Las
caricaturas en la política de Oriente Próximo
Por
James Petras y Robin Eastman-Abaya
La Haine, 22/02/06
Traducido para La Haine por Felisa Sastre
El eje central de la
actual confrontación candente entre los manifestantes musulmanes y árabes,
dirigentes políticos y gobiernos, y los regímenes de Europa
occidental y editores, tiene su origen en los intentos israelíes de
polarizar el mundo a su favor y de promover el aislamiento, las
sanciones económicas y/o un ataque militar contra Irán.
Sin embargo, existen
cuestiones clave que casi todos los comentaristas y analistas han
pasado por alto. Entre ellas, las siguientes:
¿Por qué las
caricaturas se han publicado en Dinamarca?
¿Cuáles son los
antecedentes políticos de "Flemming Rose", el redactor
cultural de Jylland-Posten que pidió, seleccionó y publicó las sátiras?
¿Qué asuntos de
mayor importancia han coincidido con el calendario de la publicación
y reproducción de los dibujos?
¿Quién se beneficia
de su publicación y del enfrentamiento posterior entre árabes e
Islam y Occidente?
¿Cuál es el
contexto político contemporáneo de las protestas árabes y
musulmanas?
¿En qué medida el
servicio secreto israelí, Mossad, está implicado en la provocación
del conflicto entre occidente y los árabes y musulmanes, y de qué
forma los resultado obtenidos han respondido a sus expectativas?
Un punto de partida
para analizar la controversia suscitada, que se ha convertido en el
foco para acusar a los musulmanes y a los países islámicos de
intolerancia frente la "libertad de expresión" occidental,
es el papel desempeñado desde hace tiempo por Dinamarca como centro
principal de las operaciones del Mossad en Europa. Dicho de otra
manera; ¿Cómo un pequeño país escandinavo de 5,400.000 ciudadanos
y residentes (de los cuales 200.000 son musulmanes, es decir, menos
del 3 %,), conocido por sus cuentos de hadas, por el jamón, y el
queso, se ha convertido en objetivo de la furia de millones de
creyentes musulmanes, desde Afganistán a Palestina, de Indonesia a
Libia y en las calles de todo el mundo en donde existe una población
musulmana significativa? ¿Por qué, tras el bombardeo de Bagdad, las
torturas de Abu Graib, las masacres de Faluya y la total destrucción
de los pueblos de Iraq y Afganistán, habrían de volcar su cólera
los musulmanes contra los símbolos de Dinamarca, desde sus galletas
en lata a sus embajadas y empresas en el exterior?
La historia,
presentada con trazos duros por los noticiarios de televisión, es del
señor "Flemming Rose", un esforzado redactor cultural de un
muy difundido periódico danés, quien ha querido contrarrestar la
creciente "corrección política" de los europeos en su crítica
hacia los musulmanes, postura que compara con la
"autocensura" de la que fue testigo en su país de origen,
la Unión Soviética. El editor de cultura del Jyllands-Posten,
ucraniano de nacimiento y con extraño nombre, encargó a
caricaturistas daneses presentar una serie de dibujos que
representaran al Profeta Muhammad tal como ellos (los dibujantes
daneses) se lo imaginaban. Sin embargo, cuatro de los doce dibujos
seleccionados para su publicación fueron ilustrados por el propio
equipo de Rose, entre ellos el más controvertido, el de la
"bomba en el turbante". Desafiando a las leyes danesas
contra la blasfemia, Rose publicó las caricaturas el 25 de septiembre
de 2005, y el resto ya se sabe...
Una enorme respuesta
contra el "sagrado derecho a la libertad de expresión"
occidental ha surgido en el Mundo Musulmán mientras que millones de
europeos y estadounidenses se sentían conmocionados y decididos a
defender sus queridas libertades en este "enfrentamiento de
civilizaciones". Se ha culpabilizado a Siria e Irán,
especialmente, por movilizar a los encolerizados creyentes en las
calles de Damasco y Teherán, en Beirut y en los barrios empobrecidos
de Gaza. Según las Secretaria de Estado estadounidense, Rice,
"Irán y Siria se han salido de madre para atizar los
sentimientos y para servirse de ellos para sus propios objetivos, y el
mundo debería llamarles la atención por ello". Las autoridades
paquistaníes y libias, aliadas de Estados Unidos, ordenaron disparar
sobre los manifestantes, matando e hiriendo a un montón de gente, al
mismo tiempo que detenían a numerosos líderes religiosos. Los
gobiernos occidentales presionaron a sus aliados árabes e islámicos
para que evitaran más ataques contra los productos y propiedades
daneses y culpabilizaron de complicidad e instigación a aquellos
incapaces de reprimir la furia. Todo ello por una serie de
caricaturas, o al menos eso se nos dice.
