los cinco precios del petróleo (editado en Argentina y por aparecer en México).

No se puede entender el funcionamiento del mercado petrolero global sin el concurso cómplice de la banca trasnacional anglosajona. De allí que el desmantelamiento de la otrora banca nacional por la cleptocracia neoliberal en México haya constituido el paso previo para la emasculación y la entrega de Petróleos Mexicanos (Pemex) a las petroleras anglosajonas. Por lo tanto, rescatar Pemex exige la reconstrucción financiera y bancaria de México. La modernidad petrolera de Pemex va de la mano con la creación de una banca ex profeso de inversión, función que no cumple la parasitaria banca trasnacional.

La recomendación de Cook, con carácter de "urgente" en 2001, fue que Irán encabezara la creación de una "bolsa petrolera mediooriental y, en particular (sic), un nuevo precio de referencia del petróleo del golfo Pérsico". Su propuesta se escenificó en medio de su pleito doméstico cuando expuso el año previo la "manipulación bursátil del mercado petrolero británico (el IPE)". ¡Cómo! ¿Existe "manipulación del mercado" en las bolsas petroleras anglosajonas? ¿Estarán enterados de ello los ultramontanos neoliberales "mexicanos", es decir, los anteriores y actuales directores de Pemex y secretarios de Energía, más inepto uno que el otro, entre quienes descuella por su patética ignorancia energética el castañedista Calderón, candidato presidencial de las trasnacionales petroleras texanas y de los beneficiados por el Fobaproa/IPAB?

El 2000, delatado por Cook, fue un año interesante en los mercados: desplome del índice tecnológico Nasdaq, premonitorio de la quiebra por venir en diciembre de 2001 de la gasera texana mafiosa Enron.

Fustiga el "mito retorcido (sic), ampliamente propagado en la Internet de que el génesis del proyecto de la bolsa iraní consiste en un deseo por subvertir el dólar de EU por un precio denominado en euros". A su sabio juicio lo que importa no es tanto la operatividad de las transacciones en divisas como "en qué activos son invertidas (en el caso de EU, en qué pasivos)". Nótese el flemático sarcasmo británico sobre los "pasivos" de EU, quebrado financieramente.

Relata que luego fue invitado con su "socio" (nunca descubre su identidad) a formar un "consorcio para presentar un proyecto de creación de tal bolsa petrolera", lo cual fue "exitoso". Confiesa que el retraso inicial se debió a la "oposición de los sauditas, de la cual se retractaron después de los ataques del 11 de septiembre de 2001 y la invasión de Irak por EU".

Los pleitos internos entre el Ministerio de Petróleo y su homólogo de Economía fueron resueltos por el entonces presidente Khatami, lo que permitió progresar en el proyecto con la compra de instalaciones en la isla Kish, en el golfo Pérsico, con miras al lanzamiento de la bolsa. Luego comenta que surgieron disputas internas en el Ministerio del Petróleo debido a la postura sobre la "transparencia del régimen de ventas". Ahora se entiende por qué le costó tanto al presidente Ahmadinejad nombrar al nuevo ministro de petróleo después de tres postulaciones infructuosas que rechazó el Majlis.

Revela que "ahmadinejad ha declarado favorecer la transparencia (sic) en el mercado petrolero iraní. Cualquiera que esté familiarizado (sic) con la City de Londres y Wall Street sabrá que la transparencia es enemiga (sic) de las ganancias privadas". ¿Lo sabrá la hilarante filial mexicana (manejada por un júnior del putrefacto sistema político en agonía) de "Transparencia (sic) Internacional", financiada por la gasera mafiosa Enron?

Seria conveniente QUE el presidente iraní leyese La fábula de las abejas: vicios privados, beneficios públicos, de Bernard de Mandeville, el verdadero manual operativo del depravado capitalismo anglosajón, escrito hace casi 300 años, y en el que se inspiró Adam Smith para proponer la esotérica teoría de la "mano invisible": un cuento para oligofrénicos, que sostienen los fundamentalistas neoliberales.

El atraso del lanzamiento se debe a la ingenuidad bursátil de Ahmadinejad, quien desea aplicar sus respetables creencias islámicas en el mundo de los chacales petroleros, que funda su existencia en la especulación, el agio y el anatocismo, consustanciales a los Shylock anglosajones.

Después de explayar su muy persuasiva estrategia de lanzamiento Chris Cook aporta datos impactantes que asimiló en su contacto con la cúpula del poder iraní: "no existe duda (¡súper sic!) de que el asunto nuclear le conviene tanto a EU (sic) como a Irán para que sea visto como una amenaza iraní en su posesión de armas atómicas". Aduce que el tema nuclear "tiene que ver con Irak". Antes de la asombrosa insurrección de Fallujah el tema nuclear no existía y era abordado en forma "inconexa" hasta que las "facciones en Irán financiaron con 50 millones de dólares a Moqtada al-Sadr, y la contabilidad de los cadáveres de EU empezó a aumentar, lo que hizo que el tema nuclear alcanzara su actual nivel de importancia. Ahora que los chiítas pro iraníes están tomando el papel principal en el gobierno emergente de Irak, vemos que la temperatura nuclear se ha elevado aún más". ¡Genial!

Concluye que una cosa es la razón enunciada y otra es la verdadera, y en lo que se refiere a EU "su verdadera razón es que por encima de cualquier otra consideración se encuentra su seguridad energética".

Da a entender que el proyecto de la bolsa petrolera se encuentra paralizado hasta que Ahmadinejad asimile las reglas propias del mercado petrolero, más oscuro que un "agujero negro". Pero, más que nada, da pie, sin formularlo abiertamente, para un arreglo subrepticio entre los dos enemigos supuestamente peleados a muerte que han tenido acomodamientos y cooperaciones clandestinas como el Irán-contras (y ahora en Irak) y que pudieran concretar un arreglo más tras bambalinas, hipótesis que ya hemos planteado: bomba nuclear iraní a cambio de su gas (la segunda reserva planetaria) que tanto necesita el adicto consumidor estadounidense para su "seguridad energética".