El editor cultural,
"Flemming Rose", que se cansó enseguida de tener que estar
rodeado de un equipo de policías daneses y de agentes de seguridad
para protegerle de un asesinato, y había perdido su capacidad de
movimientos habituales por su tranquilo Copenhague, eligió un refugio
seguro en Miami, Florida (en lugar de su Ucrania nativa), entre los
exiliados cubanos, los sayanim* (ver nota a pie de página)1 y
jubilados que juegan al Mah Jong2, mientras el drama continúa.
Dinamarca,
centro de la actividad del Mossad
¿Por qué Dinamarca?
¿Se hubiera podido organizar esta incivil y prefabricada controversia
desde las páginas de cualquiera de los principales periódicos de
Londres o Nueva York? ¿Quién ha querido situar a Dinamarca en el
centro de este "choque de civilizaciones" que parece un guión
de una película islamófoba de suspense de la serie B?
Un interesante capítulo
del libro del ex agente israelí del Mossad, Victor J. Ostrovsky, By
Way of Deception (1990, St. Martin Press) subraya las estrechas
relaciones, durante décadas, entre los servicios de inteligencia
daneses y el Mossad israelí:
"Las relaciones
entre el Mossad y los servicios de inteligencia daneses son tan
estrechas que resultan indecentes. Pero no es la decencia del Mossad
la que queda comprometida por el acuerdo; es la de Dinamarca. Y ello
porque los daneses tienen la idea equivocada de que por haber salvado
a muchos judíos durante la II Guerra Mundial, los israelíes están
agradecidos y ellos pueden confiar en el Mossad".
El Mossad tiene
capacidad para vigilar a toda la población árabe y especialmente a
los palestinos (presumiblemente incluso a aquellos que tienen
nacionalidad danesa) gracias a sus especiales relaciones con los
daneses:
"...un hombre
del Mossad controla 'todos los mensajes relacionados con los árabes y
palestinos (de la comunidad árabe en Dinamarca) que llegan a la sede
central del Servicio de Seguridad Ciudadana Danés...un extraordinario
acuerdo para un servicio de inteligencia extranjero'.
El alto aprecio que
los funcionarios de la inteligencia danesa sienten por sus colegas
israelíes del Mossad, según Ostrovsky, aparentemente no es recíproco:
"El Mossad
siente tal desprecio por su contraparte danesa que se refieren a ellos
como 'fertsalach', palabra hebrea para definir una pequeña explosión
de gas, es decir, un pedo...así denominan en el Mossad todo lo que
hacen' (pp. 231-232).
A cambio de su
servilismo, los daneses merecen recibir "entrenamiento" por
parte de los israelíes.:
Cada tres años,
agentes de la inteligencia danesa van a Israel para un seminario
dirigido por el Mossad... que genera contactos muy útiles para el
Mossad, perpetuando la idea de que no existe ninguna otra organización
que gestione mejor el terrorismo que el Mossad".
Tras el desastre de
Estados Unidos en Iraq y la resistencia del mundo a un "masivo
ataque preventivo" o al embargo económico o diplomático de Irán,
que podría elevar el precio del barril de petróleo por encima de los
100 $, Israel tuvo que cambiar sus ideas previas. Por ello tendría
sentido que una campaña dirigida a promover las justificaciones para
atacar a países como Irán y Siria (los actuales enemigos de Israel)
surgiera de uno de los más comprometidos aliados europeos de Estados
Unidos en la invasión y destrucción de Iraq y Afganistán, y cuyo
servicio nacional de inteligencia (denominado tan cariñosamente como
'fertsalach') estuviera impaciente por servir a los intereses de
Israel.
Flemming
(o incendiario3) Rose: un periodista con causa
Habida cuenta de la
infiltración del Mossad desde hace muchos años en las agencias de
inteligencia danesas, y sus estrechas relaciones de trabajo con los
medios de información de la derecha, no resulta sorprendente que un
judío ucraniano, que actúa con el nombre de "Flemming
Rose", y que tiene relaciones directas con el Estado israelí ( y
en particular con el gobierno ultraderechista del Likud), fuera el
centro de la controversia sobre las viñetas. Los vínculos de Rose
con el Estado israelí son anteriores a su bien conocida y
propagandista entrevista con Daniel Pipes (2004), el famoso ideólogo
sionista que aborrece a los árabes. Antes de que se le nombrara
editor cultural de un importante diario derechista danés, desde 1990
a 1995, "Rose" fue un reportero con sede en Moscú que
tradujo al danés la autobiografía hagiográfiaca de Boris Yeltsin,
protegido de los oligarcas rusos pro-israelíes del poscomunismo,
muchos de los cuales tienen la doble nacionalidad y colaboran con el
Mossad en el blanqueo de miles de millones de dinero negro.
Entre 1996-1999,
"Rose", el periodista, realizó el circuito de Washington
(viajando con Clinton a China) antes de volver a Moscú donde trabajó
como corresponsal durante los años 1999-2004 para el Jyllands-Posten.
En 2005, se convirtió en su editor cultural, a pesar de sus escasos o
nulos conocimientos de la materia, pasando por encima de otros
periodistas daneses del equipo de dirección. Desde su nuevo puesto,
"Rose" puso en marcha un programa decidido para agravar la
creciente hostilidad de los conservadores daneses hacia los
inmigrantes de Oriente Próximo, y en particular hacia los musulmanes
practicantes. Sirviéndose del formato de la "entrevista",
publicó las virulenta diatriba anti-islámica de Pipes, probablemente
para "probar la temperatura del ambiente" antes de dar el
siguiente paso, de acuerdo con la estrategia del Mossad, de polarizar
una confrontación entre Occidente-Oriente.
Contexto
político para actuar
Existen suficientes
pruebas que demuestran que la guerra de Iraq fue en gran parte el
resultado de una masiva campaña de desinformación llevada a cabo por
los civiles militaristas del Pentágono y por los sionistas
estadounidenses que ocupaban puestos relevantes dentro y fuera del
Pentágono y en la sociedad civil, en coordinación con el Estado
israelí que deseaba la destrucción de Iraq como nación viable. No
existe prueba de que las principales compañías de petróleo
estadounidenses presionaran al Congreso o promovieran la guerra en
Iraq o el actual enfrentamiento con Irán, pero sí existen un montón
de evidencias que indican que están muy inquietas ante las pérdidas
que puedan producirse como consecuencia de un ataque israelí contra
Irán.
Los sionistas
consiguieron sus objetivos en Iraq: establecer una cabeza de puente en
el enclave kurdo del norte ('Kurdistán'), y asegurarse activos estratégicos
en el nuevo régimen "iraquí" a través de Chalabi y compañía.
Las principales
organizaciones judías se movilizaron para oponerse a cualquier crítica
de los políticos sionistas, acusándolas según lo previsto de
'anti-semitismo'. Sin embargo, con el tiempo, las investigaciones del
FBI, los informes de la CIA y las resoluciones judiciales han señalado
a agentes clave y a sus colaboradores internos como espías israelíes.
Mientras Israel se beneficiaba de la invasión de Iraq capitaneada por
Bush-Blair, no se puede decir lo mismo respecto de Estados Unidos: los
miles de víctimas aumentan, los gastos de la guerra se disparan hasta
centenares de miles de millones de dólares, y la oposición a la
guerra se intensifica.
Los planes estratégicos
de Israel para extender las operaciones militares de Estados Unidos a
Irán y Siria se enfrentan a desafíos importantes, desde el interior
del mismo ejército, de la opinión pública e incluso de parte de los
medios comunicación. Las influencias del Mossad en el New York Times,
en el Wall Street Journal y en otros medios, han tenido que tragarse
pequeños artículos sobre la inexistente amenaza de armas nucleares
de Irán, precisamente una vez que se ha demostrado que el mismo
complot contra Iraq fue una total manipulación. Por ello, se
necesitaba otra línea propagandista para silenciar a quienes
criticaban la guerra y azuzar la animosidad contra los islamistas y árabes
en general, y contra Irán en particular. En ese momento, la operación
"Flemming Rose-Mossad entra en escena. Los dibujos reflejando el
odio hacia el Islam se publicaron en Dinamarca en septiembre de 2005,
mientras los israelíes y los sionistas estadounidenses intensificaban
su propaganda bélica contra Irán.
Pero la respuesta
inicial de los países islámicos fue limitada. La historia no apareció
en el International Herald Journal hasta finales de diciembre de 2005.
A principios de enero de 2006, los "katsas" (en hebreo,
agentes encargados del caso) activaron a los sayarim (colaboradores
judíos voluntarios que trabajan fuera de Israel) en los medios
europeos occidentales y orientales para que reprodujeran simultáneamente
las caricaturas los días 1 y 2 de febrero de 2006. Una operación
semejante de los sayarim podría haber sido el origen de la decisión
tomada por el redactor jefe de France-Soir, Arnaud Levy y el editor
Serge Faubert, de publicar las caricaturas. El propietario egipcio del
periódico francés, casi de inmediato despidió al redactor Jacques
Lefranc- quien, según dijo en una entrevista para la CNN, se había
opuesto en principio a su publicación-, pero dejó en sus puestos a
Levy y Faubert.
Una campaña
escandalosa se lanzó en prácticamente todos los medios de comunicación
pro-occidentales, en la que se condenaba la que en sus inicios fue una
relativamente moderada protesta islámica, que se produjo entre
septiembre y diciembre de 2005, lo que provocó rápidamente la
subsiguiente masiva intensificación, ayudada sin duda por agentes
camuflados del Mossad entre las poblaciones árabes. Los
"peditos" del Mossad, es decir, los servicios de
inteligencia daneses, avivaron el fuego aconsejando al derechista
primer ministro de Dinamarca, Anders Fogh Rasmussen que no cediera y
se negara a presentar disculpas tal como los gobiernos árabes
pro-occidentales pedían, e incluso que rechazara la petición de una
entrevista con un grupo de diplomáticos de países árabes e islámicos
acreditados en Dinamarca para hablar sobre "la situación".
"Flemming
Rose" y el Mossad intentaron otra estrategia para elevar la tensión
entre Oriente y Occidente. Públicamente se ofreció a publicar en
"su" periódico cualquier viñeta iraní que se mofara del
Holocausto. El redactor jefe de Jyllands-Posten, aparentemente con
retraso, se sorprendió por los planes ocultos de "Flemming
Rose", vetó la oferta y pidió a Rose que se tomara unas
vacaciones. Rose salió para Miami, no hacia Tel Aviv- donde su
estancia podría levantar sospechas en relación con su proclama de
que se oponía simplemente a la "autocensura". En Miami, no
tenía dudas de que disfrutaría de la protección de los sayanim
locales, armados y adiestrados para la "autodefensa" de los
sionistas amenazados.
Los
sayanim - defensores de la civilización occidental
Los sayanim, palabra
derivada, según Victor Ostrovsky, de la palabra hebrea
"ayudar", constituyen una enorme red mundial de judíos
situados en lugares estratégicos o rentables (inmobiliarias, medios
de comunicación, finanzas, concesionarios de coches, etc...) que se
han comprometido a ayudar a las actividades del Mossad israelí en el
interior de sus propios países, debido a la lealtad supranacional que
los sayanim ofrecen a Israel por encima, y no siempre a favor, de los
intereses de su país de origen. Según Gordon Thomas y Martín Dillon
en su detallada biografía, Robert Maxwell, Israel Superspy (Carroll
and Graf Publishers, 2002), el famoso magnate de los medios de
comunicación, fue un super-sayanim, que facilitaba cobertura,
agentes, concesiones políticas, servicios de blanqueo de dinero y
noticias inventadas al servicio de Israel, por petición del Mossad.
Jonathan Pollard, el investigador naval estadounidense encarcelado por
espionaje, es otro relevante sayanim.
Las actividades de
estos "auxiliares" alcanzan desde el mundo del espectáculo
a lo más mundano y, de acuerdo con lo que afirma Victor Ostrovsky en
su biografía de 1990, By Way of Deception, constituyen un colectivo
de miles de individuos activos e inactivos que pueden prestar
servicios discretamente a la "causa de Israel", tal como se
define en cualquier operación actual del Mossad. El cinismo de este
acuerdo es evidente: para el Mossad poco importa si una operación
como la de "Flemming Rose" pone en peligro los intereses
nacionales y económicos del país del sayanim y, que en caso de ser
descubierto, podría perjudicar la situación de los judíos en la diáspora.
La respuesta habitual del Mossad sería: ¿Qué es lo peor que podría
ocurrirle a esos judíos? ¿Que vinieran a Israel? Estupendo".
Esta imprudencia tiene claras repercusiones para los judíos que se
han negado a ser reclutados como colaboradores del Mossad en los países
afectados.
La
propaganda bélica del Mossad y las "caricaturas de la
controversia"
Los dirigentes israelíes
han expresado su oposición a los esfuerzos diplomáticos de la
Administración Bush para comprometer a las potencias europeas en las
negociaciones con Irán. Automáticamente y sin dudar, las principales
organizaciones sionistas y judías en Estados Unidos (AIPAC, los
presidentes de las organizaciones judías más importantes, ADL y
otras) han puesto en marcha un campaña nacional para movilizar al
Congreso y a sus "amigos" en el Ejecutivo para emprender
acciones militares de inmediato o para imponer sanciones económicas a
Irán. La Administración Bush, sin embargo, aunque está de acuerdo,
no tiene el apoyo de la opinión pública en EE.UU. ni entre sus
aliados europeos y sus respectivos electorados. La política del
Mossad tenía que crear un pretexto para polarizar la opinión pública
de Oriente Próximo (y de otras regiones) y de Occidente para
intensificar las tensiones y demonizar a los adversarios islámicos
sobre sus hegemónicos propósitos en la zona. Las caricaturas de
"Rose" han servido a la perfección al Mossad.
El asunto podía
presentarse como un tema de libertad de expresión, un conflicto de
"valores", no de "intereses", entre el
"occidente democrático" y el fundamentalismo
"totalitario" (tal como lo caracterizan Rose-Pipes) de los
islamistas. Nada más lejos de la verdad. Rose pidió y seleccionó
las caricaturas islámicas mientras que su periódico había rechazado
dibujos similares de Jesucristo con anterioridad. La imagen de Rose
como un "iconoclasta cultural"- al mismo tiempo que trabaja
para un periódico derechista en cuyas páginas se publican
diariamente "nuevas historias" contra los inmigrantes de
Oriente Próximo, y entrevistas elogiosas con sionistas extremistas-
es, prima face, increíble, aunque esa imagen ha sido difundida por
todos los medios de comunicación más importantes. Aunque
"Rose" inició las tensiones internacionales, sus colegas
liberales y neoconservadores y sus camaradas, dentro y fuera del
Mossad, publicaron sus transgresiones y provocaron la cólera del
Mundo Árabe e Islámico.
Las caricaturas, los
insultos que las siguieron y las calumnias en las que se atacaba a los
manifestantes islámicos y a sus aliados en África, Oriente Medio,
Asia y Europa, eventualmente provocaron las protestas, en su mayor
parte pacíficas y más tarde violentas, de millones de personas. Las
imágenes visuales de las protestas y manifestaciones violentas fueron
destacadas por los medios de comunicación occidentales, creando con
éxito un miedo intencionado y una reticencia contra los países islámicos
y contra las minorías en Europa. La islamofobia ha ganado ímpetu.
Los propagandistas sionistas en Europa y Estados Unidos han vinculado
la defensa de la "libertad de expresión" con las políticas
de "seguridad" de Israel. Mientras Occidente volcaba su
furia contra los manifestantes islámicos, Israel bloqueaba Gaza , y
Estados Unidos y Europa cortaban sus ayudas a los palestinos,
amenazando a su población con masivas hambrunas ¡por ejercitar su
democrático derecho a elegir a sus propios dirigentes! La farsa de la
"libertad de expresión" de Rose ha resucitado la
desprestigiada doctrina del "Choque de
civilizaciones"promocionada por los sionistas conservadores.
Aprovechándose de la islamofobia europea y de la creciente
sensibilidad de los musulmanes practicantes y de los nacionalistas árabes
frente a los abusos de Occidente, es probable que los expertos israelíes
en la guerra psicológica adoptaran el tema de la"libertad de
expresión" como el detonante ideal del conflicto.
La democrática
victoria electoral de Hamás- calificado por Israel como un movimiento
terrorista- aceleró los esfuerzos de Israel en convencer a los
gobiernos occidentales para que insistieran ante los regímenes de los
países musulmanes en que reprimieran a las "irracionales
muchedumbres islámicas" o se enfrentaran a la censura occidental
o la retirada de la ayuda. (El fracaso en aplastar violentamente a los
manifestantes se ha presentado por los medios de información como una
aprobación o instigación oficial). Las principales organizaciones
sionistas de Estados Unidos pudieron influir en la Secretaria de
Estado, Rice, para que culpabilizara a Irán y Siria de fomentar las
manifestaciones en todo el mundo, desde Gaza a Filipinas. La
estrategia israelí fue la de servirse de los ultrajes a Europa para
debilitar su oposición a un ataque militar o a adoptar sanciones económicas
contra Irán y Siria.
Más
allá de la Blasfemia Religiosa
Aunque la mayoría de
los analistas del establishment han considerado que las caricaturas
han sido la causa de las masivas manifestaciones en todo el mundo, en
realidad, en el mejor de los casos, han sido el detonante de una serie
completa de acontecimientos en marcha que tienen una mayor significación
política. Desde el bombardeo de Iraq- "Conmoción y temor"-
a las torturas masivas y la rutinaria humillación diaria en los países
ocupados; desde la destrucción total de Faluya (un ejemplo
estadounidense como lo fue Guernica para los nazis) a la devastación
israelí de Jenin y Palestina; desde los asesinatos diarios de
palestinos a manos de los ocupantes israelíes, al hecho de cubrir de
suciedad el Corán en Guantánamo, Israel, EE.UU. y Europa han
intentado demostrar que ningún musulmán está a salvo en lugar
alguno- ni en sus escuelas, casas, oficinas, campos, fábricas o
mezquitas- y que nada es sagrado.
El motivo por el que
millones de personas se manifiestan contra una caricatura de Muhammad,
publicada en un insignificante periódico escandinavo de derechas, es
que ha sido la gota que ha hecho rebosar el vaso- el detonante- de una
serie de violaciones deliberadas de los derechos fundamentales políticos
y sociales de los pueblos musulmanes, árabes colonizados. Mientras
los medios occidentales se han centrado exclusivamente en el contenido
religioso de las manifestaciones, casi todos los países donde han
tenido lugar manifestaciones masivas continuadas han sido objeto de
intervenciones occidentales recientes, del pillaje a gran escala de
sus materias primas y /o han experimentado la destrucción de sus
derechos seculares: países invadidos, viviendas, escuelas,
hospitales, sistemas de salud y de abastecimiento de agua potable
arrasados; recursos naturales y agrícolas saqueados; museos,
bibliotecas y sitios arqueológicos sometidos a pillaje y mezquitas
profanadas. Las actuales condiciones materiales de existencia para la
gente que vive en países árabes e islámicos son un infierno
provocado por los occidentales (tanto para los no creyentes como para
los creyentes). Y ahora su más profundo, histórico y espiritual
punto de referencia, el profeta Muhammad- la figura religiosa más
venerada- ha sido pisoteado repetidamente con impunidad por los
arrogantes imperialistas, sus serviles medios de comunicación,
ayudados e incitados por Israel y sus "sayanim" operarativos
en el exterior. Resulta cínico sugerir que los musulmanes
practicantes pudieran profanar la figura de Jesucristo impunemente
cuando el Corán lo prohíbe.
Tal como los
estrategas israelíes sabían muy bien con anterioridad, la difamación
del Islam no tenía lugar en un contexto de vacío político: las
condiciones materiales para una rebelión arabo-islámica estaban
maduras: Hamás había barrido en las elecciones palestinas, el ejército
estadounidense era consciente de que estaba perdiendo la guerra en
Iraq, Irán se negaba a rendirse, Bush estaba perdiendo el apoyo de la
opinión pública por la actual guerra y las futuras en Oriente Medio,
el AIPAC- principal instrumento político de Israel para influir en la
política estadounidense- se encuentra sometido a una investigación
criminal...la estrategia de Israel de que Estado Unidos hiciera por
ellos sus guerras se estaba volviendo en contra. Había que resucitar
las tensiones políticas y militares que ya habían explotado tras el
11 de septiembre de 2001 para obtener ventajas para Israel: de ahí la
provocación de "Flemming Rose"; de ahí la coordinación y
la amplia difusión de su actuación; de ahí la agitación en torno a
la "libertad de expresión" por parte de los sayanim
occidentales, de los ideólogos liberales, conservadores y
neoconservadores; de ahí la previsible explosión de protestas, de ahí
la "recreación" de la tensión en Oriente Próximo...y los
avances de los planes de Israel.
La confrontación que
sigue su curso es más que un asunto religioso o de libertad de
expresión; más que una provocación despiadada de un errático
redactor cultural, mimado por los "peditos" de una agencia
de inteligencia danesa infiltrada. Lo que está en juego es la creación
de estereotipos sobre los pueblos árabes, islámicos y del Tercer
Mundo para mantener y profundizar su opresión, explotación y
subordinación.
La fuente más
influyente, prolífica e importante de los estereotipos racistas árabes
la constituyen Israel y sus estudiosos, "expertos en
terrorismo", psicólogos de las más prestigiosas universidades y
laboratorios de ideas (en especial estadounidenses y europeos), que
han suministrado los " perfiles psicológicos" para
torturar, humillar, provocar y reprimir a las millones de personas que
luchan por la autodeterminación contra el dominio imperial y
colonialista.
Israel, una vez más,
y de forma particular a través de sus agentes en el exterior, ha
antepuesto sus intereses expansionistas y militaristas a los de los
pueblos de Estados Unidos y Europa. "¿Es bueno para los judíos?".
El camino establecido por el Estado israelí ha conducido al callejón
sin salida de la confrontación masiva, de la profunda animosidad
entre árabes y musulmanes y los gobiernos occidentales. Lo que parece
una maniobra inteligente para los "Rose" del mundo y sus dóciles
katsas y sayanim: el provocar los enfrentamientos, puede volverse otra
vez en contra. La revuelta puede ir más allá de la protesta contra
los símbolos de la humillación para atacar las bases del poder,
entre ellas las de los procónsules árabes y musulmanes y los
colaboradores de las políticas y el poder económico
euro-estadounidenses. Aunque el Mossad es muy astuto al infiltrarse y
provocar a los grupos oprimidos, ha sido especialmente inepto en
controlar y contener las revueltas originadas, tal como lo prueban la
reciente victoria de Hamás y el éxito de la resistencia iraquí. La
próxima caricatura que podría suscitar controversia puede mostrar a
Moisés conduciendo a su pueblo a través del desierto.
Epílogo
Mientras el asunto de
la "libre expresión contra la blasfemia", provocado por el
Mossad sigue haciéndose más profundo, Israel continúa imponiendo un
asedio económico, al estilo nazi, sobre 4 millones de palestinos,
planeado para privarles de alimentos para que renuncien a sus
libertades democráticas. Intencionada es la palabra exacta, Gideon
Levy, periodista estrella del diario israelí Haaretz (19.02.06), grabó
a Dov Weisglass, consejero del primer ministro israelí, comentando
jocosamente a funcionarios de alto nivel " Es como(el bloqueo
económico que puede incluir la electricidad , el agua, y la comida)
una cita con el dietista. Los palestinos adelgazarán bastante pero no
morirán". Los funcionarios israelíes "se partían de
risa". Como señala Levy "más de la mitad de los palestinos
viven ya en la pobreza...el año pasado el 37 % tuvo dificultades para
conseguir comida...el 54 % de los habitantes de Gaza han tenido que
reducir el consumo de alimentos...la mortalidad infantil ha subido al
15 %...el paro subió un 28 %.". Una meditada y planificada
hambruna masiva de una población recluida en guetos, jocosamente
comparada por sus verdugos como "una cita con el dietista",
constituye una réplica exacta de las discusiones internas de los
altos mandos nazis sobre la población del Gueto de Varsovia. La
capacidad de Israel para imponer y llevar a cabo su política genocida
se ha facilitado en gran medida gracias a la polarización en los símbolos-
orquestada en Europa occidental por el Mossad y "Rose". Un
"conflicto" cultural al servicio del genocidio, difícilmente
puede considerarse una maniobra inteligente o una mera violación de
los sentimientos islámicos, es un crimen contra la humanidad.
Notas
de la traducción:
1)
N.T.: Aunque el autor alude a una nota a pie de página, no la
introduce y explica el significado del término a lo largo del texto.
2)
N.T.: Juego de cartas que se practica en solitario
3)
N.T.: En el original "flamming" (incendiario), juego de
palabras del autor respecto al nombre del responsable de la publicación
de las viñetas.
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